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Fracking avanza en Latinoamérica

A fracking well in Colorado, pictured in 2012

La fractura hidráulica, o fracking, –técnica para extraer hidrocarburos atrapados dentro de rocas– ha sido el método que empujó a Estados Unidos a pregonar su autosuficiencia energética. En el año 2014 EU se posicionaba como el mayor productor de petróleo en el mundo con 8.95 millones de barriles por día por encima de Arabia Saudita y Rusia. Una previsión que ya había realizado la Agencia Internacional de Energía (EIA por sus siglas en inglés) en el año 2013 con el boom de la explotación de petróleo y gas no convencional.

Mientras que esta técnica de perforación, que utiliza millones de litros de agua y un cóctel de químicos para extraer los hidrocarburos, ya ha sido prohibida en diversos países europeos, como Alemania y Francia, justamente por los riesgos ambientales que representa, en América Latina el campo de explotación se está expandiendo rápidamente. Ya han sido mapeadas reservas en Bolivia, Colombia, Venezuela, Paraguay, Uruguay, Chile, Argentina, Brasil y México, siendo estos tres últimos los que cuentan con mayores reservas en Latinoamérica.

En México, la reforma energética recién aprobada promueve la extracción del gas shale por medio del fracking. Con dicha reforma el gobierno abrió el sector petrolero al sector privado. Por lo menos en 11 de los 32 estados de México, actualmente se explotan mas de mil pozos con esta técnica, donde figuran empresas norteamericanas como la Halliburton, Schlumberger, Baker Hughes, entre otras. «Yo no sabía nada del petróleo, pero después que nuestra agua se comenzó a contaminar, supimos que en nuestra región están explotando mas de 240 pozos con eso que llaman fracking. Ahora nuestros manantiales están todos contaminados» dijo Mariana Rodríguez de la comunidad de Papantla, Veracruz, México.

Fotografía: www.aida-americas.org

De acuerdo con el investigador Francisco Cravioto de la Alianza Mexicana contra el Fracking, existe poco conocimiento en las comunidades sobre el método fracking. «Sólo se conoce la dimensión de las afectaciones hasta que las comienzan a experimentar directamente, como el caso de la región norte de Veracruz, México, donde ya se están explotando por lo menos 240 pozos con esta técnica», comentó Cravioto, quien también es miembro del Centro de Análisis e Investigación, de la organización civil mexicana FUNDAR.

Mientras tanto Argentina es considerada como la capital latinoamericana del fracking por las explotaciones en la cuenca neuquina, extensa comarca petrolera que abarca la provincia del Neuquen, donde se encuentra la formación Vaca Muerta. En este 2015 se superaron las 1000 perforaciones en reservorios de gas shale de arenas compactas y petróleo tight de esquistos o pizarras con la técnica del fracking. De acuerdo con los datos de la EIA en 2015, sólo Estados Unidos, Canadá y más recientemente Argentina y China producen volúmenes comerciales de este tipo de hidrocarburos, estos dos últimos países lideran el desarrollo de la extracción de shale.

Siguiendo los datos de la EIA, Rusia concentra una quinta parte de todas las reservas mundiales, técnicamente recuperables, de crudo no convencional (con 75,000 millones de barriles), le sigue Estados Unidos (58,000 millones) y a más distancia China (32,000 millones), Argentina (27,000 millones) y Libia (26,000 millones). Estos cinco países reúnen más del 60% de todas las reservas de gas shale del planeta.

Petróleo atrapado en rocas    

El termino inglés shale no tiene una traducción exacta al español y a veces se usa como sinónimo esquistos, lutitas, pizarras, o pelitas. El shale es una roca llamada madre o roca almacén. Son rocas con micro poros que no tienen permeabilidad, lo que significa que no hay conexión entre los poros que comparte la roca donde se encuentran alojados los hidrocarburos. El fracking es la única forma de extraer el gas y el petróleo no convencional, sobre todo, shale gas, shale oil y gas de Carbón

Es importante resaltar que los yacimientos no convencionales se clasifican de acuerdo a su método de explotación: 1) Extracción tipo minera, empleada para esquistos bituminosos y arenas bituminosas; 2) Por medio de pozos, empleando para la extracción de gas en arenas compactas (tigth gas), gas y petróleo de esquistos o pizarras (shale gas/shale oil), petróleos extrapesados y gas de carbón (coal bed methane); 3) Otros tipos de extracción considerados hidratos de metano y gas de pantanos.

Fotografía: www.pinterest.com

Aguas en peligro 

La técnica viene generando una serie de costos ambientales. Produce grandes volúmenes de residuos tóxicos y radiactivos; contaminantes peligrosos en el aire; desestabiliza el clima y las comunidades locales. «La industria del petróleo y el gas ha secuestrado la política energética de los Estados Unidos y desviado varias investigaciones de alto perfil sobre contaminación de acuíferos y sus secuelas, producidas por los pozos de fracking de Pavillion, Wyoming; Dimock, Pensilvania y el condado de Parker, Texas», documenta el reporte de Food & Water llamado «Por qué es urgente prohibir el fracking».

Una de las grandes amenazas hoy en Sudamérica está en la región Entre Ríos y Uruguay, en la zona del Chaco Paranaense. Para el área hay proyecciones de explotación de shale oil y shale gas. «En esta región se encuentra el Acuífero Guaraní, el tercero más grande del mundo, ahí se concentra el 20% de agua de Sudamérica, que abarca desde el sur de Brasil, parte de Paraguay, Argentina y Uruguay. Entonces nuestra preocupación es que si se tiene que perforar a través del acuífero, se va a contaminar y por tanto lo van destruir. Tenemos que pensar si esto vale la pena», dijo a el ingeniero Roberto Orchandio, extrabajador de la industria petrolera en Argentina y Estados Unidos.

«El agua contaminada es un gran problema. Hay lugares donde va ser un desastre, como el norte de México donde no hay agua y es irracional desperdiciarla. Porque son lugares donde no podrá habitar nadie», dice Orchandio, haciendo referencia a la inevitable fuga de agua contaminada. «Todos los pozos nuevos tienen una fuga de por lo menos un 6% de agua, agregando las cimentaciones mal construidas, los accidentes en los tubos y las corrosiones».

El Observatorio de Petróleo Sur de Argentina ha documentado que una cantidad significante del agua usada retorna a la superficie, después de ser inyectada a gran presión en las rocas y generar la fractura, dentro de los primeros días o semanas, y viene acompañada por grandes cantidades de metano. «Entre el 0.6 y el 3.2% de la producción total de un pozo no convencional –puede ser un barril o millones– se emite como gas metano (CH4), durante el tiempo de extracción, junto con los fluidos de retorno –agua mezclada con los químicos. Es un gas de efecto invernadero 25 veces más potente que el CO2», asevera el ingeniero Orchandio.

«En México los principales afectados son los pueblos indígenas, los campesinos. Están destruyendo su territorio ancestral, ahí donde se guarda su historia, tradiciones y su conocimiento. Están destruyendo ecosistemas completos, mantos acuíferos superficiales y subterráneos. Es un despojo territorial», afirma Francisco Cravioto.

La tendencia de todos los países es crecer y consumir más, el precio del petróleo gira en torno a la oferta y la demanda, avalúa Orchandio. «Es muy difícil hacer una evaluación del volumen o de la cantidad que puede ser necesaria para mantener el ritmo de crecimiento económico exponencial de los países con mayor crecimiento, como China y Estados Unidos. A mi me aterra la idea de pensar que puedan hacer en Argentina lo mismo que hicieron en Texas, donde prohibieron el fracking, y tiempo después prohibieron que se prohibiera el fracking. Los lugares donde exploten estos hidrocarburos no podrá vivir nadie, porque detrás van dejando todo muerto y esto es lo mismo para México o Brasil».

La autosuficiencia

De acuerdo con Orchandio, esta técnica no se había usado por los altos costos que implica y por los costos ambientales. «Desde que EU incursionó en los pozos no convencionales, sólo en el año 2010 se totalizaron a nivel mundial 2,500,000 fracturas hidráulicas. La irrupción inició en EU, concentrada en tres estados, Pennsylvania, Texas y con especial atención en Dakota del Norte como máximo exponente, convirtiéndose en la Arabia Saudita americana», explica el ingeniero.

Fotografía: www.news.stanford.edu

        El economista Javier Martínez opina que la extracción del petróleo no convencional es mucho más cara que la del crudo convencional y se agudiza con esta caída de los precios por existir una mayor oferta. «Los costos de producción de un barril por medio del fracking puede costar de 25 hasta 60 dólares y eso ya no es rentable. Esto puede perjudicar financieramente a Estados Unidos, porque con la titulación –papeles de compra de petróleo a futuro– se esta creando una burbuja especulativa que va a reventar», afirmó Javier Martínez.

Según Alejandro Martínez Villegas, gerente de AMV Consultores y experto en temas del sector petrolero, en Estados Unidos, cuando arrancó la crisis se decía que necesitaban un mínimo de 65 dólares por barril para que el negocio fuera rentable.

Orchandio asegura que los hidrocarburos no convencionales solo son un alivio temporal. El opina que los pozos tienen una vida de aproximadamente seis años y que sólo en el primer año se puede explotar hasta 70% de su capacidad. «La productividad de estos pozos es demasiado baja. Para mantener una cuota de producción hay que perforar pozos como locos. Solo por poner un ejemplo, en Dakota del Norte, Estados Unidos, ellos tienen que perforar 1,500 pozos por año, una monstruosidad», explica Orchandio, quien también forma parte del grupo argentino que produjo el libro, 20 Mitos y Realidades del fracking. «En Estados Unidos ya se encontraron y explotaron todas las zonas mas ricas llamados sweet spot –grandes bolsones de hidrocarburos– y no hay más».

Fotografía: www.corpwatch.org

El ingeniero avalúa que la situación de las reservas de hidrocarburos es alarmante a nivel mundial. «Las reservas caen entre un 4 y 5% por año, es decir, que al cabo de 3 años cayeron 12% aproximadamente. Este 12 o 13% de la producción mundial es lo que produce Arabia Saudita. Esto nos dice que cada tres años nosotros deberíamos poner en producción una nueva Arabia Saudita, pero ya no hay más. Avanzan a marchas forzadas para explotar más pozos no convencionales en otros países. Se avecina un colapso de la matriz tecnológica, un tema de seguridad nacional para EU», manifiesta Orchandio.

John Sax Fernández, autor de libro La compra-venta de México, argumenta que el concepto de seguridad nacional para EU se consolidó como categoría política durante la Guerra Fría, especialmente en las zonas donde tenia influencia. «Esta doctrina se convirtió en una especie de «razón social» para justificar una amplia gama de acciones, como el espionaje o la ocupación, para asegurar objetivos estratégicos políticos y económicos».

