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Oaxaca: Profesores advierten que no le conviene al gobierno reprimirlos

Con una cobija, una mochila al hombro y una casa de campaña, o en el peor de los casos, un pedazo de lona, los profesores comenzaron a llegar desde las comunidades donde laboran o viven, para iniciar el paro de labores en la ciudad de Oaxaca. Algunos viajaron 4 o 6 horas para llegar a tiempo a su destino. A muy tempranas horas de la mañana el centro histórico de esta ciudad ya se comenzaba a pintar de colores con los diferentes materiales que cubrirán del sol, de la lluvia y del frío a los profesores de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE) que se mantendrán en paro indefinido hasta que el gobierno estatal y federal respondan a su pliego petitorio.

Aunque las lonas y las casas de campaña eran apenas lo que daría color al festejo de día del profesor -celebrado el 15 de mayo-, más de cincuenta mil profesores, organizaciones y padres de familia se movilizaron en marcha desde el lugar conocido como Trinidad Viguera, sobre la carretera federal 190 Oaxaca–México. A pesar de que el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué Monteagudo amenazó con aplicar la ley -lo que significa descuentos de salarios y despidos- a cualquier profesor que se movilizara y que se mantuviera en paro, un río de profesores se movilizaron  sin miedo con rumbo al zócalo de esta ciudad. “A ver si se atreve a despedirnos a todos. Yo no tengo miedo, si lo último que me queda para defender mi trabajo y la educación gratuita de mis hijos y de mi pueblo, es luchar, luchare hasta la muerte si es necesario”, dijo la profesora Eneida Ramírez.

Con mas de 35 grados de temperatura los profesores se iban sumando por trechos, buscando un pedacito de sombra. Así mismo, diversas familias salieron con sus hijos a mostrar su solidaridad con carteles y consignas. Aunque también acompañaron a los profesores, la policía y los helicópteros que deberían ser utilizados para la guerra contra el narcotráfico, “donados” en la línea de los fondos de la Iniciativa Mérida.

Al final de la manifestación el vocero de la Sección 22, perteneciente a la CNTE, dijo que “el paro es indefinido y si el gobierno esta dispuesto a despedirnos, que se vaya consiguiendo otros 80 mil profesores”. Los mentores oaxaqueños exigieron al gobierno del estado que reciba de manera inmediata su pliego petitorio 2016,  también, la liberación de los presos políticos y el cese a la criminalización laboral que Moisés Robles Cruz, director del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca y el gobernador Gabino Cué sostienen contra los profesores.

A este paro de labores se sumaron los profesores del CNTE de los estados de Michoacán, Chiapas, Guerrero, entre otros que mantendrán el paro en la ciudad de México para continuar con las exigencias de la derogación de la Reforma Educativa. Dicha reforma fue sugerida por la OCDE en el año 2008 al presidente Enrique Peña Nieto, en el Acuerdo de Cooperación OCDE-México para Mejorar la Calidad de la Educación en las Escuelas de México.

Mientras tanto, en la ciudad de Oaxaca, el único estado de México donde aun no ha puesto un pie Enrique Peña Nieto, presidente de México, se recuerdan los 10 años que han pasado después de los acontecimientos de la huelga que fue reprimida y que paralizó esta ciudad por mas de 6 meses. El gobierno de Gabino Cué, quien recibió los votos de castigo hacia el Partido Revolucionario Institucional (PRI), hoy es considerado como un traidor de los profesores quienes le dieron su apoyo. “Muchos de nosotros votamos por el, pero hoy nos damos cuenta que ningún partido político velara por los intereses del pueblo. Tenemos que retomar nuestras propias formas de organizarnos y de elegir a nuestras autoridades. Así como lo hacen nuestras comunidades indígenas y no esperar nada de ellos. Las elecciones electorales son una farsa”, comenta el profesor Jaime Hernández Zarate, quien agrega que, “no le conviene reprimirnos a este gobierno, porque el pueblo de Oaxaca esta encabronado y basta una chispa para que salga una vez más a las calles, no por nosotros los profesores, sino por que estamos hartos de este sistema de corruptos, hipócritas, asesinos y ladrones que nos gobiernan”.

Más de 5 mil profesores en Oaxaca no han recibido su sueldo desde hace 2 años

Por Santiago Navarro F.

Profesores de Oaxaca de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE), se movilizaron hoy 1º de mayo como parte de sus actividades programadas para establecer una mesa de negociación con el Estado sobre los primeros efectos de la reforma educativa, como salarios que aun no se han pagado y la liberación de presos políticos del mismo gremio.

La intención era entregar un pliego petitorio para el gobernador de este estado, Gabino Cué Montegudo. No obstante, por ser domingo, nadie recibió dicho pliego. En conferencia de prensa al arrancar la movilización una de las voceras de este sindicato dijo, “pedimos a Gabino Cue que reciba nuestro pliego petitorio. Porque desde el decreto de esta reforma, se ha escondido y no ha dado la cara, sino todo lo contrario, ha mostrado su incapacidad de resolver las demandas justas de los trabajadores de la educación…No solo son las demandas del magisterio, sino del pueblo en general”.

La resistencia de los profesores es tal que muchos de ellos sobreviven con la ayuda colectiva de su comunidad o de sus familiares. “Hay mas de 5900 profesores que hace más de dos años que no han recibido sus sueldos. Esta reforma se esta implementando con sangre y fuego, como parte de una guerra de baja intensidad usando la violencia selectiva y golpeado los derechos de los profesores. ¿imagina como sobreviven los compañeros que no han tenido su sueldo?”, dijo el profesor Artiago Cruz auxiliar de la secretaría de trabajos y conflictos del sector indígena de la sección 22.

Muchos de los profesores se mantienen en una resistencia férrea por recuperar sus empleos, pero sobre todo, el pago de su trabajo realizado. Esta es la situación de los profesores que decidieron jubilarse y que a más de un año no ha recibido ninguna noticia favorable. “ Ya cumplí con mi trabajo, así como lo marca la ley. Soy una persona mayor, en ningún otro lugar me pueden dar trabajo y no tengo otra fuente de ingresos. Es mi derecho recibir mi pensión y no he recibido nada. Esto es una violación de derechos humano y por eso y por mis compañeros tengo que seguir en esta lucha”, dijo uno de los profesores que no quiso dar su nombre por posibles represalias o para que no obstruyan su proceso de jubilación.

