La noche del martes (1), aviones del ejército turco bombardearon, simultáneamente, un campo de personas refugiadas en Makhmur, así como asentamientos civiles en las montañas de Shengal, ubicados en el sur del Kurdistán (norte de Irak).
El ejército turco también atacó seis bases del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en las montañas de Karjokh, que vigilan un campo de refugiados kurdos procedentes de Turquía, informaron servicios antiterroristas kurdos en un comunicado.
También se registraron ataques contra asentamientos civiles en en la región de Derik en Rojava, norte de Siria.
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El reciente bombardeo es el asalto más devastador lanzado por Turquía desde 2017. Zonas estratégicas de la montaña de Shengal, como Amûd y Çilmeran sufrieron fuertemente la agresión. En imágenes difundidas por el medio ANF News se puede observar la magnitud del bombardeo que arrasó con una vasta región del sur del Kurdistán.
Más tarde, el miércoles (2), los bombardeos contra la ciudad de Al-Bab, en el norte de Siria, controlada por Turquía, causaron la muerte de ocho personas, entre ellas cinco civiles, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. En Mahkmur dejaron como saldo la muerte de dos miembros de las Fuerzas de Autodefensa, así como decenas de residentes heridos, algunos reportados como graves. En Derik perdieron la vida cuatro combatientes y resultaron heridos cinco funcionarios.
Complicidad
En un comunicado difundido este viernes (4), la Confederación Democrática del Kurdistán (KCK) acusó que las fuerzas de la coalición internacional contra el Estado Islámico (ISIS), lideradas por Estados Unidos, permitieron a Turquía el ataque contra la población y las fuerzas de autodefensa de Rojava, Şengal y Maxmur.
La KCK enfatiza que Turquá ataca deliberadamente a comunidades las cuales juegan un papel clave en la lucha contra el Estado Islamico (ISIS), “gente que vive allí, quienes han sufrido numerosas masacres en el pasado reciente, continúan luchando activamente contra ISIS”.
“El silencio de Estados Unidos, Rusia y todos los demás miembros de la coalición internacional contra ISIS y su negativa a adoptar una postura clara los convierte en cómplices de estos asesinatos”, denuncia la KCK.
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Por su parte, las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) emitieron un comunicado el martes (2) mediante el cual también señalan que los ataques turcos no se llevaron a cabo sin el conocimiento de las fuerzas de la coalición internacional. Días antes ocurrieron ataques turcos contra Shengal donde murieron dos miembros de las Unidades de Resistencia Sinjar (YBŞ), quienes también participan en la KCK.
Destrucción
De acuerdo al Comando de las Fuerzas de Autodefensa del Campo de Refugiados de Makhmur, los ataques aéreos turcos tuvieron como objetivo una base militar de las Fuerzas de Autodefensa, desde donde por años se mantiene la lucha contra las hostilidades del Estado turco y sus aliados.
Por ello, el Comando llamó “la comunidad internacional, a las Naciones Unidas y a las instituciones de derechos humanos a alzar la voz contra los ataques al campo de refugiados y a detener los crímenes contra la humanidad cometidos por el Estado turco”.
Las víctimas fueron enterradas el miércoles (2) durante un evento que reunió a miles de personas quienes se manifestaron contra los bombardeos. “Makhmur es la memoria viva de la resistencia. Para destruir esta actitud, el Estado turco está llevando a cabo todo tipo de ataques. Quiere destruir algo que se ha construido durante 27 años de trabajo”, declaró Filiz Budak, copresidente del Consejo Popular, durante un discurso de condena a los ataques.
Estado Islámico
Estos ataques ocurren después de las hostilidades por parte de mercenarios del ISIS realizados contra la cárcel de Sinaa, en Hesekê, el pasado 20 de enero. Funcionarios de la Administración Autónoma del Norte y del Este de Siria declararon que mercenarios del ISIS colaboraron con el Estado turco para planear dicho ataque.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos detalló que las agresiones alcanzaron una central eléctrica gestionada por los kurdos cerca de la ciudad de Al-Malikiyah en Hesekê, donde “un intento de fuga por parte de los yihadistas de ISIS el mes pasado desató días de enfrentamientos que han dejado cientos de muertos”.
“Nuestra voluntad es más fuerte que los aviones de combate, los tanques y la artillería”, declaró la Administración Autónoma de Shengal en respuesta a los ataques del Estado turco. “Como instituciones y asambleas yazidíes, resistiremos y seguiremos los pasos de los mártires. Nunca daremos un paso atrás. Los fines y objetivos del estado turco y el ISIS son los mismos”.
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Según el Comité de Solidaridad con Kurdistán-Ciudad de México, medios y la comunidad internacional manipularon la información respecto a la derrota de los mercenarios en Hesekê y trataron de culpabilizar a las fuerzas kurdas, cuando en la región existen poblaciones luchando contra los ataques y defendiendo sus tierras.
“Estos intentos del régimen fascista turco buscan seguir perpetuando su política genocida contra la poblacion kurda y todas los pueblos que conviven en democracia radical bajo un proyecto pacífico llevado a cabo por personas convencidas de que la liberación se construye desde abajo”, denuncia el Comité.