“No era necesario llegar a estos extremos”, dijo el integrante de Pueblo sin Fronteras, Irineo Mujica Arzate, al recordar los dos meses de lucha que concluyeron con varias personas migrantes con los labios cosidos en la visita del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a Tapachula, frontera sur de México, el último viernes (11).
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“Finalmente más de 800 personas de la comunidad migrante de África y haitianas recibieron las visas; cerca de 2 mil documentos y formas migratorias múltiples que se entregan para una entrada legal al país”, añadió Arzate.
Las protestas sucedieron en medio de otro incremento de los flujos migratorios que ingresan por Tapachula, así como la falta de capacidad del Instituto Nacional de Migración para dar atención. Además, los demandantes señalaron en diversas ocasiones los presuntos actos de corrupción en que incurren los agentes, “si no tienes dinero no avanzas”, reiteraron.
El pasado 11 de marzo, al menos 300 personas de diferentes nacionalidades protestaron durante la conferencia mañanera del Ejecutivo federal, realizada en Tapachula. Se cosieron los labios, mientras menores de edad y mujeres se encadenaron a cruces de madera a las afueras de la 36 Zona Militar que, en su interior, contaba también con la presencia del titular de Migración, Francisco Garduño Yáñez y el gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón Cadenas.
Ese día, los quejosos de inmediato fueron atendidos por el director general de Coordinación de Oficinas de Representación, Héctor Martínez Castuera. Después de un breve diálogo, el gobierno de México se comprometió a investigar la corrupción al interior de INM, con especial atención a las oficinas en Tapachula y respetar las visas por razones humanitarias.
Para el cumplimiento enviarán una circular para que estos documentos oficiales sean respetados, pues existen varias denuncias de que, en los retenes y puestos migratorios, las visas son invalidadas por los propios uniformados.
“Es lamentable que tengamos que llegar a este grado de que 50 personas se costuraran la boca para tener un poco de humanidad y buscar una solución para una crisis migratoria que se agrava por la ineptitud y corrupción del Instituto Nacional de Migración”, dijo Arzate.
Solo horas después de la manifestación, fueron entregadas las visas por razones humanitarias en Ciudad Hidalgo; y el INM se comprometió a continuar con la atención a este sector, que a diario hace largas filas para iniciar sus trámites de regularización tanto en las oficinas de regulación como de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados.
Entre protestas
El Centro de Observación y Monitoreo de Derechos Humanos en el Sureste Mexicano alertó sobre los ofrecimientos del INM a propósito de la visita a Chiapas del presidente de México y el Embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar.
“No hay ninguna transparencia sobre los procedimientos y se está promoviendo un trato diferente entre las diversas nacionalidades”.
El fin de semana, López Obrador acudió a otros puntos de la geografía chiapaneca, como la presa Peñitas. Visita acompañada por Ken Salazar; el canciller Marcelo Ebrard y la secretaria de Energía, Rocío Nahle.
El lunes (14), en Palacio Nacional, integraron una reunión oficial con Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Interior de Estados Unidos: “Dialogamos sobre esfuerzos conjuntos en migración y sobre necesidad de atender el flujo de migrantes sin precedentes en Centroamérica y México, incluyendo los esfuerzos por atender las causas de raíz de la migración”, escribió Salazar vía Twitter.
Sin dar mayores detalles, publicó que continuarán con el trabajo en materia de infraestructura en los límites entre países “para crear una frontera del Siglo XXI entre México y Estados Unidos que permita mejorar la seguridad y facilitar el comercio”.
Por su parte, Alejandro Morkayas expresó que fueron reuniones importantes y productivas con una sólida asociación y visión común para la región que, aseguró, ayudarán a ofrecer un sistema migratorio “seguro, ordenado y humano''. Tras los encuentros que sostuvo en México, Mayorkas se trasladó a Costa Rica también para tratar cuestiones de migración.
López Obrador coincidió en la relevancia del tema de movilidad humana para ambos países, “tratamos asuntos de trabajo y migración. Seguimos promoviendo la cooperación para el desarrollo con justicia y respeto a los derechos humanos”.
Mientras México y Estados Unidos se estrecharon las manos, organizaciones a nivel local, nacional e internacional se pronunciaron contra los acuerdos migratorios que se toman en la frontera norte y sur (con Guatemala), sin apego a los derechos humanos.
En un comunicado de prensa firmado por más de 300 organizaciones, exigieron a Joe Biden detener las expulsiones de personas bajo argumentos del Título 42, que a la fecha afecta a cerca de 90 mil personas cada mes, “más del doble del promedio mensual de expulsiones realizadas bajo el presidente Trump”, sin el debido proceso.
Detallaron que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) comenzó las exclusiones en la administración de Donald Trump desde marzo de 2020, días después del comienzo del confinamiento por el coronavirus.
Pero “la administración Biden-Harris no sólo no ha puesto fin a esta política ilegal e injustificable, sino que la ha renovado, defendido y ampliado con expulsiones ilegales que ahora se llevan a cabo a Brasil, Colombia, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras y México”.
En este tenor, mostraron los alarmantes registros de al menos 8,705 informes de secuestros, violaciones, tráfico de personas, torturas y otros ataques contra personas bloqueadas o expulsadas a México por el Título 42. “Incluidos los solicitantes de asilo LGBTQ, la comunidad negra y los indígenas que son objeto de los cárteles y los funcionarios corruptos”.
Hicieron hincapié en que se violan leyes y obligaciones con tratados internacionales con la devolución de personas refugiadas o con necesidad de protección internacional. No son criminales, por el contrario, señalan que son víctimas de persecución y tortura.