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Construyendo Mapas: pueblos indígenas y contrainsurgencia en las Américas

Si el Estado quiere demarcar nuestro territorio, entonces también tiene que parcelar nuestro territorio espiritual, los caminos del viento y del agua. Tendría que conocer los caminos de la primavera y de nuestros ombligos sembrados en la tierra. Si tiene capacidad de demarcar ese territorio, entonces que lo haga, y si no, que recuerden que antes de que llegaran ellos, nosotros ya vivíamos aquí”,

PALABRAS DE UN JEFE INDÍGENA GUARANÍ EN SAO PAULO BRASIL, 2015.

Es posible que en la mayoría de los pueblos indígenas ya se haya utilizado algún tipo de cartografía para delimitar su territorio. Aunque también es posible que muy pocos pueblos indígenas han participado directamente con la elaboración de sus mapas, “porque los mapas no necesariamente representan la realidad de los pueblos indígenas, no es una representación de una realidad sino de una parte de esta realidad. Los Estados han utilizado estos mapas desde hace mucho tiempo, designando cual es el territorio indígena y cuál es el bosque que hay que explotar o conservar, eso implica que ellos pueden manejar ese territorio conforme a la ideología que siguen”, argumenta para Avispa Midia Joe Bryan.

Joe Bryan y Denis Wood son autores del libro: Armando Mapas: pueblos indígenas y contrainsurgencia en las Américas (Weaponizing maps: indigenous peoples and counterinsurgency in the Americas), que próximamente será publicado en su versión en Español.

Los autores del libro se preparan para continuar con su presentación en uno de los estados al sur de México, Oaxaca. En esta entidad fue donde documentaron en el año 2006  que un equipo de geógrafos de la Universidad de Kansas, financiados por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, realizaron una serie de mapeos de tierras comunales de la Sierra Norte con el proyecto denominado México Indígena, como parte de las Expediciones Bowman.

Estas expediciones han sido coordinadas desde el inicio por Peter Herlihy y Geoffrey B. Demarest, teniente coronel del ejército de los Estados Unidos, quien define dentro de su doctrina que, “la propiedad colectiva de la tierra es la matriz de la delincuencia y de la insurgencia, por ello hay que destruir e incorporar por la fuerza o por la vía de acuerdos los territorios indígenas al modelo corporativo transnacional de propiedad privada”.

Ver también ⇒ Tierras comunales, teatro de operaciones de la contrainsurgencia

A ellos no les interesa de forma antropológica los pueblos indígenas. Para los Estados Unidos estas comunidades, en su mayoría pobres, son propensas para involucrarse en el narcotráfico y el terrorismo y por tanto se aplica el mismo modelo que en Colombia para el resto de Centroamérica y para México. Es ahí donde la contrainsurgencia no se limita al campo de batalla, más bien piensa en toda la sociedad como su campo de batalla”, explica el investigador.

Bryan se ha enfocado en los últimos años en las diversas formas en cómo está constituido el espacio comunal de los pueblos indígenas, ya que, “es a partir de esto que se tiene que definir como tenemos que vivir, cual es el espacio y cuáles son las relaciones que nosotros necesitamos para mantener nuestra vida colectiva. Simplemente la posesión colectiva de la tierra ya representa otras formas de relación social y ellos buscan destruir esto”.

El caso de la intervención estadounidense con las Expediciones Bowman es un tema que se aborda en el texto. “El libro nació con lo sucedido en la Sierra Norte en Oaxaca y la respuesta de los pueblos hacia la presencia de los militares de los Estado Unidos. La pregunta que animó el libro fue ¿para qué querían los mapas los militares? (…) y eso es muy amplio, tiene que ver son su estrategia de contrainsurgencia”, señala el investigador.

Según el autor del libro después, “de que los expedicionarios fueron corridos de México se fueron hacia los países de América Central con el proyecto llamado Centroamérica Indígena tomando la experiencia de México. Lo que buscan es disciplinar y someter a las comunidades indígenas ante la administración del Estado y por tanto, también del capital nacional y transnacional. Para hacer cumplir todo esto se requiere de una fuerza militar”.

De acuerdo con Bryan la parcelación y titulación de la tierra en América Latina ha servido para enmarcar los territorios indígenas, tradicionales y de afrodescendientes al descarado modelo del mercado neoliberal donde todo tiende a ser una mercancía. “Es claro que los pueblos indígenas se han vuelto más vulnerables desde que iniciaron procesos de titulación individual de sus tierras. Tras la titulación han llegado de forma monstruosa los proyectos extractivitas con todo el respaldo del Estado”, dice el investigador.

Los investigadores toman como punto de partida para esta investigación las experiencias de la contrainsurgencia en Nicaragua, la ocupación de Filipinas por los Estado Unidos y los pueblos indígenas en Canadá. Así mismo, cuestionan el papel actual de los geógrafos académicos en todo este proceso. “Los mapas son un arma de doble filo, por un lado sirven para empoderar a las comunidades para reclamar sus espacios y terrenos ancestrales, pero por otro lado, los ubica en un espacio que puede ser dominado por el Estado y el capital transnacional, no hay una salida fácil de ese problema. Al final del libro abarcamos unos puntos de cómo avanzar hacia otro momento y tenemos que ir pensando como renovar la práctica de la cartografía a favor de las comunidades, en donde ellas mismas tienen que empoderarse”, agrega Bryan.

La próxima presentación del libro será el día jueves 26 de enero, a las 19:00 horas en la librería la Jícara en Oaxaca, Porfirio Díaz #1105, colonia Figueroa. Organizado en conjunto con la asociación civil Surco.

México: “Tenemos un sueño, que Hueyapan se convierta en municipio autónomo”

Entrevista con el Consejo Comunitario por la Autonomía de Hueyapan

Por: Demián Revart

El 22 y 23 de Noviembre de 2016 se llevó a cabo el II Encuentro Internacional de Resistencias de América Latina y del Caribe en la comunidad de Hueyapan, Morelos, con la presencia de decenas de organizaciones, militantes, defensores de derechos humanos y pueblos de algunos países para conformar trabajos y proyectos en común sobre distintos ejes antisistémicos.

Ahí los datos introductorios, la sustancia es la siguiente: el encuentro fue rico, nutrido y sustancial entre experiencias y voces, sin embargo, se habló poco de las circunstancias -¡y el interesantísimo proceso!- que hoy vive la comunidad de Hueyapan, ubicada al oriente del estado en las faldas del Popocatépetl. Desde la conformación del municipio de Tetela de Volcán en 1937 se ha perpetuado una segregación de privilegios y expoliación del territorio entre la cabecera del municipio y sus localidades, principalmente la perpetua conflictividad con Hueyapan.

