Biólog@s de Oaxaca exigen justicia para Eugui

El pasado viernes (7) se realizó una manifestación pacífica en la ciudad de Oaxaca para exigir justicia por el asesinato del defensor ambiental, estudiante de biología y herpetólogo, Eugui Roy Martinez Pérez, a un año de su homicidio. Dicha protesta formó parte de las actividades conmemorativas Un año sin Eugui, las cuales iniciaron el pasado miércoles (5) con un conversatorio transmitido en vivo a través de la página Justicia para Eugui Roy.

En la movilización participaron 55 personas, entre amigxs, compañerxs, profesoras y estudiantes del Instituto Tecnológico del Valle de Oaxaca, institución donde Roy cursaba sus estudios. Unidxs en una media luna alrededor de una de las fuentes del zócalo, las y los presentes convocadxs (en su mayoría estudiantes de biología), iniciaron un mitin para conmemorar el primer aniversario luctuoso de su cobarde asesinato.

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Eugui Roy era originario de San Agustín Loxicha, Oaxaca. Este municipio, perteneciente al distrito de Miahuatlán en la región Sierra Sur del estado, es reconocido por la presencia de tala clandestina, caza furtiva y conflictos territoriales. Roy era un joven de 21 años quien, aunque no defendía una causa ambiental específica, realizaba actividades de cuidado, preservación y defensa del medio ambiente, además de promover la educación ambiental entre niñas, niños y adolescentes.

El día jueves 7 de mayo del 2020 por la mañana asesinaron a Eugui en un ataque armado. Roy recibió cinco detonaciones de arma de fuego en el rancho Magnolia, propiedad de su familia en la zona cafetalera “Tierra Blanca” de San Agustín Loxicha, donde el joven había decidido pasar la cuarentena para bichear, es decir, recolectar insectos y estudiar/cuidar a un par de venados. Al día de hoy se desconoce a los responsables de su asesinato y si su labor como biólogo detono el atentado en su contra.

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Durante el mitin hablaron diez personas: seis mujeres y cuatro hombres. Su amiga Sandra, integrante de Biologgers Divulgacion de las Ciencias, recordó la primera vez que habló con él y como la inspiró a dedicarse a estudiar una de las líneas similares a las que se dedicaba Eugui. También recordó que él estaba siempre abierto al diálogo y a explicar cualquier tema porque era un estudiante destacado pues desde pequeño se sorprendía con cualquier animal que veía y cómo a través de su experiencia en el Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE) se interesó por la educación ambiental.

Erika comentó que, aunque no lo conoció en persona, sí lo conoció a través del trabajo que realizaba y su legado. Yahir le dedico unas palabras y también hablo del programa de la 4T Sembrando Vida. Josué narró cómo la mañana del 7 de mayo del año pasado, se inundó de mensajes el grupo de whatsapp de su salón de clase con comentarios alusivos a la muerte de Eugui y cómo era un chico tan risueño. Además, enalteció su memoria recordándolo como amigo, hijo, comunero, hermano, sobrino y tío, por lo cual pidió a lxs presentes que alzaran sus pancartas y gritaran ¡Justicia para Eugui!

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Nadia enarboló un discurso relacionado con la explotación de la naturaleza, justificada con el ecoturismo e hizo hincapié en que Roy solo tenía 21 años para colectivizar la indignación. Eduardo lo recordó como un gran amigo y cómo está lleno de rabia e impotencia contra las o los culpables y contra la Fiscalía del estado de Oaxaca. Mayra, quien se sintió convocada por la manifestación aún sin conocerlo en persona, pero si a través de su historia, se sintió identificada con su lucha y con las resistencias contra megaproyectos en el país. Saúl no solo habló del cobarde asesinato de Eugui sino también de otrxs ambientalistas asesinadxs en México, tales como: Homero Gómez, Samir Flores, el Tío Bad, Nora López, José Luis Álvarez Flores y un largo y lamentable etcétera. También recordó a lxs presentes que, aunque en Oaxaca se alcen banderas de lucha de todo tipo, si se pierde la lucha ambiental se pierden todas las demás. Compartieron la misma idea Verónica y Carolina, quienes además invitaron a lxs transeúntes a voltear al mitin e indignarse por la muerte de su amigo. El micrófono abierto concluyó a las 11:30 de la mañana.

Eugui estudiaba reptiles endémicos del estado de Oaxaca y divulgaba información sobre la conservación de los bosques. Trabajó en el Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional Unidad Oaxaca (CiiDiR) del Instituto Politécnico Nacional (sede Oaxaca), donde participó en el taller de bioconstrucción y colaboró voluntariamente en el laboratorio de Ecología de anfibios brindando apoyo a herpetólogos en el trabajo de campo Comunidad mexicana de fotógrafos de naturaleza.

Por cuestiones de seguridad, lxs manifestantes acordaron no trasladarse a la Casa Oficial del Gobierno como habían planeado inicialmente. En su lugar, para continuar con la manifestación se dirigieron hacia la plazuela del Templo de Santo Domingo de Guzmán, subiendo por el andador turístico. Con la canción de fondo de Mercedes Sosa: Me gustan los estudiantes, avanzaron una cuadra bajo la mirada de lxs paseantes y policías. Alzaban sus pancartas y gritaban consignas tales como: “Señor, Señora, no sea indiferente se matan defensores en la cara de la gente” y “Ahora, ahora, se hace indispensable...presentación con vida y castigo a los culpables”.

Lxs manifestantes se organizaron también para pegar carteles con la foto de su amigo y se detuvieron cerca de la esquina de Av. Independencia con la calle de Alcalá, justo frente al edificio de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, para pegar una foto gigante de Eugui. En aquel momento, una motocicleta con dos elementos policiales intimidó a lxs participantes, pero por lo visible que era la manifestación y el paso obligado de mucha gente, la motocicleta se siguió de largo. En la esquina de la calle Morelos también los observaban tres elementos, estos vestidos de civil. Mientras una comisión pegaba la foto, el resto de manifestantes gritaba:

¿Qué somos?

Biólogos

¿y qué estudiamos?

La vida

Entonces, ¿Por qué nos asesinan?

mientras la gente miraba atónita y algunos se detenían para preguntar de qué trataba esa manifestación.

Al terminar de pegar la megafoto como memorial, lxs manifestantes siguieron su camino alzando la voz con los gritos: “¡Eugui vive, la lucha sigue!” mientras recorrían las dos cuadras y media que les faltaban para llegar a su destino y así dirigirse a la explanada del Templo de Santo Domingo de Guzmán. Aunque el contingente era pequeño, lxs futurxs biólogxs nunca se cansaron de exigir que se investigue con toda diligencia, legalidad e imparcialidad, el asesinato de Eugui. Finalmente, a la 1:04 p. m. terminaron la manifestación acuerpándose, dándose aplausos y pegando sus pancartas en las paredes aledañas a los framboyanes de Santo Domingo.

*Se cambiaron los nombres de las y los manifestantes para proteger su identidad