Más de seis mil indígenas, procedentes de pueblos originarios de todo Brasil, marcharon durante la mañana de este martes (8) por las avenidas de la capital, Brasilia, en la movilización indígena más grande del país para exigir respeto frente al ataque contra los derechos a sus tierras tradicionales, previamente garantizados en la Constitución, y que ahora se encuentran violentados por la aprobación de la Ley 14.701, que establece la tesis jurídica del Marco Temporal.
La polémica normativa bloquea la demarcación de tierras indígenas (proceso legal requerido por el Estado de Brasil para reconocer los límites de los territorios tradicionalmente ocupados por pueblos indígenas), pues coloca un nuevo candado mediante el cual, para reconocer legalmente a los territorios indígenas, las comunidades deberían de estar viviendo en ellas para la fecha del 5 de octubre del año 1988, momento de la promulgación de la Constitución brasileña de la época post dictadura.
En el camino al Congreso Nacional, los pueblos reclamaron por avances en las demarcaciones de tierras. También denunciaron las agresiones de sectores de gran poder político y económico, como el agronegocio, la industria minera y empresas energéticas quienes, al codiciar los territorios de las comunidades, promueven cambios en la Constitución para bloquear el reconocimiento de las tierras indígenas. Además, se escucharon reivindicaciones para garantizar la educación, salud, derechos de las mujeres y el respeto a la cultura ancestral de los pueblos.
Con la participación de infancias, jóvenes, adultos y ancianos, bajo el lema “En defensa de la Constitución y de la vida”, desde temprano las delegaciones de pueblos indígenas concentradas en el Acampamento Terra Livre (ATL) prepararon las pinturas corporales, lanzas, arcos y flechas, marakás y tambores que acompañaron los cantos y danzas mediante los cuales se hicieron presentes en la ciudad capital, donde se concentran las sedes de los poderes federales.
Fue a pocos metros de distancia del Congreso Nacional de Brasil donde una cerca policial impidió el avance de la movilización indígena. Mientras que una delegación se encaminó hacia el recinto para participar de una sesión solemne con diputados, indígenas tomaron el micrófono para resaltar las problemáticas que enfrentan en las diversas geografías del país sudamericano.
Así, desde la explanada de los ministerios retumbaron los reclamos por el respeto y demarcación de las tierras indígenas, en medio de un contexto donde la violencia se extiende por todo el territorio nacional. Por mencionar algunos llamados de alerta, se difundió la criminalización y ataques contra los pueblos Pataxó y Tupinambá del sur de Bahía, así como los asesinatos contra el pueblo Avá Guarani al oeste de Paraná y Guaraní Kaiowá el sur de Mato Grosso del Sur, todos, lugares donde se registra violencia reiterada contra recuperaciones de tierras de los pueblos indígenas.
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“Pedimos la devolución de nuestras tierras porque no es invasión, es devolución”, reclamó una lideresa Guarani Kaiowá de la recuperación de tierras Pakurity, localizada a 18 kilómetos de Dourados, en Mato Grosso del Sur. Recalcó que viven los ataques de milícias tras las retomadas que realiza su pueblo luego de esperar, sin respuesta, por más de 30 años por el reconocimiento del Estado brasileño a sus territorios ancestrales.
Por parte del Pueblo Xavante, del estado de Mato Grosso, también se hizo mención sobre el avance del agronegocio, principal promovente de los ataques contra las reocupaciones indígenas en la región.
Desde la región Amazónica brasileña, un cacique del pueblo Gavião, en el estado de Rondonia, sostuvo que aún despúes de cinco siglos de violencia, el parlamento brasileño continúa con las agresiones contra los pueblos indígenas. “Las conquistas que hemos alcanzado hoy se encuentran amenazadas, la Constitución, donde el artículo 231 garantiza el derecho constitucional, el derecho original de los pueblos indígenas, se encuentra amenazado en este momento”, reiteró al exigir la derogación de la ley que establece el Marco Temporal.
“Nosotros no estamos aquí para pedir favor, nosotros ya tenemos nuestros derechos. Lo que los parlamentarios tienen que hacer es cumplir con sus obligaciones, reconocer el derecho originario de los pueblos. Por eso es que estamos aquí en la capital, en la mayor asamblea de los pueblos indígenas de Brasil para poder decir ¡Basta! ¡Alto a la violencia contra los pueblos indígenas!”, exclamó un cacique del pueblo Pataxó, en el estado de Bahía.
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ATL contra el Marco Temporal
Una de las consignas reiteradas durante la movilización fue la exigencia para derogar la Ley 14.701, promovida principalmente por los llamados “ruralistas”, empresarios de la agroindustria con representación en el Congreso.
