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Semillas en peligro 

Portada: Horacio Santiago

En los últimos 20 años el impulso a la privatización de las semillas se ha plasmado en tratados internacionales, leyes, certificaciones y la propiedad intelectual, que desplaza y criminaliza el uso libre de semillas criollas o nativas. 

Para la bióloga Valeria García López, esto sucede en un sistema colonial, patriarcal y colonialista que busca homogeneizar, uniformizar y, en consecuencia, acabar con la vida. 

La investigadora trabaja desde hace ocho años con el tema de semillas nativas y su defensa, en México y su natal Colombia, en la investigación de prácticas y estrategias para protección de las semillas en países de Latinoamérica y el mundo. 

En su estudio destaca que transnacionales como Bayer-Monsanto, Syngenta-ChemChina o Dow-Dupont y Pioneer son propietarias del 60% de semillas comerciales, el 90% de las transgénicas y del 70% de la industria de agroquímicos y de maquinaria agrícola. 

También dominan farmacéuticas y alimentación procesada, “fusiones que para el sector agrícola tienen gran consecuencia en la soberanía de los pueblos”, sostiene la bióloga en entrevista para Avispa Midia

Estas corporaciones aumentan los precios y refuerzan el control de la producción de alimentos a nivel mundial, “que pocas manos manejan”. Desplazan las semillas criollas y nativas, y solo permiten el crecimiento de la industria, argumenta. 

La investigadora acompaña un proceso de fortalecimiento de los sistemas locales de semillas de organizaciones de Altos de Chiapas, región fronteriza de México y Guatemala, donde hombres y mujeres manifiestan que no tienen información de los cambios en la legislación que están en trámite en el Congreso de la Nación. 

En 1996 se promulgó la Ley Federal de Variedades Vegetales (LFVV) y un año después México se adhirió al Acta 78 de la UPOV (Convenio de la Unión Internacional de la Protección de las Obtenciones Vegetales) como parte de los compromisos adquiridos en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. 

En la actualidad existe presión por los compromisos asumidos en el Tratado de Integración Progresista de Asociación TransPacífico (TIPAT) y el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que obligan al país unirse al Acta UPOV-91, versión actualizada que protege las llamadas “variedades vegetales esencialmente derivadas”, es decir, la privatización de la semilla. El tratado debe ser aprobado por el Ejecutivo y después por el Senado. A pesar de la presión, la aprobación todavía no ha sucedido.

Aunque México sigue adherido al UPOV-78, que favorece los derechos de las comunidades campesinas, un proyecto de reforma a la LFVV, que se alinea a la Acta UPOV-91, fue retomado en diciembre de 2021 por la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural de la Cámara de Diputados. En 2019, dicha reforma había sido detenida por la sociedad civil.

La iniciativa, de acuerdo con un documento de la ‘Campaña nacional sin maíz no hay país’, plantea prohibir la práctica campesina milenaria de acriollamiento de las semillas, “derivada de su libre uso, selección, intercambio y cruzamiento de variedades tanto nativas como mejoradas, con el fin de obtener variedades mejor adaptadas a las necesidades y condiciones culturales y agroecológicas de cada contexto de producción campesina”.

En un artículo publicado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el investigador Gonzalo Chapela explica que esta iniciativa pretende dar a los campesinos y otros productores agrícolas el mismo trato que a los delincuentes de piratería industrial o de bienes culturales con sanciones hasta de $3,475,20016; prisión de hasta 6 años 17 y una serie de medidas cautelares.

La privatización de las semillas implica que instituciones privadas se apropien de las semillas conservadas por miles de años por campesinos, las desarrollen y cambien a través de un proceso de selección cerrada y controlada para que, a cada generación, se hagan más homogéneas. Entonces pueden patentar los derechos del obtentor, explica para Avispa Midia Malin Jönsson, integrante de la ‘Campaña nacional sin maíz no hay país’. 

Los derechos de la agroindustria estarán protegidos sobre las semillas, las cosechas y todas las variedades derivadas. “Se ponen por encima de los derechos de los pueblos, de las comunidades campesinas e indígenas. Lo que se debería hacer es crear leyes y crear protección para las semillas en manos de quien las conserva”, señala Jönsson.