Presiones, espionaje y corrupción 

Los documentos filtrados por el ex contratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), Edward Snowden, en el año 2013, confirmaron que esta agencia, perteneciente al gobierno de los Estados Unidos, espió las comunicaciones internas de Pemex en México y de Petrobras en Brasil, entre otras paraestatales.

«En relación al espionaje de la NSA, no parece ser simplemente un operativo de robo de secretos industriales. Es espiar para identificar esos eslabones frágiles de la cadena de mando, para saber dónde penetrar, con quién negociar, a quién promover, a quién sacar del proceso político-económico», aseveró el doctor John Sax Fernández, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), también autor del libro La Energía en México: situación y alternativas.

Mapa: www.cartocritica.org.mx

Mientras que en este año 2015, el sitio de información DeSmogBlog reveló que la ex secretaria del Departamento de Estado, Hillary Clinton, ayudó al gobierno mexicano a tejer una cadena de simulaciones para abrir el sector energético –principalmente el petróleo y gas no convencional hoy explotado mediante el fracking– a las grandes compañías internacionales con la reforma energética, consolidada en el año 2014. El gobierno de México se ajustó a las necesidades de ExxonMobil, Chevron, BP, el Instituto Americano del Petróleo, los productores independientes de petróleo de Estados Unidos y otros, destaca la nota firmada por el periodista Steve Horn.

«La reforma energética abrió las puertas para las empresas privadas nacionales y transnacionales. En este año 2015 ya fuimos testigos de las primeras tres fases de la Ronda 1 donde se pusieron en venta polígonos en el golfo de México. La idea es entregar 4 rondas de licitaciones por lo menos hasta el año 2018. En lo que corresponde sólo a la Ronda 1 se habla de una 5ª fase donde lo único que se van a entregar son polígonos en campos no convencionales»,

DIJO FRANCISCO CRAVIOTO.
Fotografía: www.labrokenface.com

Mientras tanto en Argentina, la principal empresa productora de hidrocarburos de este país, YPF, y Chevron firmaron un acuerdo en secreto entre partes para explorar y explotar recursos no convencionales en la formación Vaca Muerta, donde Chevron impuso sus reglas. Tiempo después el poder ejecutivo dio su aprobación con el decreto 929/13 generando un debate y rechazo por parte de los ciudadanos, ya que YPF fue estatizada recientemente y por tanto no puede sostener negociaciones en secreto por ser una entidad del orden público.

Tras firmar este convenio, en el año 2013 el senador Rubén Giustiniani pidió acceder al texto completo para su divulgación, pero la justicia de Argentina rechazó su petición. El senador apelaba a la supuesta existencia de «cláusulas secretas en el contrato», entre ellas un hipotético «compromiso que obliga al país a entregar por más de 35 años una zona que es la tercera más rica del mundo en petróleo y gas no convencional» y una «cláusula que asegura el cobro a perpetuidad de regalías aunque Chevron se retire del negocio».

«Las empresas transnacionales que quieren invertir en Argentina buscan garantías por el precio para la extracción y los cambios necesarios en al legislación para asegurar sus inversiones», asevera el ingeniero Orchandio. «No sabemos hacia donde esta yendo el negocio del petróleo no convencional en Argentina. Los inversores afirman que sí vienen a la Argentina, sólo si se mejoran las condiciones económicas, prácticamente ellos quieren que les paguemos para que se lleven el petróleo».

La resistencia

Desde México, Brasil y Argentina las inconformidades con la explotación de los hidrocarburos no convencionales se agudizan.

En Brasil, ante la licitación de bloques para la exploración y explotación de esquistos, ofrecidos, con un área total de 168,348 kilómetros cuadrados, organizaciones, investigadores y activistas que forman parte de la Coalición No Fracking Brasil (COESUS) mantienen protestas y actividades constantes contra el fracking. En octubre de este año 2015 en Paraná, Bahía, Minas Gerais, Mato Grosso, Acre y el Distrito Federal, se manifestaron frente a las oficinas de las empresas de combustibles fósiles que participarán en la subasta del gobierno brasileño de nuevos bloques para fracking. A esta manifestación se sumaron 28 países, incluyendo Portugal, Inglaterra y España, quienes se manifestarán frente a embajadas y consulados brasileños.

Ver vídeo ⇒ Di NO al fracking con Rubén Albarrán, Julieta Venegas y Lumi Cavazos

En México, la Alianza Mexicana contra el Fracking se ha opuesto a la explotación de hidrocarburos no convencionales y como parte de sus diversas acciones con la campaña ¡Di no al Fracking en México! sostiene, junto con artistas reconocidos a nivel internacional, una campaña difundida en la creación de su reciente vídeo, donde informan lo que es y de lo que implica dicha técnica. A esto se suman comunidades indígenas y campesinas con protestas y cierre de carreteras para exigir al gobierno que respete sus tierras ancestrales.

Por otra parte, en Argentina diversas organizaciones junto con el Movimiento Artístico-Cultural Contra el Fracking lanzaron una declaración donde apelan, «al principio de prevención o al principio precautorio, en función de la experiencia global existente y dado los impactos que produce en la salud humana y el ambiente, nuestro país debe detener cualquier emprendimiento de este tipo, mediante una moratoria, esto es, a través de la suspensión».

Del Estado de derecho al Estado de seguridad

Foto de Santiago Navarro F, Sao Paulo Brasil, Feb/15

Giorgio Agamben

De lemonde.fr traducido por Artillería Inmanente

No es posible comprender lo que realmente se juega en la prolongación del estado de emergencia en Francia si no se lo sitúa en el contexto de una transformación del modelo estatal que nos es familiar. Es crucial, primero que nada, desmentir el propósito de las mujeres y hombres políticos irresponsables, según los cuales el estado de emergencia sería un escudo para la democracia.

Los historiadores saben perfectamente que lo que es cierto es lo contrario. El estado de emergencia es justamente el dispositivo mediante el cual los poderes totalitarios se instalaron en Europea. Así, en los años que precedieron a la toma del poder por Hitler, los gobiernos socialdemócratas de Weimar habían recurrido tan a menudo al estado de emergencia (estado de excepción, como se lo nombra en alemán) que se pudo decir que Alemania había dejado de ser, antes de 1933, una democracia parlamentaria.

Ahora bien, la primera acción de Hitler, después de su nombramiento, fue proclamar un estado de emergencia, que jamás fue revocado. Cuando la gente se sorprende de los crímenes que pudieron cometerse impunemente en Alemania por los nazis, se olvida de que estos actos eran perfectamente legales, porque el país estaba sometido al estado de excepción y las libertades individuales estaban suspendidas.

No vemos por qué un escenario semejante no podría repetirse en Francia: imaginamos sin dificultad un gobierno de extrema derecha sirviéndose para sus fines de un estado de emergencia al que gobiernos socialistas han habituado a partir de ahora a los ciudadanos. En un país que vive en un estado de emergencia prologando, y en el que las operaciones de policía sustituyen progresivamente al poder judicial, cabe aguardar una degradación rápida e irreversible de las instituciones públicas.

Esto es tanto más cierto que el estado de emergencia se inscribe, hoy en día, en el proceso que está haciendo evolucionar las democracias occidentales hacia algo que hay que llamar, ya mismo, Estado de seguridad («Security State», como dicen los politólogos estadounidenses).

La palabra «seguridad» ha entrado tanto en el discurso político que se puede decir, sin temor a equivocarse, que las «razones de seguridad» han tomado el lugar de aquello que se llamaba, en otro tiempo, la «razón de Estado». Hace falta, sin embargo, un análisis de esta nueva forma de gobierno. Como el Estado de seguridad no atañe ni al Estado de derecho ni a aquello que Michel Foucault llamaba las «sociedades de disciplina», conviene arrojar aquí algunas referencias con miras a una posible definición.

En el modelo del británico Thomas Hobbes, quien ha influenciado tan profundamente nuestra filosofía política, el contrato que transfiere los poderes al soberano presupone el miedo recíproco y la guerra de todos contra todos: el Estado es aquello que viene precisamente a poner fin al miedo. En el Estado de seguridad, este esquema se invierte: el Estado se funda duraderamente en el miedo y debe, a toda costa, mantenerlo, pues extrae de él su función esencial y su legitimidad.

Ya Foucault había mostrado que, cuando la palabra «seguridad» aparece por primera vez en Francia en el discurso político con los gobiernos fisiócratas antes de la Revolución, no se trataba de prevenir las catástrofes y las hambrunas, sino de dejarlas advenir para poder a continuación gobernarlas y orientarlas a una dirección que se estimaba beneficiosa.

De igual modo, la seguridad que está en cuestión hoy no apunta a prevenir los actos de terrorismo (lo cual es, por lo demás, extremadamente difícil, si no imposible, porque las medidas de seguridad sólo son eficaces después del golpe, y el terrorismo es, por definición, una serie de primeros golpes), sino a establecer una nueva relación con los hombres, que es la de un control generalizado y sin límites — de ahí la insistencia particular en los dispositivos que permiten el control total de los datos informáticos y comunicacionales de los ciudadanos, incluyendo la retención integral del contenido de las computadoras.

El riesgo, el primero que nosotros levantamos, es la deriva hacia la creación de una relación sistémica entre terrorismo y Estado de seguridad: si el Estado necesita el miedo para legitimarse, es entonces necesario, en última instancia, producir el terror o, al menos, no impedir que se produzca. Se ve así a los países proseguir una política extranjera que alimenta el terrorismo que se debe combatir en el interior y mantener relaciones cordiales e incluso vender armas a Estados de los que se sabe que financian las organizaciones terroristas.

Un segundo punto, que es importante captar, es el cambio del estatuto político de los ciudadanos y del pueblo, que se suponía que es que el titular de la soberanía. En el Estado de seguridad, vemos producirse una tendencia irreprimible hacia aquello que bien hay que llamar una despolitización progresiva de los ciudadanos, cuya participación en la vida política se reduce a los sondeos electorales. Esta tendencia es tanto más inquietante que había sido teorizada por los juristas nazis, quienes definen al pueblo como un elemento esencialmente impolítico, cuya protección y crecimiento debe asegurar el Estado.

Ahora bien, según estos juristas, hay una sola manera de volver político este elemento impolítico: mediante la igualdad de ascendencia y raza, que va a distinguirlo del extranjero y del enemigo. No se trata aquí de confundir el Estado nazi y el Estado de seguridad contemporáneo: lo que hay que comprender es que, si se despolitiza a los ciudadanos, ellos no pueden salir de su pasividad más que si se los moviliza mediante el miedo contra un enemigo que no le sea solamente externo (eran los judíos en Alemania, son los musulmanes en Francia hoy en día).