Tras diversas maniobras políticas del Congreso en 2023 y, pese al veto presidencial que fue retirado por dicho órgano en 2024, el futuro de la Ley 14.701 aún se encuentra en suspenso. Mientras, el Supremo Tribunal Federal (STF), a través de uno de los ministros, Gilmar Mendes, encauzó una “mesa de diálogo” para llegar a un acuerdo con los movimientos indígenas, quienes han rechazado rotundamente el que sus derechos estén en negociación.
La Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (Apib), organizadora del Acampamento Terra Livre, desistió de participar desde agosto del 2024, debido a que, denuncian, es una conciliación forzada impulsada por intereses privados. Esto, sostienen, se ha confirmado luego de que durante los trabajos de la mesa, en los anteproyectos presentados por los ministros se han colocado temas perjudiciales para las comunidades, tales como el de permitir la minería en tierras indígenas, las actividades turísticas o de complejizar aún mas los trámites para las demarcaciones a cambio de derogar la Ley del Marco Temporal.
Previo a la última reunión, el pasado miércoles (2), la Apib criticó que la mesa procedió sin un objetivo claro y sin la participación del movimiento indígena. “Los numerosos recursos y pedidos realizados por la APIB, como la medida cautelar de suspensión de la Ley Nº 14.701/2023, no han sido respondidos. Incluso, después de la salida de los representantes indígenas, el proceso continuó, violando el principio de voluntariedad garantizado por el Código de Procedimiento Civil, la Ley de Mediación y el Convenio 169 de la OIT”, sostiene el documento. “Así, el proceso resultó ilegítimo, afrentando la autodeterminación de los pueblos indígenas”, denuncia.
Una de las principales preocupaciones es que la mesa está proponiendo la realización de pagos de indemnización a los supuestos dueños que cuentan con títulos de propiedad. Sin embargo, el artículo 231 de la Constitución brasileña prohíbe indemnizar a quien detente un documento de propiedad que se sobreponga a tierras indígenas. Además, existe una práctica conocida como grilhagem mediante la cual latifundistas y hacendados han falsificado dichos documentos para legalizar los territorios indígenas como propiedad privada.
“Nosotros vamos a continuar firmes, fuertes y de pie. Si nos quieren matar, van a tener que matarnos guerreando, porque nuestro territorios es sagrado”, sostuvo Alberto Terena, Coordinador ejecutivo de la Apib e intergante del Consejo del Pueblo Terena de Mato Grosso del Sur donde, por décadas, las reocupaciones de tierras indígenas han sido combatidas con violencia por los hacendados, ganaderos y empresarios de la región.
La declaración de Alberto Terena fue una de las más contundentes durante las primeras horas del Acampamento Terra Livre durante una conferencia de prensa realizada la mañana del lunes (7), al inicio de las actividades políticas y culturales. “Queremos que nuestro pueblo tenga paz y que nuestro territorio sea libre de toda mortandad que el agronegocio viene trayendo”, complementó el indígena Terena.
Cabe recordar que durante el gobierno actual de Lula da Silva del PT, apenas se han homologado 13 nuevos territorios, cifra que contrasta con los 542 registros de reivindicaciones de tierras indígenas que aguardan en las oficinas de la Fundación Nacional de los Pueblos Indígenas (Funai), una de las intituciones involucradas en el proceso de reconocimiento legal de estas tierras.
¡Nuestro Futuro no está en venta!
Las movilizaciones del ATL 2025, que se realizan del 7 al 11 de abril en la capital Brasilia, son coordinadas por la Apib y sus siete organizaciones de base regionales: Aty Guasu (región Centro-Oeste), Apoinme (Noreste y Este), ArpinSudeste (Sureste), ArpinSul (Sur), Coica (Coordinación de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica), Coiab (Amazonía Brasileña) y Terena (pueblo Terena, con presencia en Mato Grosso do Sul).
La Apib se creó con el objetivo de fortalecer la unión de los pueblos indígenas de Brasil mediante la articulación de diferentes organizaciones y redes que históricamente se movilizan contra las amenazas y ataques a los derechos indígenas.
“Nosotros, los pueblos indígenas, seguimos luchando por el respeto a la Constitución. Esto implica garantizar y hacer efectivos nuestros derechos, respetar las instituciones y escuchar al movimiento indígena. Solo así podremos fortalecer verdaderamente la democracia brasileña”, compartió Dinamam Tuxá del pueblo Tuxá y coordinador ejecutivo de la APIB.
Mientras los pueblos se movilizan, la Apib y organizaciones de base han exigido audiencias con los 11 ministros del STF. Sólo tres han aceptado reunirse con representantes de las comunidades indígenas.
