Foto de portada, de archivo de Cuartoscuro
Por la Redacción de Avispa Mídia
La comunidad, llamada La Cofradía, uno de los 23 poblados que conforman al pueblo indígena de Santa María Ostula, en Michoacán, fue sitiada este miércoles (3) por el Cartel de Jalisco de Nueva Generación (CJNG). Los comuneros que estaban en plena tranquilidad fueron tomados por asalto por medio de ataque de drones y el uso de armamento pesado, conocido como calibre 50 milímetros.
Desde el pasado el 1 de julio, este grupo criminal ha realizado una serie de ataques coordinados hacia puntos estratégicos, justo donde se localizan la Guardia Comunal de esta comunidad. Los indígenas, en un comunicado, alertan que “hoy, 3 de julio, desde la mañana comenzaron a escucharse explosiones ocasionados por drones, así como detonaciones de armas de grueso calibre, en los cerros que rodean la encargatura de la Cofradía”.
Foto tomada por la comunidad este 3 de julio
Mientras fue cayendo la tarde, todos los habitantes fueron alertados sobre la aproximación de miembros del CJNG hacia áreas pobladas. “Inmediatamente comenzó la refriega en contra de casas y escuela, y en adelante, una explosión más de dron cada 40 minutos. Esta vez CJNG atacó a la población y mandó grupos de alrededor de 50 criminales cada uno a rodear a una población desarmada”, denuncian los comuneros.
Las autoridades de esta comunidad han emitido una alerta dirigida a los tres niveles de gobierno, pero señalan que, “han hecho caso omiso para desmantelar definitivamente a este grupo criminal”.
La demanda de la comunidad es clara: el desmantelamiento inmediato del CJNG y la captura de sus líderes y cómplices, incluyendo figuras conocidas como Cemeí Verdía Zepeda y Leonardo Bravo, entre otros. También exigen “el cese de la protección que otorgan a dicho cartel funcionarios y mandos militares corruptos”, remarcan en su comunicado.
El pasado 1 de julio, cuando estalló la violencia, fue asesinada la hija de Verdía Zepeda, quien responsabilizó de los hechos a integrantes de esta comunidad. Fue entonces que este grupo criminal comenzó con el hostigamiento.
En respuesta a la violencia desatada, la Guardia Comunal de Santa María Ostula, junto con grupos de autodefensa de Aquila y Coahuayana, anuncian el reforzamiento de sus acciones para erradicar la presencia delictiva en la región. Exigen a todos los niveles de gobierno el castigo para los responsables de los recientes asesinatos de líderes comunitarios que, ya suman más de 40 y la presentación con vida de los desaparecidos.
Ante la omisión de las autoridades, la comunidad indígena reafirma su derecho a la autodeterminación y autonomía, demandando las garantías necesarias para el funcionamiento de su Guardia Comunal y la seguridad de sus habitantes.
Mientras el conflicto escala, la comunidad persiste en su llamado a la solidaridad nacional e internacional, buscando poner fin a la impunidad y asegurar un futuro de paz y libertad para las generaciones venideras.