Así mismo, la Sección 22 anunció que si no hay respuestas favorables se convocará a una huelga general. “El 15 de mayo estallaremos la huelga magisterial general. Tienen las horas suficientes (el gobierno) para cambiar su postura ”, dijo la vocera. Al mismo tiempo se refirió al contingente que iba en marcha con rumbo al centro de la ciudad de Oaxaca, “compañeros y compañeras, no hay que doblegarnos. Nosotros como sección 22 tenemos la fuerza y podemos mostrar nuestros músculos y salir a las calles para defender nuestros derechos”.

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Puntos del pliego petitorio:

1.- Respeto a la estabilidad laboral de los trabajadores de la educación del Estado de Oaxaca

2.- Libertad inmediata e incondicional de todos los presos políticos y de consciencia del Estado de Oaxaca; presentación con vida de los desaparecidos, así como dejar sin efecto los procesos penales abiertos.

3.-Solución inmediata a los trámites en tránsito administrativo salariales de los trabajadores de la educación de la sección 22 y el pago inmediato de los salarios retenidos.

4.- Reinstalación de los trabajadores cesados, así como ningún cese más ni cambio a las condiciones generales de trabajo.

5.- Contratación de egresados de las once normales públicas del estado de Oaxaca para garantizar su derecho al trabajo.

6.-Cumplimiento de los acuerdos para la regulación de los servicios educativos de fecha 25 de octubre del año 2013 y 16 de noviembre del mismo año.

7.- Se exige ante el IEEPO, SEP y el ISSSTE, el pago inmediato a los jubilados y pensionados de la prima de antigüedad y bono de compensación 02 y 03 que corresponden a despensa y previsión social múltiple.

8.- Solución inmediata a los problemas planteados por las organizaciones sociales y los pueblos en resistencia que defienden sus recursos naturales en el estado de Oaxaca.

9.- Solución a la problemática de todos los niveles educativos.

“La izquierda tiene que repensar su aparato teórico y táctico”

Traducción: de Gabriela Mitidieri para Democracia Socialista, editado por VIENTO SUR

Entrevista a David Harvey, geógrafo y teórico social británico

AK Malabocas / Roar Magazine

David Harvey, uno de los pensadores marxistas más prominentes de nuestro tiempo, se sentó con el activista colectivo AK Malabocas a discutir las transformaciones en el modo de acumulación capitalista, la centralidad del terreno urbano en las luchas de clase contemporáneas, y las implicancias de todo esto para la organización anti-capitalista.

AK Malabocas: En los últimos 40 años, el modo de acumulación capitalista ha cambiado globalmente. ¿Qué significan estos cambios para la lucha contra el capitalismo?

DH: Desde una perspectiva macro, cualquier modo de producción tiende a generar un tipo distintivo de oposición, la cual es un espejo curioso de sí mismo. Si miras atrás, en los ’60 o ’70, cuando el capital estaba organizado en grandes formas corporativas, jerárquicas, tenías estructuras de oposición que eran corporativas, tipos sindicalistas de aparatos políticos. En otras palabras, un sistema fordista generaba una oposición de tipo fordista.

Con el quiebre de esta forma de organización industrial, particularmente en los países capitalistas avanzados, se terminaba con una configuración del capital mucho más descentralizada: más fluida sobre el espacio y el tiempo que lo pensado previamente. Al mismo tiempo veíamos el surgimiento de una oposición que está ligada a las redes, a la descentralización y a la que no le gusta la jerarquía y las formas previas de oposición de tipo fordista.

Así, que de una manera curiosa, las y los militantes de izquierda se reorganizan a sí mismos en el mismo modo en el que la acumulación del capital se reorganiza. Si entendemos que la izquierda es una imagen en espejo de lo que estamos criticando, entonces tal vez lo que debamos hacer es romper el espejo y salir de esta relación simbiótica con aquello que estamos criticando.

MK: ¿En la era fordista, la fábrica era el principal sitio de resistencia. Dónde podemos encontrarla ahora que el capital se ha movido lejos del piso fabril hacia el terreno urbano?

DH: Antes que nada, la forma fabril no ha desaparecido. Todavía encuentras fábricas en Bangladesh o en China. Lo que es interesante es cómo el modo de producción en las ciudades centrales cambió. Por ejemplo, el sector logístico se ha expandido: UPS, DHL y todos sus trabajadores y trabajadoras están produciendo valores enormes hoy en día.

En las últimas décadas, un gran cambio tuvo lugar en el sector servicios también: los más grandes empleadores de mano de obra en la década de 1970 en los Estados Unidos eran General Motors, Ford y US Steel. Los más grandes empleadores de mano de obra hoy son Mc Donalds, Kentucky Fried Chicken y Walmart. Antes, la fábrica era el centro de la clase obrera, pero hoy encontramos a la clase obrera más que nada en el sector servicios. ¿Por qué diríamos que producir autos es más importante que producir hamburguesas?

Desafortunadamente la izquierda no se siente cómoda con la idea de organizar a los trabajadores y trabajadoras de la comida rápida. Su imagen de la tradicional clase obrera no encaja con la producción de valor de los trabajadores y trabajadoras de servicios, los de distribución, de restaurants, de los supermercados.

El proletariado no desapareció, pero hay un nuevo proletariado que tiene características diferentes del que tradicionalmente la izquierda solía identificar como la vanguardia de la clase trabajadora. En este sentido, las y los trabajadores de Mc Donalds se convirtieron en las y los trabajadores metalúrgicos del siglo XX.

MK: ¿Si esto es lo que es el nuevo proletariado, cuáles son los lugares desde organizar la resistencia hoy?

DH: Es muy difícil de organizar en los lugares de trabajo. Por ejemplo, las y los trabajadores de la distribución se mueven de un lado a otro. Así que esta población tal vez podría organizarse mejor fuera del lugar de trabajo, quiero decir, en sus estructuras barriales.