Amenaza

Organizaciones y estudiosos del tema coinciden que las semillas están siendo acaparadas. No es poca cosa, insiste Malin Jönsson, pues se trata de una grave amenaza, no sólo a la cultura alimentaria, también al medio ambiente por el peligro a la biodiversidad y a la contaminación del suelo por el uso descontrolado de agroquímicos. 

“Con las semillas que llaman mejoradas, o las semillas certificadas viene un paquete tecnológico que implica fertilizantes químicos, plaguicidas y químicos que matan al suelo y provocan problemas de salud”, aunque es una práctica añeja que se efectúa a través de programas del gobierno. 

Por ello, con la reforma a la Ley de Variedades Vegetales se violan diferentes derechos humanos: derecho a la conservación y uso sustentables de la biodiversidad que está plasmado en el Convenio de Diversidad Biológica en el marco de la ONU; además de la Declaración Nacional de los Pueblos Indígenas que menciona el derecho de las semillas nativas y patrimonio cultural. 

“Nosotros estamos convencidos que se debe parar la iniciativa; es un reto porque se necesita más labor en las comunidades”, dijo Jönsson. 

A pesar de los esfuerzos de los trabajadores del campo mexicano, los ministerios de Relaciones Exteriores y Economía presionan a favor del cambio de la ley.

La ‘Campaña nacional sin maíz no hay país’ envió una carta al presidente Andrés Manuel López Obrador, para exigir frenar la privatización de las semillas, pues están en riesgo más de 100 especies que son base de la cultura alimentaria. 

“La apropiación corporativa de las semillas mediante los derechos de propiedad intelectual genera una producción agrícola dependiente de semillas del exterior, al obligar la compra de éstas en cada ciclo agrícola”, dice la carta. 

semillas

Resistencias

En la sierra norte de Oaxaca, en San Pablo Ayutla, Alma Delia Ruiz representa a un grupo de mujeres mixes que a través del proyecto Los frutos del Kämtunp (trabajo del campo) buscan conservar y rescatar semillas nativas y criollas de manera artesanal. 

Se unieron durante la pandemia del Covid-19, cuando notaron el abandono del campo.

Entonces crearon un proyecto para dar valor agregado a los excedentes de la producción y enseñar estrategias para sembrar en estos contextos, “con técnicas que los abuelos nos heredaron y con otras que son necesarias cambiar por las condiciones del clima y el suelo, que se está deteriorando”, señaló Delia Ruiz. 

Las mujeres mixes que se unieron al proyecto notaron la mejoría hasta en el sabor de los alimentos que producen y que comercializan de manera local en apoyo de las familias que viven en zonas marginadas de Oaxaca que, en muchos casos, tienen que migrar por mejores oportunidades laborales. 

El proyecto busca llegar a más productoras y productores locales para abonar en la protección de las semillas. “Es la oportunidad para que no dejen de sembrar”. 

Para Delia Ruiz, agrónoma de profesión, con la reforma a la ley, no sólo se llevan las semillas, también desintegran comunidades valiosas para México en la conservación cultural, “desde nuestras comunidades nos merecemos vivir muy bien”. 

Coincide con Malin Jönsson al señalar que seguir sembrando variedades nativas es un acto de resistencia contra un sistema agrícola dominante. 

La organización Grupo Vicente Guerrero también resiste en Tlaxcala y por 24 años ha organizado la Feria del Maíz y Otras Semillas Nativas que pretende lograr seguridad alimentaria, mayor producción de alimentos y de mejor calidad.

“Cuando comienza la cosecha mujeres y hombres del campo buscan en su parcela los primeros elotes para consumo de sus familias. Es cultural, en todos los estados donde hay maíz, que se disfrute y que ahora puede perderse”, añade el campesino de Tlaxcala, Pánfilo Hernández Ortiz, quien junto a organizaciones en todo el país realizan acciones para llevar información a las comunidades. 

Mundo

Las amenazas de privatizar las semillas la viven varios países de América, Asia y África. En la última década el problema se ha profundizado por los cambios en las leyes que provocan la pérdida de la soberanía y celebran los acuerdos agroindustriales de destrucción.  

“Es una alerta lo que está pasando en el mundo en este momento” y ante ello, países como Ecuador han logrado una ley igualitaria donde las semillas tienen un rol fundamental”, explicó la bióloga. 