Con el tiempo, intensas luchas por el agua y contra la corrupción de sus autoridades municipales se han gestado, irónicamente, “allí donde corre el agua”. Hartarse e inspeccionar otras vías fue lo que deliberó la comunidad tras el recorrido de la aguja y las humillaciones.  La gente quiere rupturalizar el conflicto, quiere la paz, quiere la autonomía de decidir por sí misma la administración de lo-público.

El 15 de Abril de 2011, los pobladores de Cherán K’eri en el estado de  Michoacán, lograron tomar el control de su territorio y bosques tras una descomunal escalada de violencias por parte de los talamontes –organizados en grupos criminales-, el narcotráfico, los distintos niveles de las policías y los partidos políticos de la localidad. Esa escena, ese acto, esa pintura de valentía es hoy un galardón para los hueyapanenses, afirmando de que es posible realizar lo imposible. La autonomía de su vida política y la autogestión de sus labores económicas son los trazos que hoy dibujan en su plan del buen vivir.

La clara línea del “racismo entre mestizos e indígenas, ha hecho que el Estado les haga más caso a ellos que a nosotros”, nos relatan en esta entrevista, integrantes del reciente Consejo Comunitario por la Autonomía en Hueyapan, en aras de mediatizar de viva voz las causas de esta iniciativa por dejar de depender –y dejarse dominar- por las autoridades y mecanismos despóticos de Tetela del Volcán, y configurarse como municipio autónomo.

El sueño es inefable, pero acercándose día con día a lo-realístico: “si todos nos tomamos de las manos, será más fácil cambiar al mundo”.

¿Qué está pasando en Hueyapan?, ¿podemos hablar de una ruta por el autogobierno?

Ahorita está pasando que tenemos sueños. Tenemos un pensamiento de ser municipio indígena desde los años 70’s y 80’s, pues porque hemos pertenecido al municipio Tetela del Volcán desde hace mucho tiempo. Hace 9 años la gente de la comunidad se organizó y por primera pusimos a un presidente de Hueyapan ahí, en el Ayuntamiento Municipal. Desde ahí nos dimos cuenta que hay mucho dinero que nunca llega a las comunidades, todo el asunto de la infraestructura y los impuestos federales no nos llegaban, se quedaban en el municipio de Tetela, no llegaba ningún apoyo para calles, banquetas, agua potable, de hecho, nosotros tenemos agua potable porque la gente se organizó y de forma autogestiva la comenzó a almacenar.

Hace 9 años, un presidente municipal construye puentes y hace calles, lo que nos gustó y elegimos a otro presidente similar, pero vimos que teniendo un presidente en la localidad nuestras vidas son las mismas. Tenemos que ir hasta Tetela a hacer nuestros trámites (actas de nacimiento, defunción, cualquier otro requisito) y la comunidad queda a más de 12 km, tenemos que pagar combi (…) aunque tenemos un presidente, seguimos dependiendo del poder municipal.

En 2010, nosotros como pueblo, obligamos al Congreso de Morelos a venir a la comunidad por el conflicto del agua Tetela-Hueyapan, trajimos a varios diputados y los sentamos en la comunidad para hacer una mesa de trabajo con tetelas y hueyapanenses, pero más que nada con el gobierno. Les hicimos un pliego petitorio donde el punto principal era ser AUTÓNOMOS, ser Municipio Indígena aquí, ya no queremos ir a Tetela,
no queremos que nos gobiernen, aunque sea gente de nuestro pueblo y raza, terminan siendo parte del mismo sistema, ¿no?

En el 2012, hay campañas electorales con Graco Ramírez, lo trajimos a la comunidad y le dijimos que le “daríamos votos” a cambio de firmar una ley de iniciativa para convertirnos en municipio indígena. La firma del gobernador era vital, si él no firmaba sería muy difícil lograr la autonomía que hemos buscado. Pues sí, se le buscó y no se negó, era un compromiso que se hizo público. Fue muy “diplomático”, sin llegar a muertes o confrontaciones, sin tomar carreteras ni haciendo “teatro” allá en Cuernavaca, nos basamos en nuestros derechos del Convenio 169 de la OIT, el Artículo 2° constitucional y otros tratados internacionales que defienden nuestra cultura indígena. A veces lo más difícil es que el gobernador firme, aquí fue al revés. Nos cuentan los compañeros de Cherán que ‘lo de abajo’ fue mucho más rápido, y lo de arriba (lo jurídico) les ha costado mucho.

El gobernador se comprometió a impulsar la reforma al Artículo 40 de nuestro estado donde dice que para ser municipio indígena debemos ser más de 40,000 habitantes; aquí en la comunidad somos entre 6 y 7 mil habitantes. Era impensable ser municipio indígena en los próximos 20 o 30 años, tendrían que pasar muchos más años. En ese sentido, trabajamos por la modificación del artículo en el Congreso y se necesitaba el voto de la mayoría (50 más 1), lo que permitiera quitar los candados para nosotros acceder a ser municipio.

Como Consejo Comunitario fuimos nombradas 5 personas en asamblea como comité para dar seguimiento a este proceso, una de cada barrio. Aquí en el pueblo como en otras partes de México, la estructura de los comités se conforman por un presidente, un secretario y un tesorero, el presidente es el que casi determina todo. Cuando estábamos en plenaria, dijimos: “señores, no queremos ser comité”. Una de las mejores ideas que se nos han ocurrido. *Se ríe*. Recuerdo que propusimos ser Consejo para tener todos la misma jerarquía y decidir de manera horizontal, porque si éramos comité, el Estado podría tener una gran injerencia, obligando al presidente a firmar acuerdos como borrego. Lo propusimos a la asamblea y nos dijeron: “si ustedes piensan que es lo mejor, háganlo, háganlo por favor”. En un principio, el trabajo para convertirnos en municipio era sólo del Ayudante municipal, después, el Consejo comenzó a participar más rigurosamente.

El 10 de Junio de 2014 se reforma el artículo 40 con 29 votos a favor, es decir, todos votaron a favor. Lo que sigue, es armar nuestros estatutos, se tienen que elaborar mesas de trabajo, nosotros no tenemos la facultad de decidir, vamos con la gente y ellos decidirán. Les hemos planteado el modelo de Cherán K’eri, una política única en América Latina, modelo que se está copiando en algunos países de primer mundo, porque es participativa, no hay corrupción, no hay delincuencia, vaya, es comunitaria. En este 2016, hemos hecho dos viajes a esa comunidad para aprender de sus experiencias. Nosotros apenas empezamos, aún hay gente con sus dudas, de que si es municipio, tendremos que pagar impuestos, que nos expropiaran las tierras comunales. Temores son muchos y hay razón. Hemos tranquilizado a la gente diciéndoles que por eso queremos ser municipio indígena autónomo, porque no queremos pagar un impuesto, que eso lo determinaremos nosotros y no el Estado, al igual que los ejes de salud, administración, la junta política, deporte, juventud, el asunto de la mujer, etc.

