Elecciones en Nicaragua rebasan más de 80% de abstencionismo

Por Ricardo Rugama

El domingo, 7 de noviembre, se realizaron las elecciones presidenciales y de diputados a la asamblea nacional en Nicaragua en medio de un clima de inestabilidad política, represión y más de 100 mil personas en el exilio. El día inició con el arresto injustificado de al menos 20 activistas, según el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), y múltiples reportes de violaciones en las redes comunitarias

Este es uno de los más recientes actos de represión del Estado de Nicaragua, presidido por Daniel Ortega, que anteriormente tenía a más de 150 presos políticos bajo custodia, entre ellos los 7 aspirantes a la presidencia con mayor intención de voto, según las encuestas de Cid Gallup, firma encuestadora costarricense que también le da un mínimo histórico de simpatizantes a Ortega, un 8%.

Las Juntas Receptoras del Voto (JRV) abrieron a las 7 am, en un ambiente donde los primeros en votar serían los militares y policías en algunas juntas, principalmente en Managua se encontraron reportes de una alta presencia en las JRV en tempranas horas.

Mientras en otros municipios del país, redes comunitarias autoconvocadas reportaban calles vacías y centros de votación con muy poca o nula afluencia de personas, como en Carazo o Rivas. En algunos casos, los párrocos de ciudades y localidades emblemáticas en la resistencia contra la dictadura de Ortega Murillo, como Masaya y Monimbó, enviaron mensajes a sus fieles como “digital limpio, conciencia limpia”, en una alusión al llamado a la abstención generalizada.

Ante esta situación, Ortega se vio obligado a romper el silencio electoral y se dirigió en cadena nacional a la población, con énfasis en sus simpatizantes. A las 12 del mediodía se produjo una situación tan novelesca como distópica, el presidente en funciones llamando a votar. Haciendo referencias a Estados Unidos, con una retórica antiimperialista, comparando el asalto al capitolio de ese país con las protestas de abril de 2018 en Nicaragua, y haciendo el intento de justificar con esto los presos políticos y las muertes producidas.

Varios medios de comunicación nacionales registraron que es la primera vez, en la historia, que Ortega hace un discurso haciendo el llamado al voto en medio de una elección.

la mañana de este 8 de noviembre, las elecciones de Nicaragua fueron desconocidas por los gobiernos de Costa Rica, EEUU, España, Chile y la Unión Europea.
Fuente Telcor

La jornada electoral también estuvo marcada por el uso de instituciones públicas como centros de propaganda para Ortega y Murillo, así como por la presión ejercida de los funcionarios en puestos de mando hacia sus subordinados para ir a votar y luego enviar un comprobante de que lo hicieron, como una fotografía, que luego subirían a las redes sociales oficiales.

Con un clima pesado y calles vacías continuó el proceso electoral por la tarde. A las 5 pm cerraron las JRV y el conteo preliminar del Consejo Supremo Electoral se esperaba a las 8:45 pm. Sin embargo, pasada la media noche no se había obtenido resultado alguno.

Según el observatorio ciudadano Urnas abiertas, la abstención promedio del día de ayer fue del 81.5%, probablemente la más alta en la historia de Nicaragua.

En contraste con esto, y en la madrugada, el Consejo Supremo Electoral daba sus primeros conteos, en los que ponía al FSLN como primera fuerza y al partido colaboracionista de Arnoldo Alemán (PLC), como segunda fuerza.

Por último, el observatorio ciudadano de incidencias, Observatorio Azul y Blanco, reportó el día de ayer al menos 106 casos de violencia en la jornada electoral (entre el 5 de noviembre y el 7 de noviembre).

En el momento en que se escribe esta nota, la mañana del 8 de noviembre, las elecciones de Nicaragua fueron desconocidas por los gobiernos de Costa Rica, EEUU, España, Chile y la Unión Europea.

Lo que pasa en Nicaragua no es un tema menor, representa el debacle autoritario que azota a nuestra región y una deformación (o quizás la máxima expresión) de lo que fue lo conocido como el socialismo del siglo XXI. No podría haber un Ortega sin haber existido un Chávez que le diera por lo menos 3.5 mil millones de dólares que pasaron por un presupuesto paralelo a la asamblea nacional.

Sin embargo, los nicaraguenses estan lejos de bajar los brazos. El día de ayer hubieron manifestaciones y marchas de exiliados en Costa Rica, México, EEUU, España, Inglaterra y otros países. También, la mayoria de nicaraguenses tiene claro que no puede haber paz sin justicia, como declara la Asociación de Madres de Abril (AMA), organización de familiares de asesinados por el Estado. Por los más de 350 asesinados por el terrorismo de Estado y por los más de 100 mil exiliados en tres años, por ellos, seguimos.

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