Hay una frase interesante en el trabajo de Gramsci de 1919 que dice que organizarse en el lugar de trabajo y tener concejos fabriles está muy bien, pero que deberíamos tener también concejos en los barrios también. Y los concejos de los barrios, dijo, tienen un mejor entendimiento de lo que son las condiciones de toda la clase trabajadora, comparado con el entendimiento sectorial de la organización en el lugar de trabajo.

Las organizadoras y organizadores fabriles solían saber muy bien lo que un trabajador metalúrgico era, pero no entendían lo que el proletariado era como un todo. La organización barrial habría incluido, por ejemplo, a los trabajadores y trabajadoras de la limpieza urbana, de la distribución y las trabajadoras doméstica. Gramsci nunca tomó esto y dijo: “Vamos! el Partido Comunista debería organizar asambleas barriales”

No obstante, hay algunas excepciones en el contexto europeo donde los partidos comunistas organizaron, de hecho, concejos barriales, porque no podían organizarlos en las fábricas, por ejemplo en España. En la década de 1960 esta era una forma de organización muy poderosa. Por ello, como he discutido por un largo tiempo, deberíamos ver la organización barrial como una forma de organización de la clase. Gramsci sólo lo mencionó una vez en sus escritos y nunca lo desarrolló más en profundidad.

En Gran Bretaña en los ’80, hacía formas de organización laboral en plataformas a lo largo de la ciudad, sobre la base de concejos de oficios, que estaban haciendo lo que Gramsci sugirió. Pero dentro del movimiento sindical, estos concejos siempre fueron mirados como formas inferiores de organización laboral. Nunca se los trató como un componente fundacional de cómo el movimiento sindical debería operar.

De hecho, ocurrió que los concejos de oficios fueron a menudo mucho más radicales que los gremios tradicionales y eso era porque estaban basados en las condiciones de toda la clase trabajadora, no sólo de los sectores más privilegiados de la clase. Así, al punto de que estos tenían una definición mucho más amplia de la clase, los concejos tendieron a darse políticas mucho más radicales. Pero esto nunca fue valorado por el movimiento sindical en general, siempre fue mirado como un espacio en el que lxs radicales podían actuar.

Las ventajas de esta forma de organización son obvias: supera la brecha entre organizarse de manera sectorial, incluye todas las formas de trabajo “desterritorializado” y es muy adaptable a nuevas formas de organizaciones comunitarias y de base asamblearia, como Murray Boockchin planteó, por ejemplo.

MK: En las recientes oleadas de protesta -en España y Grecia, por ejemplo, o el movimiento Occupy- puedes encontrar esta idea de “localizar la resistencia”. Pareciera que estos movimientos tienden a organizarse alrededor de cuestiones de la vida cotidiana, más que en torno a grandes cuestiones ideológicas en las que la izquierda tradicional solía enfocarse.

DH: Por qué dirías que organizarse alrededor de la vida cotidiana no es una de las grandes cuestiones. Yo creo que es una de las grandes cuestiones. Más de la mitad de la población mundial vive en ciudades, y la vida cotidiana urbana es a lo que la gente está expuesta y en lo que encuentra dificultades. Estas dificultades residen tanto en la esfera de realización del valor como en la esfera de la producción del valor.

Este es uno de mis más importantes argumentos teóricos: todo el mundo lee el Volumen I del Capital y nadie lee el Volumen II. El Vol I es acerca de la producción del valor, el II es sobre la realización del valor. Al enfocarse en el Vol II, puedes ver claramente que las condiciones de realización son tan importantes como las de producción.

Marx a menudo hablaba de la necesidad de ver al capital como la unidad contradictoria entre la producción y la realización. Donde el valor es producido y donde es realizado son dos cosas diferentes. Por ejemplo, mucho valor es producido en China y, de hecho, es realizado por Apple o por Walmart en los Estados Unidos. Y, por supuesto, la realización del valor trata de la realización del valor por medio de costoso consumo de la clase obrera.

El capital puede conceder salarios más altos en el punto de la producción, pero luego los recupera en el punto de la realización por el hecho de que los trabajadores y trabajadoras tienen que pagar alquileres y gastos de vivienda más elevados, costos de teléfono, tarjetas de crédito y así sucesivamente. Así que las luchas de clase en torno a la realización, alrededor de viviendas más baratas por ejemplo, son tan significativas para la clase trabajadora como las luchas acerca de salarios y condiciones de trabajo. Cuál es el punto de tener un salario más alto si te es inmediatamente extraído en términos de gastos más elevados para tener un techo?

En su relación con la clase trabajadora, los capitalistas han aprendido hace mucho que pueden hacer un montón de dinero recuperando lo que antes habían entregado. Y, al punto que -particularmente en los 60 y 70- lxs trabajadorxs se empoderaron de manera creciente en la esfera del consumo, así que el capital comienza a concentrar mucho más en extraer valor a través del consumo.

Así que las luchas en la esfera de la realización, que no eran tan fuertes en los tiempos de Marx, y el hecho de que nadie lea el maldito libro (Vol II), es un problema para la izquierda convencional. Cuando vos me decís: “¿cuál es el problema macro aquí?”- bueno, ¡esto es un problema macro! La concepción del capital y la relación entre producción y realización. Si no ves la unidad contradictoria entre ambos entonces no vas a tener la imagen completa. Tiene lucha de clases escrita todo alrededor y no puedo entender por qué un montón de marxistas no logran ver cuán importante es esto.

El problema es cómo entendemos a Marx en el 2015. En los tiempos de Marx, la extensión de la urbanización era relativamente conveniente y el consumo de la clase trabajadora era casi inexistente, así que de lo único que Marx tenía que hablar era acerca de la clase trabajadora arreglándoselas para sobrevivir con un salario magro y cómo eran bastante sofisticados para hacerlo. El capital los dejaba hacer con sus propios dispositivos lo que les gustaba.

Pero hoy en día, vivimos en un mundo en el que el consumo es responsable de casi el 30 % de la dinámica de la economía global; en EE UU llega al 70 %. Así que ¿por qué estamos aquí sentados y diciendo que el consumo es casi irrelevante, pegándonos al Volúmen I y hablando acerca de la producción en lugar del consumo?