El dinero presupuestado para nuestro pueblo de Hueyapan también es algo que se debe tocar, pongamos un ejemplo, al ayuntamiento de Tetela del Volcán, llegan aproximadamente 80 millones de pesos anualmente, aquí llegan, exageradamente, 5 millones, que para la banqueta, el bache, ¡puro teatro! Si nos basamos en los censos poblacionales, nos deberían de tocar como 38 millones, pero no nos llegan, eso provoca que no podamos decidir si necesitamos empedrar una calle, arreglar un puente que se está cayendo, a lo mejor, mejorar el alumbrado público y otras necesidades de la comunidad, y siendo municipio, los rubros ya llegarían etiquetados para realizarse y aquí los distribuiríamos por sector; lo que llegue para salud que se use para salud, lo que llegue para seguridad sea para seguridad, por ejemplo, en la nómina del municipio se hablan de 100 elementos del presupuesto, nosotros sólo conocemos 5.

Quienes cuidan la localidad son los compañeros de la Guardia Comunitaria de “Los Tigres” que hacen grandes esfuerzos sin tantos recursos, sin uniformes, sin botas ni nada. Como municipio, nos plantearíamos que la seguridad no quede a manos de la policía, sino de nosotros, que lo recibido sea para un vehículo, para radios de comunicación, planteamos que tengan uniforme y que los niños crezcan seguros y con el sueño de convertirse en un “tigre”.

¿Por qué haríamos esto? Comenzaron muchos problemas con el Mando Único a la entrada de Graco Ramírez, teníamos cada semana 1 o 2 detenidos, estudiantes y jóvenes en su mayoría, que porque decían que traían drogas, que porque su mochila se veía sospechosa, que porque llevaban leña, pero más bien, eran pretextos para extorsionar. La gente ya se andaba preocupando. Viene el caso de que un ayudante municipal venía del campo y lo detiene el Mando Único, el señor venía con su esposa y el Mando le apunto a la mujer con sus armas. El ayudante venía de limpiar su monte y de cortar leña para la cocina, no para negocio, pero dijeron que “traía leña verde”. Eso desata mucho descontento y lo que se hizo fue decir que “ya no queremos al Mando Único, hacen sus retenes aquí a cada que se le antoja y todo mundo anda temeroso”, pero… nosotros no estábamos organizados. Cuando nos organizamos y dijimos “NO Mando Único”, buscamos los acuerdos para que no hiciera sus rondines y detenciones acá, lo hicimos colectivamente y dijimos “o se van o nosotros vamos a cuidar”. Y… ¡se fueron! Desde octubre de 2014 tenemos el compromiso de cuidar, pues porque la violencia, como en todas las comunidades por más pequeñas que sean, siempre hay. Aquí se dio el asunto del robo de aguacate y de animales, lo que hicimos fue generar jefes de manzana, comandantes y el pueblo en general, decidimos iniciaron con las guardias comunitarias.

¿Cómo surge la idea de formar guardias comunitarias?

Lo que pasa es que aquí en la comunidad vecina de Tepango, hacen guardias comunitarias, en las entrada tienen un retén siempre, 2-3 personas que andan cuidando quien entra y quien sale. La dinámica era esa, cuidar de noche las entradas del pueblo para evitar tanto robo. Mientras se discutía cómo hacerle -aún no lo llevábamos a la asamblea comunitaria- era un debate para ver cómo nos coordinábamos, estábamos de acuerdo en que jefes de manzana y voluntarios tuvieran un papel en las guardias.

Nuestro ayudante portaba un radio que el municipio le había dado para tener comunicación con los policías, lo conectó con el municipio de Santa Cruz, donde también hacen guardias comunitarias. Un día pasó por ahí un vehículo con un anciano que vendía lentes, el señor se asustó porque le hacen la parada los de Santa Cruz y se viene en friega para acá; le llamaron al ayudante diciendo “¿qué creen?, ¡viene un auto robado, hay que detenerlo!”. Fue muy instintivo, nos paramos todos para ir hacia allá, nos salimos del salón, algunos decían que era contraproducente y que mejor no interviniéramos, incluso la misma moderadora de los debates. En menos de 5 minutos estábamos en el lugar de los hechos, el carrito todavía no pasaba. Cuando llegó vimos que era una pareja de ancianos muy asustados, dijeron que vendían lentes, revisamos y los dejamos ir. Cuando se arregló ese asunto, volvimos a la oficina (sin moderadora) y dijimos: “somos listos, que tal si era un secuestrado, que tal si era un robo de carro, ¡lo pudimos detener! (…) ¿qué necesitamos?, más radios, necesitamos hacer los retenes”.

A partir de ello, convocamos a una asamblea general y la gente nombra a un Consejo también, sale de las ideas de los compañeros que hemos trabajado el asunto de Consejo Comunitario, entonces antes de formar este, fuimos parte del Consejo de Coordinación  para las Guardias Comunitarias, nos tocaba la logística y la organización. Nuestro trabajo era revisar que los compañeros cumplieran con su trabajo, pasarles lista, era una dinámica de que uno hacia esto, el otro esto, se nombraron dos personas por barrio para no sentir el asunto tan pesado. Intercambiábamos los puesto de cambiar de personas de un lugar a otro para que no se viciaran, hacerlo rotativo pues, éramos los encargados de buscar apoyo para su café, para una torta, etc.

Pero no tardó el gobierno del estado en acusarnos de ser autodefensas y comenzó el golpeteo tremendo, con mucha sutileza nos decían “pues ustedes síganle y van a irse detenidos”. Se vino la represión y dejamos de hacer esa dinámica de retén pero nos quedamos con los radios, los cuales siguen funcionando. La gente se conecta con los compañeros de las guardias, los reconocen y respetan.

¿Por qué "Los Tigres"?

En una asamblea municipal, a nuestro ayudante le dan un radio y le dicen que se ponga un nombre para ubicarlo en la red de comunicación. Él no sabía que nombre ponerse, no tenía idea. Salen los de Tetela y dicen: “yo voy a ser Rayo”, otros dicen “Relámpago”, otros “Halcón”, a lo que nuestro ayudante dice “¿y si me ponen Tigre?”. Y pues ya con los demás voluntarios se acordó en ser Los Tigres, se hicieron famosos con ese nombre. Ahora la gente al escuchar sobre ellos, se cuadra porque sabe que hay no hay dinero de por medio, corrupción, que hay compromiso y que es gente de bien.