En Venezuela el movimiento Vía Campesina promueve en millones de familias del mundo mantener y sostener la soberanía alimentaria. 

“Es muy importante reiterar la importancia de la diversidad a todos niveles. Las semillas, como el agua, como la tierra, son parte de un regalo de la naturaleza que no debemos maltratar y con los que debemos convivir de la forma más sana, justa y equitativa para todos y todas”, insiste la investigadora. 

Protestarán migrantes en visita de AMLO a Tapachula 

Miles de migrantes haitianos se encuentran varados en ciudad de Tapachula, frontera sur de México

Personas en contexto de movilidad humana se organizan para recibir con manifestaciones al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que se reunirá este 11 de marzo con el embajador de Estados Unidos, Ken Salazar, en Tapachula, Chiapas. 

Irineo Mujica Arzate, integrante de Pueblo Sin Fronteras, informó que personas de todas las nacionalidades planean coserse los labios y crucificarse, mientras un grupo de mujeres se encadenará durante la conferencia matutina, de manera tentativa.

“Lo último que perdemos es la esperanza. Pediremos libertad, conciencia, humanidad y un poco de valores, ética y congruencia”, dijo Mujica. 

Aunque las protestas de migrantes contra el Instituto Nacional de Migración son constantes desde 2019, cuando se acordaron las primeras estrategias de contención migratoria con Estados Unidos, a inicios de este año se intensificaron por la cantidad de personas varadas en la ciudad fronteriza. 

La Unidad de Política Migratoria contabilizó 9,066 personas presentadas ante la autoridad migratoria en enero y febrero de 2022; una cifra superior a las 6,876 presentadas en el mismo periodo el año pasado. 

Para Irineo Mujica provocar desesperación también es un plan para dividir y revictimizar a las personas en movilidad humana. “Atienden a unos sí y a otros no, con discriminación racial. Eso confronta y el conflicto les viene como anillo al dedo”. 

No descarta la posibilidad de que Migración introduzca tácticas, incluso de “infiltración y reclutación para corromper a migrantes” y desestabilizar. 

En los videos que circulan en redes sociales de manifestaciones y enfrentamientos, los grupos de personas se reclaman los unos a los otros, pero comparten la misma frustración de no poder acceder a la regularización migratoria para avanzar por el país. 

Richard es un venezonalano de 19 años que duerme en un parque desde que llegó a territorio mexicano, en enero de este año. Relata que el Instituto Nacional de Migración les envía a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) para sacar la CURP y luego deben regresar para sacar una cita fechada meses después. 

Acude todos los días a Comar, pero no ha sido atendido y señala, “los que tienen plata pagan para que les adelanten y a nosotros no nos atienden”. 

El joven migrante expresa no sentirse seguro en las condiciones que vive en Tapachula. Además la espera para caminar por territorio mexicano de manera regular es costosa y llena de peligros. 

“Aquí se paga hasta por entrar al baño” y es difícil encontrar empleo. Richard pide al presidente de México les proporcione visas humanitarias y les garantice seguridad en el tránsito por México. 

Las cifras oficiales muestran que las presentaciones de migrantes se registran mayormente en Tapachula, Suchiate, Palenque, Tuxtla Chico y Huixtla. 

Zapatistas convocan acciones contra las guerras

Las comunidades zapatistas anunciaron en un comunicado que acordaron con grupos, colectivos, organizaciones y movimientos de Europa convocar a movilizaciones y manifestaciones contra todas las “guerras capitalistas, actualmente en curso en varios rincones del planeta”.

No solamente contra la guerra en Ucrania, sino también en Palestina, el Kurdistán, Siria, la guerra contra el pueblo Mapuche, los pueblos originarios en todo el planeta, y “tantos y tantos procesos libertarios que son agredidos, perseguidos, asesinados, silenciados, distorsionados”.

Plantean el arranque de una campaña mundial en contra de las guerras del capital, cualquiera que sea su geografía. Organizar conciertos, encuentros, festivales, reuniones.  Las artes contra las guerras.

“Llamamos a todas las personas honestas, grupos, colectivos, organizaciones y movimientos en México y en el mundo a que, de acuerdo a sus tiempos y modos –y conservando su independencia y autonomía-, se sumen a las actividades para exigir alto a las guerras, iniciando el domingo 13”.