Lo que hace la urbanización es forzarnos a cierto tipo de consumo, por ejemplo: tienes que tener un auto. Y tu estilo de vida está dictado en muchos sentidos por la forma que toma la urbanización. Y de nuevo, en los tiempos de Marx esto no era significativo, pero en nuestros días es crucial. Tenemos que amigarnos con formas de organización que de hecho reconozcan este cambio en la dinámica de la lucha de clases.

Los grupos que marcaron los recientes movimientos con su estilo, viniendo de tradiciones anarquistas y autonomistas, están mucho más metidos en la política de la vida cotidiana, mucho más que las y los marxistas tradicionales.

Les tengo mucha simpatía a las y los anarquistas, tienen una mucha mejor línea en este tema, precisamente al lidiar con la política del consumo y su crítica acerca de lo que el consumo es. Parte de su objetivo es cambiar y reorganizar la vida cotidiana alrededor de nuevos y diferentes principios. Así que creo que esto es un punto crucial hacia el cual mucha de la acción política debería ser dirigida en estos días. Pero desacuerdo con vos cuando decís que esta no es una “gran cuestión”.

MK: Así que, mirando ejemplos de Europa del Sur -redes de solidaridad en Grecia, auto-organización en España o Turquía- parece ser muy crucial para construir movimientos sociales alrededor de la vida cotidiana y las necesidades básicas en estos días. ¿Ves esto como un acercamiento promisorio?

DH: Creo que es muy promisorio, pero hay una clara limitación ahí, lo que es un problema para mí. La propia limitación es la reticencia para tomar el poder en algún punto. Bookchin, en su último libro, dice que el problema con las y los anarquistas es su negación del significado del poder y su inhabilidad para tomarlo. Bookchin no va tan lejos, pero yo creo que es su rechazo a ver al Estado como un posible aliado hacia la transformación radical.

Hay una tendencia a considerar al Estado como enemigo, el enemigo al 100 %. Y hay muchos ejemplos de estados represivos fuera del control público en el que este es el caso. No hay duda: el estado capitalista debe ser combatido, pero sin dominar el poder del estado y sin tomarlo, pronto vuelves a la historia de lo que pasó por ejemplo en 1936 y 1937 en Barcelona y luego en toda España. Al rechazar tomar el Estado en un momento en el que tenían el poder para hacerlo, los revolucionarios y revolucionarias de España permitieron que el estado volviera a caer en las manos de la burguesía y del ala estalinista del movimiento comunista. Y el estado se reorganizó y aplastó la resistencia.

MK: Eso puede ser cierto para el estado español en la década de 1930, pero si miramos al estado neoliberal contemporáneo y el retroceso del estado de bienestar, ¿que queda de estado para conquistar, para aprovechar?

DH: Para empezar, la izquierda no es muy buena para responder la pregunta de cómo construimos infraestructura masiva. ¿Como construirá la izquierda el puente de Brooklyn, por ejemplo? Toda sociedad reposa sobre grandes infraestructuras, infraestructuras para toda una ciudad, como el suministro de agua, electricidad, etc. Yo creo que hay una gran reticencia dentro de la izquierda para reconocer que necesitamos diferentes formas de organización.

Hay áreas del aparato de estado, aún del aparato de estado neoliberal, que son terriblemente importantes; el centro de control de enfermedades, por ejemplo. ¿Cómo respondemos a epidemias globales como el Ébola o similares? No puedes hacerlo al modo anarquista del “hazlo tu mismo o tú misma”. Hay muchas instancias en las que necesitas alguna forma de infraestructura de tipo estatal. No podemos confrontar el problema del calentamiento global a través de formas descentralizadas de confrontación y actividades solamente.

Un ejemplo que es frecuentemente mencionado, a pesar de sus muchos inconvenientes, es el Protocolo de Montreal para enfrentar el uso de clorofuorocarbono en heladeras para limitar la afectación de la capa de ozono. Fue reforzada de manera exitosa en los ’90 pero necesitó de un tipo de organización que es muy diferente a aquella que proviene de una política basada en asambleas.

MK: Desde una perspectiva anarquista, yo diría que es posible reemplazar aún instituciones supranacionales como la OMS con organizaciones confederales que serían construidas de abajo hacia arriba y que eventualmente arribarían a una toma de decisiones global.

DH: Quizás a un cierto grado, pero tenemos que ser conscientes de que siempre habrá algún tipo de jerarquías y de que siempre enfrentaremos problemas como la responsabilidad o el recurso correcto. Siempre habrá relaciones complicadas entre, por ejemplo, gente lidiando con el problema del calentamiento global desde el punto de vista del mundo como un todo y desde el punto de vista de un grupo que está en el territorio, digamos, en Hanover o similar, y que se pregunta, por qué debería escuchar lo que ellxs están diciendo?

MK: Entonces, ¿crees que esto requeriría alguna forma de autoridad?

DH: No, va a haber estructuras de autoridad de cualquier modo, siempre las habrá. Nunca he estado en una reunión anarquista en la que no hubiera una estructura de autoridad secreta. Está siempre esa fantasía de todo siendo horizontal, pero me siento, miro y pienso, “oh dios, hay toda una estructura jerárquica acá pero está encubierta”

MK: Volviendo a las protestas recientes alrededor del Mediterráneo, muchos movimientos se han concentrado en luchas locales. ¿Cuál es el siguiente paso hacia la transformación social?

DH: En algún punto tenemos que crear organizaciones que sean capaces de ensamblar y reforzar el cambio social en una escala más amplia. Por ejemplo, será ¿Podemos en España capaz de hacer eso? En una situación caótica como la crisis económicas de los últimos años, es importante que la izquierda actúe. Si la izquierda no lo hace, entonces la derecha será la siguiente opción. Yo pienso -y odio decirlo- que la izquierda tiene que ser más pragmática en relación a las dinámicas que están ocurriendo ahora.

MK: ¿Más pragmática en qué sentido?

DH: Bueno, ¿por qué apoyé a SYRIZA aunque este no fuera un partido revolucionario? Porque abría un espacio en el que algo diferente podía pasar y eso era una movida progresiva para mí.

