Con la participación de siete pueblos indígenas de Costa Rica, se realizó el el primer Congreso Indígena Nacional (COIN) donde los temas prioritarios abordaron las recuperaciones de tierras, autonomía, cultura, identidad y educación propia para enfrentar la discriminación y violencia de parte del estado costarricense.
La iniciativa se construye desde el año 2018 impulsada por el Frente Nacional de Pueblos Indígenas (Frenapi) y el indígena Bribri, Sergio Rojas quien fuera asesinado el 18 de marzo del 2019.
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En esta ocasión participaron delegados de los pueblos Chorotega, Maleku, Bribri, Cabécar, Boruca, Bröran, Ngöbe.
La apertura del COIN, se realizó enmarcado por el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, declarado por la ONU; en una coyuntura difícil de los Pueblos Indígenas en Costa Rica que siguen siendo despojados y violentados, siendo la prueba más cercana el asesinato de Sergio Rojas Ortiz, del Clan Uniwak de Salitre, fundador y miembro del Frente Nacional de Pueblos Indígenas (FRENAPI), y a nueve años exactos del desalojo violento de 27 dirigentes indígenas de la Asamblea Legislativa de Costa Rica.
“Para las comunidades Broran es una de las mejores alternativas que pudieron haber tomado los diferentes pueblos para hacer ver cuál es la agenda de los pueblos indígenas, no llevar ya la agenda que tiene el gobierno sino tratarla desde los mismos territorios”, compartió Estefany Carrera de la comunidad Broran de Térraba, en la región del pacífico sur.
“La Agenda Oficial del Estado costarricense tiene planes de desarrollo que no son compatibles con los valores que nos unen. La Agenda estatal ha sido contraria a nuestras espiritualidades y ha logrado que con la imposición de sus programas y políticas, algunas/os de nuestras/os hermanas/os se sientan ajenos a los temas propios de nuestra realidad y por eso no se identifican con la lucha de sus derechos”, expresaron los participantes del congreso en la declaratoria final del encuentro.
Las comunidades indígenas resaltaron que las principales razones para exigir el respeto a las formas de gobierno tradicionales y la autonomía territorial se deben a la inoperancia de las estructuras estatales y el incumplimiento de las leyes para recuperar los territorios indígenas, lo que representa una causa estructural y sistemática de violencia contra los pueblos.
“Térraba tiene 9,355 hectáreas y de repente la gente en San José dice que montón de tierras tienen los indígenas pero no se dice que el 80% de esa tierra está en manos de no indígenas”, comentó Pabló Sibar, integrante del Frenapi.
“Repudiamos la indiferencia del Gobierno hacia el proceso de recuperación de tierras ejercido de forma directa por compañeras/os indígenas en diferentes pueblos como parte del Proceso de Afirmación Territorial Autónoma, en muchos casos con el cómplice respaldo a personas usurpadoras; incluso en claro desacato de la Medida Cautelar 321-12 dictada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en Resolución 16/15 del 30 de Abril del 2015, las cuales ordenan al Estado costarricense la adopción de medidas que garanticen la vida e integridad personal de nuestras/os hermanas/os en Térraba y Salitre, como quedó demostrado con el asesinato de nuestro hermano Sergio Rojas Ortiz a pesar de ser beneficiario directo y la continua amenaza, agresiones y persecuciones a quienes seguimos luchando por nuestros derechos”, enfatizaron en la declaratoria del congreso.
“Las mujeres somos importantes y de hecho llevar la lucha desde una posición de mujer indígena podría decir que es rebelde ante un sistema que nos ha violentado históricamente... esto de experimentar este proceso es decirle al Estado estamos presentes estos pueblos indígenas pero también estamos presentes estas mujeres madres, hijas, las abuelas y que vamos a seguir en pie de lucha”, concluyó Estefany Carrera.