En portada: Desalojo violento del plantón contra la contaminación de la transnacional Granjas Carroll en Veracruz.
Siguen impunes los asesinatos de los hermanos campesinos Jorge y Alberto Cortina Vázquez, de 22 y 27 años, por policías de la Fuerza Civil del estado de Veracruz, ocurridos el pasado 20 de junio. Los homicidios acontecieron durante el desalojo violento del plantón realizado por ejidatarios, campesinos y habitantes de comunidades de Puebla y Veracruz - integrantes del Movimiento en Defensa del Agua de la Cuenca Libres–Oriental -, en las afueras de la transnacional Granjas Carroll de México, ubicada en San Antonio Limón Totalco, municipio de Perote, estado de Veracruz.
Granjas Carroll, presente en la región desde 1993, es subsidiaria de la mayor productora global de cerdos, la empresa privada china WH Group, a través de su subsidiaria Smithfield Foods de origen estadounidense.
Las 51 granjas de la empresa están asentadas en los estados de Veracruz y Puebla, exactamente sobre la Cuenca Libres–Oriental, que abarca además el estado de Tabasco. En Totalco se encuentra una de las plantas. Los campesinos protestaban contra el acaparamiento del agua por la transnacional, además de la contaminación de los mantos freáticos por las granjas.
“No llegaron a desalojar, llegaron a matar. El plantón era pacífico. Los compañeros se defendieron con sus cuerpos, con sus pechos. No fue un enfrentamiento. Fue crimen de Estado. Fue una ejecución”, sostiene para Avispa Mídia el integrante del Movimiento en Defensa del Agua de la Cuenca Libres–Oriental, Renato Romero Camacho.
Unos días después de la acción de despojo, la Secretaría de Gobierno del Estado de Veracruz extinguió la Fuerza Civil responsable por la operación.
Para Romero Camacho, al diluir la corporación, el gobierno del Estado deslinda de responsabilidades a los policías, además de los comandantes y los altos mandos que dieron la orden abrir fuego. “Dicen que ya no existen, pero sí existen, solo que están con uniformes de otro color”, dijo señaló.
De acuerdo a declaraciones del titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Veracruz, Cuauhtémoc Zúñiga Bonilla, son cinco las personas detenidas. La Fiscalía General de la República (FGR) detuvo a dos y la Fiscalía General del Estado (FGE) de Veracruz a tres. “¿Usted cree que vamos a confiar en las instancias judiciales, en las procuradurías judiciales de los gobiernos de Veracruz y de Puebla? Son ellos que nos mandaron a matar”, señala Romero Camacho.
Una semana después de los asesinatos, los familiares de las víctimas se reunieron con integrantes de la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención Integral a Víctimas. Sin embargo, como reportaron diversos medios locales, los familiares abandonaron la reunión por falta de respuestas concretas y por la oferta de ayuda financiera. Los familiares consideraron ofensiva la propuesta.
Por otra parte, la Procuraduría del Medio Ambiente en Veracruz anunció que ha realizado inspecciones a Granjas Carroll e incluso se le ha otorgado una multa y, además, anunció que la granja en Totalco sería clausurada de forma parcial y temporal. El plazo para corregir las malas prácticas, según el órgano ambiental, vence en septiembre. Para el activista Romero Camacho, no pasa de una simulación. “La granja sigue funcionando”, sostiene.
La Cuenca Libres-Oriental alberga una riqueza hídrica extraordinaria, como describen por lo menos 20 organizaciones que declararon apoyo al Movimiento en Defensa del Agua de la Cuenca Libres–Oriental. Además de las granjas, dicha región rica en agua ha sufrido, durante las últimas décadas, el asentamiento de numerosos proyectos industriales y extractivistas que, junto a los agronegocios, “han provocado y exacerbado el acaparamiento, la contaminación y el despojo del agua, afectando a miles de campesinos, ciudadanos y comunidades de la cuenca”, sostienen en un comunicado.
De acuerdo con Cirio Ruiz González, miembro del Consejo Regional del Café de Coatepec, organización que apoya los campesinos en su lucha contra las granjas y por el agua, el problema empezó en la región a partir del proceso de privatización de la tierra. En 1992, el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari cambió el Artículo 27 Constitucional, el cual pasó a permitir la privatización de los ejidos. “Nosotros fuimos contra”, dijo, “a partir de ahí se ha dado manga ancha a los empresarios en el país para que hagan y deshagan. Y Veracruz es un ejemplo de eso”.