Es un poco como Marx diciendo: el primer paso hacia la libertad es la limitación de la duración de la jornada de trabajo. Demandas muy estrechas abren un espacio para resultados más revolucionarios, y aún cuando no hay ninguna posibilidad para ningún resultado revolucionario, tenemos que buscar soluciones de compromiso que sin embargo se apartan del sinsentido de la austeridad neoliberal y abren el espacio en el que nuevas formas de organización pueden tener lugar.

Por ejemplo, sería interesante si Podemos buscara organizar formas de confederalismo democrático, porque en cierto modo Podemos surgió de un montón de reuniones de tipo asambleario teniendo lugar a lo largo de España, así que tienen mucha experiencia con ese tipo de estructura.

La cuestión es cómo conectarán la forma asamblearia a formas más permanentes de organización, en relación a su creciente posición como un partido fuerte en el parlamento. Esto también vuelve a la pregunta de la consolidación del poder: tienes que encontrar maneras de hacerlo, porque si no la burguesía y el capitalismo corporativo van a encontrar modos de reafirmarse y tomar nuevamente el poder.

MK: ¿Qué piensas acerca del dilema de las redes de solidaridad llenando el vacío que dejó la retirada del estado de bienestar e indirectamente convirtiéndose en un aliado del neoliberalismo en ese sentido?

DH: Hay dos formas de organizarse. Una es el vasto crecimiento del sector ONG, pero mucho de eso está financiado de manera externa, no son organizaciones de base, y eso no se acerca a la cuestión de los grandes donantes que marcan la agenda, la cual no será una agenda radical. Aquí nos acercamos a la privatización del Estado de bienestar. Esto me parece que es muy diferente políticamente a las organizaciones de base en las que la gente dice “Ok, el estado no se ocupa de nada, así que vamos a tener que hacernos cargo de nosotros y nosotras mismas” Esto me parece que tiende a formas de organizaciones de base con un status político muy diferente.

MK: Pero ¿cómo evitar llenar esa brecha al ayudar, por ejemplo, a gente desempleada para que no sean exprimidos por el estado neoliberal?

DH: Bueno, tiene que haber una agenda anti-capitalista, para que cuando el grupo trabaje con gente todo el mundo sepa que no se trata sólo de ayudarla a arreglárselas sino que hay todo un intento organizado de tratar de cambiar políticamente el sistema en su integralidad. Esto quiere decir tener un proyecto político muy claro, lo cual es problemático con tipos de movimientos no centralizados, no homogéneos, donde alguna gente trabaja de un modo, otra trabajan de manera diferente y no hay ningún proyecto colectivo en común.

Y esto se conecta con la primera pregunta que hiciste: no hay coordinación acerca de lo que son los objetivos políticos. Y el peligro es que sólo estes ayudando a la gente a arreglárselas y que no haya política saliendo de ahí. Por ejemplo, Occupy Sandy ayudó a la gente a volver a sus casa e hizo un maravilloso trabajo, pero en última instancia, hicieron lo que la Cruz Roja y los servicios de emergencia federales deberían haber hecho.

MK: El fin de la historia parece haber pasado de largo. Mirando las condiciones actuales y los ejemplos concretos de lucha anti capitalista, ¿piensas que “ganar” es todavía una opción?

DH: Definitivamente; y más aún, tienes fábricas ocupadas en Grecia, economías solidarias a través de cadenas productivas siendo forjadas, instituciones de democracia radical en España y muchas cosas hermosas ocurriendo en muchos otros lugares. Hay un crecimiento saludable del reconocimiento de que necesitamos ser mucho más amplios y amplias en lo que concierne a la política en todas esas iniciativas.

La izquierda marxista tiende a desdeñar un poco estas cosas y creo que está equivocada. Pero al mismo tiempo no creo que ninguna de estas cuestiones sea lo suficientemente grande en sí misma como para lidiar con las estructuras fundamentales de poder que necesitan ser desafiadas. Aquí hablamos de nada menos que del Estado. Así que la izquierda debe repensar su aparato teórico y táctico.

Fuente: https://roarmag.org/magazine/david-harvey-consolidating-power/

Español: Rebelion.org

Detienen a uno de los principales lideres indígenas de Brasil

Por Renata Bessi y Santiago Navarro F.

De último momento: Durante la audiencia de custodia en la tarde del lunes 11 de abril, el juez Lincoln Pinheiro da Costa, de la Corte Federal de Ilhéus del estado de Bahía, substituyo el arresto preventivo del jefe indígena Babau y Teity Tupinambá, promulgado el pasado viernes 8, a un arraigo domiciliario.

Extremo sur del estado de Bahia, nordeste de Brasil. Los indígenas Rosivaldo Ferreira da Silva, mejor conocido como cacique Babau Tupinambá y su hermano Teity Tupinambá, este viernes 8 de abril fueron trasladados a la prisión del estado de Bahía por determinación del juez federal Lincoln Pinheiro da Costa.

Esta detención forma parte de un historial de la criminalización de líderes indígenas en este país. El jefe indígena Babau es tachado de mentor de toda la lucha de su pueblo y responsabilizado por acciones directas, como la recuperación de sus tierras ancestrales, protestas y resistencia, que implica alrededor de 30 aldeas y más de 10 mil indígenas. Frente a la ineptitud del gobierno federal para reconocer y delimitar su territorio, ya reconocido por el mismo órgano gubernamental Fundación Nacional del Indio (FUNAI), desde el año 2004 los Tupinambá iniciaron un proceso de autodemarcación de sus tierras (47 mil hectáreas) y hoy ocupan el 80% de ellas. El otro 20% sigue en manos de intereses privados, como el caso de la compañía minera Guanabara.

De acuerdo con el Consejo misionario indigenista (CIMI), que proporciona asesoramiento jurídico a los Tupinambá, los indígenas corren grave peligro de muerte. Teniendo en cuenta “la historia de la criminalización y violencia contra el pueblo”, la integridad física de Babau y de Teity corren serios riesgos si permanecen en la prisión de Ilhéus, debido a que muchos de los pistoleros y hacendados que han amenazado al pueblo Tupinambá tienen conexiones con los internos de esa prisión”, alerta el CIMI en la nota publicada en su página web.