Es en este marco donde hay que considerar el siniestro proyecto de deterioro de la nacionalidad para los ciudadanos binacionales, que recuerda a la ley fascista de 1929 sobre la desnacionalización de los «ciudadanos indignos de la ciudadanía italiana» y las leyes nazis sobre la desnacionalización de los judíos.

Un tercer punto, cuya importancia no hay que subestimar, es la transformación radical de los criterios que establecen la verdad y la certeza en la esfera pública. Lo que impresiona en primer lugar a un observador atento a los informes de los crímenes terroristas es la renuncia integral al establecimiento de la certeza judicial.

Mientras en un Estado de derecho es entendido que un crimen sólo puede ser certificado con una investigación judicial, bajo el paradigma seguritario uno debe contentarse con lo que dicen de él la policía y los medios de comunicación que dependen de ésta — es decir, dos instancias que siempre han sido consideradas como poco fiables.

De ahí la vaguedad increíble y las contradicciones patentes en las reconstrucciones apresuradas de los eventos, que eluden adrede toda posibilidad de verificación y de falsificación y que se parecen más a chismorreos que a investigaciones. Esto significa que al Estado de seguridad le interesa que los ciudadanos —cuya protección debe asegurar— permanezcan en la incertidumbre sobre aquello que los amenaza, porque la incertidumbre y el terror van de la mano.

Es la misma incertidumbre que se encuentra en el texto de la ley del 20 de noviembre sobre el estado de emergencia, que se refiere a «toda persona hacia la cual existan serias razones de pensar que su comportamiento constituye una amenaza para el orden público y la seguridad». Es completamente evidente que la fórmula «serias razones de pensar» no tiene ningún sentido jurídico y, en cuanto que remite a lo arbitrario de aquel que «piensa», puede aplicarse en todo momento a cualquiera. Ahora bien, en el Estado de seguridad, estas fórmulas indeterminadas, que siempre han sido consideradas por los juristas como contrarias al principio de la certeza del derecho, devienen la norma.

La misma imprecisión y los mismos equívocos resurgen en las declaraciones de las mujeres y hombres políticos, según los cuales Francia estaría en guerra contra el terrorismo. Una guerra contra el terrorismo es una contradicción en los términos, pues el estado de guerra se define precisamente por la posibilidad de identificar de manera certera al enemigo que se debe combatir. Desde la perspectiva seguritaria, el enemigo debe —por el contrario— permanecer en lo vago, para que cualquiera —en el interior, pero también en el exterior— pueda ser identificado como tal.

Mantenimiento de un estado de miedo generalizado, despolitización de los ciudadanos, renuncia a toda certeza del derecho: éstas son tres características del Estado de seguridad, que son suficientes para inquietar a las mentes. Pues esto significa, por un lado, que el Estado de seguridad en el que estamos deslizándonos hace lo contrario de lo que promete, puesto que —si seguridad quiere decir ausencia de cuidado (sine cura)— mantiene, en cambio, el miedo y el terror. El Estado de seguridad es, por otro lado, un Estado policiaco, ya que el eclipse del poder judicial generaliza el margen discrecional de la policía, la cual, en un estado de emergencia devenido normal, actúa cada vez más como soberano.

Mediante la despolitización progresiva del ciudadano, devenido en cierto sentido un terrorista en potencia, el Estado de seguridad sale al fin del dominio conocido de la política, para dirigirse hacia una zona incierta, donde lo público y lo privado se confunden, y cuyas fronteras provocan problemas para definirlas.

Brasil: “Aquí estamos, no estamos extintos”, de los indígenas Tupinambá

Extremo sur del estado de Bahía, nordeste de Brasil, región de intenso conflicto por las tierras indígenas, ahí se encuentra el pueblo indígena Tupinambá. Este pueblo fue el primero en hacer frente a la invasión portuguesa en Brasil en el año 1500. Un pueblo de grandes guerreros que emplean formas organizativas que implican tácticas y estrategias de guerra desde su cosmovisión. Desde el año 2004 han comenzado un proceso por la recuperación de sus tierras.

El órgano gubernamental Fundación Nacional del Indio (FUNAI) reconoció en sus estudios que los Tupinambá poseen tradicionalmente una superficie de más de 47 mil hectáreas, pero el gobierno aún no ha firmado la demarcación de este territorio. De acuerdo con el actual jefe indígena Babau Tupinamba, este pueblo fue considerado como comunista por su forma de vida colectiva y hasta llegaron a ser considerados extintos.

Al obtener sólo el silencio como respuesta del gobierno, los indígenas Tupinambá han recuperado una buena parte de su territorio. Uno de los pocos pueblos indígenas en Brasil que se han atrevido a iniciar un proceso de autodemarcación de sus límites y a ocupar al mismo tiempo. Retomaron haciendas que estaban en manos de terratenientes, recuperaron los nacimientos de agua y casas abandonadas. Sólo en la comunidad de Serra do Padeiro, cerca de 70 haciendas fueron retomadas.

El documental “Aquí estamos, no estamos extintos”, creado por los periodistas independientes Santiago Navarro F y Renata Bessi, es la segunda parte de la investigación sobre la recuperación de tierras del pueblo Tupinambá. La primera parte llamada; Indígenas Tupinambá recuperan tierras bajo una guerra de baja intensidad, y este documental, recogen la experiencia de este pueblo que hasta el día de hoy sostienen su lucha con firmeza y autonomía. Reconocido por el Jurado Internacional de XII Festival de Cine y Video de los Pueblos Indígenas, en la categoría Proceso socio-organizativo de los Pueblos Indígenas, del año 2015.

El pueblo Tupinamba fue el primer pueblo indígena que hizo frente a la invasión portuguesa en el año 1500 en Brasil.

Gobiernos restringen energía nuclear en Europa mientras que Brasil es foco de los inversionistas

El gobierno de Brasil trabaja para reactivar su programa nuclear, lo que incluye la construcción de doce plantas nucleares para la producción de energía eléctrica hasta el año 2050. Dicho país cuenta ya con dos plantas nucleares, Angra 1 y Angra 2, y la que esta casi terminada, Angra 3, todas en el estado de Río de Janeiro. Hoy la participación nuclear en la matriz energética brasilera es inferior al 2%, el objetivo es ampliar esa participación al 5%.«Brasil no puede renunciar a la energía nuclear en función de la seguridad energética que representa y tomando en cuenta que es una energía barata», dijo el ministro de Minas y Energía, Eduardo Braga, en una audiencia pública en la cámara de diputados.

No obstante, la iniciativa para reactivar el programa nuclear brasileño fue tomada de manera no democrática, dijo el físico y profesor de la Universidad Federal de Pernambuco, Heitor Scalambrini Costa, miembro de la Red Brasileña de Justicia Ambiental. «Un grupo de diez personas que conforman el Consejo Nacional de Política Energética (CNPE) tomó la decisión. La mayoría del Consejo esta compuesto por ministros del Estado que tienen la obligación de decir sí al presidente de la república. La única que discrepó fue la entonces ministra de medio ambiente, Marina Silva, quien posteriormente renunció a su puesto. No hubo ningún debate más amplio con sectores académicos, científicos y la sociedad civil», agrega el profesor.

Junto a la decisión de reactivar el programa nuclear, representantes del gobierno y de las empresas defienden cambios en el modelo de construcción de las nuevas centrales nucleares, con el fin de permitir la participación del sector privado –hoy esta actividad es una atribución exclusivamente del ámbito del Estado. De acuerdo con la pagina web de la empresa paraestatal Eletronuclear, responsable para operar y construir las plantas nucleares en Brasil, «sin duda, los negocios podrán contener inversión privada tanto nacional como internacional».

Mujer Pankara, «de continuar estos proyectos, vamos a desaparecer». Fotografía: Renata Bessi

En relación con los proveedores de tecnología –la primera planta fue construida con tecnología de los Estados Unidos y las otras dos con tecnología de Alemania–, ahora la empresa Eletronuclear extiende la posibilidad de proveedores. «Para las plantas de pos-Angra 3, se espera la participación de los principales proveedores internacionales: la francesa Areva/Mitsubishi; la estadounidense Westinghouse/Toshiba; la rusa Rosenergoatom, además de la empresas chinas SNPTC y CNNC».

El escenario de oportunidades de negocio abierto en Brasil ha generado en el país un clima de presión por parte de las empresas –expresado en declaraciones en los medios de comunicación y a manera de lobby en el Congreso Nacional– para que el gobierno acelere el proceso de inversiones. Sólo en los últimos cuatro meses, dos grandes eventos internacionales tuvieron lugar en Río de Janeiro y São Paulo para promover la energía nuclear como una energía limpia, con la participación de inversionistas internacionales.

Representante de la empresa francesa Engie declaró a la prensa brasileña, cuando se llevaba a cabo la Conferencia Internacional Nuclear del Atlántico (INAC), realizada en Sao Paulo este 2015, el interés de invertir en la energía nuclear en el país. «Engie es un gran player –jugador– en programas de energía nuclear en el mundo y tenemos gran interés en el mercado brasileño. Estamos a la espera de que el gobierno de luz verde en la apertura de este mercado a la iniciativa privada y estamos aquí, una vez más, para cooperar con las autoridades, demostrando nuestra experiencia en el INAC», afirma Mauricio Bahr.

El fondo, al fondo el río San Francisco que cruza por lo menos en 5 estados semiáridos. Fotografía: Renata Bessi

Por el lado del gobierno federal se está emitiendo señales en el sentido de tornar la energía nuclear como un negocio. Leonam dos Santos Guimaraes, director de planificación, gestión y medio ambiente de Eletronuclear, durante el VI Seminario Internacional de la Energía Nuclear en junio de este año en la bolsa de valores de Río de Janeiro, admitió ante los inversionistas internacionales la necesidad de la flexibilización del modelos de negocios en el sentido de facilitar y viabilizar mayor interés de las empresas privadas. En el encuentro, las empresas extranjeras reafirmaron su interés en el sector nuclear brasileño y discutieron posibles modelos de alianzas público-privadas que pueden ser adoptadas por Brasil.

Brasil esta posicionado en el 7º lugar en mayores reservas mundiales de uranio, según la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA). Además, el país domina la tecnología de todo el proceso de fabricación de combustible, inclusive la principal fase, el enriquecimiento de uranio –hoy el enriquecimiento es hecho comercialmente por los Estados Unidos, Rusia, China, Japón y dos consorcios de países europeos. «Sin lugar a dudas la existencia de uranio y la tecnología son cruciales para que el país pueda decidir la continuación de su programa nuclear» dice Scalambrini.

¿Crisis energética?