Nosotros como Consejo aparte de pasar lista y hacer todas esas cosas, también la hacíamos de sistema de justicia. Cuando un chavo quemaba un bote de basura o hacían un desorden, los mandábamos llamar y les decíamos: “chicos, se han portado mal, van a tener que limpiar lo que hicieron”.

Entonces, su sistema de justicia nace de la ética y la resolución de conflictos mediante el acuerdo mutuo y no por la imposición de un castigo o de un código penal.

Así es. Los chicos nos decían: “es que miren, denos chace… no lo pensamos, por favor ténganos paciencia”. Éramos conscientes de las problemáticas cotidianas en la juventud y les contestábamos: “muy bien, organícense y háganlo, va a haber alguien que los esté cuidando mientras hacen su trabajo”. Con el asunto de las autodefensas, este consejo está en “break”, está detenido, pero Los Tigres continúan haciendo sus actividades. Si logramos la autonomía, el comité o consejo de Los Tigres vendría siendo la “Suprema Corte” que se encargue de seguridad. Es lo que estamos buscando.

¿Hubo actos de represión contra esta iniciativa de autogestionar la seguridad y el cuidado del territorio?

Los mensajes del Estado eran muy claros y fuertes, sobre todo para nuestro ayudante que era llamado una y otra vez para asistir a la ciudad de Cuernavaca. Era muy cuestionado y criticado, y no sólo a él, empezaron a señalarnos a nosotros también como consejo. El gobernador dijo que no iba a permitir una célula más en nuestro pueblo de levantamientos armados porque iba a haber un gran castigo. El CISEN de Morelos comenzó a investigarnos, no somos tontos, pero tuvimos que ver si seguíamos arriesgándonos o esperar las detenciones, que nos fabricaran algún delito para justificarlas.

* La comunidad de Hueyapan, se encuentra ahora realizando distintas actividades de concientización para ganar una consulta mediante democracia directa en la que se exija la municipalización, para dar pie a la iniciativa de la autonomía y autogobierno. A inicios de enero de 2017, instalaron una radio comunitaria que transmite contenidos diversos en la señal 105.5 FM.

Argentina: Cuando el periodismo legitima represiones

Por Darío Aranda

"Ayer salvajes, hoy nos dicen terroristas
Siempre justificando su violencia con mentiras"

Canción “Nuevo Cantar”, 2013, de Puel Kona

Denuncian vínculos de grupos mapuches con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia)”, tituló el diario Perfil el domingo 8 de enero en un extenso artículo, referido al conflicto del Lof (comunidad) Resistencia Cushamen con la empresa Benetton. La nota, firmada por Cecilia Moncalvo, acusa: “A medida que aparecen más datos, la acción de (Facundo) Huala y su grupo puede ser leída como el germen de una forma violenta de protestar y de hacer política. Hay datos, como que en zonas limítrofes la Gendarmería envió más personal, mientras que diputados chilenos y periodistas y productores argentinos mencionan a las FARC colombianas como parte de la financiación del grupo (…). Abre interrogantes sobre una zona liberada previamente y de tráfico de armas de Argentina a Chile. Facundo Jones Huala sería el nexo”.

La periodista no cita en ningún momento la voz de la comunidad mapuche, pero se excusa: “Perfil ha contactado en tres oportunidades diferentes por mail y cuatro por teléfono a la RAM (Resistencia Ancestral Mapuche), sin obtener respuesta”.

Detalle importante: el Lof Resistencia Cushamen (cuyo lonko-autoridad es Facundo Jones Huala) no forma parte de la organización RAM.

El artículo de Moncalvo, que ameritó una detallada crítica del periodista de FM Comunitaria Kalewche Pablo Quintana e incluso un comentario del “defensor del lector” de Perfil, no aportó ninguna prueba sobre la vinculación entre mapuches y FARC, sólo dichos de sectores interesados (como la Sociedad Rural).

Dos días después, el martes 10 de enero, hubo feroces represiones sobre el Lof Mapuche. Una por la mañana (Gendarmería Nacional). Otra por la tarde (policía de Chubut). El miércoles se produjo un tercer operativo violento. Tres represiones en dos días. Una cacería de mapuches. Una decena de presos. Otro tanto de heridos. Dos de gravedad. La imagen de Fausto Jones Huala, con un balazo en el cuello, recorrió el país.

Ante la violenta represión se expidieron innumerables organizaciones sociales y de derechos humanos. Nora Cortiñas (Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora), Servicio de Paz y Justicia (Serpaj), Coordinadora contra le Represión Policial e Institucional (Correpi) y Amnistía Internacional, entre otras. Todas organizaciones críticas respecto a la política represiva y de violación de derechos indígenas del gobierno kirchnerista, volvieron a alzar la voz ante el nuevo gobierno y su accionar también violento.

El diario Jornada, de los más leídos de Chubut, llamó a la acción en su editorial del 15 de enero: “Hasta que un juez del Poder Judicial de Chubut no se ponga los pantalones largos, el conflicto con este violento grupo mapuche persistirá”. El diario es conocido por sus posturas antimapuches y pro-estancieros.

A la campaña anti-indígena se sumó el diario Clarín, con un extenso artículo anunciado en tapa el domingo 22 de enero y doble página interna. “Facundo Jones Huala, el mapuche violento que le declaró la guerra a la Argentina y Chile”, fue el título, firmado por Gonzalo Sánchez. Cita en seis oportunidades voces oficiales del Ministerio de Seguridad de Nación, Cancillería y Secretaría de Seguridad. Todas voces en “off”, sin nombre ni apellido, que acusan al Lof Cushamen de hechos tan insólitos como ajenos a la realidad. Según Clarín:

-Los mapuches están vinculados a grupos kurdos y a la ETA del país Vasco.

-Recibieron financiamiento del kirchnerismo.

-Afirma que el Lof Cushamen ocasionó incendios, secuestro de personas e intento de asesinatos, entre otros hechos.

No se aporta ninguna prueba de todos estos hechos. Sólo la opinión del gobernador Mario Das Neves y voces en off.