La detención de los indígenas fue realizada el jueves 7 de abril por la policía militar (PM) de Bahía, en el municipio de Olivenza. Ambos habían acudido momentos antes de ser detenidos, al pueblo Gravatá, donde la población indígena fue desalojada por la fuerza el día 6 del mismo mes. Esta comunidad más de una vez ha denunciado un crimen ambiental provocado por la extracción ilegal de arena.

En la mañana del viernes, según el CIMI, Babau y su hermano tendrían una audiencia de custodia con juez Lincoln, en la que serian escuchados para argumentar su defensa y donde podría presentar su versión de los hechos. El juez, sin embargo, que se negó a escucharlos, canceló la audiencia y decretó la prisión provisional de Babau y Teity por teléfono.

Acusaciones encontradas

Según la Policía Militar (PM), los Tupinambá fueron detenidos por impedir la salida de camiones cargados con arena en la comunidad de Gravatá. Babau, según la policía, también comenzó a tirar piedras contra los vehículos de policía que escoltaban los camiones de arena, de propiedad privada.

La defensa de los detenidos sostiene que Babau y su hermano no impidieron la extracción de arena, como argumentó el comandante de la policía, pero que sí acudieron al lugar para cerciorarse de los acontecimientos y de las condiciones en que se estaba ejecutando la orden de desalojo para la recuperación de las tierras.Horas antes Babau y el comandante de la policía llegaron a un acuerdo para que no se ejecutará dicha orden, pero el comandante rompió el acuerdo.

Ya en la sede de la Policía Federal, la PM dijo argumentó que fueron detenidos de forma flagrante por una supuesta posesión ilegal de dos armas, una pistola de uso exclusivo de la policía y un revólver calibre 38. Babau y Teitê negaron que las armas de fuego pertenecen a ellos, lo que da indicios de que las armas habrían sido sembradas, afirma el CIMI.

A pesar de la argumentación del comando de la PM de que Babau y su hermano estaban obstruyendo la extracción de arena de la aldea, fueron acusados formalmente de posesión ilegal de armas de fuego, por agresión contra uno de los trabajadores de la mina de arena, por oponer resistencia al arresto, amenaza de agresión, y por desacato de autoridad. Mientras tanto los indígenas niegan todos los cargos.

El 05 de abril de 2011, Stanislaus Luiz Cunha y Nerivaldo Nascimento Silva fueron detenidos en una situación similar, donde le sembraron un arma de fuego en el mismo pueblo de Gravatá. Acusado de “extorsión” por parte los federales, Nerivaldo fue herido en su pierna derecha por la Policía Federal y después se la tuvieron que amputar. Fue acusado de “intento de asesinato” contra la policía federal. Después de dos meses, los policías que fueron a prisión fueron liberados.

Programa de protección

Debido a una serie de amenazas de muerte que ha recibido Babau Tupinambá, forma parte del programa de protección de Defensores de Derechos humanos de la Secretaría Especial de Derechos Humanos de la Presidencia de la República. No obstante, el gobierno del estado de Bahía no reconoció dicho convenio federal y no ha brindado ningún tipo de seguridad para Babau.

Denuncia Internacional

El Relator de las Naciones Unidas (ONU) para derechos indígenas, Victoria Tauli-Corpuz, visitó en marzo las tierras de los Tupinambá. “Debo reconocer que debe ser instalada una investigación nacional de las violaciones a los pueblos indígenas. Después de haber oído las quejas, realmente creo que es el caso de una investigación”, dijo Victoria en esa ocasión. La representante de la ONU también agregó que pediría la investigación de los casos de asesinatos, muertes y prisiones abusivas.

Lentitud en la demarcación

Los más de 200 pueblos indígenas que habitan este gran país se han mantenido en contante resistencia para conservar, y en muchos de los casos, para recuperar sus tierras diezmadas desde la colonización europea, por la dictadura militar y por el capital transnacional. Ni los gobiernos de derecha ni los progresistas han dando una solución justa y digna a las demandas de los pueblos indígenas. Por ejemplo hasta el día de hoy es necesario que una institución gubernamental como la FUNAI, por medio de estudios antropológicos, tenga que decidir quien es indígena y quien no lo es para poder demarcar su territorio.

Tal es el caso del territorio Tupinambá, donde la FUNAI reconoció en sus estudios que los Tupinambá poseen tradicionalmente una superficie de más de 47 mil hectáreas y también reconoció la presencia de por lo menos 4,700 tupinambás, concentrados en por lo menos 23 comunidades, entre las montañas y la costa del estado de Bahía, un área que se extiende desde la región conocida como la Sierra del Padeiro hasta la costa de Olivença. No obstante, hasta el día de hoy, el gobierno no ha firmado la demarcación de este territorio, lo que ha provocado una agudización de los conflictos por la tierra.

Hasta el momento, diversos pueblos indígenas de este país, así como Organizaciones No Gubernamentales han pronunciado su indignación por tales acontecimientos y exigen la inmediata liberación de los dos indígenas, de lo contrario, responsabilizan al Estado brasileño de cualquier acontecimiento que atente contra sus vidas dentro de la prisión.

A continuación, puedes consultar un documental sobre la recuperación de tierras indígenas Tupinambá en Brasil.

Brasil: Petroquímica sin petróleo, la soja una estrategia militar de EU

El primer científico negro estadounidense, George Washington Carver, incursionó en las investigaciones sobre la producción de biodiesel con la soja. La semilla llegó a Alemania en los años 1930 y Hitler utilizó estos avances científicos para sustituir el petróleo. En Brasil fueron introducidas las semillas durante la dictadura militar (1964-1985) como parte del paquete de ayuda militar de los Estado Unidos a este país. Hoy día, Brasil es el segundo país con mayor producción de soja en el mundo, después de Estados Unidos. Dicha producción que se concentra en media docena de empresas, como Monsanto, ADM, Cargill, Bunge y Louis Dreyfus.

