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Perú: comunidades campesinas al borde de estallido contra megaminería

Foto: Pachamama Radio

Foto de portada: Pachamama Radio

Conflictos sociales en comunidades campesinas afectadas por la megaminería se reavivan en regiones andinas del Perú. El gobierno de Dina Boluarte pretende imponer el extractivismo mediante la represión y persecución de defensores ambientales. Es el mensaje que envía la reciente sentencia a cárcel de 11 dirigentes de las protestas contra la mina Las Bambas, región Apurímac, situada en el sur andino. Los procesos contra los defensores iniciaron el 2015. 

En medio a movilizaciones, el 25 de julio recibieron una pena de nueve años de prisión. Se les acusa de daños graves, disturbios y entorpecimiento de los servicios públicos. 

En este escenario de criminalización, el gobierno de Dina Boluarte, que cuenta con 50 asesinatos en protestas durante sus dos primeros meses, diciembre de 2022 y enero de 2023, defiende la reactivación del proyecto Tía María (Arequipa, sur peruano) y se propone lo mismo para Conga (Cajamarca, región norteña).

En las últimas semanas también se reanudaron los reclamos por Tía María, en el Valle del Tambo, mientras que en la región norteña Piura cientos de integrantes de rondas y comunidades campesinas se movilizan para pedir la nulidad del proyecto Río Blanco.

De acuerdo al Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingenmet), entre 2013 y 2023 el Estado otorgó, en promedio, 4.000 licitaciones mineras por año. Este procedimiento concede título de exploración y explotación a las mineras, previo cumplimiento de certificaciones ambientales y técnicas. Hasta finales del año pasado, 1.326 registraban actividad, precisa el Ministerio de Energía y Minas. Hacia octubre de 2022, las concesiones ocupaban 19.045,876 hectáreas, equivalentes al 14.78% del territorio nacional, según reportes de la ONG CooperAccion.

Foto: Pachamama Radio

El impulso a la extracción de minerales muestra un aumento agravado en la selva. Desde el 2020, en cuatro regiones de la Amazonía peruana se entregaron 510 licitaciones, lo que representa el 65% del total en 45 años.

Sin un comunicado oficial del Ejecutivo, Southern Perú , subsidiaria del Grupo México, anunció para el 1 de julio el reinicio de operaciones de la mina de cobre Tía María, pese a no contar con licencia social. De inmediato se sucedieron las protestas en la provincia de Islay (Arequipa), extendidas a otras partes de la región del sur peruano, donde el 36% del territorio se encuentra concesionado a la minería.  

El pacto del gobierno y la gran minería legal se ostenta en el conflicto de intereses del ministro de Energía, Rómulo Mucho, accionista y gerente general de una empresa contratista de la misma Southern Perú, perteneciente al Grupo México. 

Este conflicto social se remonta al año 2011, cuando el primer Estudio de Impacto Ambiental (EIA) fue observado por las Naciones Unidas. El uso de aguas subterráneas era el punto en cuestión para los habitantes del Valle del Tambo, una de las zonas de mayor producción agrícola del país. 

En ese sentido, la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) concluyó que el EIA carecía de estudio de agua y suelo; que se emplearía agua de un estero donde desemboca un río, no del mar, como afirmaba la empresa; asimismo, que en el EIA se deslizaba la posibilidad de que Southerm no sólo explotara cobre sino también oro, sin puntualizar la forma de procesamiento.

Entre las movilizaciones de 2011 y 2015 fueron asesinados seis manifestantes, tres de ellos por disparos con armas de fuego, y un policía falleció en los enfrentamientos. Desde entonces, la compañía esperaba que se destraben los permisos para empezar la etapa de construcción de infraestructuras del proyecto que apunta a producir 120.000 toneladas de cobre por año. 

A raíz de las demandas populares y evidencias de impacto ambiental, el miércoles 24 el Ministerio de Agricultura declaró en emergencia el río Tambo. Asimismo, se dispuso el cierre de la minera nacional Aruntani, que opera en la vecina región Moquegua. Se trata de la segunda compañía que afecta a la población de Islay.

En 2023, la Red de Salud Islay detectó altos niveles de arsénico en la orina de menores de edad de dos distritos del valle, causados por la contaminación del río Tambo como consecuencia de las actividades de Aruntani. El Gobierno Regional de Arequipa hizo pública la información este 16 de julio, tras nueve meses de recibir los resultados médicos. 

En su mensaje a la nación por fiestas patrias, el 28 de julio, Boluarte recalcó el respaldo del Ejecutivo a Tía María. 

En la sureña región Apurímac, las comunidades Pumamarca y Huancuire sostienen un paro indefinido contra la principal mina de cobre del Perú y una de las mayores del mundo, Las Bambas, en respuesta al incumplimiento de acuerdos por parte de la corporación china Minerals and Metals Group (MMG). 