Gonzalo Sánchez, autor de la nota y editor del diario, repite lo de Cecilia Moncalvo en Perfil: vincula al Lof Cushamen (y a Jones Huala) con la organización Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), cuando la comunidad nunca ha declarado ser parte de esa organización. Segunda coincidencia: Sánchez no otorga ni una línea a la voz del Lof Cushamen, ni de sus abogados, ni de las organizaciones de derechos humanos que acompañan. Tercera coincidencia, casi una regla de los diarios porteños, escriben sobre un hecho sin recorrer el territorio, no van al lugar de los hechos. Periodismo de escritorio.

Tampoco señalan los derechos vigentes (en numerosas leyes) que protegen a los pueblos indígenas y, mucho menos, dan cuenta de las denuncias que recaen sobre la empresa Benetton, contraparte en el conflicto y con enorme poder de lobby en el poder político, judicial y mediático.

Los artículos periodísticos citados no pasarían la aprobación en primer año de periodismo de ninguna facultad. Serían rechazados por tendenciosos, sesgados y antiperiodísticos.

Hipocresías. Comunicadores, intelectuales, artistas y políticos no dudaban en echar sospechas sobre el líder qom Félix Díaz de Formosa y, al mismo tiempo, silenciar las atrocidades del gobierno feudal de Gildo Insfrán. Figuras radiales afines al kirchnerismo relativizaban el reclamo qom y hasta hacían entrevistas condescendientes a Insfrán. En el “mejor de los casos”, se llamaban a silencio ante la violación de derechos. El periodismo afín al kirchnerismo apoyó fervientemente la explotación petrolera en Vaca Muerta, aunque allí se violaban derechos indígenas y también se reprimía (y se reprime). Con el macrismo en el poder, esos mismos periodistas, intelectuales y artistas se horrorizan y repudian la violencia que sufren los mapuches.

Lo mismo sucede en sentido inverso. Medios y personalidades que denunciaban el accionar de Insfrán (y la complicidad del kirchnerismo) hoy hacen silencio o, incluso, legitiman la violencia contra los mapuches.

Responsabilidades. Ya se sabe lo que son los grandes medios de comunicación. Sus intereses políticos y económicos. Sus posturas editoriales, sus amplias coberturas oportunistas y sus silencios cómplices. Pero urge discutir las responsabilidades individuales dentro del periodismo. “Nadie les pide tanto”, resumió una colega en referencia a una opereta mediática orquestada durante el kirchnerismo, ejecutada por editores y un periodista. Dicho de otro modo: nadie es obligado a escribir mentiras. Siempre se puede decir que no. ¿Tiene costos? Quizá sí, pero también tiene costos altos escribir mentiras.

La nota de Perfil fue escrita por Cecilia Moncalvo. La de Clarín por Gonzalo Sánchez.

No se puede alegar obediencia debida para escribir falsedades, omitir hechos, silenciar voces, proteger al poder y justificar represiones.

Amplios sectores de la sociedad argentina se pueden conmover ante la miseria planificada (por el poder) que sufren los pueblos originarios del Salta, Chaco, Misiones o Formosa, con incluso niños muertos por desnutrición. Hasta pueden “ser solidarios” y recolectar donaciones. Pero no toleran cuando los pueblos indígenas se paran como sujetos de derechos, políticos y sociales, y exigen lo que les corresponde: territorio y reparación ante el genocidio sobre el que se funda el estado moderno argentino. Queda en evidencia el lado racista de sectores de la sociedad y, en consonancia, una larga fila de periodistas que actúa en consecuencia: llama terroristas a los mapuches, acusa (sin pruebas) de crímenes, legitima represiones.

El fondo. La Campaña del Desierto tuvo como objetivo principal apropiarse del territorio, entregarlo a sectores del poder e incluirlos al mercado capitalista. El genocidio de la última dictadura cívico-militar también estuvo motivada por la imposición violenta de un modelo económico-político (graficada como nadie por Rodolfo Walsh en la Carta a la Junta Militar ).

En el Siglo XXI, un nuevo capítulo de violencia-empresas-gobiernos-medios de comunicación se desarrolla en manos de mineras, petroleras, multinacionales del agro, pasteras, empresarios locales y grandes compañías constructoras (de represas, rutas). Los pueblos indígenas (y también campesinos y asambleas socioambientales) son grandes escollos para la avanzada territorial.

Medios de comunicación, y periodistas puntuales, son parte fundamental del entramado de legitimación del modelo.

Isabel Huala, madre de Facundo y parte del Lof Cushamen, resumió: “Nos culpan de terroristas, nos identificaron con el ISIS y la ETA, nos acusan de causar incendios y de golpear animales, todo un circo para ocultar que hay un Estado Nacional y Provincial que nos persigue, con un poder político que nos quiere desaparecer”.

Por darioaranda.com

Guatemala: Comunidades sufren represión tras exigir cese del proyecto hidroeléctrico

Las comunidades de San Mateo Ixtatán, acudieron a una movilización pacífica con la esperanza de que la empresa Proyecto de Desarrollo Hídrico, S.A. abandone la región de Ixquisis, en su municipio, parte de Huehuetenango. Eran más de 2000 personas dispuestas a resistir contra el despojo de sus tierras y recursos hídricos.

Para unirse a la resistencia, en las primeras horas del día martes, 17 de enero, la población trasladó suministros y alimentos, en uno de los sitios de concentración denominado el lugar del plantón. Ahí se facilitaron los primeros alimentos de la mañana.

Luego de una larga concentración en el centro de Ixquisis, la población se trasladó en el área de trabajo de la empresa. En esa visita fuimos testigos del avance del proyecto hidroeléctrico: las entrañas de los cerros ya están penetrados los principales túneles donde se transportarían las aguas desviadas de su cauce natural.

Mientras que la población lamentaba la destrucción de sus sagradas montañas, un grupo de pobladores sospechosos optaron por incinerar varias maquinarias estacionadas en el lugar, a poco tiempo de que los vehículos ardían en llamas, desde el interior de la malezas, fue disparada una lluvia de balas asesinas logrando dispersar a la mayor parte de la población, todos as, indefensos as.

Foto de CMI Guatemala

Según testigos, durante la huida, un abuelo de 72 años de edad, Sebastián Alonso Mateo, originario de la comunidad Yulchén Frontera, fue reprimido por guardias de seguridad de la empresa, con el apoyo de elementos de la Policía Nacional Civil. Agregan los testigos que los malhechores no les bastó balearlo en el cráneo, porque estando herido. Lo hirieron con arma blanca y le propinaron varios golpes en el rostro. Dos horas después un grupo de la resistencia acudió al lugar, mientras el abuelo gemía del dolor, sin embargo, una hora después que los familiares lo trasladaron a un centro asistencial, Sebastián Alonso falleció en el trayecto.