Las comunidades zapatistas se manifestarán, el 13 de marzo, en sus caracoles, en las cabeceras municipales de San Cristóbal de las Casas, Yajalón, Palenque, Ocosingo, Las Margaritas, Altamirano y en las comunidades a pie de carretera, “con algunos miles de zapatistas”.

Obras del Tren Maya llevan un año violando decisión de los Tribunales

Foto: Cuarto Oscuro

El Tribunal Colegiado en Materias del Trabajo y Administrativa del Decimocuarto Circuito confirmó la resolución del Juzgado Cuarto de Distrito sobre el amparo presentado por la Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch’ Xíinbal: la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) y las obras de los tramos 1, 2 y 3 del Tren Maya deben permanecer paralizadas.

El 30 de noviembre del 2020, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), por conducto de la Dirección General de Impacto y Riesgo e Impacto Ambiental (DGIRA), autorizó al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) la MIA en modalidad regional (MIA-R), para la ejecución del proyecto del Tren Maya en los tramos 1, 2 y 3; que van de Palenque, en Chiapas, a Izamal, en Yucatán.

Ante ese panorama, el 20 de enero del 2021, la Asamblea de Defensores del Territorio Maya, Múuch’ Xíinbal, presentó un amparo por las violaciones al derecho al medioambiente sano y a sus derechos como pueblo maya originario, entre ellos, a obtener información y participar en las determinaciones que pueden afectar su territorio y recursos naturales, tal y como indica el Acuerdo de Escazú, ratificado en la actual administración.

Como consecuencia de ese amparo, el Juzgado Cuarto de Distrito determinó conceder la suspensión definitiva. Ordenó a la Semarnat y DGIRA dejar sin efectos la MIA-R.

Por ello, el 9 de abril del 2021, Semarnat y DGIRA impugnaron la resolución del Juzgado Cuarto ante el Tribunal Colegiado, el cual confirmó la suspensión definitiva.

Pese a la resolución del Juzgado, las obras no han cesado. “Es preocupante la reacción del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien ha insistido en señalar que el Tren Maya no se detendrá a pesar de lo resuelto de manera definitiva por un Tribunal Federal”, señaló la Asamblea de Defensores del Territorio Maya, Múuch’ Xíinbal.

De acuerdo con la asamblea, “esto evidencia una tendencia autoritaria que viola la separación de poderes”. Además señalan las “descalificaciones permanentes que el titular del Ejecutivo Federal ha hecho hacia quienes de manera legítima se oponen a este proyecto, (…) poniendo a quienes viven en las comunidades indígenas afectadas en riesgo, dado el contexto de alta vulnerabilidad en que se encuentran”.

A pesar de evidencias, gobierno de la ciudad de México niega uso de gas lacrimógeno en el 8M

Foto: Marina Libera
Este 8 de marzo, la Brigada Marabunta reportó que, durante las manifestaciones del Día Internacional de la Mujer en la Ciudad de México, las fuerzas de seguridad que protegían el Palacio Nacional, en el Zócalo de la ciudad, utilizaron granadas de gas lacrimógeno contra las manifestantes.
En un primer momento, por detrás de las altas vallas que rodeaban la sede de la presidencia, y que la aislaba de la multitud, las fuerzas de seguridad lanzaron polvos de extintores, pero después arrojaron cartuchos del cual salía un gas blanco que, según relataron diversas manifestantes, así como el director de la Brigada Marabunta, Miguel Barrera, generaba ardor intenso en la boca, ojos, nariz y piel.
En una conferencia de prensa, la subsecretaria de Desarrollo Institucional de la Secretaria de Seguridad Ciudadana de la Ciudad (SCC) de México, Marcela Figueroa, sostuvo que “categóricamente negamos el uso de cualquier agente químico o gases de cualquier tipo, para uso de estas manifestaciones; nuestros protocolos no lo contemplan”.

Los extintores que “usamos contienen polvo químico seco al 75% compuesto de fosfato monoamónico de acuerdo a la NOM 04 (…), nuestros protocolos únicamente contemplan equipo de protección personal como son las rodilleras, coderas, cascos, escudo y el extinguidor para atender conatos de incendio”, señaló.

