Fotos por Amber Bracken/The Narwhal
El 18 de noviembre, decenas de agentes de la Real Policía Montada de Canadá (RCMP, por sus siglas en inglés), fuertemente armados, asaltaron el campamento Coyote. El campamento fue establecido el 25 de septiembre de 2021 por miembros del clan Gidimt'en, uno de los cinco clanes que componen la Nación Wet'suwt'en, en el noroeste de lo que hoy se conoce como Columbia Británica, Canadá. El campamento está situado en un lugar donde la empresa Coastal Gaslink planeaba hacer un túnel bajo el río Wedzin Kwa, que es tan importante para la historia, la vida cotidiana y la cosmovisión de la nación que le da su nombre, Wet'suwet'en, que significa "Pueblo del río Wedzin Kwa".
Desde 2018, el clan Gidimt'en mantiene un puesto de control con el objetivo de proteger su tierra y agua de un ducto de gas natural licuado que recorrería 670 kilómetros y que tiene un costo de 6.600 millones de dólares. Aproximadamente 193 km del gasoducto atravesarían territorio Wet'suwet'en no cedido, es decir, tierras que nunca se cedieron legalmente a la Corona o a Canadá.
El 14 de noviembre, el clan Gidimt'en emitió una orden de evacuación obligatoria para los trabajadores de Coastal Gaslink, reforzando un aviso de desalojo que emitieron el año pasado. Una vez transcurrido el plazo y una prórroga de dos horas, Coastal Gaslink se negó a evacuar a sus trabajadores, y los defensores de la tierra se apoderaron de la maquinaria pesada de Coastal Gaslink, utilizando una excavadora para destruir la única carretera que permite el acceso a la zona durante los meses de invierno.
El 18 de noviembre, la RCMP llevó a cabo una redada militarizada en el puesto de control de Gidimt'en, invocando una orden judicial emitido por el Tribunal Supremo a favor del gasoducto en 2020. Detuvieron a 17 personas. Al día siguiente, "un convoy de docenas de agentes de la RCMP, que escoltaban a los trabajadores de Coastal GasLink y a la maquinaria pesada, irrumpió violentamente en el Campamento Coyote expulsando a los Wet'suwet'en de sus propias tierras", de acuerdo con un comunicado emitido por el Puesto de Control Gidimt'en.
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En las redes sociales las defensoras denunciaron que las policías llegaron con unidades caninas y abrieron la puerta con una hacha. En el transcurso de dos días se detuvo a 32 personas, entre ellas tres periodistas y tres observadores legales, así como a ancianas Wet'suwet'en y aliadas de la Confederación Haudenosaunee.
Entre las personas detenidas estaban la portavoz del Puesto de Control Gidimt'en, Sleydo', también conocida como Molly Wickham, y Jocelyn Alec, hija de Woos, Jefe hereditario para Cas Yikh, o Casa del Oso Pardo, del clan Gidim'ten. Antes de su detención, Sleydo' declaró:
"El pueblo Wet'suwet'en, bajo el gobierno de sus jefes hereditarios, se interpone en el camino del mayor proyecto de fracking en la historia de Canadá. Nuestras medicinas, nuestras bayas, nuestros alimentos, los animales, nuestra agua, nuestra cultura y nuestros hogares están aquí desde tiempos inmemoriales. Nunca abandonaremos a nuestras hijas e hijos para que vivan en un mundo sin agua limpia. Mantenemos nuestras responsabilidades ancestrales. No habrá gasoductos en el territorio Wet'suwet'en".
En un comunicado, los jefes hereditarios Wet'suwet'en declararon: "La RCMP debería estar ayudando a las víctimas de las inundaciones y a las comunidades, no invadiendo nuestro territorio y deteniendo a nuestra gente pacífica y a nuestros simpatizantes....La RCMP tiene una larga historia con nuestro Pueblo, quemando nuestras casas de invierno, desplazamiento, sacando a los niños por la fuerza....Las violaciones de los derechos humanos continúan en nombre de la prosperidad económica de unos pocos".
Tierras no cedidas, fuerza militarizada
Según la portavoz del Puesto de Control de Gidimt'en, Sleydo': "Todos los clanes Wet'suwet'en han rechazado el gasoducto de fracking de Coastal GasLink porque éste es nuestro hogar….Estamos obligados a proteger nuestras formas de vida para nuestros bebés que aún no han nacido".
La nación Wet'suwet'en ha vivido y gobernado sus territorios durante miles de años. Nunca ha firmado tratados ni ha vendido sus tierras a Canadá. En 1997, los Jefes hereditarios Wet'suwet'en se unieron a los jefes hereditarios del pueblo vecino Gitxsan y ganaron el caso Delgamuukw-Gidsaywa en el Tribunal Supremo de Canadá. En este caso histórico, el tribunal reconoció que el pueblo Wet'suwet'en nunca ha renunciado a la titularidad de sus tierras y reconoció que cada jefe hereditario Wet'suwet'en tiene derecho a tomar decisiones sobre su territorio.
Coastal Gaslink afirma que recibió la aprobación del pueblo Wet'suwet'en porque negoció un acuerdo con los consejos de banda. Sin embargo, el sistema de consejos de banda fue impuesto por el gobierno canadiense en 1876 para facilitar la interacción entre las naciones originarias y el gobierno federal. El pueblo Wet'suwet'en sigue reconociendo a los jefes hereditarios como representantes legítimos de las decisiones sobre su territorio.
A pesar de los marcos legales nacionales e internacionales que protegen su derecho a tomar decisiones sobre sus tierras, los gobiernos de Canadá y Columbia Británica han concedido permisos a Coastal Gaslink sin el consentimiento de los Jefes hereditarios Wet'suwet'en. Por si fuera poco, siguen criminalizando a las y los defensores en su propia territorio. Este es el tercer año consecutivo que la policía hace cumplir las órdenes judiciales en la zona utilizando la fuerza militarizada.
En esta ocasión, las personas que fueron detenidas durante las redadas recientes fueron puestos en libertad tras dos días de audiencias. Sin embargo, el sistema judicial dictó que las defensoras Wet'suwet'en criminalizadas deben permanecer a 10 metros de las obras y equipos de Coastal Gaslink. Para Sleydo’, la portavoz del Puesto de Control, la distancia aumenta a 75 metros. Jennifer Wickham, coordinadora de medios del puesto de control y hermana de Sleydo’, dijo: “Las condiciones de liberación propuestas por Coastal GasLink son punitivas, poco razonables y, al dirigirse a Sleydo' y Jocelyn, completamente racistas y sexistas”.
La RCMP quemó y arrasó estructuras en el campamento Coyote. Sin embargo, las defensoras del territorio Wet'suwet'en dicen que no se dejan amedrentar. En una entrevista con la Canadian Broadcasting Corporation, el Jefe Woos dijo: “No nos sentimos intimidados en absoluto...Vamos a volver. Es nuestra tierra”.