En marzo, el gobierno aprobó la ampliación del área licitada a Minerals and Metals Group en las comunidades Pumamarca y Huancuire, sumando el depósito Chalcobamba para ser explotado a tajo abierto. El 49,58% del territorio apurimeño, el más concesionado en el Perú, ya había sido otorgado a mineras. 

Una comitiva de campesinos de Huancuire y funcionarios de la Autoridad Nacional del Agua constató, el 29 de mayo de 2024, escasez de agua y desaparición de manantiales en Chalcobamba. La delegación fue reprimida violentamente por la policía, resultando heridas 10 personas. En un video que circuló en redes sociales, se escucha a un agente amenazar de muerte a un comunero. 

Al día siguiente, un escuadrón policial desalojó a decenas de habitantes del predio Sallawi, en Pumamarca, causando ocho heridos. La intervención en este sector donde la corporación busca expandirse carecía de orden judicial. 

En 2015 se desbordó la violencia en Las Bambas, a raíz del daño a los cultivos de miles de agricultores que deja a su paso el transporte del mineral por una carretera de 400 kilómetros, a través de cinco provincias de Apurímac y Cusco. La confrontación había escalado en 2013, luego de que MMG comprara 1.900 hectáreas en Huancuire a dos dólares y medio por metro cuadrado, y otras 1.000 hectáreas en Pamputa, por la mitad de un dólar el metro cuadrado, transacciones consideradas irregulares por las poblaciones. Cuatro comuneros fueron asesinados por la policía en lo que va del permanente conflicto social.    

En estas semanas las comunidades participaron en mesas de diálogo con representantes del Ejecutivo y la empresa, a quienes señalan de no presentar soluciones. 

En las provincias de Ayabaca y Huancabamba (Piura), cientos de integrantes de rondas -las organizaciones de seguridad comunitaria en territorios rurales- y comunidades campesinas reorganizan marchas en oposición al proyecto Río Blanco (antes conocido como Majaz), de la estatal china Zijin Copper, la mayor productora de oro de la potencia asiática. En América Latina opera las minas auríferas más grandes de Colombia y pretende posicionarse en el mercado del cobre en la región.

La población denuncia que las 18 concesiones para extracción cuprífera que abarca la empresa ponen en riesgo los páramos y bosques de neblina, reguladores del agua para la agricultura. En sus territorios hay nacientes que abastecen del líquido a toda la región situada en el norte peruano. 

En 2007 se realizó una consulta vecinal en la que el 95% de participantes rechazó la presencia minera. Entre 2004 y 2009 el conflicto social dejó 10 comuneros asesinados. En 2005, policías y la seguridad privada secuestraron y torturaron a 33 campesinos, caso que fue llevado a la Alta Corte del Reino Unido, que en 2011 resolvió el pago de una indemnización a las víctimas. Tres trabajadores de Río Blanco murieron en un ataque al campamento, en 2009, y tres fallecieron tras extraviarse en tareas de exploración, en 2015.   

En la línea del gobierno a favor de la megaminería, el presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, declaró en marzo la intención de desarrollar el proyecto aurífero Conga (Cajamarca, en el noreste), paralizado desde 2011 tras las masivas protestas en defensa de las cuatro lagunas amenazadas por el consorcio Yanacocha (conformado por la estadounidense Newmont Mining Corporation, la peruana Compañía de Minas Buenaventura y Corporación Financiera Internacional). Cinco personas fueron asesinadas por impacto de balas en las manifestaciones de 2012.

La respuesta de la Federación de Rondas Campesinas de Cajamarca es tajante: “Conga no va, ni hoy ni nunca”. 

La defensora Máxima Acuña, reconocida internacionalmente, es un símbolo de la resistencia de este conflicto socioambiental. Ella se negó a abandonar sus tierras ante la presión de la empresa, sufriendo múltiples ataques a su propiedad. En 2016 recibió el Premio Goldman, concedido a guardianes de la naturaleza de los cinco continentes.

Las comunidades agrícolas, en sur y norte, reafirman su rechazo a la gran minería que les despoja de sus territorios ancestrales y contamina el agua y los suelos. La tensión se incrementa en Islay, luego del apoyo público de Boluarte a Tía María y que Southern informara que estima empezar la construcción en un plazo de tres meses. El alcalde de la provincia subrayó que la población del Valle del Tambo está dispuesta a defender sus territorios hasta las últimas consecuencias. Al cierre de este informe, los gremios y organizaciones evaluaban un paro indefinido.    

En Chiapas, organizaciones denuncian criminalización de zapatista recluido

En portada: Conferencia de prensa realizada en la capital de Chiapas para denunciar las irregularidades en el proceso penal contra las BAEZLN. 

Por Sare Frabes

José Díaz Gómez, indígena ch’ol, Base de Apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (BAEZLN), ha sido privado de su libertad acusado por robo ejecutado con violencia. Ante ello, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba) señala que Díaz, recluido en el Centro Estatal de Reinserción Social de Sentenciados No. 17 (CERSS 17), “El Bambú”, municipio de Catazajá, norte de Chiapas,  es víctima de criminalización ante un delito que no se ha podido comprobar.

