"El cínico negocio de la industria militar en la guerra de fronteras "
Las empresas del complexo industrial militar que alimentan con armas y tecnología las guerras y regímenes autoritarios de la región de Oriente Medio y el Norte de África son también las principales beneficiarias de los contratos de seguridad en las fronteras que intentan aislar los países de la Unión Europea de los flujos migratorios provenientes principalmente del Oriente Medio y Norte de África.
Un informe realizado por el Transnational Institute, un instituto de investigación que tiene su base en Holanda, denuncia a las empresas en particular a las fabricantes de armas y a las de seguridad biométrica que se han beneficiado con la crisis, primero alimentando represiones y conflictos en los Estados y, después, obteniendo contratos multimillonarios para suministrar equipos y tecnología de vigilancia de fronteras. “Las compañías se benefician de las dos partes de la tragedia de los refugiados. Las compañías crean la crisis después se benefician de ella”, sostiene Nick Buxton, del Transnational Institute, que tiene su base en Holanda.
Las medidas para bloquear una ruta de migración obligan a la gente a tomar otras rutas más peligrosas. En 2017, de acuerdo con el informe, 1 de cada 57 migrantes que cruzó el Mediterráneo murió, mientras que, en 2015, perdió la vida 1 de cada 257. Esto refleja, según Transnational Institute, el hecho de que, en 2017, la ruta del Mediterráneo Central, la más larga y peligrosa, era la ruta principal para las personas desplazadas por la fuerza, en su mayoría provenientes de los países del África oriental y subsahariana, en comparación con la principal ruta del año 2015 de Turquía a Grecia, utilizada principalmente por sirios
Muerte
De acuerdo en el informe, entre las grandes empresas del complejo europeo de seguridad fronteriza están las compañías que fabrican armas como Airbus (transeuropea), Finmeccanica (Italia), Thales (Francia) y Safran (Francia), así como el gigante de la tecnología Indra (España). Finmeccanica, Thales y Airbus son actores destacados del negocio de la seguridad en la UE, son también tres de los cuatro principales comerciantes de armas europeos, y están vendiendo a países de Oriente Medio y el Norte de África.
Las exportaciones globales de armas a Oriente Medio han aumentado en un 61% entre 2006-2010 y 2011-2015, sostiene el informe. El total de licencias expedidas por los Estados miembros de la UE para la exportación de armas a 35 países (que la UE tiene convenio de seguridad y que han recibido presión para fortalecer sus capacidades de seguridad fronteriza) en la década 2007-2016 supera los 122 000 millones de euros. Sobre el 20 % de estos países (7) pesa un embargo de armas de la ONU o la UE, pero la mayoría de ellos siguen recibiendo armas de algunos Estados miembros de la UE, así como el apoyo de la propia UE a sus fuerzas armadas y cuerpos de seguridad en las iniciativas relacionadas con la migración.
El mercado de la seguridad fronteriza también está en pleno auge. Se estima en unos 15.000 millones de euros en 2015 y se prevé que aumente hasta superar los 29.000 millones de euros anuales en 2022, según el informe. El presupuesto de Frontex, la principal agencia europea de control de fronteras, aumentó un 3688% entre 2005 y 2016 (de 6,3 millones de euros a 238,7 millones de euros).
También hay diversas empresas semipúblicas y organizaciones internacionales que ofrecen proyectos de consultoría, formación y gestión de seguridad de fronteras que han prosperado con el enorme crecimiento del mercado de la seguridad fronteriza. Entre ellas, se encuentran la compañía francesa semipública Civipol, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Centro Internacional para el Desarrollo de Políticas Migratorias (CIDPM). Civipol es, en parte, propiedad de grandes fabricantes de armas como Thales, Airbus y Safran, y en 2003 elaboró un informe de consultoría que tuvo una gran influencia en la Comisión Europea y que sentó las bases para las actuales medidas de externalización de fronteras de las cuales ahora se beneficia.
Además, la industria de las armas y la seguridad ha conseguido captar 316 millones de euros de financiación destinados a la investigación en temas de seguridad, estableciendo la agenda para la investigación, desarrollándola y, después, muchas veces, beneficiándose de los contratos resultantes. Desde 2002, la UE ha financiado 56 proyectos en el campo de la seguridad y el control de fronteras.Oriente Medio y el Norte de África continúan siendo el escenario del conflicto generalizado, violencia y abusos de derechos humanos con las guerras de Siria y Yemen agravándose; los continuos conflictos en Afganistán, Iraq, Turquía y Libia; los regímenes dictatoriales en Eritrea, Egipto y Arabia Saudí, y la ocupación de los Territorios Palestinos por parte de Israel, así como del Sahara Occidental por parte de Marruecos.
Egipto, los Emiratos Árabes Unidos, Iraq, Catar, Argelia, Israel y Turquía se situaron entre los 20 mayores importadores de armas mundiales en 2015, según datos del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI). La lista estaba liderada por Arabia Saudí, que no muestra problemas en comprar armas, a pesar de sus atroces antecedentes en los crímenes de guerra perpetrados en Yemen o de su participación en la guerra de Siria como proveedor de armas.
