Durante las últimas semanas aumentaron las tensiones entre el Partido Democrático del Kurdistán (KDP), grupo político que gobierna el Kurdistán iraquí, y militantes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), lo cual ha reavivado la preocupación de que ocurran combates armados entre los distintos grupos kurdos.
Esta situación sucede al mismo tiempo que incrementan las operaciones militares turcas emprendidas desde 2019 en contra del PKK, grupo que ha controlado bases en las montañas del Kurdistán iraquí en su campaña de liberación contra Turquía desde el año de 1984.
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De acuerdo a un comunicado publicado el pasado 12 de junio, la Confederación Democrática del Kurdistán (KCK) denuncia que mientras se intensifican los combates entre la guerrilla del PKK y el ejército turco, la decisión del KDP de trasladar a sus fuerzas militares a territorios donde no tienen presencia desde hace 30 años, “ha conducido actualmente a una situación en la que pueden producirse enfrentamientos, lo que tendría un impacto negativo en la historia kurda”.
Según declaraciones de Murat Karayılan, comandante del Mando Central de las HPG (Fuerzas de Defensa del Pueblo) del PKK, dicho grupo no pretende ningún enfrentamiento contra otros grupos políticos y militares kurdos.
“Por el contrario, a pesar de las medidas del KDP contra nosotros desde hace más de un año, siempre hemos evitado los enfrentamientos debido a nuestro sentido de responsabilidad por el pueblo kurdo y su lucha por la libertad. A pesar de la actitud del KDP, que crea la base para los ataques de ocupación del Estado turco, siempre nos hemos comportado con paciencia y responsabilidad. Así, hemos intentado continuamente no ser parte de los juegos del Estado turco. Hemos hecho todos los esfuerzos necesarios para resolver las tensiones existentes a través de negociaciones y para eliminar la base de posibles enfrentamientos”, compartió el mando de las HPG quien enfatiza que evitarán enfrentamientos hasta el último momento.
Defender el Kurdistán
La Confederación Democrática del Kurdistán, la cual integra a los partidos políticos de las cuatro regiones del Kurdistán que buscan establecer el confederalismo democrático, también realizó un llamado al pueblo kurdo, intelectuales, artistas y otros grupos del mundo para denunciar y evitar los enfrentamientos militares.
Como respuesta, personas y grupos en Europa respondieron para alertar sobre el daño que causaría un conflicto armado entre distintos grupos kurdos mediante la campaña “Defender el Kurdistán”
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En el marco de dicha campaña, políticos, académicos, activistas de derechos humanos, sindicalistas, periodistas, feministas y ecologistas de más de diez países europeos integraron una delegación para la paz con intención de visitar la zona de conflicto en el Kurdistán del sur.
No obstante, desde el arribo de un primer grupo de la delegación a la ciudad de Erbil, capital del Kurdistán iraquí, los obstáculos del Gobierno Regional Kurdo (KDP) les impidieron establecer diálogos con la mayoría de los actores políticos de la región.
Acorde a un comunicado publicado el mismo 12 de junio, además de la intimidación a las organizaciones que pretendían visitar, 25 integrantes de la delegación europea fueron deportadas y al menos 27 personas fueron retenidas en el aeropuerto de Düsseldorf (Alemania) y se les prohibió la salida.
“Estamos indignados por las deportaciones ilegales de nuestros amigos internacionales, llevadas a cabo por el gobierno regional kurdo, y por las prohibiciones de viajar con el argumento de que estas personas parecían ser políticas, sin una base legal clara. La libre cobertura de los medios de comunicación y el compromiso de la sociedad civil son componentes de toda democracia vital y no tienen razón de ser para la represión”, declararon l@s integrantes de la delegación ante el impedimento de sus labores.
Por su parte, el ministro del interior del KDP ha llegado a acusar de provocaciones a personas que quieren viajar desde Europa a las zonas de guerra en el Kurdistán del Sur para actuar como escudos humanos para evitar una guerra entre la guerrilla y las fuerzas militares del KDP.
“Estamos en contra de la colonización del Kurdistán por parte de los estados externos. No estamos aquí para oponernos a ningún partido kurdo. Al contrario, queremos apoyar el diálogo entre todos los puntos de vista. No se trata de un problema kurdo, sino de una agresión procedente del Estado turco y de los militares turcos dirigida a la población local y a la naturaleza de las regiones kurdas. Crear un problema, incluso un conflicto armado, entre kurdos a partir de esto es una gran trampa, así como un peligro para la paz y el futuro de todo Oriente Medio”, enfatizaron l@s integrantes de la delegación para la paz, quienes proponen una salida pacífica a las tensiones entre los distintos grupos kurdos.
Recientemente, Ethem Barzani, miembro de la dirección del KDP, criticó la política de su partido, así como sus relaciones con el Estado turco y se distanció del mismo. A su vez, líderes de la PUK (Unión Patriótica del Kurdistán) declararon públicamente que no participarían en una guerra interna kurda. El partido kurdo del sur Hizbu Şui también se pronunció contra las agresiones militares.
La mañana de este viernes (18), medios locales también anunciaron que 180 miembros de las fuerzas militares del KDP, conocidos como peshmergas han depuesto las armas recientemente en el campo de entrenamiento en Duhok para evitar una posible guerra civil kurda instigada por el gobierno regional. Según las fuentes, esta medida ha alentado aún más a otros peshmergas a tomar una posición.