La generación de electricidad en Brasil por medio de centrales térmicas no está motivada por el agotamiento del potencial hídrico, predominante en la generación de energía eléctrica en el país, pero es para enfrentar los riesgos de esta fuente de energía, dice el gobierno brasileño. «El componente hidroeléctrico continuará predominando en el sistema», explica el área de prensa de Electronuclear. Pero para el gobierno, «las plantas nucleares son componentes que garantizaran la operación del sistema eléctrico».

Tierras sagradas pankara se verán afectadas por la planta de energía nuclear. Fotografía: Renata Bessi

Para el físico Scalambrini, la decisión es equivocada. «El país tiene abundantes recursos renovables y varios que pueden satisfacer la demanda con eficacia, sin residuos y con la generación descentralizada, además de la complementariedad entre las distintas fuentes de energía renovable. Por lo tanto no hay razón para invertir en centrales nucleares en el país», dice el profesor.

Presión de Rusia 

Desde el año 2005, la industria nuclear ha intensificado su cabildeo agresivo en varios países de América Latina, con fuerte influencia en la legislación y la política energética, agrega Scalambrini.

«El caso brasileño se mueve en la dirección opuesta en relación a diversos países europeos debido a la presión de poderosos grupos de interés que responden a las empresas inversionistas, de la misma forma grupos de científicos de prestigio que confieren nuevas oportunidades de investigación financiadas, contratistas y proveedores de equipos. Además, por supuesto, de los sectores de las fuerzas armadas, fascinados por el poder que trae la energía nuclear. Esto sin contar a los medios de comunicación cuyos intereses están claramente a favor de esta fuente de energía», sostiene Scalambrini.

Uno de los poderosos lobbies está conformado por el sector nuclear estatal de la corporación rusa Rosatom, muy interesada en el negocio nuclear en Brasil, dice el profesor. «La Rosatom abarca más de 250 empresas e instituciones científicas, incluyendo todas las empresas nucleares civiles de Rusia, las instalaciones del complejo de armas nucleares, las organizaciones de investigación y la única flota de propulsión nuclear en el mundo. Y ocupa una posición principal en el mercado mundial de tecnologías nucleares», explica Scalambrini.

Casa de oración de los indígenas pankaras. Fotografía: Renata Bessi

Esta empresa ha demostrado que el gobierno brasileño esta dispuesto a construir, operar y financiar inversiones en centrales atómicas en el país. «A través de estos acuerdos, la compañía rusa recibiría acciones de las plantas nucleares, proporcionando conocimiento técnico y financiamiento, construiría las unidades y de la misma forma operará dichas instalaciones».

«Sin duda alguna representan negocios multimillonarios y es fundamentalmente el dinero que mueven los intereses. Cada 1000 MW costará 5 billones de dólares», sostiene Scalambrini. «Toda esta presión para la construcción de plantas de energía nuclear, lamentablemente es hecho en detrimento de los intereses reales de las generaciones actuales y futuras. Es inaceptable que la decisión de construir centrales nucleares en el país sea hecha en un mero balance de negocios, sin la seguridad necesaria de la vida de las personas», afirma.

Para que otras naciones pueden desarrollar estos negocios en suelo brasileño es necesaria una serie de cambios en la Constitución Federal de 1988 de este país. El articulo 21, fracción XXIII, y el 177 garantizan el monopolio de la Unión para toda la cadena de uranio, esto implica la minería y la generación de energía eléctrica.

En el centro, la jefa indígena pankara. Fotografía: Renata Bessi

Países contra la energía nuclear

La decisión del gobierno brasileño sigue una dirección contraria de gobiernos europeos, tales como Francia y Alemania, que, después del colapso de las plantas nucleares de Fukushima en el año 2011, fuera de control hasta el día de hoy, han abierto un debate y, bajo la presión de la sociedad, han decidió no invertir más en nuevas centrales nucleares.

El parlamento francés adoptó definitivamente una ley de transición para reducir el uso de la matriz de energía nuclear en la producción de electricidad. Hasta el año 2025, la participación de la matriz nuclear en la producción de electricidad debe reducirse hasta un 50% y 75%. Con 19 centrales, Francia con su sector nuclear es posicionado el segundo el mundo. Su economía depende de la energía nuclear como ningún otro país para su consumo de electricidad, casi el 75% de las necesidades de abastecimiento provienen de este sector.

La industria nuclear francesa, incluso antes del anuncio de la reducción, ya enfrentaba dificultades. Su grupo industrial dominante Areva, que apuesta en el negocio nuclear brasileño, informó de una pérdida de casi 5 millones de euros en el año 2014 y por tanto deben cerrar entre 5 a 6 mil puestos de trabajo.

Alemania declaró en el año 2011 que cerraría todas sus centrales atómicas de producción comercial de electricidad hasta el año 2022. De acuerdo con la Articulación Antinuclear Brasileña, el gobierno alemán justifica la decisión, alegando problemas de inseguridad.

A ellos se suman Austria, Bélgica, Suiza, Italia (por decisión unánime, donde más del 90% de la población votó contra la instalación de nuevos reactores nucleares en su territorio) quienes revisaron los planes para la instalación de nuevas plantas de energía y decidieron distanciarse de la energía nuclear.

Del río San Francisco se va a proveer de agua para la planta nuclear. Fotografía: Renata Bessi

Alemania rompe acuerdo nuclear con Brasil

En 27 de junio de 1975, en pleno auge de la dictadura militar brasileña, fue firmado el «acuerdo de cooperación para uso pacífico de energía nuclear Brasil-Alemania», que entró en vigor el 18 de noviembre del año 1975, con vigencia de 15 años. Además de cooperación científica, el contrato estableció el uso de la tecnología alemana para construir en Brasil, hasta ocho plantas de energía nuclear, una planta de procesamiento de combustible atómico y una de enriquecimiento de uranio.

Cada 5 años, si ninguno de los dos países oficialmente denuncia el tratado, hasta un año antes de la fecha fijada para su renovación, el acuerdo se renueva automáticamente. Una articulación internacional de organizaciones de Brasil y Alemania crearon una campaña contra la continuación del acuerdo. En noviembre del año 2014, el gobierno de Alemania rompió el tratado, que se extinguió el pasado 18 de noviembre del presente, proponiendo al gobierno brasileño centrarse en la explotación de recursos energéticos renovables.

El gobierno alemán no avaló préstamos para la construcción de la central nuclear de Angra 3, por no presentar las condiciones de seguridad necesarias.

Cultura del secreto 

Aunque ya ha comenzado la disputa por el mercado nuclear brasileño, la información para la sociedad sobre los planes del gobierno son extremamente escasos. «Las noticias que son publicadas por la prensa son a menudo desencontradas. Hay poca información del gobierno sobre el tema de seguridad, de los procesos de la implementación, modelo de gestión, así como de las zonas elegidas para la construcción de estas plantas de energía nuclear. La cultura del secreto y la falta de transparencia prevalecen las cuestiones relativas al tema de las plantas nucleares», dice el profesor.

Construcción para desviar parte del río San Francisco, el destino es regar plantaciones del agronegocios. Fotografía: Renata Bessi

El departamento de prensa del Ministerio de Minas y Energía, al ser interrogado por el equipo de este reportaje sobre la planificación del gobierno brasileño para el sector nuclear, se limitó sólo a responder el número de plantas que se construirán y su energía potencial. «Otras cuestiones están todavía bajo revisión y no hay datos para ser divulgados», afirmó el departamento de prensa.

De acuerdo con Alzeni Tomáz, secretaria general de la Sociedad Brasileña de Ecología Humana, la constitución brasileña respalda la posición del gobierno brasileño. «La ley 4.118/62 en el artículo 27 establece el carácter sigiloso de la actividad nuclear. En eso se basa el gobierno para sostener el carácter de ‘sigiloso’ sobre las acciones nucleares», explica la secretaria.

Planta nuclear en la región del semiárido

En estas tierras se alberga el clima más seco de Brasil. La última sequía duró 3 años. Aquí la mayoría de las comunidades dependen de camiones cisterna para tener acceso al agua, para la higiene personal, para cocinar y para el uso en general. La región es conocida como el Sertão, es el área semiárida más poblada del mundo, con cerca de 17 millones de habitantes. La vegetación predominante es conocida como la caatinga, compuesta por árboles bajos de troncos gruesos. A primera vista estos árboles parecen estar muertos por la sequía, pero con poca lluvia reverdece el follaje despertando la vida en la región.

Uno de los municipios del Sertão la ciudad de Itacuruba, estado de Pernambuco, a orillas del río São Francisco (uno de los principales ríos de Brasil que corta la región), es fuerte candidato para recibir una de las primeras cuatro plantas nucleares, previstas en el Plan Nacional de Energía 2030.

«La terminación de los estudios para la elección de la ubicación de la Central Nuclear de esta región marca el río San Francisco como la mejor opción según los criterios utilizados en el proceso de selección de sitio», afirma Eletronuclear en su página web.

«La ubicación exacta no ha sido oficialmente anunciada. El área seleccionada a orillas del río São Francisco fue mencionada en un documento oficial de la oficina regional de Eletronuclear en Recife, capital de Pernambuco. El área señalada apunta hacia la ciudad de Itacuruba, a 481 km de la capital de este estado, como la primera opción para la instalación de una de las plantas nucleares», explica Scalambrini.

La implementación de termonucleares ha sido motivo de alerta y resistencia para los movimientos sociales, especialmente para aquellos que se esfuerzan por mantener la vida del río São Francisco, afectado ya por numerosos megaproyectos. «Donde quiera que se vaya a implementar la planta de energía nuclear, toda la población de São Francisco se verá afectada. Territorios indígenas, comunidades afrobrasileñas conocidas como quilombolas y comunidades de pescadores que viven de este río», dijo Tomáz.

Geraldo y su familia están esperando a que el gobierno de Brasil a reconozca y respete su territorio. Fotografía: Renata Bessi

Tierras sagradas

La zona indicada en Itacuruba forma parte de las tierras sagradas de los indígenas Pankará. «El gobierno hace grandes proyectos y no nos pregunta, para nosotros que vivimos de la tierra, no pregunta de lo que pensamos y lo que queremos. No nos respeta», dice a Lucélia Pankará, líder de los indígenas. Las tierras de los pankará en Itacuruba están en proceso de reconocimiento y demarcación por parte del estado. «Pero, con estos proyectos, este proceso se detuvo», lamenta la jefa indígena.

Una fracción del río São Francisco que baña las tierras de los pankará en Itacuruba ha sido represada desde finales de los años 1980 para la construcción de una central hidroeléctrica. La antigua ciudad de Itacuruba fue totalmente sumergida junto con otras tres ciudades más. Un sinnúmero de personas se trasladaron a vivir a las orillas de lo que hoy es un gigantesco lago, reconstruyendo el nuevo Itacuruba.