No obstante, la Brigada Marabunta levantó las granadas utilizadas. “El polvo [del extintor] no genera estas cosas [ardor en la piel, boca, ojos y nariz]. Además, un objeto de estos sale de una armería, ningún civil puede tener acceso a un material de este tipo. Esto es utilizado por las corporaciones de seguridad”, dijo el director de la Brigada.

Denuncia, además, que a las granadas les fue borrado el registro para dificultar su identificación. “No hay pretexto para utilizarlas. Es imposible mover las vallas. Entonces es una cuestión de contener la manifestación”, señaló Barrera.

En 2021, durante las manifestaciones del 8 de marzo, igualmente las fuerzas de seguridad capitalina y federal negaron el uso de granadas de gas lacrimógeno contra las manifestantes. Sin embargo, diversos medios de comunicación evidenciaron el uso del artefacto.

Una investigación del portal latinus.us encontró que entre agosto de 2020 y marzo de 2021, el gobierno federal gastó más de 250 millones de pesos en equipo táctico para contener protestas y disuadir manifestaciones públicas.

En Chiapas, mujeres exigen alto a la violencia institucional y justicia por feminicidios

“María de los Remedios Jiménez Gordillo, era el nombre de mi mamá; María Virginia Morales Jiménez, era el nombre de mi hermana, ambas fueron asesinadas el 20 de julio del 2013”, dijo Helena, sobreviviente y víctima de orfandad por feminicidio, durante el mitin que realizaron cerca de 2 mil mujeres en la entrada del Palacio de Gobierno de Chiapas, en la capital del estado. 

La marcha conmemorativa del Día Internacional de las Mujeres partió del poniente de Tuxtla Gutiérrez, minutos antes de las 5 de la tarde. Pero las actividades en Chiapas iniciaron desde temprana hora en la comunidad de Acteal, municipio de Chenalhó. 

“Seguimos luchando”

Las integrantes de la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal peregrinaron del crucero de Majomut a la ermita donde recordaron a las 34 mujeres asesinadas en la Masacre de Acteal, “por ellas seguimos luchando y esta lucha se las dejaremos a nuestras hijas y nuestros hijos para que se quede en nuestra memoria”. 

Manifestación de mujeres de Acteal en el marco del día internacional de las mujeres. Chiapas, 2022. Foto: Sociedad Civil Las Abejas de Acteal

Convocaron a las mujeres a no tener miedo de alzar la voz: “pido que hablen, que luchen” contra las violencias, incluso la institucional que les anula sus derechos humanos. “Este día, en otros países, miles de hermanas y compañeras se reúnen para ¡gritar sin miedo, justicia!  Para que no se multipliquen los feminicidios, en México y en el mundo”, dijeron. 

Se solidarizaron con las mujeres víctimas de distintas violencias provocadas por la guerra, el crimen organizado, grupos armados y despojos de territorios que viven los pueblos originarios por falta de voluntad política, “responsabilidad y flojera de las autoridades”.

También exigieron que se respeten sus derechos como pueblos originarios e hicieron un llamado especial para que se erradique la venta de alcohol en las comunidades, pues son detonantes de las violencias que enfrentan. 

En San Cristóbal de Las Casas, la conmemoración del 8 de marzo continuó con distintas actividades en espacios públicos y tendederos para exhibir rostros de hombres señalados de cometer algún tipo de violencia contra las mujeres. 

Mujeres tzeltales hicieron lo propio en Bachajón, Chilón, comunidad ubicada al noroeste de la entidad. Salieron a las calles para acabar con el machismo y para hacer visible la anulación de sus derechos humanos. 

Manifestación de mujeres en la costa de Chiapas. Foto: Mujeres de la costa en rebeldía

La Red de Mujeres de la Costa, el Frente Cívico Tonalteco y el Consejo Autónomo Regional de la zona Costa de Chiapas, adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, también se unieron a la exigencia de una vida libre de violencia.

Al igual que en los demás municipios, en Cintalapa, las mujeres exigieron a la Fiscalía General del Estado realizar su trabajo con una verdadera perspectiva de género. 

Por la vida de las mujeres

En la capital de Chiapas los grupos de mujeres caminaron de manera ordenada y bajo protocolos de seguridad. Realizaron pintas y pegaron imágenes en muros, ventanas, puentes y aceras, de hombres acusados de ejercer algún tipo de violencia.