Frayba ha documentado que, en la detención de José Díaz, elementos de la policía adscritos a la Fiscalía General del Estado de Chiapas cometieron violaciones a sus derechos humanos, ejecutando una detención ilegal y arbitraria, además de incurrir en tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes, desaparición forzada e incomunicación.

Por ello, exige al Estado mexicano la liberación inmediata del BAEZLN quien está por cumplir un año y nueve meses de reclusión sin contar con sentencia. Apenas el pasado 8 de julio finalizó el proceso de desahogo de pruebas, con lo cual se programó para el próximo 6 de agosto la audiencia que precederá el pronunciamiento de la sentencia. 

“Las pruebas presentadas en el caso contra José Díaz son inconsistentes y carecen de credibilidad. Estos detalles evidencian una investigación deficiente y una falta de justicia en el proceso judicial”, aseveró el Frayba mediante comunicado difundido en conferencia de prensa realizada este lunes (29) en la capital del estado, Tuxtla Gutiérrez.

Jorge Luis López, abogado del equipo regional zona norte del Frayba, detalló que las pruebas aportadas por el Ministerio Público son cuatro, “y ninguna de ellas vincula directamente la responsabilidad a José; esperaríamos que el juez dicte una sentencia de absolución”.

El abogado recalcó que, una de las pruebas, el testimonio de la supuesta víctima cayó en contradicciones durante el juicio oral. Además, el testigo presentado en la audiencia afirmó que no conoce al imputado. Las otras dos pruebras, dos informes emitidos por la Fiscalía General del Estado (una criminalística de campo y una inspección del lugar de los hechos), “ninguna de ellas vincula directamente a José”, enfatiza López.

El centro de derechos humanos sostiene que documentó la investigación realizada por el Fiscal del Ministerio Público, la cual, asegura, “es deficiente pues no cumplió con los requerimientos de ser objetiva, ni contó con suficiente prueba para vincular al indígena”. Incluso, alerta que, dado el cúmulo de irregularidades y falta de fundamentos sólidos en su contra, tanto José Díaz como otros cuatro BAEZLN -quienes cuentan con órdenes de aprehensión- se encuentran en riesgo de ser sentenciados “injustamente”.

Frayba argumenta que la privación de libertad de José Díaz se trata de una criminalización por motivos políticos en medio de un patrón de fabricación de culpables en contra de personas defensoras indígenas y recalca que “la fiscalía no realizó una investigación legal, científica y objetiva”.

“El juez de Catazajá debe considerar no solo el delito de robo y la investigación carente de veracidad, sino también la situación de criminalización política en el caso de personas defensoras pertenecientes a pueblos originarios”, reclama el Frayba mediante boletín.

Según informó el agobado López, para la defensa del indígena, el centro de Derechos Humanos se ha reunido con funcionarios del Poder Judicial del Estado de Chiapas. Ante los funcionarios solicitaron el cambio de medida cautelar de prisión preventiva, pues argumentan que existe justificación para otorgar la libertad del BAEZL para llevar su proceso, pero ésta fue negada.

A su vez, han recurrido a organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a la cual han solicitado Medidas Cautelares pues consideran como infrahumanas las condiciones carcelarias y el hacinamiento en el CERSS 17, lo cual representa violaciones irreparables a los derechos humanos del BAEZLN.

Cárcel en Chiapas, inhumana y degradante

Como parte de su documentación, el Frayba asegura que existe un patrón de violaciones a derechos humanos de las Personas Privadas de la Libertad (PPL) detenidas en los CERSS chiapanecos. Entre ellas registran actos de tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes, así como condiciones de hacinamiento, todas condiciones predominantes en los centros de detención.

Es el caso del CERRS No. 17, del municipio de Catazajá, el cual mantiene una sobrepoblación carcelaria. El lugar, con capacidad máxima de 120 personas, actualmente alberga a 478 internos y mantiene prácticas como la de recluir hasta 18 personas en espacios de nueve metros cuadrados.

“Esta situación ha hecho que aumente el riesgo de enfermedades infecciosas, situación que se agrava por un sistema inmunológico comprometido. Advertimos también la presencia de múltiples enfermedades reflejadas en ronchas en la piel, síntomas de fiebre, mareos, vómitos y protuberancias de diferentes tamaños, entre otros efectos secundarios presentados en las PPL”, denuncia el centro de derechos humanos. También enfatiza que las condiciones empeoran por la falta de seguimiento médico y nulo monitoreo de las enfermedades para intervenir y mitigar los riesgos de contagio entre la población carcelaria. 

Frayba acusa que la respuesta de las autoridades es el traslado forzado e injustificado de la población a otros CERSS, “poniendo en grave peligro la vida e integridad”.