Geraldo Leal, indígena pankará, fue una de las casi 20 mil personas que fueron removidas de sus tierras y sus hogares de Itacuruba. «La ciudad era esencialmente rural, producía para toda la región. Yo vivía en una de las incontables islas en el río. La tierra era muy fértil. Plantábamos de todo y todo se daba, fruta, arroz, frijol, papas, cebollas y verduras. Y teníamos peces en abundancia. Lo que sobraba, era para vender. Todo fue inundado con la presa y nosotros quedamos en esta situación, sin tierra. Fuimos expulsados hacia la ciudad», dice Geraldo.

Pescadores artesanales del río San Francisco, «ya somos afectados por la pesca industrial y ahora con la con la planta nuclear nuestro pueblo va a desaparecer». Fotografía: Renata Bessi

El indígena fue a la ciudad, pero él no podía vivir lejos de su tierra. «Nací y crecí agricultor». El regresó a la tierra de sus ancestros y ahora esta a la espera, junto con su pueblo, de la demarcación de su territorio, amenazada por la posible construcción de la planta nuclear. «Estamos esperando a que las tierras sea reconocidas antes de la creación de la planta nuclear. Nuestra tierra es nuestra historia, nuestra vida, es el registro de todos nuestros antepasados. Como los abuelos van a enseñar a nuestros hijos si estamos dentro de la ciudad, no hay ninguna manera de preservar la cultura. Lo único que nos quedó fue retomar las tierras, antes de la demarcación oficial, porque estas tierras son de nuestros antepasados».

Una versión de este texto se publicó en ⇒ Truthout

El codiciado mineral que amenaza la vida de los pueblos en Chiapas

Para producir un celular se requieren por lo menos 200 tipos de metales. El titanio es uno de ellos. Es un metal tan importante para la telefonía como para la guerra, estratégico en la industria armamentista, aeronáutica, naval, ingeniería nuclear y para el equipamiento de alta tecnología. Los mayores consumidores de titanio son Estados Unidos, la Unión Europea, Japón y China.

México es uno de los cinco países de Latinoamérica donde se ha probado la presencia de dicho material, así como en Brasil, Paraguay, Chile y Perú. La Secretaría de Economía (SE) de México sostiene que este país podrá cubrir buena parte de la demanda mundial del titanio, confirmando su existencia en el subsuelo de Chiapas, al sur de México, mismo estado que posee siete de los nueve ecosistemas más representativos de México, situados sobre tierras que albergan reservas de 13 metales codiciados mundialmente, entre ellos el oro, la plata, el cobre, zinc, fierro, plomo y titanio.

Según el Sistema Integral de Administración Minera (SIAM) e Infomex del gobierno de México, existen 99 concesiones vigentes otorgadas por el gobierno federal en el estado de Chiapas en el año 2015, con permisos de explotación hasta los años 2050 y 2060. Alrededor de un millón 57 mil 81 hectáreas de tierras campesinas e indígenas –lo que equivale a 14,20% del estado– se encuentran concesionadas.

La Mina “El Bambú” en la comunidad de Nueva Francia. Foto: Santiago Navarro F.

«Hay, sin embargo, muchas más hectáreas que están a la espera de ser concesionadas, ya que hay muchos minerales en todo el estado. También existen concesiones suspendidas, en descanso y otras que están vigentes que no significa que se estén explotando en el momento. Y sabemos también que hay mucha explotación ilegal, no contabilizada por el estado», afirma el investigador de la asociación civil Otros Mundos, Gustavo Castro Soto.

Las concesiones están otorgadas principalmente a 4 empresas extranjeras, de acuerdo con datos de Otros Mundos. Tres de ellas son canadienses: Linear Gold, ahora llamada Brigus Gold, BlackFire, Riversides Resoures Inc., y una China llamada Honour Up Trading.

Titanio: importancia geoestratégica

Alton D. Slay, general de Estados Unidos a cargo del Comando de Sistemas de la Fuerza Aérea en 1980, advirtió al congreso de su país, como tema de seguridad de esta nación, de la dependencia de al menos 40 minerales estratégicos. El titanio es uno de ellos, presente en áreas de actual conflicto como Ucrania y Siria, es uno de los metales de los que hoy EU depende en un 70% de sus importaciones. Rusia es el segundo país del mundo que posee más reservas de titanio, después de China. La corporación rusa VSMPO-AVISMA es la mayor productora mundial de titanio, lingotes de titanio y todo tipo de productos intermedios de aleaciones de titanio, así como de artículos de aluminio de grandes dimensiones, piezas semiacabadas de acero galvanizado y superlaciones de níquel.

Los productos desarrollados por esta corporación le permiten convertirse en proveedor de 300 empresas en 48 países, incluyendo a líderes mundiales de la ingeniería aeronáutica como Boeing, Airbus, SNECMA, Rolls Royce y Pratt & Whitney. Tan sólo el titanio ruso cubre la demanda de las empresas aeronáuticas en un 40% para la empresa Boeing; un 60%, para Airbus, y el 100 % para Embraer.

Titanio en las reservas chiapanecas

La mayor parte de las concesiones en el estado de Chiapas se localizan en la Sierra Madre de Chiapas y sus costas en pacifico. De las 99 concesiones expedidas este año 2015, 44 están en la región conocida como el Soconusco, de las cuales por lo menos 22 tienen como objetivo principal la extracción de titanio.

«Las 99 concesiones están ubicadas principalmente en la región de la costa de Chiapas, en la región del Soconusco, desde Arriaga hasta Tapachula. Aquí es el foco de atención de las empresas mineras, ya que se habla de grandes yacimientos de dicho metal en toda esta franja. Pero también es una zona de gran biodiversidad», afirma Salvador Hernández Gutiérrez, del Frente Popular en la Defensa del Soconusco 20 de Junio e integrante de la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA).

A simple vista se pueden apreciar los paisajes inmensos y la biodiversidad que componen la región del Soconusco. Cualquier campesino que tenga contacto con estas tierras sabría inmediatamente que son tierras muy fértiles. El agua dulce, tan escasa en muchos estados de México, fluye por todos lados. De acuerdo con el Programa Regional de Desarrollo de la región del Soconusco, en esta área existen seis reservas ecológicas continuas, tres estatales: El Cabildo-Amatal, El Gancho-Murillo y Cordón Pico El Loro-Paxtal y tres federales: La Encrucijada-Volcán, Tacaná y El Triunfo.

La región del Soconusco es una de las más biodiversas en México. Foto: Renata Bessi

En la Encrucijada, reserva de la biósfera, por ejemplo, se encuentran manglares de hasta 35 metros de altura, considerados los más altos del Norte y Centroamérica. Estudios realizados por el Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) y el Instituto de Historia Natural y Ecología del Estado de Chiapas confirmaron que en la reserva situada en la franja de manglar de la zona costera hay 69 especies de mamíferos, 15 % del total nacional (477) y 33.8% del los mamíferos del estado de Chiapas (204). Esto sin contar que existe una gran cantidad de especies de fauna silvestre: 306 de aves, 45 de reptiles y 13 de anfibios.

Por su parte el área protegida El cordón Pico El Loro-Paxtal se encuentra entre dos macizos montañosos de la Sierra Madre de Chiapas, dentro de la zona denominada Corredor Mesoamericano-Chiapas, ligado al Corredor Biológico Mesoamericano que vincula a México, Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, y Panamá, por el cual transitan especies como el jaguar o pantera, especie en peligro de extinción.

La región muy importante por ser de las zonas más lluviosas del país, lo que da lugar a una compleja red hidrológica, con numerosos ríos permanentes, cuerpos de agua dulce y sistemas de lagunas que presentan características ecológicas muy particulares, ya que la presencia de cañadas, depresiones y valles, propician la existencia de una gran heterogeneidad de microclimas, lo cual favorece la diversidad de la fauna y un alto número de endemismos.

Conservacionismo oficial y despojo minero. Fotografía: Renata Bessi y Santiago Navarro F

La reserva El Triunfo alberga 10 distintos tipos de ecosistemas, entre los cuales se encuentra uno de los más amenazados a nivel mundial: el bosque de niebla. Este ecosistema es de vital importancia ya que permite retener el agua y abastecer a la Sierra Madre, viéndose principalmente beneficiados agricultores y comunidades aledañas.

El engaño

La Comunidad de Los Cacaos, localizada en el área montañosa, está ubicada en uno de los lugares más altos del municipio de Acacoyagua, parte del Soconusco. Las vertientes de agua fluyen por doquier, es de donde se abastecen otras comunidades en las faldas de la montaña. Las tierras contienen una gran cantidad de materia orgánica. No hay semilla que no tome vida en estas tierras. Café, cacao, rambután, naranja, papaya, piña, mamey, todo tipo de hortalizas, y sin ningún tipo de abono extra, ni mucho menos agrotóxicos.

En estas tierras el gobierno federal aprobó una concesión para la explotación de titanio. De las 530 hectáreas que integran la comunidad de Los Cacaos, 500 fueron concesionadas. El método tenia que ser por medio de túneles subterráneos, desde las faldas de la montaña hasta la parte alta del pueblo.

Alberto Villatoro, campesino de la comunidad de Los Cacaos, entre una mezcla de tristeza y rabia, recuerda su infancia, de como caminaba sobre las rocas de color azul plateado sin saber que era el titanio que después sería explotado en su comunidad. Hoy, la empresa minera china, Honour Up Trading, como en muchas comunidades de la Sierra Madre de Chiapas, buscan acaparar una de las mayores vetas de titanio de México. «Desde niño recuerdo esos metales en el río, en el camino lo pateábamos, pero no sabíamos que era titanio. Hasta que por medio de engaños algunos firmaron el proceso de exploración», sostiene Alberto Villatoro.

La primera empresa minera llegó a la comunidad de Los Cacaos, recuerda la campesina Florentina Antonio Morales, en el año 2009 y realizaron la explotación a cielo abierto. Hoy, por acción de la propia comunidad, las actividades del grupo chino fueron paralizadas, pero la concesión aún esta vigente. «Vinieron a engañarnos, esta es la verdad. Nos prometieron muchas cosas. Dijeron que iban a construir un mercado, carretera, un parque para los niños. Pero todo eso sólo quedo en puras palabras», dijo la campesina Morales.

Una de las estrategias utilizadas por la empresa, cuenta Morales, para poder obtener el apoyo de la comunidad, fue por medio de la repartición de despensas. «A las autoridades les están dando algo de dinero y a la gente la están engañando con una despensa, como lo hace el gobierno. La verdad, yo no necesito de despensa. Yo cultivo mi cacao, mi café. Trabajamos y de ahí vivimos. Ya no más. Queremos que se vayan. Están afectando nuestra cosecha, nuestra salud y la de nuestros animales», afirma Florentina.