A orilla de la carretera BR-163 se puede apreciar un paisaje verde y frondoso, aunque homogéneo, a su alrededor no hay mas diversidad de plantas que la soja. En la carretera se aglomeran los camiones de carga que muestran el potencial productivo de esta región, Cuiaba, la capital de Mato Grosso, Brasil, con apenas 480 mil habitantes, es testigo del epicentro de mayor producción de soja de este país. En esta geografía de Brasil se han plantado mas de cinco mil millones de hectáreas de soja, y es la mejor imagen vendida a los inversionistas del mercado de la soja. Esta imagen es mucho mejor ofertada cuando los políticos del momento figuran como principales productores, es decir como inversionistas, como es el caso de Blairo Borges Maggi, gobernador de Mato Grosso en el año 2005, empresario y político brasileño, también conocido en ese momento como el rey de la soja, galardonado a su vez en el año 2005 por la ONG Greenpeace con el “premio” Motosierra de Oro por la monstruosa deforestación del bosque que realizaron sus empresas en la Amazonía para la producción de soja.

Aunque a decir verdad, esta zona es solo la punta del iceberg del quinto país mas grande del mundo, que posee soja cultivada en todas sus regiones. “Esta semilla es la materia prima de principal exportación de Brasil. La soja se esta cultivando en todas las regiones de este país, siendo los mayores productores los estados de Mato Grosso y Paraná, que juntos producen un poco mas del 50% de soya del país”, afirma el Investigador y agrónomo Sebastião Pinheiro de la Universidad do Rio Grande do Sul, sur de Brasil.

El empeño en la producción, incentivada por el gobierno brasileño, no es de extrañar. La soja esta siendo utilizada de forma estratégica por las industrias de alimentos, energética, de salud y bioquímica. De la obtención del proceso de aceite refinado de soja, por ejemplo, se obtiene la lecitina, un agente emulsionante, que se mezcla a menudo para producir productos industrializados como salchichas, mayonesa, helado, barras de chocolate, cereales y productos congelados. También esta presente en los productos que protegen el cuerpo contra el envejecimiento causado por el daño celular, hasta el grado de ser considerada una alternativa natural a la terapia de reemplazo hormonal.

La soja se hace presente también de forma indirecta en los platos de la gente en todo el mundo. De acuerdo con la Asociación de Productores de Soja y Maíz de Mato Grosso, en Brasil, 80% de harina de soja, junto con el maíz, componen el alimento fabricado para la alimentación animal. Es la transformación de la proteína vegetal (grano) en la proteína animal (grano más carne) y la producción de la soja esta presente en la producción de carne, huevos y leche.

Según el Ministerio de Agricultura, la industria nacional de Brasil transforma, cada año, aproximadamente 30,7 millones de toneladas de su producción, de la cual se destinan 5,8 millones de toneladas para producir aceite comestible y 23,5 millones de toneladas para harina de proteína.

"Plástico Verde"

Gustavo Grobo, del grupo Grobocopatel de Argentina, conocido como el “Rey de la Soja” en este país, mencionó en abril del año 2014 que, “lo que viene en diez años es otra especie de Revolución Industrial Verde, las plantas empiezan a transformarse en fábricas”.

De la soja triturada, junto con un 10% de alcohol (metanol), se obtiene biodiesel y la glicerina. Este último actualmente esta comenzando a redimensionar los procesos de producción dependientes del petróleo. Brasil ha sido uno de los países que va a la vanguardia en la producción de agrocombustibles, principalmente de caña de azúcar y soja. Al producir biodiesel por medio de la soja, se obtiene glicerol, que hasta cierto momento fue considerado como un subproducto. Esta es la más reciente novedad de Brasil, al sustituir principalmente propano – una resina obtenida hasta ahora de los derivados del petróleo y utilizada para hacer polipropileno – por el glicerol, formando el llamado “plástico verde”. El polipropileno es usado, entre otros, para producir empaques para alimentos, tejidos, equipo de laboratorio, componentes automotrices, entre otros.

Pinheiro sostiene que la soja esta cambiando los procesos de producción dependientes del petróleo. “La soja es el principal producto de exportación de Brasil y es una semilla estratégica porque esta sustituyendo la matriz tecnológica del petróleo. La petroquímica ha quedado superada por esta nueva matriz tecnológica fruto de la biotecnología”, afirma el agrónomo.

La biotecnología es un conjunto de conocimientos científicos o “Ciencias de la Vida” que se han estructurado para las exigencias del mercado. Permite la utilización de agentes biológicos, como organismos, células, moléculas, etc. Engloban la modificación de genes, incluyendo cultivo de células y tejidos, tecnología de ADN recombinante y biología sintética.

A partir del tope de la producción de petróleo en los años 70s, y por consecuencia el aumento en su precio en el mercado, la búsqueda de alternativas se convirtió en un tema de seguridad para varios países, principalmente para los Estados Unidos, que consume el 25% de la producción energética mundial, con solo 4% de la población mundial. Una buena parte del uso del petróleo ha sido para la producción de plástico, componentes de los automóviles y miles de mercancías más.

Novartis, Bayer, Monsanto y otras empresas han reducido sus niveles de producción de agroquímicos y han apostado la mayor parte de sus inversiones hacia los productos de biosíntesis, una síntesis hecha a través de microorganismos, bacterias, hongos, etc. Un sistema dependiente de la fermentación, de cadenas de carbono o directamente de la fotosíntesis del sol”, afirma Pinheiro.

Petroquímica sin petróleo 

El desarrollo de la alternativa de producción de “plástico verde” abre la posibilidad de renovar los procesos de la producción dependiente de los combustibles fósiles y así inicia la era de la petroquímica sin petróleo. La empresa “Nova Petroquímica” en Brasil es la primera que arrancó en este país con el proceso de nuevos encadenamientos de producción, principalmente derivados de la soja. “Nova Petroquímica” participó en el conglomerado Quattor, constituido por Petrobras y el grupo Unipar. Posteriormente, en el año 2010, la empresa Braskem compro la empresa brasileña Quattor y Sunoco Chemicals, en los Estados Unidos.