El litigante explica que, debido al enorme número de casos, los defensores públicos y jueces mantienen una sobrecarga de trabajo, la cual no les permite otorgar atención específica a cada caso. “¿Qué es lo que genera? que una persona indígena que no sabe leer, que no sabe escribir, o no sabe las condiciones de nuestro sistema penal, obviamente va a estar recluido más tiempo”, señala el abogado.  

López explica que el plazo de dos años es el límite de tiempo en el cual una persona puede permanecer en prisión preventiva, por lo que, “justamente, antes de los dos años, aceleran todo el proceso para que puedan darle una sentencia lo mas pronto. La preocupación recae en que vaya a caer en una sentencia condenatoria”.

Más de 50 organizaciones de Chiapas, México y del mundo se pronunciaron por la liberación inmediata del BAEZLN y convocaron a realizar acciones en el marco de la emisión de la sentencia el próximo 6 de agosto.

Almaden Minerals demanda a México tras perder concesiones por violación a derechos

Por lo menos 15 organizaciones mexicanas vinculadas a la defensa del territorio manifestaron en la última semana su rechazo a la decisión de la empresa minera canadiense Almaden Minerals Ltd. de solicitar un proceso de arbitraje contra el Estado mexicano. La solicitud de la minera ocurre después que la comunidad nahua y ejido Tecoltemi, del municipio de Ixtacamaxtitlán, Sierra Norte de Puebla, lograra la cancelación definitiva de dos concesiones para explotar oro y plata a cielo abierto en este municipio, afectando a por lo menos 20 comunidades nahuas. 

El proceso de arbitraje fue solicitado ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI), un mecanismo del Banco Mundial.

En 2022, la Suprema Corte de Justicia de la Nación revocó, después de ocho años de batalla legal, las concesiones mineras otorgadas por la Secretaría de Economía, argumentando que las actividades de la empresa habían afectado el derecho humano al territorio, a la consulta previa, libre e informada y al consentimiento de las comunidades nahuas.

Almaden Minerals Ltd. exige al Estado mexicano una indemnización de 200 millones de dólares por no concretarse su proyecto minero. Ha anunciado también que cuenta con un financiamiento de 9.5 millones de dólares para sostener el proceso de arbitraje a través de la firma de abogados Boies Schiller Flexner.

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), junto con el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI), concluyeron a través de diversas evaluaciones que la minera ocasionó en la zona graves impactos sociales, culturales, espirituales y en los derechos humanos. “Las actividades de Almaden Minerals Ltd. han generaron daños a la población, impactos a la salud y al medioambiente, opacidad, criminalización y estigmatización de personas defensoras, ruptura del tejido social y captura corporativa”, sostienen las organizaciones en un comunicado.

Exigen, junto con la Unión de Ejidos y Comunidades en Defensa de la Tierra, el Agua y la Vida Atcolhua, organización que llevó a cabo la lucha contra la minera, que las autoridades mexicanas consideren para el procedimiento de arbitraje las afectaciones a los derechos humanos y al medio ambiente que la empresa minera generó en el territorio.

Demandan que las autoridades competentes - Secretaría de Economía, Dirección General de Consultoría Jurídica de Comercio Internacional, Subsecretaría de Comercio Exterior, y al presidente Andrés Manuel López Obrador -, atiendan la presentación de pruebas y el testimonio de las comunidades indígenas que fueron afectadas por el proyecto minero mientras estuvo en su etapa de exploración, así como la documentación recopilada sobre las afectaciones generadas al medioambiente y los derechos humanos durante todo el tiempo que la empresa minera intentó establecerse en su territorio. 

Solicitan, además, al Tribunal de Arbitraje del CIADI facilite que la Unión de Ejidos presente su opinión escrita como población afectada por el proyecto minero y en calidad de parte no contendiente.

“Alzamos la voz para exigir que todos los daños que provocó Almaden Minerlas Ltd. en el municipio de Ixtacamaxtitlán sean reparados y que las comunidades indígenas sean quienes reciban una indemnización y no las corporaciones millonarias”, agregan las organizaciones.

Recrudece violencia en frontera sur de Chiapas; cientos huyen a Guatemala

Como ha ocurrido en los últimos tres años ante la omisión de autoridades estatales y federales, una vez más la crisis provocada por los enfrentamientos entre grupos criminales en la frontera sur de Chiapas alcanza niveles alarmantes de violencia, ocasionando terror, muerte y desplazamiento forzado entre la población civil.

En las últimas semanas, desde distintos municipios de las regiones de la Sierra Madre y su vecina, la Frailesca, pobladores han lanzado llamados de auxilio mediante redes sociales para alertar sobre el incremento de las agresiones. Entre ellas, destacan las amenazas de coacción por parte de grupos armados, para que civiles participen en bloqueos carreteros, de secuestro de hombres y mujeres, así como de ejecuciones.

