Durante 34 días, organizaciones y colectivos de Puebla, Tlaxcala, Veracruz, Ciudad de México, Estado de México, Morelos, Oaxaca, Guerrero y Querétaro integrarán la Caravana por el agua y por la vida: Pueblos unidos contra el despojo capitalista para visibilizar las luchas de México, además de Europa, África, Asia, Sudamérica y Norteamérica.
En el marco del Día Internacional del Agua y a un año de la toma de las instalaciones de la empresa Bonafont, los pueblos partirán del municipio Juan C. Bonilla, Puebla; y concluirán el recorrido día 24 de abril en la comunidad de Cuentepec, Morelos.
“Se hará eco a la voz de los pueblos que han decidido ya su destino a través de sus leyes, pronunciamientos, decretos y acuerdos propios que los malos gobiernos han despreciado e ignorado. Es decir, la Caravana por el agua y la vida tiene por objetivo hacer valer la Ley de los pueblos”, reza un comunicado de la Caravana.
Planean estar cinco días en Puebla, en San Miguel Xoxtla, donde hay problemas con la fundidora de hierro Hylsa S.A.de C.V. que daña gravemente el río Prieto y el manantial Almolón, que prácticamente se secó.
La travesía incluye la zona de los volcanes con las resistencias contra el gasoducto del Proyecto Integral Morelos; también en la zona de Atlixco. En Morelos con las organizaciones que rechazan el gasoducto y la termoeléctrica.
Visitarán el plantón contra el acueducto del río Cuautla. En la Ciudad de México acudirán a la manifestación que mantienen otomíes; así como al campamento de triquis desplazados de comunidades de Oaxaca; tan solo por mencionar algunos puntos del recorrido fechado para realizarse en un mes.
“Cerraremos en Morelos en un Encuentro Nacional de los Pueblos Nahuas donde se realizará un decreto como pueblos que defendemos el territorio, la vida, en contra del capitalismo”, cuenta para Avispa Midia el integrante de los Pueblos Unidos de la Región Choluteca y de los Volcanes, Camilo. Pueblos Unidos comparte la organización de las actividades con 20 organizaciones más.
La Caravana busca juntar las luchas entre miembros del Congreso Nacional Indígena y otras comunidades que no son parte, pero están en los mismos procesos, “para fortalecernos, seguir organizándonos y no solo de manera nacional sino también internacional”.
El acompañamiento de los pueblos estará a cargo de brigadas de Alemania, Italia, Suiza, que también hablarán de sus luchas contra megaproyectos. Al paso, esperan que más pueblos se unan, “muchos nos han pedido que en el recorrido de la caravana los visitemos”.
Camilo dice que se trata de una lucha por la vida y para que las comunidades puedan crecer a su ritmo y a su decisión, “para que como pueblo seamos respetados en nuestra libre determinación; para seguir viviendo en comunidad”.
Otra integrante del mismo movimiento, que no se ha identificado por cuestiones de seguridad, agregó, en entrevista para Avispa Midia, que la Caravana tiene varias tareas y la primera es visibilizar las luchas diversas y activas en México ligadas a la defensa del territorio, del agua, la libertad de presos políticos, defensa de espacios de trabajo, generación de espacios autónomos en la ciudades, entre otras.
Con festivales, encuentros, foros, marchas, recorridos y mítines, además de otras formas de expresiones físicas y digitales, se fortalecerán para hacer respetar la decisión de los pueblos.
“Son victorias que no vamos a perder”
La organización de estas actividades se da en un contexto de resistencias como la de Pueblos Unidos de la Región Choluteca y de los Volcanes contra la empresa Bonafont del Corporativo Danone.
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El 22 de marzo de 2021 tomaron las instalaciones de la empresa en la comunidad Juan C. Bonilla. En asamblea, el 26 de marzo del mismo año acordaron que Bonafont no volvería a abrir sus puertas. El 8 de agosto concluyeron en que convertirían el lugar en un espacio de resistencia comunitaria.
Fue llamado ‘Altepelmecalli, la casa de los pueblos’ y abierto a la escucha y al encuentro de todos los pueblos, principalmente de los 20 que forman parte del movimiento en defensa del agua y el territorio que, durante casi un año, implementaron diferentes proyectos autogestionados.
“En la madrugada del 15 de febrero (2022) los gobiernos que dicen representar al pueblo y ser distintos a los gobiernos anteriores enviaron a la Guardia Nacional, a la Policía Estatal y Municipal a despojarnos del espacio que habíamos recuperado y convertido en una verdadera Altepelmecalli, para dejarlo nuevamente en las manos de quienes nos roban el agua, la vida, y que creen que nuestra dignidad está en venta”, dijo la integrante de Pueblos Unidos.