Debido a su grave contaminación y devastación, la Cuenca Libres-Oriental fue declarada, en 2019, por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) como un infierno ambiental. En 2021, el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt) la declaró como una Región de Emergencia Sanitaria y Ambiental. “Pese a lo anterior, persiste el actuar impune de ciertas industrias, la criminalización de los defensores del territorio y la criminal omisión de las dependencias oficiales”, sostienen las organizaciones.
Persecución
Las organizaciones también denunciaron que después del 20 de junio se ha intensificado, en diversos frentes, una campaña de persecución, desprestigio y criminalización contra los defensores del agua y el territorio de la Cuenca Libres-Oriental. “Tal como las recientes declaraciones del presidente municipal de Perote, quien ha tratado de dividir y confrontar a los habitantes y defensores de la cuenca, responsabilizando de los hechos a integrantes del movimiento”, sostienen.
En una entrevista para Avispa Mídia, el integrante del Movimiento en Defensa del Agua de la Cuenca Libres–Oriental, Renato Romero Camacho, quien ha recibido amenazas contra su vida, detalla los procesos de esta lucha, que no es de hoy. Lleva alrededor de 20 años. A continuación, reproducimos fragmentos de una larga entrevista.
Avispa Mídia (AM): Descríbanos la región de la Cuenca Libres–Oriental donde están asentadas las granjas de cerdos.
Renato Romero Camacho (RRC): Nuestra región es netamente agrícola, y ésta es nuestra lucha. Nuestra región es de vocación agrícola. Sembramos cebada, haba, la calabaza, trigo, fundamentalmente el maíz, entre otros. Son tierras productivas.
AM: ¿Cuál es el problema de contaminación?
RRC: Granjas Carroll llegó en 1993, desde entonces se ha expandido. Actualmente ha instalado mas de 100 corrales, que se dividen en módulos de cuatro naves. Cada módulo tiene sus pozos, sus fosas que no son debidamente cuidadas. Esta contaminación pasa al suelo. Hay desbordamiento. Las fosas cuando se llenan, tienen que vaciarlas con vehículos que esparcen la porquería sobre terrenos que ha comprado o en tierras de los vecinos. El aire apesta a kilómetros de cada corral, de cada instalación.
AM: ¿La resistencia contra la contaminación es antigua?
RRC: Sí, Granjas Carroll se ha extendido, no sin enfrentarse con resistencia de los pueblos que, desde el principio, sintieron las consecuencias de la contaminación. Y hay una historia de resistencias. La mas relevante, porque hay muchas otras pequeñas, comenzó a fines de 2006. Los pueblos de la región de Perote, estado de Veracruz, Tepeyahualcoy Guadalupe Victoria, del estado de Puebla, y otros municipios vecinos, se levantaron protestando contra Granjas Carroll. En estos años 2006-2007, tomaron carreteras, exigían que ya no se expandiera. Solamente se pedía que no se pusiera más corrales porque la contaminación del aire y del suelo ya era grave.
Y esta resistencia fue aplastada con represión. Granjas Carroll contrademandó a los manifestantes. El gobierno de Veracruz metió a la cárcel alrededor de siete campesinos. Pero no fue todo, secuestraron a uno de los dirigentes principales de las protestas, a Don Guadalupe Serrano, y lo torturaron, destruyeron el negocio de su familia. A un hijo de Don Guadalupe lo levantaron y lo desaparecieron. Es un crimen que todavía no se aclara.
Otro momento importante, fue cuando surgió la influenza porcina, en 2009, un virus que escandalizó a nivel internacional. Aquí en la región enfermó a muchos vecinos, pero los gobiernos de Veracruz y Puebla echaron tierra al brote de este virus peligroso. Empezaron a difundir que el virus no era originario de los puercos, que surgió de manera natural. Silenciaron a las protestas. La empresa acusó de calumnia a los vecinos. Las granjas son una fuente de contaminación y de posibles virus peligrosos y mortales para los pueblos.
En 2015, quisieron introducir sus instalaciones de corrales en el ejido de Guadalupe Victoria, en el municipio de Cuyoaco, Puebla, aledaño al municipio de Coatepec. En el mismo año, en Coatepec habíamos hecho un movimiento y corremos a la empresa Coca-Cola que querría instalarse ahí. En estos entonces entre Coatepec y los ejidatarios de Guadalupe Victoria fuimos a impedir que se instalara Granjas Carroll en una parcela que había comprado ahí en Guadalupe Victoria. Y los corrimos. También hace unos tres o cuatro años a Granjas Carroll no se le permitió instalar en el municipio de Libres.