Desde el pasado sábado (20) y por medio de una acción urgente, la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos Todos los derechos para todas, todos y todes (Red TDT) confirmó el recrudecimiento de la violencia en comunidades de la región fronteriza del estado de Chiapas con Guatemala.

Mediante un comunicado, las organizaciones resaltaron que, por lo menos, desde el domingo 14 de junio, se registró un aumento en las hostilidades entre los grupos armados del crimen organizado quienes desde 2021 se disputan el control de la zona fronteriza.

Ante esta situación, la RedTDT llamó a las autoridades federales y locales para la intervención imediata y garantizar la protección de la población de los municipios de Frontera Comalapa, Chicomuselo, La Grandeza, Bella Vista, Siltepec, El Porvenir, Motozintla, Bejucal de Ocampo, Honduras de la Sierra, Mazapa de Madero, Amatenango de la Frontera, La Concordia, Montecristo de Guerrero y Ángel Albino Corzo.

“La situación se ha agravado particularmente el sábado 20 de julio, al cercarse varias comunidades y cabeceras municipales, incluida la de Chicomuselo, por medio de al menos 13 bloqueos carreteros, retenes de hombres civiles armados y obstáculos físicos”, sostuvo la red de organizaciones.

Por su parte, el periodista Isaín Mandujano reportó que, para el martes (23), el número de bloqueos en la región ascendía a 31, lo cual obstaculizaba el tránsito entre los caminos rurales y carreteros en la zona de disputa por los grupos criminales.

“Algunos son bloqueos que buscan autoprotegerse del grupo que controla Chicomuselo. Estas comunidades son Nueva América, El Raizal y Nuevo Resplandor del municipio de Chicomuselo, tambien Nuevo Chejel y Puerto Rico de Socoltenango”, divulgó el periodista en sus redes sociales.

Pobladores de la región relatan que, pese a la presencia de Cuartel del 101 Batallón de Infantería de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) ubicado en Chicomuselo, los criminales transitan sin problemas mediante caravanas de camionetas con blindaje, portando armas de alto calibre.

El reclutamiento forzado por parte de los criminales también ha sido denunciado por la RedTDT. Registros de la red señalan estos sucesos en, por lo menos, los municipios de Frontera Comalapa, Chicomuselo, La Grandeza, Bella Vista y Siltepec. A ello, la red suma el reporte de ejecuciones de civiles ocurridas en Zacualpa, municipio de Chicomuselo, “los cuales habían sido reclutados forzadamente; se recibió información confiable de enfrentamientos armados en distintas comunidades del mismo municipio tales como Piedra Labrada y Galicia”.

Desde la acción urgente difundida el pasado fin de semana se alertaba que las familias comenzaban a desplazarse para huir de la guerra entre grupos criminales y, ahora, se reconoce que centenas de personas han viajado hacia el departamento de Huehuetenango, adyacente a la frontera entre Chiapas y Guatemala.

Medios chiapanecos reportaron que, el martes (23), derivado de la incursión de un grupo armado al municipio de Amatenango de la Frontera, 200 personas iniciaron el éxodo para buscar refugio en el país centroamericano. El miércoles (24), el presidente guatemalteco, Bernardo Arévalo confirmó el arribo de las familias a la población de Cuilco. 

“Estamos colaborando con las autoridades del departamento de Huehuetenango y de la municipalidad, del Ministerio de la Defensa, para poder coordinar la atención que se le está dando a las personas que están escapando a esta confrontación entre grupos que tiene lugar en el lado en México”, respondió ante cuestionamientos de la prensa local. 

Por su lado, la gobernadora de Huehuetenango, Elsa Hernández, puntualizó que existe una brigada militar en la región para brindar seguridad en coordinación con elementos de la Policía Nacional Civil (PNC). En su reporte, compartió que registraban aproximadamente 300 personas procedentes de Chiapas y lamentó que las autoridades mexicanas no se han pronunciado para proteger a sus ciudadanos.

Familias chiapanecas huyeron rumbo a Guatemala para buscar refugio ante la violencia criminal en el estado al sur de México.

Para este jueves (25) los servicios de atención de Guatemala atendían al menos a 580 personas, entre ellas familias enteras con niños, mujeres, ancianos y hombres.

Mientras tanto, a través de una carta, el obispo emérito de la diocesis de Tapachula, Jaime Calderón, aseguró que a las condiciones de violencia que viven las comunidades desde hace años, se sumó el "ser amedrentados, amenazados y obligados a participar como escudos humanos en los enfrentamientos de los cárteles de la droga”.

El religioso detalla que los grupos armados “disponen a su antojo de la población” al mismo tiempo que los elementos de la Guardia Nacional y el Ejército mexicano “hacen nada por la población a la que ven sufrir día a día”.

