Foto: La Tribuna
En el actual período electoral en México se han asesinado a 91 personajes ligados a este proceso. En Honduras, desde 2001 se han asesinado a 75 periodistas.
Tanto en Honduras como en México van en aumento las distintas formas de agresiones a la libertad de expresión, inclusive la máxima censura, que es la muerte. Solamente en el sexenio de Enrique Peña Nieto han asesinado a 50 periodistas. “Reportear México es como reportear el infierno”, dijo Ismael Bojórquez, director de Ríodoce, periódico de Sinaloa, citando al periodista asesinado hace un año Javier Valdez, autor de libros sobre seguridad y narcotráfico y uno de los fundadores de Ríodoce.
“Los altos niveles de violencia empezaron en el sexenio de Vicente Fox y siguieron creciendo con Calderón. Con Peña Nieto fue absolutamente peor. Cuando mataron a Valdez pensamos que era demasiado, que no iban a matar más, por el gran impacto que causó. Pero después de el, ya asesinaron a 8 periodistas”, evalúa Bojórquez.
Y el riesgo no es solamente para los comunicadores. “En el actual período electoral en México, sumando un total de 3 meses, han asesinado a 91 personajes ligados a este proceso – alcaldes, candidatos a diputados y alcalde, ex presidentes municipales”, informa Bojórquez. “¿Que pasa con México?”, indaga el periodista.
Honduras no se queda atrás. Desde 2001 se han asesinado a 75 periodistas. En este año se registran 35 agresiones, informa el periodista hondureño Héctor Becerra, exdirector del Comité por la Libre Expresión.
De acuerdo con el periodista, las agresiones se incrementaron a la raíz del golpe de Estado de 2009 - Manuel Zelaya, entonces presidente de Honduras quien fue arrestado y expulsado del país por fuerzas militares. La crisis social, económica y política fue incrementada con la fraude electoral en noviembre de 2017, sostuvo el periodista.
“Toda esta situación alimenta lo que es la corrupción, el debilitamiento del Estado de derecho y ha generado opacidad de las informaciones, aunque en el país existe una Ley de Transparencia. Ahora se promulgo una ley de secretos oficiales que permite que las instituciones del Estado, violentando el derecho de acceso a la información pública, o sea pueden legalmente ocultar informaciones”, señaló Becerra.
En Honduras, afirma, no funciona la división de poderes. “Vivimos en una dictadura en que las decisiones políticas toman el actual director del Estado de Honduras, el abogado Juan Orlando Hernández. Esta crisis ha elevado los índices de violación a los derechos humanos en el país, tanto de periodistas, de mujeres, niños, de los pueblos indígenas y de los pueblos afro hondureños”, explica.
La regla: la impunidad
En Honduras, de los 75 periodistas asesinatos, 92% de los casos permanecen en la impunidad, según datos citados por Becerra. Solamente 6 casos se han judicializado. “En la mayoría de las investigaciones los que están pagando por los delitos son los autores materiales, no hay autores intelectuales”, dijo.
En México los niveles de impunidad es de 99,6%, afirma Bojórquez. “De los 50 periodistas asesinados no hay castigo. Total impunidad”, dijo.
Organización Nacional
México, a diferencia de muchos países en Latinoamérica, como Brasil, no tiene una organización nacional de periodistas. “Hay muchas organizaciones locales”, afirma el periodista Guillermo Osorno, director de horizontal.mx.
Con el objetivo de reunir periodistas de diferentes regiones de México, “armamos un encuentro de periodistas un mes después del asesinato de Valdez donde se inscribieron 600 personas de diferentes partes de México, 300 personas llegaron al evento”, cuenta Osorno. De este proceso se sacó un documento. “Nos dimos cuenta que el asunto de violencia es solamente una de las preocupaciones de los periodistas”.
De acuerdo con el periodista, otras dos preocupaciones fueron frecuentes. “Una es la precariedad laboral y tiene que ver con el hecho de que los medios están constituidos como empresas y reciben una enorme cantidad de publicidad oficial, de tal manera que el periodista no depende de sus lectores, depende de la relación del dueño del periódico con el funcionario de gobierno. Eso crea una distorsión en el país, o sea el periodista es el tornillo más débil del engranaje”, sostuvo.
La otra preocupación es que predomina la sensación de que no hay una buena comunicación de los periodistas con la sociedad. “Más bien que los periodistas son los vehículos del poder, a modo de fortalecer las narrativas de los políticos”, dijo.
Así que, algunos de los puntos enfatizados por el documento del encuentro es que se hace necesario crear vehículos distintos de comunicación con la sociedad; crear una red de periodistas para defenderse de los posibles ataques; crear una organización nacional de periodistas.
¿Que hacer?
Fue creada en 2010 en México una fiscalía especializada para investigar agresiones a periodistas. Dos años después se creó el mecanismo de protección de periodistas a nivel federal. “Pero no funciona. Es muy burocrático”, dice Bojórquez.
“A partir de la muerte de Valdez, el presidente de la república citó una reunión de gobernadores y incitó a que crearan sus propios mecanismos de protección. En Sinaloa se creó y fue un fracaso”, sostuvo el periodista.
De acuerdo con el periodista Gustavo Gorriti, miembro del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), es necesario que los periodistas creen su propia seguridad. “Tenemos que crear nuestros propios mecanismos de protección y defensa. Si el Estado no garantiza, y esta probado que no, entonces tenemos que crearla nosotros”. Una de las estrategias, según él, además de crear redes de protección entre los propios periodistas, es “desarrollar fuentes de contra inteligencia dentro de la fuente potencial de amenaza, de modo a que no se camine a ciegas, para saber de donde puede venir la amenaza”.
Para Becerra, la lucha no se debe hacer solamente en ámbito local, pero regional. “No cabe duda de que la clase política y empresarial vinculadas a actos de corrupción mexicana tiene vinculo con la clase empresarial y política hondureña, y hasta con la colombiana y así por delante. Entonces nuestras acciones también deben ultrapasar las fronteras”, defiende él.
Ver también: México escala al 2º lugar de los países más peligrosos para periodistas en el mundo
Estructura de corrupción
Las estructuras del poder en México están hechas para perpetuar y garantizar la impunidad. Eso incluye las dependencias de gobierno, las áreas de procuración de Justicia, la Fiscalía y las áreas judiciales, dijo Bojórquez. “Pueden venir más trabajos como el reportaje de ‘La estafa maestra’, más casos como las denuncias contra Odebrecht y no va a pasar nada, como de hecho no pasó”, evalúa Bojórquez.
“El caso más reciente es el de la periodista mexicana Carmen Aristegui, que fue demandada a partir del reportaje “Casa Blanca de Enrique Peña Nieto”, por su propio patrón por daño moral. Ahora acaba de ser publicado en la revista proceso documentos en donde se demuestra que dos ministros de la Suprema Corte de Justicia estaban haciendo todo lo posible para que la resolución del caso de Carmen fuera en contra de la periodista”, dijo Bojórquez.
Para Gorriti, la única cosa que va a hacer que en una sociedad con alto nivel de impunidad, como es México y Honduras, retroceda en la corrupción es cuando los líderes, incluso los que están detrás de los lideres intelectuales, paguen el precio de sus actos.
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Los periodistas participaron del conversatorio “Matar al mensajero: asesinatos de periodistas en México y Honduras”, que hizo parte del Foro Centroamericano de Periodismo (ForoCAP), una convocatoria internacional de periodistas y especialistas que se desarrolla en El Salvador desde 2010. Es convocado y organizado por el periódico digital El Faro.