Pero Granjas Carroll se ha podido meter en otros municipios porque compran la tierra, intimidan a los ejidatarios, compran a las autoridades ejidales.
Y ahora, esta última, donde asesinaron a los jóvenes, para exigir una vez más que Granjas Carroll se largue de nuestras tierras. Se inició en Totalco, el 23 de mayo, haciendo un plantón en frente de la empresa, sin invadir su propiedad. Un plantón pacífico. Todas sus instalaciones no las queremos porque llevan décadas contaminando y, lo más grave, saqueando el agua de los campesinos.
AM: ¿El agua es el punto central de su lucha?
RRC: El Movimiento en Defensa del Agua de la Cuenca Libres–Oriental lleva años defendiendo el agua. El conflicto es por el agua. La disputa de los campesinos de toda la cuenca es contra las empresas, principalmente, extranjeras, no solo Granjas Carroll, que tienen acaparada toda el agua del subsuelo, junto con los terratenientes de la agroindustria que siembran hortalizas y las exportan, que cultivan fresas, berries en invernaderos y las exportan.
En 2006, por ejemplo, el rancho La Concepción lo vino a rentar Vicente Fox, ex presidente de México, sembró brócolis en este rancho. El granizo le destrozaba su planta. Trajo unos cañones que lanzaban unas bombas que alcanzaban unos 800 metros de altura. Y las nubes se desvanecían. Lo hacía frente a nuestros ojos. Los campesinos se levantaron, tomaron las carreteras, exigiendo que ya no usara esta tecnología. No había una ley que lo prohibía. Se hizo un acuerdo en el cuál se comprometió a no hacerlo más. Pero nunca lo respetó.
Para 2015, estos grandes ranchos ya tienen sus pozos para riego. Agua para miles y miles de hectáreas. Mientras, los campesinos tienen la lluvia para sembrar. Sin embargo, en 2020, empieza a acentuar la sequía. No ha llovido de enero a junio de 2024, por ejemplo. Los ranchos logran autorización de Conagua para abrir sus pozos para riego, mientras que para los campesinos se la niega. Los ranchos tienen cultivos verdes, frondosos, papas floreando, zanahorias por arrancar, trigos y cebada espigando, brócolis por levantar, agua día y noche. Los ejidos, las parcelas de los campesinos están secos. Los ranchos no necesitan de la lluvia, la inhiben, la desbaratan, la impiden con sus tecnologías que ahora no son solamente las bombas lanzadas por cañones, utilizan otras tecnologías como drones, avionetas. Ellos niegan que las utilizan, pero sí sabemos que las utilizan. Todo eso genera conflictos.
Los campesinos hicieron movilizaciones y lograron que se aprobara una ley impidiendo el uso de estas tecnologías, pero no la respetan.
Además, es un corredor industrial, desde Puebla hasta Perote. Incluso ya van por el tercer parque fotovoltaico, que sabemos traen más sequía, mata la fauna. Y se vienen a poner en tierras agrícolas, y los presidentes municipales les dan los permisos de cambio de uso de suelo. Cobran millones para los permisos. Estamos condenados, los campesinos, a desaparecer.
La resistencia va a continuar, el movimiento va a continuar porque las casusas son profundas, son estructurales. Tienen acaparada el agua y los campesinos necesitan vivir, el agua es vida.
AM: ¿Qué esperan de las investigaciones anunciadas por el estado de Veracruz sobre los asesinatos?
RRC: Estamos desamparados. Todas las instituciones son del Estado, y es el Estado quien nos ha reprimido. ¿Usted cree que vamos a confiar en las instancias judiciales, en las procuradurías judiciales de los gobiernos de Veracruz y de Puebla? Son ellos que nos mandaron a matar. Antes de que arremetieran a balazos, el 20 de junio, estaba ahí la fiscalía de Veracruz. La acción estuvo coordinada por los dos gobiernos, de Puebla y de Veracruz. Los dos son responsables por este crimen. Y sus comisiones de derechos humanos estatales locales son una burocracia inútil. Hay perseguidos que están escondidos, no podemos confiar en estas instancias, por el contrario, tenemos que protegernos del Estado. Y el gobierno federal, “¿qué ha hecho?”, guarda silencio, nos da la espalda. Vamos a hacer nuestras denuncias en organismos internacionales. Ya empezamos a hacer en la Organización de las Naciones Unidos. A ver si hace algo. Necesitamos justicia.