Representantes de la Red Mexicana de Afectadas/os por la Minería (Rema) y la familia del defensor chiapaneco Mariano Abarca estuvieron en Canadá, esta semana, para anunciar que han interpuesto una denuncia en contra de Canadá ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
La denuncia, interpuesta con la colaboración de dos organizaciones canadienses, el Proyecto para la Justicia y la Responsabilidad Empresarial y Alerta Minera Canadá, señala las acciones y las omisiones realizadas por la embajada canadiense en México y que incrementaron el peligro que corría Mariano Abarca antes de su asesinato, el 27 de noviembre de 2009.
Durante los años en los cuales la minera canadiense Blackfire Exploration operó en Chicomuselo, Chiapas, la embajada tuvo conocimiento detallado del descontento de la población local con la empresa, y también tuvo información sobre Abarca y los riesgos que enfrentaba. A pesar de esto, proporcionaba apoyo constante y significativo a la empresa. Esto se pudo evidenciar tras documentos obtenidos a través de solicitudes de acceso a la información en Canadá. Sin embargo, después de agotar todas las instancias en Canadá, han negado abrir una investigación.
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Después de agotar los pocos mecanismos disponibles en Canadá, se recurrió a la CIDH. Esta es la primera petición ante la CIDH que cuestiona la práctica de la “diplomacia económica” de Canadá, una estrategia mediante la cual este país dirige los esfuerzos de todo su cuerpo diplomático para “atender las necesidades” de sus empresas en el extranjero y que, en la práctica, se realiza sin considerar los daños que generan estas mismas inversiones en los países receptores. Es un mecanismo de presión corporativa que se hace utilizando los instrumentos del Estado canadiense.
El caso de Abarca resulta clave para entender la gravedad de esta estrategia corporativa, más aún considerando la terrible escalada de violencia en Chiapas y otros territorios del país, situación que profundiza los riesgos que enfrentan los pueblos que buscan defender sus territorios del extractivismo minero.
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Abarca fue fundador de la Rema y padre de dos hijas y dos hijos. Desde 2008, inició una lucha junto con la organización Otros Mundos Chiapas, así como con otros defensores y defensoras del territorio y de la vida en el pueblo de Chicomuselo para evitar que la empresa minera canadiense Blackfire Exploration siguiera contaminando el agua y la tierra de su comunidad por la explotación de barita que se llevaba a cabo.
Desde antes de que la minera pusiera su mina en operación, la embajada tuvo conocimiento del descontento que había entre la población local frente a la empresa, y también tuvo información sobre Mariano y los riesgos que él enfrentaba al oponerse a este proyecto.
En julio de 2009 Mariano viajó a la ciudad de México junto con compañeros de Chicomuselo y otros aliados para manifestarse frente a la embajada canadiense por lo que estaba pasando en torno a la mina de Blackfire. Ahí expusieron los impactos negativos ambientales y sociales, además de las amenazas que había recibido en su contra por su movilización.
En documentos que organizaciones canadienses lograron obtener tras solicitudes bajo la ley de acceso a la información, se pudo percatar que la información que tuvo la embajada fue muy detallada.