Consultado por la prensa ante la situación de violencia durante la conferencia matutina del pasado martes (23), el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), argumentó que lo que sucede en la región fronteriza de Chiapas es el enfrentamiento de grupos que “quieren tener bases de apoyo de las comunidades”, por lo que aconsejó “prudencia” a la población para no colaborar con los criminales.

“Con cuidado, con prudencia, pero que no se dejen enganchar, que no se enrolen; porque puede ser que les lleven despensas o cualquier apoyo, pero ese no es el camino, ese no es el camino del bien”, compartió el mandatario, quien aseguró que las fuerzas de seguridad tienen las instrucciones de proteger a la población frente a las agresiones criminales.

“No se dejen manipular por los jefes de las bandas que actúan en esa región, es un llamado. Además, ellos (la población) saben que los estamos atendiendo como nunca, tan es así que no hay una demanda social, no existe”, aseguró AMLO, quien explicó que lo que se encuentra en disputa es el control de corredores entre Guatemala y Chiapas.

EEUU mueve sus piezas en Latinoamérica apelando a un nuevo Plan Marshall

U.S. Southern Command Commanding General, Gen. Laura Richardson, addresses participants of PANAMAX 2022 on Joint Base San Antonio-Fort Sam Houston, August 10, 2022. Richardson visited the Combine Forces Land Component Command headquarters on Joint Base San Antonio-Fort Sam Houston during PANAMAX 2022. PANAMAX is a U.S. Southern Command-sponsored multinational command post exercise aimed at reinforcing and enhancing the long-term security of the Panama Canal and the Western Hemisphere, and this iteration took place August 1-12, at bases in Texas, Florida, Virginia and Arizona.(U.S. Army photo by Spc. Joshua Taeckens)

La comandante del Comando Sur de los Estados Unidos (Southcom), por sus siglas en inglés), Laura Richardson, apeló durante el Foro de Seguridad de Aspen 2024 que su país debería enfocarse a un nuevo “Plan Marshall” si los países del hemisferio occidental quieren recuperarse de la pandemia del COVID-19 y para mantener a raya la influencia de Rusia y, especialmente, de China.

El 'Plan Marshall' fue un ambicioso programa que implementó Estados Unidos (EEUU) para la reconstrucción económica de Europa en 1948, tras la segunda guerra mundial.

Durante 15º Foro anual del denominado Aspen 2024, celebrado en Colorado, entre el martes 16 al viernes 19 de julio, participaron altos funcionarios gubernamentales y militares de los Estados Unidos, así como sus homólogos de todo el mundo, altos ejecutivos de empresas, destacados académicos, periodistas, entre otros más. El tema central fue relacionado con seguridad nacional y política exterior.

Bajo esa línea, Richardson advirtió que tal vez algunos países hayan superado los efectos de la pandemia, pero, la mayoría se encuentra en una “grave recesión económica”, que supuestamente está siendo aprovechada por las inversiones de Rusia y China en la región.

“Y nosotros no tenemos ese tipo de herramientas en nuestra maleta. ¿Cómo podemos ayudar? Creo firmemente que necesitamos un Plan Marshall para la región, o lo que es lo mismo, una ley de recuperación económica como la de 1948, pero en 2024, 2025”, puntualizó la General Richardson.

General Laura Richardson en el Foro Aspen.

Durante el evento, la vocera del Southcom también dio su respaldó a Ley de Comercio e Inversión de las Américas (Ley de las Américas), presentada a principios de este año por los senadores Bill Cassidy (republicano de Los Ángeles) y Michael Bennet (demócrata de Colorado) y los representantes María Salazar (republicana de Florida) y Adriano Espaillat (demócrata de Nueva York).  

Esta ley está enfocada principalmente al fortalecimiento de la seguridad económica de este país. Insta a los Estados Unidos a renovar su política hacia América Latina con un enfoque integral, y a ampliar el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA) hacia otros países del hemisferio accidental. Así mismo, insta a las empresas estadounidenses a una relocalización, con el objetivo de debilitar sustancialmente la presencia de Rusia y China.

“En nuestra estrategia de seguridad hablamos de cómo el hemisferio [occidental] está inextricablemente ligado a la seguridad de nuestra patria”, complementó la vocera del Southcom en el Foro. El Comando Sur es uno de los nueve comandos militares pertenecientes a Estados Unidos y que cubre el área relativa al sur del continente americano, América Central y el Caribe. Tiene su sede en Miami, Florida

La comandante mencionó el avance demoledor de las inversiones de China y Rusia en su área de operaciones y mostró su preocupación por no poder contenerlas, advirtiendo que podrían dar un giro y ser usadas para operaciones militares. “Me he reunido con al menos dos tercios de los presidentes de mi región, pero no ven lo que el Team USA (Equipo de EEUU) está aportando a los países (...) todo lo que ven son las grúas chinas (...) y los proyectos de la Iniciativa [china] Belt and Road”, señaló la general.

Convoy en Camp Ripley, Minnesota, el 19 de julio de 2024.

