México: Secuestro de 2 indígenas en Jalisco busca concretar despojo de tierras comunales

Foto por: Carlos Mireles y David Flores Magón/Subversiones

San Lorenzo Azqueltan, municipio de Villa Guerrero, norte del estado de Jalisco, los indígenas de la comunidad autónoma Wixarika-Tepehuan sostienen una lucha para recuperar 38 mil hectáreas de tierras de las 94 mil que aparecen en el título virreinal del año 1777, que les acredita legalmente ser los dueños de su territorio. Estas tierras han sido usurpadas por pequeños propietarios, ganaderos y la clase política de esta región. El jueves 19, alrededor de las 13h, personas desconocidas y armadas secuestraron a Catarino Aguilar Márquez, representante agrario de la comunidad, y a Noé Aguilar Rojas, ambos miembros del Congreso Nacional Indígena (CNI), quienes han sostenido una lucha constante por la defensa y reconocimiento de su territorio.

La comunidad indígena de Azqueltan está formada por dos pueblos que conviven en el mismo territorio comunal, el pueblo Wixarika y el Tepehuano. “Recientemente han creado bloqueos en la entrada del pueblo por cuestiones de seguridad y por las amenazas de muerte, de las cuales responsabilizan directamente al gobierno municipal de Aldo Gamboa Gutiérrez, de Villa Guerrero Jalisco. También a los supuestos pequeños propietarios quienes han usurpado el territorio indígena”, dijo para Avispa Midia, Cristian Chávez, integrante de la Comisión de Coordinación del Concejo Indígena de Gobierno (CIG) y acompañante de la comunidad indígena Tepehuana.

Oficialmente, se encuentra en el municipio de Villa Guerrero y comparte linderos con las comunidades wixaritari de San Sebastián Teponahuaxtlán y Santa Catarina Cuexcomatitlán.

El 23 de abril de 1777 la comunidad de San Lorenzo Azqueltán recibió de la Corona Española su Título Virreinal, mismo que fue declarado auténtico el 15 de diciembre de 1954 por el Departamento Agrario de la Secretaría de la Reforma Agraria. Pero el gobierno nunca concluyó la Confirmación y Titulación de los Bienes Comunales y actualmente el trámite se encuentra en el Tribunal Unitario Agrario Distrito 16, en Guadalajara, Jalisco.

Chávez señala que Catarino Aguilar fungía como representante legal de la comunidad ante el Tribunal Agrario del Distrito 16 y el secuestro puede estar vinculado a las autoridades municipales. “Catarino ya había denunciado que había recibido amenazas directas por parte de las autoridades municipales. Incluso en un vídeo, Ignacio Reyes Márquez, regidor municipal, reconoce haber contratado a un grupo de choque para agredir a la comunidad”, dijo el acompañante de la comunidad indígena Tepehuana.

Los comunitarios de Azqueltán llevan meses alertando públicamente que la situación en su territorio se está agudizando con las iniciativas implementadas por las autoridades municipales, quienes han fortalecido y respaldado a las personas quienes se han asentado en territorio indígena, con apoyos para el ganado, programas estatales y federales. “Esto ha derivado en diversas agresiones, incluso balazos contra los compañeros comuneros”, agrega Chávez.

Ciertamente, en diversos comunicados la comunidad, a través del CNI, ha denunciado que, “en todos estos años, en lugar de reconocer nuestro territorio, los gobiernos en todos sus niveles realizan acciones para que caciques se adueñen de nuestras tierras y montes. Se inventan pequeñas propiedades y supuestos terrenos ejidales. Dan permisos para que destruyan nuestros lugares sagrados con proyectos de gobierno, les dan permisos de aprovechamiento forestal y hasta ganado para que los metan con violencia a terrenos en posesión de la comunidad”, dice la denuncia presentada en diciembre del año 2017 por el CNI.

Desaparición Forzada

Las autoridades municipales, estatales y federales tienen información de primera mano sobre la situación en el pueblo indígena de Azqueltán. “Ha habido una completa omisión y negligencia. Lo que esta sucediendo son desapariciones forzadas, porque cuando el grupo armado levanto a nuestros compañeros, rápidamente en las redes sociales, 10 minutos después, se informó que incluso se había ido con dirección a San Martín de Bolaños. A pesar de la presencia militar en la región, de la Fuerza Única de Jalisco y de la policía municipal, nadie detuvo el vehículo. Es una sola carretera, no hay para donde desviarse, una desaparición de esa índole no se puede realizar sin la complicidad del Estado Mexicano, por eso decimos que es una desaparición forzada”, agrega Chávez.

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María de Jesús Patricio (Marichuy), vocera del CIG, en el evento convocado por Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), llamado Conversatorio Miradas, escuchas, palabras: ¿prohibido pensar?, denunció que los indígenas habían sido levantados por personas desconocidas y armadas que viajaban en una camioneta Toyota Hilux, color gris doble cabina. “Al parecer se dirigieron con rumbo a San Martín de Bolaños, Jalisco”, denunció la vocera. Minutos después las redes sociales se inundaron exigiendo la presentación con vida de los indígenas.

“Exigimos la inmediata presentación con vida de nuestros compañeros y responsabilizamos al gobierno municipal de Villa Guerrero y al gobierno estatal de Jalisco de cualquier atentado contra su integridad”, señaló Marichuy en un comunicado que leyó en nombre del CNI.

¿Alcalde o rey?

 En un medio de comunicación, el alcalde municipal Aldo Gamboa Gutiérrez ha señalado que no reconoce a las autoridades comunitarias. “Como si a él le correspondiera reconocer el derecho agrario. Se creé rey de la región, con el derecho de decidir de quien es la tierra”, asevera Chávez.

Una lengua que puede desaparecer

El Tepehuán es el nombre que se da a dos idiomas indígenas de México, llamados Tepehuán del norte y el Tepehuán del sur, región conocida como el Gran Nayar, que abarca el área meridional de la Sierra Madre Occidental, en porcionesde los estados de Durango, Nayarit, Zacatecas y Jalisco.

La lengua Tepehuán del sur cuenta con dos variantes dialectales: el o’dam, o tepehuán del sureste, y el audam, o tepehuán del suroeste. La lengua tepehuana del sur está estrechamente emparentada con la que hablan los tepehuanes del norte (ódami) que viven en el sur de Chihuahua, la de los Pimas de Sonora (oob no’ ok), la de los Pápagos (tohono o’odham) de Sonora y Arizona, así como con la de los Pimas (akimel o’odham) de Arizona, en Estados Unidos. Estas lenguas conforman una subfamilia lingüística denominada Tepimana y son parte de la gran familia de lenguas yuto-nahuas. Tepehuán significa personas de la montaña.

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“El pueblo Tepehuano de Azqueltán es el único donde permanece la cultura, la lengua y la identidad Tepehuana del sur. Con el despojo territorial, el Estado mexicano está cometiendo un crimen de dimensiones históricas al desaparecer una lengua originaria de México. Hay un embestida muy fuerte para concretar el despojo de este territorio. Han querido desaparecer el archivo general agrario donde hay un expediente histórico de este pueblo, para favorecer a la pequeña propiedad. Entonces para la comunidad no hay duda de que con la desaparición de los compañeros, se busca concretar este despojo ”, dice Chávez.

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