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Entre 20,000 y 50,000 personas acudieron a la manifestación convocada por el sindicato de la Confederación General del Trabajo (CGT) en Paris, Francia. La policía identificó, a parte del contingente de la CGT, a otras 14.500 personas calificadas como “radicales”, entre ellos 1200 jóvenes anarquistas y antifascistas llamado “black blocs”, quienes realizaron acciones de sabotaje incendiando un restaurant McDonald's, un concesionario de coches, contenedores de basura y varios vehículos durante las manifestaciones del 1º de mayo y contra las reformas del sector público del presidente Emmanuel Macron.
Gritando "Levántate París" y "Todo el mundo odia a la policía", más de 1.200 anarquistas vestidos de negro y con mascaras máscaras antigás se unieron a la tradicional manifestación del 1º de mayo convocada por la CGT.
"Estamos cansados de este sistema capitalista que destruye todo y también de la brutal represión policial hacia todos los que se oponen",
DIJO UN ESTUDIANTE DE 19 AÑOS QUE FORMABA PARTE DEL CONTINGENTE.
1.500 policías y militares se desplegaron a lo largo del trayecto inicialmente previsto, la plaza de Bastilla hacia la de Italia, que tuvo que ser desviado por las confrontaciones entre los manifestantes y las fuerzas del orden, quienes intentaron diluir la protesta utilizado gases lacrimógeno y cañones de agua. Hasta el momento se registran 200 detenidos.
Estas movilizaciones protagonizadas por profesores, trabajadores de escuelas infantiles, funcionarios y otros empleados del sector público y los llamados grupos radicales son considerados como los peores disturbios en los últimos en meses en París ya que, se dan en un contexto de intensas tensiones sobre la reforma del sector público de Macron, que pretende recortar más de 100.000 puestos de trabajo del sector público y vincular los aumentos salariales al rendimiento laboral.
Durante su primer año de gobierno de Macron ha tenido que enfrentar diversas huelgas, entre ellas, las convocadas por los trabajadores del sector ferroviario estatal, la de los estudiantes por la reforma de la educación superior que limita el acceso a las universidades publicas y el malestar de los pensionistas por las elevadas tasas en la Seguridad Social.
“La manifestación será una nueva etapa para exigir que se tengan en cuenta”,
SEÑALÓ LA CGT, “EL PROGRESO SOCIAL, LA PAZ Y LA SOLIDARIDAD INTERNACIONAL”.
En todo el país, alrededor de 143,000 personas participaron en marchas laborales, según estimaciones del gobierno, un poco más que en 2017.