Mientras las piezas geopolíticas se mueven en la región, EEUU parece no tener la suficiente capacidad de repuesta, “no podemos movernos con la suficiente rapidez”, dijo la representante del Comando Sur quien hizo un llamado a los países aliados para que permitan la visita de sus tropas los países aliados.

Mientras tanto, EEUU sigue utilizando su vieja estrategia de “ayuda humanitaria” para tener presencia en el continente americano. Es así que, previo al Foro Aspen 2024, la armada de este país desplegó, en el mes de junio, a más de cien militares a Jamaica, Costa Rica, Honduras, Colombia y Panamá, bajo el lema “Forward Together”.

“Este es nuestro vecindario común”, declaró Jim Aiken, comandante de la IV Flota y del Mando Sur de las Fuerzas Navales de Estados Unidos, al momento de iniciar el despliegue, el cual ya cumple con su 14ª edición.

De acuerdo con el Comando Sur ésta es una misión cuyo objetivo es fomentar la “amistad y la solidaridad con socios y aliados en el Caribe y América Central y del Sur”. Es parte de la estrategia que vienen implementado y renovando desde el año 2007, con la llamada “Estrategia del Comando Sur de los Estados Unidos Amistad y Cooperación por las Américas”. 

En el Foro Aspen, Richardson aseguró que el Comando Sur trabaja de forma estrecha, en cada país, con los embajadores estadounidenses, con el Departamento de Comercio, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), la NASA, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), las Cámaras de Comercio estadounidenses, la Corporación Internacional de Estados Unidos para la Financiación del Desarrollo y organizaciones de derechos humanos y no gubernamentales. 

“Realmente creo que la seguridad económica y la seguridad nacional van de la mano aquí en este hemisferio, y tenemos que trabajar ambas juntas muy, muy rápidamente”, declaró la comandante Richardson.

Panamá: Continúa criminalización de activistas por protestas masivas de 2023 contra minería

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Foto de portada: Olmedo Carrasquilla Aguila, Colectivo Voces Ecológicas y Radio Temblor Internacional

Panamá vivió, entre octubre y noviembre de 2023, una segunda gran explosión social desde la invasión de Estados Unidos al país, en 1989. Gremios docentes, sindicalistas, estudiantes, jóvenes y comunidades indígenas y campesinas protestaron contra la aprobación de un contrato entre el Estado panameño y la empresa Minera Panamá, filial de la transnacional canadiense First Quantum Minerals, para la explotación de una mina de 13 mil hectáreas ubicada en el corazón del Corredor Biológico Mesoamericano, en la zona caribe del país, en la provincia de Colón.

Las protestas contra la minera se iniciaron desde hace años, pero fue el 20 de octubre de 2023 que se produjo el hecho decisivo, cuando la Asamblea Nacional de Diputados realizó debate de la propuesta, el Ejecutivo sancionó la Ley 406 ese mismo día y la hizo oficial mediante su publicación en la Gaceta Oficial. La Asamblea Nacional realizó los tres debates en tres días consecutivos, y al tercer día el Ejecutivo sancionó y publicó la ley en Gaceta.

A partir de entonces, las manifestaciones de descontento dejaron de ser aisladas. Durante 44 días, se produjeron protestas masivas en todo el país. En un informe elaborado por la Fundación para el desarrollo integral comunitario y conservación de los ecosistemas en Panamá (FUNDICCEP) y la Red Nacional en Defensa del Agua Panamá, las organizaciones mapearon y documentaron las violaciones de derechos perpetradas por el Estado contra las manifestaciones, además de las estrategias utilizadas para criminalizar e impedir la acción de los manifestantes y organizaciones. 

Protestas contra la minería en Panamá. Foto: Radio Temblor.

“El gobierno vulneró los derechos humanos de la población. Los reportes de los muertos, de los heridos por balas de goma, por los efectos de gases lacrimógenos (vencidos, además), las detenciones arbitrarias, las judicializaciones, los discursos de odio y las políticas de criminalización de la protesta sugieren que desde el Estado se ha adoptado una posición que contradice los acuerdos internacionales sobre el derecho a la protesta”, se sostiene en el informe.

El pasado 17 de julio, delegados de la Red Nacional en Defensa del Agua, Guerreros del Mar, Ya es Ya, entre otros movimientos, entregaron el informe a representantes diplomáticos de la Embajada Canadiense. “No existe un registro [real] de las entidades públicas de los hechos”, dijo Damaris Sánchez Samudio de la Red Nacional en una rueda de prensa. Según la activista, el informe de las organizaciones fue un primer ejercicio en esta dirección.

Las organizaciones registraron cuatro muertes, cientos de heridos, siendo que cuatro personas perdieron la visión en uno de sus ojos por acción directa de miembros de la Unidad de Control de Multitudes de la Policía Nacional, y más de 1,500 casos de detenciones arbitrarias. “Las detenciones arbitrarias se dieron durante los 44 días de protesta y las víctimas eran especialmente jóvenes, indígenas y campesinos”, dice el informe. 