Influencia
La industria armamentista y de seguridad ha influenciado las políticas europeas de seguridad fronteriza a través de grupos de presión, su interacción regular con las instituciones de la UE especializadas en fronteras y su papel determinante en la política de investigación, denuncia Buxton. La Organización Europea para la Seguridad (EOS), de la que forman parte Thales, Finmeccanica y Airbus, ha estado muy activas defendiendo el incremento de la seguridad fronteriza. Muchas de sus propuestas, como la de crear una agencia paneuropea de seguridad fronteriza, han terminado materializándose en políticas reales.
“Estas empresas están en los pasillos del poder en Washington, en Bruselas. Están ayudando a diseñar las políticas migratorias y defienden una respuesta de seguridad, militarizada para resolver el “problema” de la migración. Y se ofrecen como los que pueden dar los insumos para controlar los flujos”,
EXPLICA BUXTON.
El informe denuncia que “las pruebas revelan una creciente confluencia de intereses entre los líderes políticos europeos que buscan militarizar las fronteras y los principales contratistas de defensa y seguridad que proporcionan los servicios; pero esta no es solo una cuestión de conflictos de interés o de que algunos actores se estén beneficiando con la crisis, sino que también atañe a la dirección que está adoptando Europa en este momento crítico”.
Extensión de la frontera
La misma presión que ejerce los Estados Unidos a México, la Unión Europea ejerce hacia sus vecinos, según Buxton. “Mantienen convenios con más de 35 países en su alrededor, exportando el mismo modelo de fronteras. Las mismas empresas que militarizan la frontera de la Unión Europea también esta militarizando las fronteras de países como Marruecos, Libia, Argelia. Este es un sistema global. Están exportando este modelo en su alrededor y poco a poco en todo el mundo”, explica él.
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El informe alerta para el hecho de que la gran mayoría de los 35 países que la UE prioriza para la externalización de fronteras son autoritarios, conocidos por cometer abusos contra los derechos humanos y con indicadores de desarrollo humano deficientes.
Desde 1992, e incluso más agresivamente desde 2005, la UE ha desarrollado políticas para externalizar las fronteras de Europa a fin de que las personas desplazadas por la fuerza ni siquiera lleguen a ellas. Esto implica acuerdos con los países vecinos de Europa para que acepten a personas deportadas y adopten las mismas políticas de control de fronteras que Europa, un seguimiento de personas mejorado y unas fronteras fortificadas. En otras palabras, estos acuerdos han convertido a los vecinos de los Estados europeos en los nuevos guardias fronterizos de Europa. Y como se encuentran tan lejos de las costas y de los medios de comunicación europeos, sus consecuencias son prácticamente invisibles para la ciudadanía europea.
Además, de acuerdo con el informe, hay una creciente presencia de fuerzas de seguridad y militares europeas en países terceros encargadas de la seguridad fronteriza. Frenar la inmigración se ha convertido en una prioridad para las actuales misiones de la Política Común de Seguridad y Defensa (PCSD) en Malí y Níger, y hay Estados miembros, como Francia e Italia, que han empezado a desplegar tropas en Libia y Níger.
Israel
Es importante destacar el papel de Israel, alerta Buxton. Las compañías israelíes son las únicas no europeas que reciben fondos de investigación, a partir de un acuerdo de 1996 entre Israel y la UE. Sus empresas también tienen una estrategia de venta única, aprovechando su participación en la seguridad de las fronteras de Israel, incluyendo el muro de separación en Cisjordania y la valla en la frontera con Egipto.
En general, el equipamiento y la tecnología de las compañías israelíes de armas y seguridad son aclamados a nivel internacional porque se consideran ‘campo de batalla probada’. “Ellos tienen la experiencia de controlar a los palestinos. Desde hace tiempo tienen muros y toda la infraestructura de control. Venden sus capacidades y sus tecnologías haciendo propaganda de esta experiencia”, dijo Buxton.
Detención y deportación
Además, algunas empresas de armamento no solo están envueltas en el proceso de evitar que los inmigrantes lleguen a Europa. De acuerdo con el informe, algunas se benefician de detener a los refugiados. Un ejemplo es la compañía británica Serco, conocida por gestionar el establecimiento de las armas nucleares de Reino Unido, que fue elegida en 2014 para gestionar el centro de detención Yarl’s Wood. El contrato de siete años (de 2014 a 2021) tiene un valor de 70 millones de libras.
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Otro ejemplo es a empresa multinacional de seguridad G4S. Esta compañía solía llevar a cabo las deportaciones del Reino Unido hasta que tres de sus guardias de seguridad fueron acusados de matar a Jimmy Mubenga en un vuelo a Angola. Más tarde fueron absueltos del homicidio en un veredicto que ha sido criticado por varios grupos de derechos humanos.
G4S, sin embargo, sostiene el informe, todavía administra las cárceles de detención y expulsión en Reino Unido y proporciona guardias de prisión y otros servicios a los centros del mismo tipo en Austria, Estonia y Noruega.