Desde muy tempranas horas de la mañana hasta que entra la noche, miembros del pueblo Wixárika avanzan a pie desde sus tierras ancestrales, establecidas entre los estados de Guadalajara y Nayarit, hasta llegar al Palacio Nacional, Ciudad de México; un total de 900 kilómetros.
Su objetivo es caminar hasta Ciudad de México, para que les sea atendida la exigencia de la restitución de sus tierras. Hasta el momento han avanzado 580 km en 22 días.
El mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, no le ha dedicado ni un minuto al tema en sus conferencias matutinas. Por otra parte, se ha dejado ver el oportunismo político, como la aparición improvisada del gobernador de Jalisco, quien provocó una escena de solidaridad al doceavo día de que la caravana inició.
En conferencia de prensa, realizada este lunes (16), los integrantes de la caravana se deslindaron de pertenecer a cualquier partido político, así como de ser financiados por alguna instancia.
“No hay nadie detrás de nosotros como pueblo Wixárika”, señaló el indígena Oscar Hernández Hernández, quien es comisariado de bienes comunales de la comunidad Wixárika. “Ni un partido político nos ha estado financiando. Muchos de los funcionarios que no les caemos bien como pueblos originarios seguramente están pensado de que alguien está detrás de nosotros”.
Con una mezcla de rabia y cierta calma, Ubaldo Valdez Castañeda, comisionado agrario de la comunidad Wixárika de San Sebastián Teponahuaxtlan y Tuxpan de los municipios de Mezquitic y Bolaños, en Guadalajara, Jalisco, expresa, “están cansados nuestros pies, pero estamos más cansados de esperar la justicia, para que se nos restituyan nuestras tierras, eso sí es un verdadero cansancio”.
El pueblo Wixárika es uno de los pueblos más grandes de México, con un territorio de más de 240 mil hectáreas, donde siembran sus alimentos y reproducen su cotidianidad pero, sobre todo, donde realizan sus ceremonias ancestrales “con la tierra y el universo”, como lo describe el indígena Valdez.
Tierras
Desde 15 años atrás, han emprendido una disputa jurídica por el despojo de más de 11 mil hectáreas de tierras, ocupadas, principalmente, por ganaderos de la región.
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Son 81 ganaderos que, en la zona de Huajimic, municipio de La Yesca, en el estado de Nayarit, tienen en sus manos 10448 hectáreas. Otras 800 hectáreas han sido invadidas en Puente de Camotlán, del mismo municipio.
Según el abogado de la comunidad, Carlos Gonzales, en el primer caso, “hasta el día de hoy, la comunidad ha logrado que se ejecuten 4 expedientes por 290 hectáreas, lo cual es aproximadamente el 2%, una superficie insignificante”, dijo.
El abogado agrario destaca que se está efectuando una violación grave de derechos humanos sobre diversos convenios y tratados internacionales, al no resolverles el problema del despojo de esta tierra a este pueblo. Tan solo en Wajimik “en total estamos hablando de 54 juicios”, asevera Gonzales.
Este pueblo originario es reconocido por conservar fuertemente su lengua y sus tradiciones. Con esta caravana a pie, hombres, mujeres y niños que la componen, buscan ser atendidos por el presidente López Obrador, “para que dialoguemos y platiquemos y nos comente cuál va a ser el mecanismo o cómo va proceder para que se nos restituyan las tierras que nos han invadido y que hemos ganado en los tribunales agrarios”, sostiene el comisariado de bienes comunales de la comunidad Wixárika.
Silencio
A unos cuantos días para arribar a Palacio Nacional, hasta el momento, la respuesta por parte del mandatario mexicano ha sido el absoluto silencio. “López Obrador no se ha pronunciado al respecto y, con esto, vuelvo a reafirmar que en México los pueblos indígenas somos los invisibles, los sin voz, los sin derechos. Solo en el discurso está el ‘primero los pobres, primero los pueblos originarios’”, ha señalado Sitlali Chino Carrillo, presidenta de la Concertación Agraria de la comunidad.
La presidenta argumenta que la lucha y resistencia por sus tierras comprende más de 60 años. Por ello, sostiene Chino, “venimos caminando como manifiesto para que se nos atienda”, ya que “en México, es el mismo Estado que nos despoja de nuestras tierras, de nuestra identidad, también de nuestra lengua. Y sino es así, que se nos demuestre con hechos, que se nos atienda el conflicto agrario”.
Esta caravana empezó el 25 de abril y se planeó durante todo un año en sus asambleas, “por la falta de interés por parte del gobierno para restituir las tierras”, agrega el comisionado Valdez.
Tras el silencio del presidente de México, existe una preocupación latente por parte de los integrantes de la caravana. No obstante, han anunciado que no regresarán a sus comunidades de origen hasta que se les restituyan sus tierras.
López Obrador, desde que asumió el poder, ha usado despectivamente ciertos conceptos, principalmente, contra pueblos originarios que defienden sus territorios. Por ello, el pueblo Wixárica ha puntualizado, “no somos conservadores, no somos liberales, no somos demócratas, no somos de derecha, nos somos de izquierda. Somos pueblos originarios del norte de Jalisco, que lucha, para seguir seduciendo a las deidades de nuestro universo y, sobre todo, a la madre tierra”.
Los miembros de esta caravana esperan también visitar la Cámara de Diputados, como un derecho al ser mexicanos, donde también se sumarán más pueblos originarios, su objetivo es dar un mensaje al país sobre la situación que viven como pueblos.
“En unos días más vamos a convocar a otros pueblos. De hecho, otros pueblos ya se están sumando a esta caravana, de la dignidad y conciencia. ¿Por qué dignidad? porque los pueblos debemos tener dignidad, que no se nos pisoteé la dignidad. ¿Y por que conciencia? tenemos que mostrar el verdadero rostro del pueblo de México, esto es un ejercicio de hacer conciencia, en la caravana”, sobre todo del despojo, anuncia el comisionado Valdez.
Al cierre de esta nota, la Caravana de la Dignidad y Conciencia está por cumplir 23 días caminando y, hasta el momento, se han sumado expresiones de solidaridad a su paso, desde comida, hospedaje y el apoyo de otros pueblos. En la Universidad de Guadalajara se creó un centro de acopio de víveres.
Desde el 9 de mayo, por decisión en asamblea, también se ha sumado a la caminata el Consejo Regional Wixárika por la Defensa de Wirikuta y en Contra de la Minería en su territorio.