Foto por PCO
Río de Janeiro se convirtió este fin de semana en el epicentro de un tumulto de manifestaciones que, bajo una lluvia torrencial, irrumpió en las calles antes de que comenzará la cumbre del G20, que se lleva a cabo del 17 al 18 de noviembre en este país sudamericano. En la emblemática playa de Copacabana, miles de personas se agruparon desde el sábado (16) como una muestra de solidaridad con el pueblo palestino, exigiendo de manera tajante poner un fin al genocidio en Gaza perpetrado por Israel y pidiendo al presidente Luiz Inácio Lula da Silva que rompa relaciones con este país.
Bajo la consigna "Palestina libre, desde el río hasta el mar", los activistas remarcaron que estas exigencias han escalado a nivel global. Entre las pancartas que se ondeaban al tenor de la lluvia una decía "Lula rompe con Israel, contra el genocidio”. En las protestas figuran personas de diversos países de América Latina, bajo la misma consigna.
Hasta el momento el bombardeo masivo sobre Gaza ha dejado un saldo de más de 48 mil muertos y una crisis alimentaria sin precedentes, según las autoridades palestinas. Por ello, este mismo 15 de noviembre se llevó a cabo, antes de las protestas, un Tribunal Popular de los Pueblos que condenó enérgicamente al Estado de Israel por los crímenes que ha cometido sobre el pueblo palestino.
Diversas organizaciones coincidieron en sus denuncias, puntualizando que diversos líderes que se están reuniendo en Río de Janeiro para la cumbre del G20 son “los mayores financiadores del genocidio en Palestina - financieros, económicos, pero también políticos”, señaló Cássia Bechara, del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), quien participó en este Tribunal y en las protestas.
La manifestante Bechara agrega que “Palestina hoy simboliza la lucha de todos los pueblos oprimidos del mundo, que han sido colonizados a lo largo de la historia del sistema colonial capitalista”.
Es así que el veredicto de este Tribunal, que reunió a juristas, abogados y activistas en un espacio llamado Fundição Progresso, para juzgar los crímenes del capitalismo, sentenció que las pruebas presentadas en este evento “revelan que el pueblo de Palestina, en particular Gaza, está sometido al colonialismo desde hace 76 años y sufre un genocidio desde hace 409 días, practicado abiertamente por el Estado de Israel con la complicidad de Estados Unidos, Alemania y otros países europeos y occidentales", sostuvo la jueza Simone Dalila Nacif, de la Asociación Brasileña de Juristas por la Democracia (ABJD), que presidió la sesión.
“La inhumanidad que estamos viendo en Gaza ha superado nuestra imaginación. Convertir hospitales en cámaras de tortura, bombardear e incendiar refugios donde la gente debería buscar seguridad, instalaciones de la ONU, escuelas, es algo increíble", dijo Rula Shadeed, abogada palestina, quien participó en este Tribunal.
El G20 y los contrastes
La cumbre del G20 se lleva a cabo entre el 17 y 18 de noviembre y reúne a los líderes de las 20 principales economías del mundo para dirimir diversos temas, resaltando los efectos y soluciones al llamado cambio climático, la lucha contra la pobreza y las reformas a las instituciones internacionales. No obstante, para las manifestantes en las calles de Río, esta cumbre evade los problemas reales que afectan a los pueblos más vulnerables, "estamos aquí para hacer notar ese contraste a la cumbre del G20, ya que los verdaderos afectados están en el olvido", expresó Tania Arantes para el medio local Brasil de Fato.
Los países del G20 representan el 85% de la economía mundial y esto los hace responsables “del 76% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en el mundo”, según el propio sitio oficial del evento.
Los diálogos no van más allá de poner solo cifras financieras para atender esta crisis y carecen de falta de propuestas. "Es urgente enfrentar con determinación la crisis climática. Este enfrentamiento no tendrá éxito sin la compensación financiera de los países ricos que, a lo largo de la historia, han devastado el medio ambiente en nombre del progreso a cualquier costo", defiende el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
Solo Brasil, en agosto de 2024, registró un alarmante aumento de incendios, especialmente en Mato Grosso, Pará, Amazonas y São Paulo, agravado por una prolongada sequía. Esta región es característica por un alto índice de deforestación para dar paso a la agricultura industrial y a la ganadería. “La falta de lluvias y las temperaturas por encima de lo normal crearon condiciones ideales para la propagación del fuego, lo que impactó gravemente los ecosistemas”, denuncia el país sudamericano en la plataforma del G20.En medio de estos diálogos, los manifestantes en Río no solo exigieron justicia para Palestina, sino también un abordaje serio frente a la crisis climática y sobre las verdaderas causas que las originan. Es así que las voces en las calles resonaron por un alto al genocidio del pueblo de Palestina hasta las exigencias de las periferias de Río de Janeiro y los problemas de la crisis climática en América Latina.