Se estremece comunidad mixteca en Oaxaca al no saber el paradero de un grupo de jóvenes campesinos que se dirigía a seguir la cosecha de frutos en el norte de México y los Estados Unidos. Lo último que se supo es que fueron detenidos por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) en un retén militar, en Santa Rosalía, municipio de Camargo en el estado de Chihuahua. Esta tragedia se suma a un largo historial de desapariciones con el que cierra el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), más de cien mil personas.
Según dijo Omar Esparza, coordinador del Movimiento Agrario Indígena Zapatista (MAIZ), “se interpuso una denuncia ante la fiscalía por la desaparición de cuatro miembros de nuestra organización: Everardo Cruz, de 18 años; Fabián Leonel López Peña, de 12 años; Justino López Ortiz, de 36 años; y Eva Peña Cruz, de 30 años”.
De acuerdo con las fichas de búsqueda emitidas por la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas y No Localizadas de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), se desconoce el paradero de estas personas desde el pasado 20 de agosto.
Los campesinos son originarios de la comunidad de San Miguel Monte Verde, del municipio de San Antonino Monte Verde, Oaxaca.
Los indígenas, quienes son familiares, abordaron una unidad de transporte desde la Central de Autobuses del Norte en Ciudad de México, se dirigían a los campos de Sonora, posteriormente a California, en los Estados Unidos, “donde esperaban trabajar en la cosecha de frutas y verduras”, señala Esparza para Avispa Mídia.
Según el activista, los cuatro campesinos iban siguiendo la cosecha con un permiso de trabajo y a través de una red de comunidades de la región mixteca, quienes van en busca de empleo en los campos de cultivo. Pero su viaje se vio interrumpido al ser obligados a bajar del autobús en el retén militar. “A pesar de que todos los demás pasajeros pudieron continuar su viaje, los cuatro indígenas fueron separados del resto de los pasajeros y desde entonces no se ha sabido nada de ellos. Hay testigos (pasajeros) de la misma comunidad que, por seguridad, no decimos su nombre”, agrega el vocero de MAIZ.
A las autoridades locales, tanto de Chihuahua como de Oaxaca, así como a las instancias federales, se les acusa por su falta de acción. Aunque se ha presentado una denuncia ante la Fiscalía General del Estado de Oaxaca, los familiares y la comunidad denuncian la “falta de avances significativos”, remarca Esparza al referir que estas acciones son insuficientes.
La versión oficial de las autoridades estatales ha sido que se trata de un problema de "fuero común", pero para la comunidad y para Esparza, el asunto tiene implicaciones claramente federales debido a la intervención de la SEDENA.
El largo viaje
Omar Esparza explicó que la suerte de esta familia migrante es la misma que comparten otras más en la región mixteca de Oaxaca, Guerrero y Puebla, que, al ser tierras áridas, la migración no es una elección sino una necesidad. “La pobreza extrema en la Mixteca oaxaqueña y las condiciones adversas, incluyendo la violencia y el abandono institucional, han forzado a muchas familias a buscar mejores oportunidades en el norte del país y en Estados Unidos. Hay casos de otros desaparecidos, pero, al no contar con el conocimiento o los recursos, no hacen la denuncia”, detalló el activista de MAIZ.
Por tanto, la desaparición de estos cuatro indígenas, “no es un hecho aislado, sino parte de un patrón preocupante de desapariciones en la región mixteca”, destaca el vocero de esta organización, quien anuncia que se ha realizado un llamado urgente a la opinión pública y a organizaciones de derechos humanos, además, en los próximos días están planeando “movilizaciones y cierres carreteros, hasta que presenten a nuestros compañeros”, complementa.
El desconocimiento del paradero de Everardo, Fabián, Justino y Eva se suma a las más de cien mil personas desaparecidas en el país. “Por ello, no queremos que nuestros compañeros sean solo cifras, queremos soluciones”, concluye Omar Esparza.
De acuerdo con el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED), el número de desaparecidos continúa aumentando y, desde el inicio del registro en 1952, se han contabilizado más de 115 mil personas en esta situación; de estas, el 42% —es decir, 49 mil— ha desaparecido únicamente durante la presente administración.
De acuerdo a las fichas de búsqueda, Everardo Antonio Cruz es de complexión delgada, de tez morena clara y mide 1.68 m. Al momento de su desaparición, iba vestido con una sudadera negra, pantalón de mezclilla negro, tenis negros, mochila negra con azul.
Por su parte, Fabián Leonel López Peña, quien es el menor desaparecido, es de complexión regular, también de tez morena clara y tiene una estatura de 1.50 m. Se ha reportado que vestía un pantalón negro, sudadera oscura y tenis rojos.
Asimismo, Justino López Ortiz, también cuenta con una complexión regular, es de tez morena clara y mide estatura 1.70 m. Como rasgo importante, tiene tatuado un San Judas Tadeo en el brazo izquierdo, así como cicatrices de acné en el rostro. Al desaparecer llevaba puesto un pantalón de mezclilla azul cielo, playera azul cielo y tenis negros con verde.
Además, Eva Peña Cruz es de tez morena clara y cuenta con una estatura de 1.48 m. Vestía un pantalón de mezclilla azul marino, sudadera oscura y tenis oscuros el día de su desaparición.