Por Elmer Ponce
Siete comunidades de Sayaxché, Petén, ha perdido sus cosechas por las lluvias de los últimos días. Las familias han tenido que dejar sus casas y buscar refugio, porque el nivel del agua creció tanto que es imposible mantenerse en ellas. Las autoridades reconocieron no tener la capacidad para atender la emergencia.
Las intensas lluvias de un segundo frente frío en Guatemala y la creciente del río Salinas dejaron inundadas varias viviendas en la comunidad de El Roto Viejo, en la microrregión de Tierra Blanca, en Sayaxché, Petén.
Esta pequeña comunidad de 800 personas, integrada por unas 144 familias, ha tenido que dejar sus casas por que el agua las inundó a tal grado que ya no pueden permanecer en ellas, por lo que han buscado refugio en los albergues habilitados en la zona, en escuelas o iglesias.
Otros tienen sus viviendas en alto y se resguardan ahí de la lluvia que no cesa.
Pese a la emergencia, hay quienes prefieren permanecer en sus casas, para cuidar sus pertenencias, pues lo poco o mucho que posean es el fruto de los esfuerzos logrados por su trabajo. Colocando sus pertenencias en las vigas o en el tabanco como los locales les denominan.
Por eso, varios pobladores se lamentaron por no contar con los recursos para poder enfrentar estas eventualidades climáticas que en ocasiones, los deja a la intemperie, sin cosechas y sin animales.
Las lluvias empezaron hace casi una semana y no se han detenido. En las noches, especialmente, es cuando hay que tener más cuidado, ya que el caudal del río sale de su cauce inundando las aldeas y comunidades de esta parte del municipio de Sayaxché.
Uno de los riesgos de los que casi no se habla es que las lluvias también arrastran a animales peligrosos y los vecinos temen la aparición de serpientes venenosas que, igual que las personas, buscan un lugar seguro para resguardarse. Las familias han tomado sus precauciones pues, en ocasiones anteriores, han encontrado reptiles en sus camas y ropa.
La lluvia que no se detiene y otros peligros
Edgar Dionisio, presidente del Comité de Alerta Temprana de la comunidad El Roto Viejo, indicó que una de las preocupaciones es que las lluvias continúen y que estas se presentan copiosas en la zona de las Verapaces. Lo que causaría un efecto en las comunidades que se encuentran en la rivera del río Salinas. Especialmente, porque estas se encuentran en las proximidades a la desembocadura y unión con el río La Pasión, donde se forma el Usumacinta uno de los ríos más caudalosos de Centro América.
La acumulación de agua es inmensa dado que la capacidad de los suelos para absorberla a la misma rapidez a la que cae esta, es rebasada. Esta retención hace que el nivel del agua se mantenga alto por varios días.
Bajo estas circunstancias, las cosechas siempre se pierden con este tipo de fenómenos que azotan y dejan en condiciones de mayor vulnerabilidad a las familias, pues la seguridad alimentaria se ve afectada de manera directa.
Por el momento, ni siquiera la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) ha podido cuantificar las pérdidas alimentarias que las inundaciones provocarán, pero algo sí es seguro es que las familias perdieron sus cosechas y semillas y tendrán mayores dificultades para conseguir alimentos para la venta y consumo familiar.
Las ganancias de las cosechas están dirigidas a comprar las semilla para asegurar la siguiente cosecha y para comprar los productos de la canasta básica.
A lo lejos, se ve a niños jugar alegres e inocentemente en el agua, sin entender la magnitud del daño que las lluvias dejarán a sus familias y comunidades.
El Roto Viejo, al igual que otras muchas comunidades, esperan que el gobierno voltee a verlos y les brinde alimentos y salud, además de que se les garantice que tendrán semillas para poder reiniciar sus vidas luego de la calamidad.
Sin embargo, esto no sería suficiente, después de contabilizar los estragos de las lluvias, necesitarán toda la ayuda que puedan conseguir para, una vez más, reconstruir con sus propias manos, sus casas y comunidades.
La Secretaria Ejecutiva de la Conred convocó a las distintas instituciones del Estado para estar alertas y atender en la medida de los posible la situación que actualmente viven las comunidades, se habla de siete comunidades que tienen esta problemática, sin embargo, indicaron que carecen de recursos en este momento para atender las necesidades más urgentes.
Una versión de este reportaje fue publicado en Prensa Comunitaria