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3. Latinoamérica, principal signataria

Foto: Renata Bessi


     El Convenio fue acordado en 1989 y entró en vigencia el 4 de septiembre de 1991. A partir de entonces los países interesados se han podido adherir al Convenio. Hasta la fecha, de los 22 países que lo han ratificado 15 Estados están en Latinoamérica: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Dominica, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Paraguay, Perú y Venezuela. Además, Dinamarca, España, Fiji, Nepal, Noruega, Países Bajos y la República Centroafricana. 

     América Latina ha sido la región en que este tratado internacional ha tenido mayor impacto jurídico y político, de acuerdo con el documento “La aplicación del Convenio 169 por tribunales nacionales e internacionales en América Latina”, de la propia OIT. “Es también en esta región donde el Convenio 169 ha tenido un mayor desarrollo constitucional, legal y jurisprudencial. Asimismo, es en ella donde el Convenio más ha influenciado, aunque no siempre con los resultados esperados, la política pública referida a estos pueblos”, dice el documento.

     El significativo número de adhesiones al Convenio en Latinoamérica no es casualidad. Tratase de un intento de apaciguar la alta intensidad de los conflictos generados por la entrada masiva de proyectos de desarrollo en toda la región. Solamente en relación a la explotación de minerales, el Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina (OCMAL) sostiene, en un documento producido sobre el tema, que desde hace una década América Latina se ha convertido en uno de los epicentros de la expansión minera a nivel global. Pese a la caída reciente de los precios internacionales de los minerales, esta región continúa recibiendo los mayores flujos de inversión minera a nivel global, según la organización.

Foto: Renata Bessi


     “Como consecuencia están los conflictos. No hay minería sin el control de grandes extensiones de tierras y sin el control de recursos hídricos y otros bienes naturales, que antes de que llegue la minería han estado manejados por las poblaciones que se ven amenazadas por esta actividad”, sostiene el OCMAL.

     La investigación llamada "Los pueblos indígenas en América Latina: avances en el último decenio y retos pendientes para la garantía de sus derechos", elaborada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), registró solamente entre 2010 y 2013 más de 200 conflictos en territorios indígenas latinoamericanos, ligados a actividades extractivas de hidrocarburos y minería.

     Además, se contabilizaron 826 pueblos originarios, la población indígena en la región es de 45 millones de personas, 17 millones de ellas viven en México, siete millones en Perú y 6,2 millones en Bolivia, de acuerdo con el documento. En el mundo, según datos del Banco Mundial, existen 300 millones de personas que pertenecen a pueblos indígenas, constituyen aproximadamente el 4,5% de la población mundial.

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