De acuerdo con los datos de la organización REMA en Soconusco, en el municipio de Acacoyagua, donde están en proceso de explotación dos minas de titanio, los casos de cáncer de hígado, estómago y testículos son cinco veces mas frecuentes en la región de lo que deberían ser y algunos de estos casos se han dado en niños y niñas. A parte de eso, las personas que se han bañado en los ríos Cacaluta, Doña María y Cintalapa, donde desembocan los deshechos de las minas, presentan irritaciones, yagas y erupciones en piel.

Los niños de Los Cacaos presentan infecciones de piel. Foto: Renata Bessi

División de la Comunidad

La comunidad Los Cacaos es un ejido, una propiedad rural de uso colectivo, peculiar en México, resultado de la Revolución Mexicana (1910). «Un ejido es una comunión de 100 a 200 personas –los ejidatarios de una manera equitativa poseen una fracción de tierra. Un ejido no es una propiedad. La organización de un ejido se rige por mayoría y para eso hacemos uso de la asamblea. Existe un comisariado que representa a todos, pero la máxima autoridad es la asamblea. El comisariado se encarga para que se haga cumplir lo que se determine en asamblea», explica Villatoro, uno de los ejidatarios.

De acuerdo con el campesino, hubo irregularidades por parte del comisariado en la convocatoria de la asamblea y en la constitución del acta en que se aprobó la concesión. «No cumplieron con los requisitos de la Ley Agraria. Hubo menos firmas de las necesarias de los ejidatarios que están legalmente registrados en el registro agrario nacional», sostiene el ejidatario. A parte de eso, «el día que realizaron la asamblea las autoridades comunicaron que la explotación seria por un año. Cuando trajeron el convenio firmado, vimos que la verdad era por 50 años. Las autoridades ejidales ya estaban vendidas con la empresa. Mucha gente por miedo no dice nada».

«Lo que estamos viendo es que las empresas ya han comenzado a utilizar un patrón con las comunidades, la división. Ellas dividen, compran, utilizan toda especie de presión y chantaje. Y esto es con todos los proyectos extractivistas en el país, lo que ha generado un gama de conflictos», sostiene Gustavo Castro.

Ríos contaminados por desechos mineros. Foto: Santiago Navarro F.

2 dólares por tonelada extraída

El equipo del reportaje tuvo acceso al contrato de la Constitución que acredita la ocupación temporal y de servicio en el ejido Los Cacaos, realizado en el año 2013 entre las autoridades de ese momento y la empresa donde figuran: el presidente del ejido de Los Cacaos, Orlando Ramírez Tomás; la secretaria, María Esther Ventura Ruiz; el tesorero, Edesa Reyna Tomás; presidente del consejo de vigilancia, Edgar Rusbel Pérez Pérez; y el Grupo Minero El Puntal SA, empresa representada por su apoderado legal Víctor Manuel Espinoza Almaguer.

El contrato establece que «el ejido y el beneficiario acuerdan un pago de 500 mil pesos para la realización de este contrato mismos que serán liquidados en dos pagos, el primero en el mes de diciembre del año 2012 y el segundo en enero del año 2013 así como una regalía de 5 dólares americanos por tonelada extraída”.

También, «el ejido y el beneficiario acuerdan que las parcelas donde exista mineral se tendrá que negociar en forma privada con el propietario de dicha parcela para que en forma individual se haga un contrato en el que se acuerda entregar una regalía de 2 dólares americanos por tonelada extraída».

Impactos ignorados

Documento producido por la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales del gobierno de México, que evalúa el Estudio de Impacto Ambiental hecho por la empresa para obtener la concesión, admite que el proyecto de Los Cacaos está en una región de alta biodiversidad y de importancia nacional. «Las regiones prioritarias son áreas que se toman como referencia para la planeación nacional, debido a su alta biodiversidad e integridad ecológica funcional significativa». A pesar de ser considerada una área prioritaria por el propio organismo, la secretaría liberó el proyecto de explotación.

Por otra parte, la Secretaria de Medio Ambiente e Historia Natural de Chiapas emitió su propia evaluación, en septiembre del año 2014, contraria al proyecto de minería, emitiendo la siguiente opinión:

«De acuerdo a la revisión realizada, conforme al Programa de Ordenamiento Ecológico y Territorial del Estado de Chiapas, publicado en el Periódico Oficial del Estado n. 405, el 7 de diciembre del año 2012, se considera no favorable el proyecto a desarrollar denominado «Proyecto minero Casas Viejas», a desarrollarse en el municipio de Acacoyagua, ya que la implementación de dichas acciones ocasionarían daños irreversibles al ambiente».

Dicha evaluación técnica fue ignorada por las autoridades federales.

En la comunidad La Libertad, los ríos acarrean desechos mineros. Foto: Santiago Navarro F.

La joya

Otro ejemplo es la concesión expedida a la empresa china Honour Up Trading en el año 2013, denominada «La Joya», establecida en el ejido de la comunidad El Triunfo, del municipio de Escuintla, región del Soconusco, con una superficie de 207 hectáreas y con vigencia hasta el año 2063.

«Es ahí, en la parte alta, en el ejido del El Triunfo donde se encuentran los minerales como el titanio. Estamos preocupados porque si se explotan esas minas, nuestro ejido va quedar sepultado. Solo en el municipio de Escuintla hay por lo menos 8 concesiones. Es el gobierno quien da las concesiones sin importar la integridad de los seres humanos, de la naturaleza y los animales. No nos ha llegado ninguna información. Nosotros gozamos de oxígeno limpio y de libertad, ¿qué va pasar con la minería?», dijo Francisco Bautista Hernández, secretario del comisariado ejidal, de la comunidad de Independencia, Escuintla, Chiapas.

Mujeres de la comunidad La Independencia se oponen a la extracción de titanio. Foto: Santiago Navarro F.

El ejido de Independencia es el pueblo más organizado de la región. La comunidad, en conjunto con sus autoridades tradicionales, está en contra de la minería. En varias ocasiones han denunciado principalmente a los dueños de la minera La Joya. No obstante, existen por lo menos otras tres concesiones mineras de mayor dimensión en esta misma área, que colindan con el proyecto de La Joya y que se mantienen en silencio por el momento. Ellas son: Minera «La Nathalia», concesionada desde el año 2012 a Helmar Antonio Faviel Solís; «La Fernanda», concesionada a Evaristo Pérez Cano; y la minera «La Ceiba», concesionada a la empresa ATENMOV, S.A. DE C.V., quien explota oro, plata, hierro y titanio en otras regiones de Chiapas.

Las concesiones mineras siguen una linealidad continua a lo largo de la Sierra Madre de Chiapas, lo que indica que existe una gran veta de titanio principalmente en toda esta franja. En el transcurso de estas montañas, descienden una gran cantidad de ríos y riachuelos que las comunidades utilizan para beber, bañarse y para la agricultura. «No queremos que terminen con la Sierra Madre de Chiapas porque tenemos mucha vegetación y mucha agua. Nosotros tenemos dos riachuelos y sí se explota la mina se van a contaminar y van a venir muchas enfermedades, muerte de nuestros animales y de las personas», sostiene Francisco Bautista.

«En nuestras comunidades nunca antes hemos tenido problemas con cáncer, ahora hemos registrado muchos casos después de las primeras explotaciones de las minas. Las mujeres jóvenes que están embarazadas ya están teniendo deformaciones en los fetos, o también hay abortos espontáneos. Hay animales que ya están muriendo. Por eso no queremos las minas», dijo Paula Velázquez, voluntaria de salud de la comunidad de Independencia, Escuintla, Chiapas.

Autoridades locales alertan sobre los riesgos en La Joya

En mayo del año 2015, la Secretaría de Protección Civil para el Manejo Integral de Riesgos de Desastres del estado de Chiapas, a petición del presidente municipal de Escuintla, Juan Carlos Méndez Córdova, emitió una evaluación sobre los riesgos que representan la explotación de la mina La Joya.

La localidad de Independencia, según el documento, se encuentra en un sistema montañoso con pendientes muy accidentados. Las viviendas son de auto construcción. El municipio se encuentra asentado en las faldas de la Sierra Madre de Chiapas lo que hace que la superficie sea accidentado en cerca del 80% de su extensión territorial.

El documento caracteriza la región que será explotada como de Alto Riesgo. «Se dictamina como de riesgo alto el área de estudio que aquí se describe, derivado de las condiciones naturales del entorno y de la interacción de los elementos antropogénicos». No obstante, la concesión fue dada por el gobierno federal a la empresa Honour Up Trading S.A..

Presión Internacional

En el marco de los tratados de libre comercio todos los gobiernos tienen la obligación de garantizar las inversiones extranjeras o serán demandados ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) del Banco Mundial, espacio que arregla las disputas de inversiones entre empresas y los Estados nacionales, explica Soto. «Si los Estados no garantizan la inversión son acusados de expropiación indirecta. Casi no se menciona esta condición. Hay muchas demandas de empresas transnacionales contra gobiernos por leyes que dificultan las inversiones, o porque el gobierno retira las concesiones. Hay estudios que muestran que el 60% das demandas de las empresas en el CIADI son de la industria extractiva», agrega Castro.

No hay país en América Latina que no este vinculado con algún tratado de libre comercio con Estados Unidos, China, Europa o Canadá. «Entonces lo que hacen los gobiernos es reprimir a los pueblos que están contra estos proyectos. Es mas fácil reprimir manifestaciones que pagar millones de dólares a estas empresas», explica el integrante de la organización Otros Mundos.

Los gobiernos deben acoplar las leyes en su marco jurídico para facilitar las inversiones. «Antes del Tratado de Libre Comercio, por ejemplo, 52% del territorio mexicano era propiedad comunal. Más de la mitad del territorio y sus riquezas, como el gas, el petróleo, oro, agua, madera, estaban en manos de los pobres. Con el paquete de reformas estructurales que viene promoviendo el gobierno, el territorio indígena y campesino esta siendo privatizado para que puedan incursionar las inversiones internacionales», sostiene Castro.

El codiciado mineral. Foto: Santiago Navarro F.

Territorios Libres

la inconformidad en la región del Soconusco, donde 1 de cada 3 hectáreas está concesionada a la industria minera, desde principios de este año 2015, diversas comunidades junto con sus autoridades y habitantes de la región han realizado un sinnúmero de manifestaciones y brigadeos para informar sobre los impactos de la explotación minera.

Como una de las acciones concretas de dicha declaración, en septiembre de este mismo año, habitantes del ejido Nueva Francia, municipio de Escuintla, Soconusco, acordaron impedir la explotación minera del proyecto denominado El Bambú, a cargo de Obras y Proyectos Mazapa y de El Puntal, quienes han extraído titanio desde hace mas ocho años.