Ahora que ya mataron a un compañero vamos a actuar con más coraje, esto no va a quedar así, saber que dice el gobierno que la misma policía nos está matando”, se repetían entre la muchedumbre, otros revelan que a escasos metros del área el Estado ha instalado una comisaría policial y un destacamento militar. “O sea que estos militares no vienen a brindarnos seguridad, han llegado a defender a los ricachones” reclamó una de las mujeres en resistencia.

Según los afectados y afectadas la población permanecerán en el área por tiempo indefinido, tras agotar varias mesas de dialogo, porque dicen que mientras el proyecto avance las comunidades están amenazadas por la sequía de sus fuentes de agua.

Perú: El levantamiento de la Amazonía contra la contaminación petrolera

Por Marc Gavaldà, Sergi Rugrand* para Diagonal Periódico ANred

Los pueblos indígenas de Saramurillo (Amazonía peruana) llevan cuatro meses movilizados para parar la destrucción del medio y constantes vertidos de la planta de bombeo de Petroperú y del Oleoducto Norperuano.

Existe un rincón de la Amazonía donde los pasivos ambientales generados por la industria petrolera han dejado atrás la pasividad. Este lugar se llama Saramurillo. Desde primeros de septiembre se instaló ahí una movilización de los pueblos indígenas afectados por los consecutivos derrames que sufren sus territorios. Abandonaron sus comunidades y tomaron la planta de bombeo de Petroperú. Se desplazaron ahí para no ser desplazados ambientales, un destino que parece estar escrito para ellos. Tras dos meses siendo ignorados, el Gobierno ha accedido a dialogar con la plataforma de lucha. Pero la negociación pinta compleja y tortuosa.

Cuarenta años contaminados

Sus ríos, sus cochas (humedales), pero también la caza y los peces que consumen están contaminados. Son ya cuatro décadas de explotación hidrocarburífera que ha dejado lastimosas consecuencias en el territorio. Primero de la mano de Occidental, luego Pluspetrol, y ahora otras como Pacific, Perenco, Talisman, Cepsa y otras marcas. A través de vertidos intencionados de las aguas de formación –agua con concentraciones altísimas de metales– salinizaron sus ríos. Acumularon crudo residual en balsas sin impermeabilizar y ocurrieron “accidentes” durante décadas.

Los pueblos indígenas achuar, quichua, shawi y urarinas. de los ríos Corrientes, Pastaza y Tigre, fueron mal compensados con obras y fuentes de trabajo. Sin embargo, la época de vacas gordas ya pasó. Los campos ya no producen lo de antaño: si en 1982, fecha del zénit de producción en la Selva Norte, se sacaban 120.000 barriles diarios, en 2015, los 201 pozos operativos apenas producen 21.953 barriles diarios. Fruto de tantos años de contaminación, en la zona han surgido proyectos notables como la del Observatorio Petrolero Norte, con un esfuerzo puesto en la cartografía de los derrames y en la detección de metales pesados. Los resultados son alarmantes, pero no hay reacción en las políticas públicas.

Un oleoducto caducado 

El Oleoducto Norperuano recorre kilómetros de selva y Andes para acercar el petróleo succionado en la Amazonia al puerto exportador de Talara. Según el organismo estatal Osinergmin, esta infraestructura contaba ya con un historial de más de 60 roturas hasta el presente año. Para agravar la situación, en 2016 una serie de accidentes periódicos del Oleoducto Norperuano han arrojado como mínimo 10 derrames más en las quebradas y afluentes del río Marañón. Esta infraestructura obsoleta, inaugurada en 1976, presenta un estado de deterioro contrastado.

La misma institución gubernamental fiscalizadora, la OEFA, ha multado repetidamente a Petroperú, empresa estatal que opera el oleoducto. Las millonarias sanciones no han detenido la frecuencia de los derrames. El 25 de enero una fuga de 3.000 barriles de crudo contaminó los ríos Inayo y Chiriaco. Una docena de comunidades Awajún fueron impactadas. Un año después todavía detectan “brillos” en la superficie de los cuerpos de agua. un recurso que consumen a diario, a pesar de la recomendación de no bañarse ni pescar por parte del Gobierno.

Una semana después, en la comunidad Wampis de Mayuriaga, una espectacular rotura dejó al menos 22 kilómetros de selva impregnada en crudo. El 24 de junio, se reportó otro derrame en Caño Barranca. El 10 de agosto, otro derrame en el distrito de Nieva derramó 2.100 barriles y dos semanas después, dos roturas a medio kilómetro de distancia dejaron una laguna de 4.000 barriles de petróleo en la comunidad Kukama de Nueva Alianza. El año terminaba con nuevos derrames en las comunidades de Monterrico, 6 de Julio, Maipuco, Naranjal y Nucarai.

Las comunidades afectadas se sienten abandonadas por un Estado receptor de las regalías que genera esta industria. Con preocupación, conocen los antecedentes de las comunidades kukama de San Pedro y Cuninico, víctimas de un derrame del mismo oleoducto en 2014. Dos años después, la ingestión de pescado contaminado ha provocado la acumulación de metales en sangre de sus habitantes, tal como detectó el Ministerio de Salud en enero de 2016. De un total de 600 habitantes de Cuninico y 200 habitantes en San Pedro, se tomaron 129 muestras de sangre para el dosaje de plomo y 126 muestras de orina para el dosaje de arsénico, cadmio y mercurio. Los resultados cortan la respiración: el 67% de Cuninico y el 59% de San Pedro presentaban niveles altos de mercurio en sangre. En cuanto al cadmio, 65% de las personas analizadas de Cuninico y el 76% de San Pedro tienen exposición a estos metales.

Saramurillo en pie de lucha 

Es en este contexto de extrema desatención estatal a los pueblos receptores de los pasivos ambientales que en septiembre de 2016 estalla la movilización de Saramurillo. De varias cuencas fluviales familias enteras se desplazaron desde sus comunidades para aunar sus voces en un pliego de peticiones. Con medidas de acción directa no violenta, tomaron las instalaciones de Petroperú y retuvieron durante dos meses las grandes embarcaciones que transportaban petróleo y otras mercancías por el río Marañón.

Las mujeres se han hecho protagonistas también de esta lucha. Luz Leni Curitima Irarika, madre de la comunidad nativa de Concordia, afirmaba a este medio: “Estamos aquí en pie de lucha porque hace 40 años que el Estado vulnera nuestros derechos y continuaremos aquí hasta hallar alguna solución. Como madres, tenemos hijos y ellos también se contaminan con el agua, porque hay demasiados derrames”. Sobre su papel en esta lucha recordó que “primero había sólo piquetes de hombres, pero luego las mujeres nos reunimos y decidimos hacer piquetes sólo de mujeres, porque las mujeres solucionamos otros conflictos que los hombres no solucionan”. Enfatizó el papel de cuidados que ellas aportan para sostener esta larga movilización: “Somos 51 pueblos que estamos acá. Se precisaban ollas comunes para que todos pudiéramos comer y colaborar en la lucha”.

