En un comunicado con fecha del 31 de Enero de este año 2018, el Congreso Nacional Indígena (CNI), por medio de su portavoz, María de Jesús Patricio Martínez, Marichuy, condenaron el ataque militar y los bombardeos realizados por el ejército Turco contra la ciudad de Afrin, principalmente contra el campo de refugiados sirios de Rubar y en contra de los centros de población del Cantón de Rojova, en el Norte de Siria.
Afrin es una ciudad y un distrito correspondiente a la Gobernación de Alepo, en Siria. Se encuentra al sur de la Media Luna Fértil que ha sido considerada la madre de la civilización. Situado en el oeste de Rojava, consta de 202,775 hectáreas de tierras ricas en recursos naturales. Efrîn tiene siete distritos, incluyendo Şêrawa, Cindirêsê, Mabeta, Reco, Bilbil, Şiyê û Şera.
El sábado 20 de Enero el ejército de Turquía llevó acabo un ataque aéreo sobre la ciudad de Afrin con la aprobación de Rusia. Los ataques fueron realizados por 72 aviones de combate que tuvieron como objetivo los distritos del centro de Afrin, Cindirêsê, Reco, Shera, Shêrawa y Mabeta y el campo de refugiados Rubar. En el campo Rubar viven más de 20000 refugiados de Siria.
“Hermanas y hermanos, respetuosamente compartimos el dolor por el sufrimiento ante los miles de muertos y el desplazamiento de millones de personas, entre ell@s centenares de niños y niñas, provocado por esta guerra capitalista que no tiene fronteras ni límites”,
EXTERNA EL COMUNICADO DEL CNI DIRIGIDO HACIA EL PUEBLO KURDO Y HACIA LOS PUEBLOS DEL MUNDO.
El posicionamiento del CNI es lanzado en conjunto con el Concejo Nacional Indígena (CIG), quien actualmente esta recorriendo el país de México para recoger los dolores de los pueblos indígenas y para llamar a la organización y hacer frente a los atropellos del sistema capitalista. La denuncia hacia estos ataques tienen por objetivo dice el comunicado, “acabar con este digno pueblo y concretar la ocupación capitalista, que al igual que en todos los rincones del país se viste de odio racial, capitalista y patriarcal. Por lo que rechazamos La violencia y la masacre de los pueblos para concretar sus ambiciones”.
Con la declaración de la Administración Democrática de Rojava el 19 de Julio de 2012, se estableció un nuevo sistema basado en la democracia directa, la igualdad de género, el pluralismo y el secularismo. Tanto el kurdo como el árabe fueron declarados como idioma oficial, y el sistema educativo se diseñó según el paradigma de la nación democrática. La gente de Rojava también creó su propio sistema de defensa institucionalizado en YPG (Unidades de Defensa Popular), YPJ (Fuerza de Defensa Femenina), Asayîş (fuerza de seguridad), el Deber de Autodefensa y la Fuerza de Defensa Comunitaria. Financiado por la gente, este sistema está diseñado para defenderlos en caso de ataque. Como resultado de la protección brindada por estas fuerzas, Efrîn se convirtió en el lugar más seguro de toda Siria atrayendo a cientos de miles de refugiados.
Este proceso es saludo por los indígenas integrantes del CNI, el Concejo Indígena de Gobierno, a través de su vocera Marcichuy, diciendo, “saludamos su la lucha que se construye con dignidad por sus jóvenes, mujeres y hombres para liberar su territorio y su pueblo con decisiones tomadas por todas y todos, con la formación de nuevas formas autónomas y rebeldes”.
Durante los últimos 7 años la guerra en Siria, desatada por la coalición internacional liderada por Estados Unidos, que lucha contra el autodenominado Estado Islámico, ha provocado la muerte de cientos de miles de personas y millones de desplazados. Por esa razón, el CNI hace un llamado “ a los pueblos del mundo para hacer lo que nos toca desde los rincones en los que nos encontramos, y así construir desde abajo el fin al odio y al genocidio contra el pueblo kurdo”.