En el mes de agosto de este mismo año, diversos municipios de la entidad decidieron declararse en asamblea general comunitaria «Libres de Minería». Cerca de 300 representantes de los municipios de Tapachula, Huhuetán, Mazatán, Suchiapa, Tuxtla Gutiérrez, Acacoyagua, Escuintla, Cintalapa y Tonalá tomaron esa determinación por las graves afectaciones a la salud que ya se han hecho presentes en la región. «Nos unimos a las más de dos mil declaratorias de territorio libre de minería en el país, así como a las más de 80 actas ejidales y bienes comunales y 30 municipios de Guerrero, Oaxaca, Puebla y Chiapas que dicen no a la minería», agrega Castro.

El futuro ineludible de la minería. Foto: Santiago Navarro F.

Neocolonialismo verde, rebeldía negra en Brasil

Fotografía: Santiago Navarro F

Versión en inglés ↳ Green Neocolonialism, Afro-Brazilian Rebellion in Brazil

Papel desechable, tales como papel higiénico y toallas de primera calidad; un producto suave y esencialmente blanco, es el destino principal que tiene la celulosa brasileña extraída de los arboles de eucalipto. Un producto que busca abastecer, principalmente, la demanda del mercado de los países del primer mundo. Aunque este tipo de papel ha generado impactos sociales y ambientales en tierras brasileñas, muchas comunidades jamás han tenido en sus manos un tipo de papel como el que se usa en estos países.

La región conocida como Sape do Norte, que incluye los municipios de São Mateus y Conceição da Barra, en el estado de Espírito Santo, Brasil, ha sido afectada fuertemente por las plantaciones de eucalipto. En São Mateus por ejemplo, las plantaciones ocupan el 70% del territorio. De Vitoria, la capital de Espírito Santo, a São Mateus, casi 300 km de longitud son ocupados por arboles de eucalipto, en algunos trechos muy accidentados, aun se pueden ver pequeños resquicios de lo que fue el bosque nativo y su biodiversidad, que abarcan algunas hectáreas, que se pueden recorren en escasos minutos en automóvil.

Esta área es también símbolo de la resistencia negra, tierra de Quilombolas. Quilombo viene de la lengua kimbundu, una de las lenguas bantúes más habladas en Angola. Quilombo se le llamo a los lugares donde vivieron los esclavos rebeldes o fugitivos, que llevaban una vida de libertad en rincones apartados de las ciudades o en el campo y de ahí viene la palabra Quilombola, usada en Brasil para referirse al negro rebelde.

Fotografía: Santiago Navarro F

"Quilombo es un tipo específico de ascendecnia africana, que al igual que los otros, fueron traídos de África en la época colonial. Pero se negaron a ser sometidos a la esclavitud y representaron la resistencia negra.Ellos construyeron comunidades a las que también llamaron Quilombos. Huyeron de la escalvitud en Brasil y permanecían en pequeñas comunidades compuestas de 20 a 30 familias donde vivían de forma autónoma. Sus descendientes permanecieron en estos sitios", dijo Marcelo Calazans de la Federación de Organizaciones para la Asistencia Social y Educacional (FASE) organización que trabaja desde hace 30 años con los temas relacionados con los impactos del eucalipto en el estado de Espírito Santo.

En São Mateus había un puerto que comercializaba los negros recién llegados de África y muchos de ellos huían de las embarcaciones antes de que los navíos llegaran al muelle. Huían y se refugiaban en los bosques.

La emancipación de los esclavos ocurrió en el año 1888 y no fue acompañada de medidas que permitiesen a las comunidades negras permanecer en las zonas rurales. Sólo un siglo más tarde, se produjo el reconocimiento legal de estas comunidades con la Constitución de 1988, aunque no garantizó efectivamente la preservación del territorio quilombo. El hecho es que, con o sin reconocimiento, una gran parte de estas comunidades sobrevivieron en las zonas rurales. Prueba de eso son las comunidades del Sapé do Norte.

En la década de 1960 con la llegada de la industria de la celulosa extraída del eucalipto, los Quilombolas sufrieron un nuevo impacto y las familias se vieron obligadas a abandonar sus tierras y algunos se trasladaron a las grandes ciudades en busca de supervivencia, terminaron nutriendo las grandes favelas. Se estima que antes de que llegara la neocolonización del eucalipto, había alrededor de 15.000 familias Quilombolas. Hoy en día se calcula que 1.200 familias se reorganizan en 32 comunidades de la Sapé do Norte. Los descendientes Quilombolas están dispersos en comunidades «aisladas» por plantaciones de eucalipto, sufriendo todo tipo de presiones y efectos provocados por la industria de la celulosa.

«Hubo plantaciones de monocultivos en lugares inverosímiles, en nacimientos y en zonas de recarga hídrica. Se eliminaron los bosques de la ribera, se cortó el curso del agua, las lagunas fueron rellenadas con tierra, se mató la biodiversidad del bosque atlántico con plaguicidas y herbicidas, eso hizo imposible la siembra agrícola, al menos que se usaran agroquímicos», explica para Avispa Midia Simone Batista Ferreira, investigadora del Departamento de Geografía de la Universidad Federal de Espírito Santo.

Empresa líder mundial 

La empresa Aracruz Celulosa llegó en tierras de Espírito Santo en la década de los años 1960. Estuvo constituida en un primer momento por accionistas como Souza Cruz (una subsidiaría de British American Tobacco), el Grupo de la familia Lorentzen –ligados a la realeza de Noruega-, y el Grupo Safra, con un 28% de participación de capital cada uno; el Estado brasileño era un socio más con las acciones del Banco Nacional de Desarrollo Económico (BNDE) -ahora denominado BNDES-, que se redujo al 12%.

En el año 2009 la empresa Aracruz Celulosa cambió de nombre y nace la empresa Fibria Celulosa, resultado de la incorporación de acciones de Aracruz Celulosa y la de Votorantim Celulose e Papel (VCP). Fibria es considerada en la actualidad como una empresa líder mundial en la producción de celulosa de eucalipto. Es la única empresa del sector forestal del mundo que esta en la lista de empresas del Índice Dow Jones, cotizando en la bolsa  Bolsa de Valores de Nova York.

Fotografía: Santiago Navarro F

Bosques sin vida 

Un bosque sin flores, sin olor, sin animales, ningún ave ronda su vuelo por este lugar. Un bosque escéptico, de un color verde uniforme. Árboles raquíticos, troncos delgados y altos, que parecen columnas cimbradas en la tierra. En Ecuador las plantaciones de eucaliptos son conocidas como el bosque silencioso, porque no hay pájaros. En Chile le llaman, bosque militar porque, además de tener un color verde característico del uniforme militar, los árboles están formados y ordenados de una forma rígida. En Brasil le llaman desiertos verdes, simplemente porque no hay vida en su entorno.

Brasil es el cuarto mayor productor mundial de celulosa, después de Canadá, Estados Unidos y China. De Acuerdo con el informe del año 2014, de la Industria Brasileira Árbol Forestal (IBA por sus siglas en inglés), con datos del año 2013, el área forestal cultivada en Brasil llegó a 7,6 millones de hectáreas en este año 2013. El eucalipto representa el 72% de este total con una área cultivada de 5 millones 474 mil hectáreas. En ese año 2013 se produjeron 15,1 millones de toneladas de celulosa y 10,4 millones toneladas de papel. El objetivo es alcanzar una producción de 22 millones de toneladas de celulosa en Brasil hasta el año 2020.

La celulosa de Brasil tiene como principal destino, el mercado de Europa, que recibe el 41% del volumen de las exportaciones, seguido por Asia y América del Norte, con cerca del 39% y 20%, respectivamente.

Demanda internacional

De acuerdo con el economista Helder Gomes, miembro de la Red de Alerta contra el Desierto Verde, en la década de los años 1960 los mercados internacionales sufrían una presión por la demanda de pulpa y papel, por las dificultades de la ampliación en la producción de madera en los países que tradicionalmente se habían destacado como principales productores mundiales de eucalipto.

"En la década de los años 1960, estudios de la FAO indicaban las dificultades para ampliar dicha producción en los países productores, como la disponibilidad de tierras en los países centrales, el largo período de maduración y las presiones de los movimientos sociales contra el aumento de las emisiones contaminantes y contra la expansión de los monocultivos",

según el economista, esto obligó a que organismos internacionales como la propia FAO comenzaran a subsidiar la expansión de los programas forestales en países como Brasil, donde habían condiciones ecológicas favorables para el rápido crecimiento de los bosques, la disponibilidad de tierra, la abundancia de mano de obra barata y las políticas gubernamentales que beneficiaban y respaldaban a esta industria.

Fotografía: Santiago Navarro F

Destrucción 

La empresa Aracruz Celulosa es responsable inmediata de la destrucción de al menos 43.000 hectáreas de selva tropical en el municipio de Aracruz, solo por poner un ejemplo. Un municipio que, a parte de las plantaciones, alberga tres de las mayores fabricas que procesan la celulosa de los arboles, de la misma empresa.

Una destrucción documentada en el Informe de Evaluación de Impacto Ambiental realizada para los permisos de la primera expansión de la producción de la compañía – hecha por el Instituto de Tecnología de la Universidad del Estado de Espírito Santo, en año de 1988. Según el informe, «a través del análisis de fotografías aéreas obtenidas en los inicios de la década de 1970, se encontró que al menos el 30% del municipio de la superficie de Aracruz estaba cubierto por bosque nativo, que fue sustituido por bosques homogéneos de arboles de eucalipto».

Aracruz no solo llego devastando el bosque, sino que expulsando comunidades que vivían allí. «De 40 comunidades indígenas que habían durante los primeros años de desarrollo de esta industria, solo quedaron 6», afirmó para Avispa Midia el abogado Sebastiao Ribeiro Filho, miembro de la Red de Alerta contra el Desierto Verde.

Blanqueamiento tóxico 

La cadena de producción da celulosa, además de impactar la vista con el paisaje homogéneo, también impacta el olfato. Caminando por el municipio de Aracruz de pronto llega un tufo con un olor ácido. «¡Es cloro!» avisa Calazans, que cuenta porque huele así. «Para blanquear el papel se requieren millones de litros de químicos, entre ellos el peróxido de hidrógeno y el cloro, que en muchos países están prohibidos. No hay una regulación severa de su uso en Brasil. Después estos desechos van a parar directamente al mar».

De acuerdo con Luiz Alberto Loureiro, ex funcionario de la empresa Aracruz, las plantaciones constantemente son atacados por una serie de plagas o por plantas de otras especies que tienen que ser contenidos con químicos como el Glifosato o el Mirex, un plaguicida prohibido en todas sus formulaciones y usos, por ser dañino para la salud humana y el medio ambiente. «Los trabajadores mueren por envenenamiento y por accidentes y eso no se dice. Los trabajadores no reciben orientación sobre el envenenamiento y muchas veces llevan sus ropas de trabajo a casa y son lavadas con las de sus hijos».