‘Jueces y fiscales, también son criminales’, ‘no que no, sí que sí, ya volvimos a salir’, ‘las hijas de una son las hijas de todas’, ‘que nos devuelvan a nuestros hijos’, ‘fuimos todas’, ‘la niñez no se toca’, fueron algunas de las consignas que retumbaron en el boulevar Belisario Domínguez. 

El contingente se organizó en bloques de familiares de víctimas de violencias, sobrevivientes, activistas, artistas, creadoras, periodistas, estudiantes, trabajadoras sexuales, familias solidarias, además de la Red de familias víctimas de feminicidio, conformada por 20 familias; por mencionar algunas participantes.

Mujeres participantes de la manifestación en la capital de Chiapas. Foto: Jeny Pascacio

Helena fue la primera en compartir el pronunciamiento de la Red de familias cuando las mujeres llegaron a la entrada del edificio institucional que ya estaba resguardado, en su interior, por policías con equipo antimotines y bomberos; mientras otros uniformados patrullaban el primer cuadro de la ciudad. 

“Tenía 13 años cuando mataron a mi mamá y a mi hermana, yo era una niña cuando vi el cuerpo sin vida de ellas, lastimado y violentado sexual y físicamente; mi lucha inició desde el día en que Víctor Hugo Aguilar Oliver las mató y con ellas, arrebató mi infancia, mi familia, nuestros sueños y toda mi felicidad”, dijo Helena.

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La joven habló del dolor, del sufrimiento y cuestionó: ¿Cómo se atreven a ver el dolor y sufrimiento de las familias y aun así liberar a los feminicidas?, ¿Cómo le explicas a un niño que a su mamá la mataron y que ahora debe vivir con la familia del feminicida?

Recordó que nadie habla en voz alta del impacto en la niñez cuando es testigo de un feminicidio, “nuestras vidas son invadidas por duda, miedo, tristeza, impotencia y el dolor más profundo de una muerte lenta, una y otra vez ante la falta de justicia”.

No hay un solo día, un solo lugar, un solo espacio en el que podamos estar seguras, lamentó. La multitud encendió las luces de sus teléfonos móviles y se escuchó una y otra vez al unísono ¡no estás sola!, cuando Helena entregó el micrófono.

Por último, la Red de familias pasó lista de las mujeres desaparecidas y víctimas de feminicidio, “por las sobrevivientes: ¡presente!; por la vida y la libertad de las niñas y adolescentes: ¡presente!; por la vida e integridad de las mujeres chiapanecas: ni una más, ni una más, ni una asesinada más”. 

Feminicidios

En enero de 2022, Chiapas se colocó en el séptimo lugar a nivel nacional con cuatro feminicidios, según estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Protesta de mujeres en Tuxtla Gutiérrez. Foto: Jeny Pascacio

Los feminicidios ocurrieron en los municipios de Benemérito de las Américas, Las Margaritas, Tapachula y Suchiapa, las tres primeras demarcaciones localizadas en la frontera con Guatemala.

En 2021, la Alerta de Violencia de Género Contra las Mujeres registró 48 víctimas de feminicidios, una cifra superior comparada con los 29 casos contabilizados en 2020.

Aunque el Observatorio feminista contra la violencia a las mujeres de Chiapas tiene otros datos y en el año pasado documentó 65 feminicidios, entre ellos el de Mariana Sánchez Dávalos, la médica asesinada en Ocosingo, que la Fiscalía de Chiapas no tomó en cuenta porque incineró su cuerpo antes de la investigación.

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Para la defensora feminista y activista Marta Figueroa Mier, el trabajo de la Fiscalía se realiza de manera descuidada a pesar del protocolo para investigar feminicidio que está en vigor desde agosto de 2020. 

El instrumento dice que cualquier muerte violenta de mujeres debe investigarse como feminicidio y la investigación tiene que estar basada en cuestiones científicas. La defensora explicó que la autoridad no realiza la autopsia o lo hace con errores y en algunas situaciones orilla a los familiares a negarse al estudio; si el feminicidio sucede en una zona rural se justifican en muertes por ahogamiento o accidentes. Pero en los medios urbanos las mujeres se suicidan. La autoridad finca la responsabilidad en la víctima, entonces ocurre la violencia institucional que discrimina y hace más difícil conseguir justicia, lamentó Figueroa Mier.