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Este desalojo se esperaba, dijo la integrante de la organización. “No podemos confiar en ellos mucho menos en las empresas”, aunque no imaginaron la magnitud del operativo, “eso da cuenta de cómo nos perciben como organización”.
Pueblos Unidos considera que la solución al conflicto es el diálogo para respetar la ley de los pueblos. “Esta empresa (Bonafont) ya no puede volver a funcionar y más ahora” que regresó el agua para los pozos, ameyales y canales.
Aunque les fue quitado el espacio, desde sus trincheras construyen la autonomía con brigadas de salud con trueques, coordinación entre las comunidades con visitas que documentan otros problemas que se van sumando al movimiento; y tienen un canal de televisión para difundir los temas.
“Seguimos trabajando todo el tiempo para que nuestros objetivos se cumplan; al final el objetivo principal es la defensa de nuestra agua”, dijo la integrante de Pueblos Unidos.
Las sillas permanecen vacías
Al principio cuando Pueblos Unidos cerró la planta acudió un delegado de gobierno, pero no volvió más. “Nosotros los llamamos al diálogo para resolver y para indicarles nuestra decisión pero no asistieron, los invitamos el 8 de agosto del año pasado también, primero habían dicho que sí, la empresa y Conagua, pero después dijeron que no que no había condiciones”, explicó Camilo.
A pesar de estos intentos, no hubo respuesta. Entonces, por acuerdo de asamblea, determinaron un proceso de expropiación para que las comunidades pudieran decidir sobre el destino de estas instalaciones de Bonafont en beneficio de la comunidad Juan C. Bonilla.
En 1992 la empresa Arcoíris adquirió ese terreno intestado “es muy turbia esa historia”. Preguntaron a los pobladores si estaban de acuerdo con la perforación de un pozo agrícola en pro de la comunidad. Aceptaron, pero en realidad se creó un pozo industrial, “los efectos fueron inmediatos”.
El agua empezó a disminuir hasta llegar al punto de secarse totalmente en la colonia José Ángeles que está junto a las instalaciones. “Muchísimos procesos turbios hasta la llegada de la empresa que fue totalmente bajo engaños”, que siguió con la entrada de Bonafont.
Durante sus operaciones, Danone sacó cada día 1, 641,000 litros de agua que provocó el socavón el 29 de mayo en Santa María Zacatepec. Desde el cierre forzado de la empresa el 22 de marzo de 2021, los mantos acuíferos se restablecieron de manera importante.
El movimiento documentó que en el Registro Público de Agua, la empresa tenía permiso de Semarnat para desembocar sus desechos de botellas y garrafones de agua directamente a una barranca de Nextetelco, a cielo abierto con materiales como plomo y cadmio que causó graves afectaciones a la salud de las 20 comunidades.
La empresa y las autoridades municipales en Juan C. Bonilla encabezado por José Cinto Bernal del PAN y PRD difunden información falsa que genera confusión en la comunidad pues rechazan responsabilidad en las afectaciones al medio ambiente y al agua; y acusan a los pueblos de retrasar el ‘progreso’.
En una asamblea para elegir el sistema de elección de sus autoridades municipales en Santa María Zacatepec, la misma autoridad permitió que Bonafont repartiera agua y leche a los asistentes. Además de las agresiones mediáticas, la empresa ahora busca involucrarse en actividades por usos y costumbres.
La historia de lucha de esta región tiende desde el siglo pasado, incluso más allá, “pues se remonta en la recuperación de las tierras un fuerte movimiento integrado al movimiento Emiliano Zapata”, recordó Camilo.
Con la organización también van contra la contaminación del Metlapanapa y la imposición de complejos inmobiliarios. En el 2017 intentaron contaminar el corredor industrial ciudad textil de Huejotzingo, arrojando sus desechos industriales con plomo, cadmio, cobre, zinc, arsénico y cianuro, pero los pueblos organizados los detuvieron.
Además del Metlapanapa, el río Prieto también es de preocupación por el nivel de contaminación por la empresa fundidora Hylsa (Ternium en México), los dos ríos que en la región se unen al río Atoyac que es el segundo más contaminado del país.
“Nosotros como pueblo nos seguimos organizando porque sabemos que la organización es la base fundamental para defender el territorio. Una organización colectiva y una de las muestras de esto es el trabajo en la caravana”, añadió Camilo.