Foto por Santiago Navarro F.
Tras el ataque paramilitar que sufrieron las bases de apoyo zapatista en el Caracol Moisés Gandhi, el pasado 22 de agosto, por parte de la Organización de Cafeticultores de Ocosingo (ORCAO), quienes además de saquear las bodegas de café, prendieron fuego a las instalaciones del centro de comercio Nuevo Amanecer del Arcoíris, en Cuxuljá municipio autónomo Lucio Cabañas, en Ocosingo, diversas organizaciones, colectivos y personas de la sociedad civil se volcaron a mostrar su solidaridad con el EZLN.
EL Congreso Nacional Indígena (CNI), junto a su Concejo Indígena de Gobierno (CIG) condenaron los hechos e hicieron un llamado “contra la guerra de exterminio que se agudiza peligrosamente en contra de nuestras hermanos y hermanos de los pueblos zapatistas que nos enseñan a nunca dejar de sembrar rebeldía y esperanza”.
Por su parte, la Red de Europa zapatista integrada por diversos colectivos emitió un comunicado, el pasado 26 de agosto, en el que exigen “que pare la guerra contra los pueblos zapatistas y que se ponga fin a las actuaciones de los grupos paramilitares como la ORCAO, en Ocosingo”.
De la misma forma el Colectivo Paso Doble manifestó su total solidaridad con el EZLN e hizo un llamado “a estar atentos ante esta nueva etapa de la guerra”.
En tanto, la Coordinación Metropolitana Anticapitalista y Antipatriarcal denunció los hechos y responsabilizó al gobierno Estatal de Chiapas y al Gobierno Federal por su complicidad y omisión en dichos actos paramilitares, “esta nueva agresión forma parte de la intensificación de la guerra de desgaste en el estado de Chiapas, caracterizada por el incremento de la violencia de grupos paramilitares y del crimen organizado”, señaló la Red en conjunto con más de 500 colectivos e individuos quienes emitieron un pronunciamiento.
Aunado a ello, esta red ha expresado su solidaridad y señalan que, “quienes firmamos este documento, llamamos a la sociedad civil nacional e internacional a suscribir la denuncia de estos hechos, exigir el cese de las agresiones y hostilidades a las Bases de Apoyo Zapatistas”.
Al igual que estos colectivos, la Red Ya Basta NETZ de Alemania condenó enérgicamente los ataques de grupos paramilitares de la ORCAO y se solidarizó con las comunidades bases de apoyo del EZLN, “toda nuestra solidaridad con nuestr@s compañer@s zapatistas y con todos los pueblos de México que están construyendo su autonomía”, anunciaron.
Cabe señalar que no es la primera vez que la ORCAO ejerce violencia sobre las comunidades zapatistas, específicamente en el Municipio Autónomo Moisés Gandhi, ya que desde años atrás “intimidan y amenazan a los compañeros y compañeras que desde abajo apuestan por la esperanza, como cuando compañeros del Congreso Nacional Indígena fueron violados y secuestrados por paramilitares de ORCAO, los Chinchulines y gente de partido Morena”, denunció el CNI-CIG en un comunicado.
Lo sucedido en el Caracol Moisés Gandhi, ubicado en el municipio autónomo Lucio Cabañas, en Ocosingo, Chiapas, se suma a la constante violencia y persecución que sufren las comunidades zapatistas, “el 17 de julio, la niña María Luciana Lunes Pérez resultó herida de bala, mientras trabaja su telar de cintura, en su casa, en la comunidad de Koko´en Aldama, Chiapas” según lo informó el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas.
Ante esta serie de atropellos a las comunidades zapatistas, los colectivos Kafé Kapel de Bretaña, MutVitz13 de Marsella, CaféZ de Lieja y las colectivas Mujerxs de la Sexta en la Otra Europa y Mujeres Adherentes a la Sexta de Jovel en Chiapas “urgieron el alto al fuego y el desarme de los grupos paramilitares que continúan con las agresiones hacia las comunidades de Aldama-Chiapas”.
Así mismo, las participantes del espacio denominado CompArte de danza “Báilate otro mundo” repudiaron las agresiones contra las comunidades zapatistas y se sumaron a las exigencias de cese inmediato a las hostilidades contra comunidades zapatistas y manifestaron su total solidaridad, “no olvidamos nuestros pasos en sus dignas tierras, no olvidamos esa otra danza posible. Nuestros pasos no están inmóviles, estamos con ustedes”.
Las muestras de solidaridad y el llamado a poner un alto a la guerra de exterminio contra los pueblos zapatistas en este momento histórico cobra mayor fuerza, ya que, la violencia se ha intensificado ante el silencio y omisión de las autoridades estatales y federales.