Desde lo profundo de la Amazonía, sus voces han empezado a tener eco. Sus demandas se resumen en siete puntos que están siendo abordados en un proceso de “Diálogo Político Intercultural”. Demandan el recambio del oleoducto, por no garantizar condiciones de transporte en un futuro. Piden la revisión del contrato de Pluspetrol Norte y la remediación ambiental de los lotes 8 y 192. Quieren también una ley que obligue al monitoreo ambiental de las cinco cuencas fluviales afectadas y la conformación de una Comisión de Verdad que investigue objetivamente los impactos. Cuestionan el monocultivo extractivista como única fuente de riqueza en la región. Y exigen también compensaciones por los impactos ambientales que les ha tocado recibir. Por último, hacen un llamamiento contra la criminalización de la protesta, atendiendo los antecedentes judiciales que derivaron del anterior levantamiento amazónico, en 2009.

Al principio, el levantamiento amazónico recibió la sordera absoluta por parte del Gobierno y la opinión pública. Pero la tenacidad y resistencia activa de los movilizados, cuya protesta se prolonga ya por casi tres meses, obligó al Estado a prestar atención a este conflicto. A finales de noviembre se realizaron negociaciones en Lima, donde se desplazó una delegación de 80 indígenas. Se abría el camino al diálogo. Las sesiones posteriores se realizaron en la misma orilla del río Marañón, en Saramurillo, el epicentro de la lucha. Ahí se desplazaron, ahora sí, delegaciones de alto nivel del Gobierno del nuevo presidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK). El pasado 7 de diciembre, tras el abandono precipitado del ministro de Energía y Minas de la reunión, se volvió a tensar la cuerda.

Alertados por el movimiento de barcazas de Pluspetrol transportando petróleo, los movilizados persiguieron y alcanzaron estos barcos para detenerlos en Saramurillo. Al final de la tarde, se acordó en una asamblea liberar las naves para demostrar la voluntad de debate político que demandan las comunidades en lucha. Finalmente y después de reiteradas peticiones de que el presidente del Consejo de Ministros se presentara en el acuerdo, Fernando Zavala se personó en Saramurillo en un acto final de firmar el acuerdo con 19 puntos ya debatidos y cerrados el 19 de diciembre bajo la lluvia amazónica en Saramurillo. Los objetivos de este levantamiento persiguen soluciones complejas. Pero la contaminación de amplias zonas de la Amazonía es una problemática que ya no se puede postergar. El futuro de estos pueblos depende de unos ríos libres de petróleo.

*Miembros de Alerta Amazónica y Krasnyi Collective, respectivamente.

Miles de personas dicen ¡no! al Gasolinazo en Oaxaca

Doña Sonia Morales, es madre soltera, ama de casa y jefa de familia. Vende tamales por las mañanas para pagar su renta y los estudios de su hija de 7 años. Este domingo, 15 de enero del 2017, a muy tempranas horas levanto a su hija, llenó un bote de agua e hizo dos tortas que llevó consigo y una sombrilla. Llego puntualmente a la concentración convocada por los profesores de la Sección 22 de Oaxaca en el Monumento a Juárez. El motivo era manifestarse contra el aumento de los costos de los hidrocarburos. “No hicimos nada cuando aprobaron las reforma estructurales y hoy, ya nos esta comenzando a tocar el bolsillo, es momento de hacer algo o nos va a cargar la chingada a los pobres”, dijo doña Morales muy enojada .

Al igual que esta jefa de familia, cientos de personas esperaban con sus carteles a orillas de la carretera internacional Cristóbal Colon de Oaxaca. Los maestros estaban divididos por secciones y regiones, pero la gente, sin importar esta división, se iban sumando a las filas. Eran miles de personas coreando consignas. “Aquí ya no importa si eres maestra o ama de casa, estudiante o albañil, es hora de levantarnos y decir ¡basta!. Ni siquiera López Obrador podrá salvarnos porque son políticas internacionales dictadas por Estados Unidos”, dijo Ernestina Zarate, profesora jubilada de la Sección 22, perteneciente a la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE).

La profesora jubilada considera que, “incluso los propios profesores deben de dejar de pensar y actuar por sus derechos laborales. Porque estos quedaran rebasados con todas las reformas estructurales en su conjunto. No es solo la educación y la gasolina, estamos hablando de nuestra cotidianidad, de nuestra vida. Ya vimos lo que sucedió con las crisis en Argentina y en Grecia, en México puede ser mucho peor, tenemos que caminar como pueblo”, señaló la profesora.

Es la primera movilización masiva en el nuevo gobierno de Oaxaca, presidido por el gobernador Alejandro Murat, del del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Al parecer hubo un saldo blanco. Pero la profesora jubilada se muestra escéptica ante este contexto. “A ver cuanto le van a durar sus negociaciones a Murat y a ver cuanto va aguantar la base magisterial a sus representantes para que sigan negociando migajas. No podemos seguir esperando nada de ningún partido político. Por el contario, es momento de voltear a ver la reciente propuesta que han lanzado los zapatistas (Ejercito Zapatista de Liberación Nacional EZLN) para crear un consejo autónomo de gobierno donde los indígenas tienen que mandar, porque en Oaxaca somos más del 80% pueblos indígenas”.

A la manifestación también se sumaron jóvenes estudiantes y anarquistas que mostraron su rechazo a las reformas estructurales con su ingenio y el arte que los caracteriza. Realizaron diversas pintas en las paredes de instituciones gubernamentales, en los bancos y en edificios de empresas nacionales y transnacionales. Hubo algunas personas, que al parecer eran padres de familia, quienes les obsequiaban latas de pintura o les daban dinero para que compraran más. “No es ningún delito lo que están haciendo, también es una forma de manifestarse y no hay porque asustarse. Delito y delincuentes son los dueños de las empresas y nuestros gobernantes que se están robando los recursos de nuestros pueblos y ahí nadie dice nada. ¿Porque no se expresan así de ellos?, esa si es delincuencia organizada, es el narco estado”, dijo Genaro Días, padre de familia que se sumó a la manifestación.

Durante el recorrido se realizaron diversos mítines en dos gasolineras que estaban en el transcurso del recorrido. Al final la movilización llegó al zócalo de esta ciudad y se volvió a tomar la palabra por diversas personas, donde se anuncio que continuaran con las movilizaciones masivas junto a los más de 80 mil profesores que forman parte de la Sección 22 en Oaxaca.

