Por Renata Bessi y Santiago Navarro F.
De último momento: Durante la audiencia de custodia en la tarde del lunes 11 de abril, el juez Lincoln Pinheiro da Costa, de la Corte Federal de Ilhéus del estado de Bahía, substituyo el arresto preventivo del jefe indígena Babau y Teity Tupinambá, promulgado el pasado viernes 8, a un arraigo domiciliario.
Extremo sur del estado de Bahia, nordeste de Brasil. Los indígenas Rosivaldo Ferreira da Silva, mejor conocido como cacique Babau Tupinambá y su hermano Teity Tupinambá, este viernes 8 de abril fueron trasladados a la prisión del estado de Bahía por determinación del juez federal Lincoln Pinheiro da Costa.
Esta detención forma parte de un historial de la criminalización de líderes indígenas en este país. El jefe indígena Babau es tachado de mentor de toda la lucha de su pueblo y responsabilizado por acciones directas, como la recuperación de sus tierras ancestrales, protestas y resistencia, que implica alrededor de 30 aldeas y más de 10 mil indígenas. Frente a la ineptitud del gobierno federal para reconocer y delimitar su territorio, ya reconocido por el mismo órgano gubernamental Fundación Nacional del Indio (FUNAI), desde el año 2004 los Tupinambá iniciaron un proceso de autodemarcación de sus tierras (47 mil hectáreas) y hoy ocupan el 80% de ellas. El otro 20% sigue en manos de intereses privados, como el caso de la compañía minera Guanabara.
De acuerdo con el Consejo misionario indigenista (CIMI), que proporciona asesoramiento jurídico a los Tupinambá, los indígenas corren grave peligro de muerte. Teniendo en cuenta “la historia de la criminalización y violencia contra el pueblo”, la integridad física de Babau y de Teity corren serios riesgos si permanecen en la prisión de Ilhéus, debido a que muchos de los pistoleros y hacendados que han amenazado al pueblo Tupinambá tienen conexiones con los internos de esa prisión”, alerta el CIMI en la nota publicada en su página web.
La detención de los indígenas fue realizada el jueves 7 de abril por la policía militar (PM) de Bahía, en el municipio de Olivenza. Ambos habían acudido momentos antes de ser detenidos, al pueblo Gravatá, donde la población indígena fue desalojada por la fuerza el día 6 del mismo mes. Esta comunidad más de una vez ha denunciado un crimen ambiental provocado por la extracción ilegal de arena.
En la mañana del viernes, según el CIMI, Babau y su hermano tendrían una audiencia de custodia con juez Lincoln, en la que serian escuchados para argumentar su defensa y donde podría presentar su versión de los hechos. El juez, sin embargo, que se negó a escucharlos, canceló la audiencia y decretó la prisión provisional de Babau y Teity por teléfono.
Acusaciones encontradas
Según la Policía Militar (PM), los Tupinambá fueron detenidos por impedir la salida de camiones cargados con arena en la comunidad de Gravatá. Babau, según la policía, también comenzó a tirar piedras contra los vehículos de policía que escoltaban los camiones de arena, de propiedad privada.
La defensa de los detenidos sostiene que Babau y su hermano no impidieron la extracción de arena, como argumentó el comandante de la policía, pero que sí acudieron al lugar para cerciorarse de los acontecimientos y de las condiciones en que se estaba ejecutando la orden de desalojo para la recuperación de las tierras.Horas antes Babau y el comandante de la policía llegaron a un acuerdo para que no se ejecutará dicha orden, pero el comandante rompió el acuerdo.
Ya en la sede de la Policía Federal, la PM dijo argumentó que fueron detenidos de forma flagrante por una supuesta posesión ilegal de dos armas, una pistola de uso exclusivo de la policía y un revólver calibre 38. Babau y Teitê negaron que las armas de fuego pertenecen a ellos, lo que da indicios de que las armas habrían sido sembradas, afirma el CIMI.
A pesar de la argumentación del comando de la PM de que Babau y su hermano estaban obstruyendo la extracción de arena de la aldea, fueron acusados formalmente de posesión ilegal de armas de fuego, por agresión contra uno de los trabajadores de la mina de arena, por oponer resistencia al arresto, amenaza de agresión, y por desacato de autoridad. Mientras tanto los indígenas niegan todos los cargos.
El 05 de abril de 2011, Stanislaus Luiz Cunha y Nerivaldo Nascimento Silva fueron detenidos en una situación similar, donde le sembraron un arma de fuego en el mismo pueblo de Gravatá. Acusado de “extorsión” por parte los federales, Nerivaldo fue herido en su pierna derecha por la Policía Federal y después se la tuvieron que amputar. Fue acusado de “intento de asesinato” contra la policía federal. Después de dos meses, los policías que fueron a prisión fueron liberados.
Programa de protección
Debido a una serie de amenazas de muerte que ha recibido Babau Tupinambá, forma parte del programa de protección de Defensores de Derechos humanos de la Secretaría Especial de Derechos Humanos de la Presidencia de la República. No obstante, el gobierno del estado de Bahía no reconoció dicho convenio federal y no ha brindado ningún tipo de seguridad para Babau.
Denuncia Internacional
El Relator de las Naciones Unidas (ONU) para derechos indígenas, Victoria Tauli-Corpuz, visitó en marzo las tierras de los Tupinambá. “Debo reconocer que debe ser instalada una investigación nacional de las violaciones a los pueblos indígenas. Después de haber oído las quejas, realmente creo que es el caso de una investigación”, dijo Victoria en esa ocasión. La representante de la ONU también agregó que pediría la investigación de los casos de asesinatos, muertes y prisiones abusivas.
Lentitud en la demarcación
Los más de 200 pueblos indígenas que habitan este gran país se han mantenido en contante resistencia para conservar, y en muchos de los casos, para recuperar sus tierras diezmadas desde la colonización europea, por la dictadura militar y por el capital transnacional. Ni los gobiernos de derecha ni los progresistas han dando una solución justa y digna a las demandas de los pueblos indígenas. Por ejemplo hasta el día de hoy es necesario que una institución gubernamental como la FUNAI, por medio de estudios antropológicos, tenga que decidir quien es indígena y quien no lo es para poder demarcar su territorio.
Tal es el caso del territorio Tupinambá, donde la FUNAI reconoció en sus estudios que los Tupinambá poseen tradicionalmente una superficie de más de 47 mil hectáreas y también reconoció la presencia de por lo menos 4,700 tupinambás, concentrados en por lo menos 23 comunidades, entre las montañas y la costa del estado de Bahía, un área que se extiende desde la región conocida como la Sierra del Padeiro hasta la costa de Olivença. No obstante, hasta el día de hoy, el gobierno no ha firmado la demarcación de este territorio, lo que ha provocado una agudización de los conflictos por la tierra.
Hasta el momento, diversos pueblos indígenas de este país, así como Organizaciones No Gubernamentales han pronunciado su indignación por tales acontecimientos y exigen la inmediata liberación de los dos indígenas, de lo contrario, responsabilizan al Estado brasileño de cualquier acontecimiento que atente contra sus vidas dentro de la prisión.
A continuación, puedes consultar un documental sobre la recuperación de tierras indígenas Tupinambá en Brasil.