Daniela Meirelles, integrante de Fase, quien ha dado talleres a grupos de mujeres, trabajadoras de la empresa de celulosa, también afirma que la empresa promueve igualdad de genero dando oportunidades de trabajo a las mujeres. «Fibria, con la intención de integrar a las mujeres a la producción, promovió una política de genero para contratar mujeres Quilombolas. El detalle es que el trabajo consiste en fumigar a los arboles, sin la protección e información necesaria sobre los químicos usados», afirma Meirelles.

Los empleos prometidos

De acuerdo con Sebastião Pinheiro, agrónomo y profesor de la Universidad de Rio Grande do Sul, los llamados desiertos verdes no generan empleos, por el contrario están destruyendo las fuentes de sustento de miles de familias:

Los desiertos verdes no generan trabajo. Para generar un empleo se necesitan 400 hectáreas de eucalipto. En la agricultura familiar o campesina se necesitan diez personas por hectárea. La Organización Mundial de Comercio (OMC), el Banco Mundial (BM) y los gobiernos que vienen promoviendo este sistema de cultivo, que beneficia a unas cuantas multinacionales, están provocando un genocidio económico destruyendo la agricultura tradicional y eso significa la destrucción de pueblos y comunidades enteras.

Memoria de la destrucción 

«Tengo el recuerdo del bosque atlántico. Vivíamos de la agricultura en el campo, de la caza. También recuerdo cuando llegó la empresa. La devastación no fue de árbol en árbol, fue con grandes cadenas, de unos 100 metros arrastrados por tractores, devastando todo lo que había a su paso. Cada eslabón de la cadena debía pesar unos 100 kilos. Habían árboles con diámetros enormes que no resistieron a las grandes cadenas», cuenta John Ramos de Souza, Quilombola de la comunidad de Angelim».

«Vi muchas cosas monstruosas que la empresa hizo. Yo vi sin saber, sin conocer las consecuencias y ahora estamos pagando el precio»

agrega Ramos de Souza.

El Ministerio Público de la Federación en noviembre del año 2014, con una medida cautelar suspendió una de las líneas de financiamiento de Fibria, la del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) del gobierno federal, referida a la zona Quilombola en el norte del Espírito Santo.

La empresa Fibria está siendo acusada de fraude en la obtención de tierras para sus plantaciones. Según la demanda, a principios de 1970, antiguos funcionarios de la empresa se autonombraron como pequeños agricultores ante el gobierno del estado de Espirito Santo, con el fin de obtener títulos de dominio de terrenos «baldíos». Después, los empleados transfirieron estos títulos de propiedad, de terrenos ubicados entre Conceição da Barra y São Mateus, para Fibria. En la mayoría de los casos, el período en que las áreas permanecían como patrimonio jurídico de los funcionarios de la empresa no duraba ni una semana y ya eran transferidas.

Quilombolas resisten al eucalipto

 ARUE Ticumbi. ARUE Ticumbi.
¿Qué hizo mal este pueblo?
¿Qué hizo este pueblo mal así?

Estas preguntas son parte de una canción cantada por los negros en la época de la esclavitud y que los Quilombolas de la Barra da Conceição mantienen como una tradición en el ritual que ellos llaman Ticumbi. En la canción preguntan a San Benito las causas de tantas pérdidas que han sufrido. La pérdida de su territorio, los bosques, los campos del agua.

Hoy la canción parece haber ganado otra dimensión en la voz de Souza, maestro Ticumbi. Una dimensión de resistencia. La cultura de sus antepasados sirve como una fuerza para resistir a las nuevas formas de esclavitud, esta vez por parte de la neocolonización del eucalipto. «Somos comunidades aisladas por el eucalipto y estamos aquí resistiendo», dice Souza.

El Quilombola cuenta que su padre, entre las décadas de los años 1960 y 1970, fue expulsado dos veces de sus tierras, de donde obtenía la subsistencia para su familia. «Las personas que reclamaban ser los propietarios de estas tierras aparecían y hacían presión para que nosotros saliéramos. En ese momento teníamos miedo y salíamos. Era más difícil de afrontar. Y fue así que estas tierras fueron transferidas a la empresa [Aracruz]».

La resistencia ya no es suficiente, dice Vando Falcão Souza, hijo de Souza, es necesario avanzar: «No tenemos tiempo que perder. Nuestro camino a seguir contra el eucalipto es volver a la tierra que fue de nuestros antepasados y continuar plantando alimentos», sostiene.

Angelim 1 es una recuperación de tierras hecha por las familias Quilombolas. Después del corte de los arboles realizado por la empresa, las familias regresaron a la tierra y comenzaron un proceso de recuperación del suelo. «Después de 40 años de plantar eucaliptos en el mismo lugar, un proceso de transición es necesario. La tierra está muy seca, llueve y el agua desaparece. Muchos decían que no íbamos a ser capaces de plantar nada, pero estamos viendo que con paciencia y mucho trabajo es posible. En unos cinco años creo que podemos hacer que la tierra sea como era antes del eucalipto», dice Falcão.

Ahora ya han comenzado a florecer las nuevas plantas, que ellos llaman la transición al post-eucalipto. Generalmente empiezan la transición con plantas como la sandía, yuca, calabaza y frijol. «El maíz y el café aun no crecen. Nosotros ya estamos cultivando varias especies de frijoles y estamos empezando a comercializar en los pequeños mercados de la comunidad. La intención es formar un tipo de cooperativa aquí», sostiene el Quilombola.

Fotografía: Santiago Navarro F

Saliendo de las Senzalas 

A pocos kilómetros de Angelim 1 existe otra recuperación de tierras, Linharinho. Allí, el esfuerzo de transición es plantar por medio del modelo agroecológico para recuperar la tierra. «Después de limpiar la tierra del eucalipto la técnica es plantar arboles del bosque nativo traídos de otros lugares, y alrededor de estos arboles otros cultivos como el frijol y la calabaza. Así vamos a reconstruir el bosque y la cosecha al mismo tiempo. El proceso es lento, llevará incluso seis o siete años para que los animales silvestres vuelvan de nuevo y se recuperen las aguas», comparte  el Quilombola Antonio Rodrigues de Oliveira.

Rodrigues cuenta que llegó a estas tierras con pocos recursos, apenas con el rostro en alto, sus manos y el coraje necesario. «No podemos esperar nada del gobierno, ni de la empresa, ni de nadie. Tenemos que tomar el azadón, entrar en la tierra, construir una choza, hacer un pozo… sacar agua, incluso empujando con un burro si es necesario. Morir de hambre nunca más…. no, no moriremos. Vamos poco a poco porque no tenemos infraestructura, pero lo haremos », sostiene.

El Quilombola dice que la situación es difícil y recuerda que la empresa llegó a plantar eucaliptos hasta en el mismo cementerio donde estaban enterrados sus abuelos. «No dejaron casi nada, sólo algunos roedores que se adaptaron, cerdos salvajes y armadillos viviendo como vivimos, migrando y buscando lo necesario para subsistir», afirma Rodrigues. Pero él cree que no hay tiempo para quejarse, sino que es tiempo de trabajar duro y reconstruir lo que han destruido.

«Aquí es un Quilombo, lugar de la liberación»

Él no duda en comparar la situación de su comunidad con la de sus antepasados. «Lo que estamos haciendo aquí es lo que hicieron nuestros antepasados. Huyeron de los lugares de la esclavitud, conocidos como Sensala [lugar donde los esclavos estaban presos en las grandes granjas] y crearon condiciones de vida en lugares aislados. Ellos abrieron claros e hicieron producir la tierra. Aquí es un Quilombo, lugar de la liberación», sostiene Rodrigues, quien ha trabajado en varias fincas y experimentó la migración hacia las grandes ciudades.

Cultura de transición 

Dentro del complejo de la industria de la celulosa lo que marca el ritmo y la velocidad es la cantidad de troncos de eucalipto que entran todos los días. La maquinaria necesita de la fibra de celulosa homogénea para operar a la máxima potencia, para esto debe prevalecer la cultura de homogeneización. Terreno plano, árboles largos, delgados y sin ramas. La tierra debe estar libre de impedimentos, aquí la diversidad es un obstáculo.

João Guimarães, otro Quilombola de Angelim 1, dice que es necesario construir una conocimiento que permita convertirse en una cultura de la transición post-eucalipto. «Ya no podemos vivir lamentando la desaparición del río y el manantial de agua que murió y los árboles que desaparecieron, los pájaros que se han ido. El Bosque Atlántico que se fue, ahora lo tenemos que recuperar. Estos 40 años de plantaciones de eucalipto no se olvidan de la noche a la mañana, por lo que tenemos que trabajar duro, experimentar las formas de cómo vamos hacer esta recuperación, con ensayo y error, para construir una transición del conocimiento», afirma Guimarães.

Las tierras retomadas son parte de este proceso:

Estas áreas están sirviendo para nosotros para crear este conocimiento de la transición. Vivimos en una cierta tensión debido a que estas tierras están en disputa y nos pueden desalojar en cualquier momento a petición de la empresa. Pero no tenemos otra opción. En la medida que ellos avanzan con sus máquinas modernas, nuestra forma de insurgencia es plantar alimentos con nuestras hoces y azadones. De forma lenta, pero recuperando la tierra y nuestra independencia.

Esta es la primera generación que está retomando las tierras para la producción de alimentos. «Es la memoria de los más antiguos que está fortaleciendo nuestra lucha», dice Guimarães.

Fotografía: Santiago Navarro F

Lucha por la memoria

Una de las controversias que está en juego es el recuerdo de lo que fue el Bosque Atlántico y la transmisión de esta memoria a las generaciones más jóvenes.

Tal vez en 100 años un Quilombola mirará las plantaciones de eucalipto y dirá que es un bosque, porque no va a tener la referencia de lo que es un bosque nativo», dice Calazans. «La empresa de celulosa sabe que si rompe esta memoria ya no tendrá más problemas de resistencia.

La generación de personas en el estado de Espírito Santo que tiene la memoria de la Mata Atlántica morirá en los próximos 30 años. Estas personas han visto y vivido en el bosque. Si ellos mueren y todavía no tenemos la transición del eucalipto para el bosque nativo y de la agricultura tradicional, evalúa Calazans, esto ya no sucederá.

«La memoria asegura la utopía de los territorios. El día que la memoria muera completamente no podremos mas pensar en un post-eucalipto. Tenemos que invertir en la construcción del conocimiento de la transición. Estas tres décadas siguientes son estratégicas para la lucha», concluye.
Fotografía: Santiago Navarro F