La reforma energética

Desde el año 2014 se promulgaron las leyes de la Reforma Energética, una política de Enrique Peña Nieto que prometía abrir el sector energético mexicano a la inversión privada. Actualmente una buena parte de la infraestructura de Petróleos Mexicanos esta en manos de empresas privadas. Y desde enero de este año 2017 entró en marcha el nuevo esquema de venta de gasolinas donde no habrá un precio único fijado por el gobierno, ni estaciones de una sola empresa (Pemex), sino varias marcas y gasolineras que alentarán la competencia y esto, afectará directamente en el aumento de los costos de productos y servicios.

Junto a esto, la depreciación del peso y el alza sostenida en el costo de la gasolina en Estados Unidos, de donde se importa alrededor de la mitad del consumo nacional del combustible, amenazan también con afectar el precio de los hidrocarburos en un 22.5 por ciento, de acuerdo con informes de Citibanamex.

A las diversas protestas que se han realizado en todo México, se comienzan a sumar más personas en el estado de Oaxaca, una entidad considerada, “ingobernable”, como la conocen muchos de sus habitantes. Es posibles que las movilizaciones aumenten o disminuyan, “ lo que si es seguro, es que en Oaxaca continuaremos luchando y muchos de nosostros nos sumaremos a la propuesta que han lanzado los zapatistas ”, dijo Juan Chavez.

Doña Sonia Morales, es madre soltera, ama de casa y jefa de familia. Vende tamales por las mañanas para pagar su renta y los estudios de su hija de 7 años. Este domingo, 15 de enero del 2017, a muy tempranas horas levanto a su hija, llenó un bote de agua e hizo dos tortas que llevó consigo y una sombrilla. Llego puntualmente a la concentración convocada por los profesores de la Sección 22 de Oaxaca en el Monumento a Juárez. El motivo era manifestarse contra el aumento de los costos de los hidrocarburos. “No hicimos nada cuando aprobaron las reforma estructurales y hoy, ya nos esta comenzando a tocar el bolsillo, es momento de hacer algo o nos va a cargar la chingada a los pobres”, dijo doña Morales muy enojada .

Al igual que esta jefa de familia, cientos de personas esperaban con sus carteles a orillas de la carretera internacional Cristóbal Colon de Oaxaca. Los maestros estaban divididos por secciones y regiones, pero la gente, sin importar esta división, se iban sumando a las filas. Eran miles de personas coreando consignas. “Aquí ya no importa si eres maestra o ama de casa, estudiante o albañil, es hora de levantarnos y decir ¡basta!. Ni siquiera López Obrador podrá salvarnos porque son políticas internacionales dictadas por Estados Unidos”, dijo Ernestina Zarate, profesora jubilada de la Sección 22, perteneciente a la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE).

La profesora jubilada considera que, “incluso los propios profesores deben de dejar de pensar y actuar por sus derechos laborales. Porque estos quedaran rebasados con todas las reformas estructurales en su conjunto. No es solo la educación y la gasolina, estamos hablando de nuestra cotidianidad, de nuestra vida. Ya vimos lo que sucedió con las crisis en Argentina y en Grecia, en México puede ser mucho peor, tenemos que caminar como pueblo”, señaló la profesora.

Es la primera movilización masiva en el nuevo gobierno de Oaxaca, presidido por el gobernador Alejandro Murat, del del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Al parecer hubo un saldo blanco. Pero la profesora jubilada se muestra escéptica ante este contexto. “A ver cuanto le van a durar sus negociaciones a Murat y a ver cuanto va aguantar la base magisterial a sus representantes para que sigan negociando migajas. No podemos seguir esperando nada de ningún partido político. Por el contario, es momento de voltear a ver la reciente propuesta que han lanzado los zapatistas (Ejercito Zapatista de Liberación Nacional EZLN) para crear un consejo autónomo de gobierno donde los indígenas tienen que mandar, porque en Oaxaca somos más del 80% pueblos indígenas”.

A la manifestación también se sumaron jóvenes estudiantes y anarquistas que mostraron su rechazo a las reformas estructurales con su ingenio y el arte que los caracteriza. Realizaron diversas pintas en las paredes de instituciones gubernamentales, en los bancos y en edificios de empresas nacionales y transnacionales. Hubo algunas personas, que al parecer eran padres de familia, quienes les obsequiaban latas de pintura o les daban dinero para que compraran más. “No es ningún delito lo que están haciendo, también es una forma de manifestarse y no hay porque asustarse. Delito y delincuentes son los dueños de las empresas y nuestros gobernantes que se están robando los recursos de nuestros pueblos y ahí nadie dice nada. ¿Porque no se expresan así de ellos?, esa si es delincuencia organizada, es el narco estado”, dijo Genaro Días, padre de familia que se sumó a la manifestación.

Durante el recorrido se realizaron diversos mítines en dos gasolineras que estaban en el transcurso del recorrido. Al final la movilización llegó al zócalo de esta ciudad y se volvió a tomar la palabra por diversas personas, donde se anuncio que continuaran con las movilizaciones masivas junto a los más de 80 mil profesores que forman parte de la Sección 22 en Oaxaca.

La reforma energética

Desde el año 2014 se promulgaron las leyes de la Reforma Energética, una política de Enrique Peña Nieto que prometía abrir el sector energético mexicano a la inversión privada. Actualmente una buena parte de la infraestructura de Petróleos Mexicanos esta en manos de empresas privadas. Y desde enero de este año 2017 entró en marcha el nuevo esquema de venta de gasolinas donde no habrá un precio único fijado por el gobierno, ni estaciones de una sola empresa (Pemex), sino varias marcas y gasolineras que alentarán la competencia y esto, afectará directamente en el aumento de los costos de productos y servicios.

Junto a esto, la depreciación del peso y el alza sostenida en el costo de la gasolina en Estados Unidos, de donde se importa alrededor de la mitad del consumo nacional del combustible, amenazan también con afectar el precio de los hidrocarburos en un 22.5 por ciento, de acuerdo con informes de Citibanamex.

A las diversas protestas que se han realizado en todo México, se comienzan a sumar más personas en el estado de Oaxaca, una entidad considerada, “ingobernable”, como la conocen muchos de sus habitantes. Es posibles que las movilizaciones aumenten o disminuyan, “ lo que si es seguro, es que en Oaxaca continuaremos luchando y muchos de nosostros nos sumaremos a la propuesta que han lanzado los zapatistas ”, dijo Juan Chavez.