Activistas y manifestantes todavía enfrentan procesos legales. “Aún estamos enfrentando procesos de judicialización. Hemos sido atacados, hostigados, criminalizados y judicializados por nuestra participación y por ejercer nuestro libre derecho a la protesta y la expresión ciudadana sobre la defensa del territorio”, sostuvo Samudio. 

Durante la reunión en la Embajada Canadiense, la delegación de activistas y movimientos sociales reiteró su posicionamiento para que Panamá respete los derechos humanos y al ambiente, y exigió justicia y reparación por los daños causados.

La Corte Suprema de Justicia determinó, el 27 de noviembre de 2023, que el contrato minero vulnera 25 artículos de la Constitución de Panamá. Los representantes de la embajada de Canadá manifestaron que respetan el fallo de la Corte Suprema que declaró inconstitucional el contrato. 

Al 8 de noviembre de 2023, el Ministerio Público de Panamá había abierto 175 investigaciones y confirmó la detención de 60 personas por presunta comisión de diversos delitos en medio de las protestas contra la concesión minera. 

La Procuraduría detalló que entre los posibles ilícitos que investiga figuran homicidio doloso y culposo, lesiones personales, daños a la propiedad pública y privada, extorsión, extralimitación de funciones, abuso de autoridad y apología del delito. La entidad añadió que 13 personas habían sido condenadas en un periodo de dos semanas, de acuerdo con un comunicado de prensa del Ministerio Público.

El Ministerio Público no ha actualizado el número de procesos abiertos en contra de manifestantes, cuyos casos deben investigarse en seis meses. 

El uso de gases lacrimógenos vencidos fue denunciado por manifestantes en redes sociales, que luego del contacto con el tóxico sentían ardor excesivo y molestias no experimentadas en protestas previas. Videos que se publicaron muestran la fecha de expiración de las municiones, algunas con hasta más de cinco años de vencidas. 

De acuerdo con un reporte del diario local La Prensa, del 29 de octubre, donde citan al experto en criminalística Julio Alonso: “las bombas lacrimógenas son armas químicas. Esa descomposición es peligrosa y más cuando se combinan los ingredientes. Al descomponerse se convierten en otros químicos que pueden entonces devenir en cianuro, potasio, cloro u otros, que no tienen la finalidad de disuadir, sino que crean afectaciones graves en el cuerpo humano”.

Bloqueo de manifestantes contra la minería en Panamá.

Los efectos van desde intoxicación, envenenamiento, pérdida de la vista, pérdida y/o bloqueo de la capacidad respiratoria, daños en el sistema nervioso, problemas de tiroides y toda una gama de reacciones adversas en otros órganos vitales.

En medio de las protestas, el banco estatal Caja de Ahorros envió al Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs), entidad que apoyó las manifestaciones, una notificación informándole el cierre de 17 de las 18 cuentas que tenían en dicho banco.

El motivo que adujo la entidad para el cierre de las cuentas fue “por políticas internas y en lo determinado en el Contrato Único de Productos y Servicios Bancarios”. Luego, entregó los fondos al sindicato en cheques de gerencia.

Dos días después, el 15 de noviembre, el diario La Estrella de Panamá publicó una noticia titulada “Caja de Ahorros cierra cuentas bancarias del Suntracs”, en la que se afirmó que el cierre de las cuentas se hizo por “movimientos sospechosos” de dinero para el presunto “financiamiento de actividades de terrorismo”. Ningún periodista firmó la noticia y en la publicación tampoco se reveló el nombre de la fuente gubernamental que, según el diario, proporcionó la información.

Luego de la notificación del banco y la publicación de la noticia, ningún banco de la plaza aceptó los cheques de gerencia del Suntracs ni aceptó abrir nuevas cuentas al sindicato.

El gremio de trabajadores de la construcción solicitó certificaciones a la Unidad de Análisis Financiero de Panamá (UAF), quien emite las alertas bancarias de transacciones sospechosas, a la Superintendencia Bancaria de Panamá, a la misma Caja de Ahorros y al Ministerio Público, y al del cierre de las cuentas no existía ninguna alerta ni investigación en contra del sindicato. 

El gobierno panameño retuvo el salario de 17,495 docentes de escuelas públicas que estaban en huelga protestando en contra del contrato minero. El gobierno advirtió a los docentes que retornaran a las clases en noviembre de 2023, pero estos se mantuvieron en huelga hasta que se declaró la inconstitucionalidad del contrato.

De acuerdo con los testimonios recaudados en el informe, durante las protestas se hizo evidente el racismo institucionalizado que prevalece en el país. “Se reprimió y se criminalizó a los indígenas, especialmente a los ngäbes y buglés, quienes participaron en varias protestas y puntos de cierre en la provincia de Chiriquí y de Veraguas”.