Actualmente la empresa Braskem es líder en resinas termoplásticas en Latinoamérica y es la tercera mayor productora en el continente americano. Cuenta con 18 plantas en el territorio brasileño, produce más de 11 millones de toneladas de resinas termoplásticas y otros productos petroquímicos. En total, según el sitio web de la empresa, hay 16 millones de toneladas de productos manufacturados en 36 plantas ubicadas en Brasil, los EE.UU. y Alemania

Braskem ofrece un sinnúmero de productos que van desde material para construcción, accesorios de belleza, aromáticos, solventes, y artículos para automóviles, productos, que según la empresa contribuyen a la reducción global de los gases de efecto invernadero.

La soja se ha incrustado en el árbol petroquímico, desde los alimentos hasta los componentes de los automóviles”,

AFIRMA PINHEIRO

Los mayores productores del mundo

Según el informe de octubre del año 2014 del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), se estimó que la producción mundial de soja 2014/2015 fue de 311.2 millones de toneladas. Considerando que la producción del año 2013 fue de 285.01 millones de toneladas. De acuerdo con los datos de USDA, Estados Unidos ha proyectado un nivel de producción de 106,870,000 de toneladas métricas, seguido por Brasil con 94,000,000 y Argentina 55,000,000. Estos países también son los mayores exportadores del mundo.

Los tres principales países productores de soja producen el 80% del volumen mundial, destinada principalmente hacia China para engordar pollos y puercos” sostiene el agrónomo Merci Fardin, de la Universidad Federal do Espírito Santo, en la región sudeste del Brasil.

No obstante, la dimensión de la producción de tales cantidades de soja, 30,11 millones de hectáreas, según datos del 2014 de la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab) -dependiente del Ministerio de Agricultura de Brasil-, implica la utilización de grandes extensiones de tierra, motivo por el cual se han deforestado ecosistemas completos para poder producir los niveles requeridos por el mercado. Es una realidad que contrasta con el discursos de la reducción global de gases de efecto invernadero, ya que la ONU aseguran que la tala de árboles es responsable por el 75% de las emisión de Dióxido de Carbono (CO2). “Bunge, ADM y Dreyfus dominan por lo menos el 95% de las exportaciones de Brasil y son ellos los responsables de la deforestación y son quienes se están disputando la tierra en este país para poder avanzar con las plantaciones de soja”, afirma Pinheiro.

Incluso, la deforestación es respaldado por la ley Brasileña. De acuerdo con la nueva legislación aprobada en el año 2012, que permite a los productores deforestar el 20% de la superficie forestal que se encuentre en su propiedad. En esta parte, puede mantener cualquier actividad agrícola, incluyendo el cultivo de soja. El mismo Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) quien promueve los mercados ecosistémicos y la conservación de la naturaleza, también promueve la producción de la soja, llamándola, “producción de soja responsable”, y comparte las previsiones de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), de que no hay vuelta atrás, “…esta expansión no muestra ningún signo de parar: la FAO sugiere que la producción de soja casi se duplicará para el año 2050. La conversión de bosques a soja es usualmente más rentable en el corto plazo que su conservación. Los esquemas de PSE, (también conocidos como Pagos por Servicios Ambientales, o PSA) pueden ayudar a balancear esto recompensando a aquellos que conservan los ecosistemas naturales”, dice textualmente en su sitio web de WWF.

Ford y los agrocombustibles

En un primer momento Henry Ford, fundador de Ford Motor Company – el primer empresario en aplicar el sistema de producción en cadena, denominada como Fordismo, montaje en serie para producir autos masivamente-, tuvo gran interés en la utilización de alcohol de fermentación y biodiesel de soja para sus automóviles, no obstante, la familia Rockefeller avanzaba a una gran velocidad para consolidar su compañía petrolera Standard Oil – el nombre evolucionó en las empresas EXXON-Móvil- revolucionando la industria en todos sus niveles. “Fue por medio de la recomendación del primer científico negro, George Washington Carver, que Ford decidió incursionar en la producción de la soja. No obstante, se impuso la matriz tecnológica del petróleo de los Rockefeller, como la energía principal en los encadenamientos de producción y en la vida cotidiana de los Estado Unidos y en el resto del mundo y es hoy uno de los motivos de la crisis ecológica”, explica Pinheiro.

Fue Hitler quien terminó por aprovechar los avances científicos de Washington Carver. “Alemania no tiene petróleo y Hitler tomó los estudios de la soja y comenzó a realizar petroquímica sin petróleo. Desde 1930, este país inició con el cultivo de soja en todo el imperio Austrohúngaro”, agrega Pinheiro.

"Revolución Verde"

La primera fase de la Revolución Verde surge posterior a la Segunda Guerra Mundial, en la década del año 1940. Los Estados Unidos encontraron en la agricultura una manera de redireccionar y emplear todos los medios tecnológicos desarrollados durante la guerra para producir alimentos de forma industrial en Brasil y el resto de América Latina, alterando los ciclos biológicos de la producción de alimentos para poder obtener mayor cantidad en menos tiempo.

De acuerdo con el investigador Merci Fardin, el modelo de agricultura consistió en utilizar variedades mejoradas de maíz, trigo y otros granos, acompañadas por grandes cantidades de agua y agroquímicos. “Los agroquímicos y toda la maquinaria utilizada en esta ‘revolución” es una adaptación de la tecnología de guerra, principalmente de la maquinaria bélica, que fue adaptada para convertirla en tractores. Esto dio pie a los sistemas de monocultivos, conocidos como desiertos verdes”, sostiene Fardin.

La Revolución Verde adoptó el discurso de la producción de alimentos a gran escala para contrarrestar el hambre y la pobreza, pero ninguno de los resultados fueron ciertos. “En los últimos 50 años, el mundo fue transformado en una miseria y en una hambruna desgraciada y hoy esta hambruna es administrada por las empresas, quienes se han enriquecido a costa del hambre”, arremete Pinheiro.

Primera injerencia de EEUU después de la 2da Guerra mundial

Para Sebastião Pinheiro, una de las primeras injerencias de Estados Unidos en relación a Brasil, después de la Segunda Guerra Mundial, fue hecha a través de la agricultura y principalmente con el algodón, el tabaco y las semillas mejoradas, entre ellas el de la soja. “Los Estados Unidos trajeron el paquete completo, ciencia, tecnología y financiamiento. Obsequió de forma altruista todas sus variedades mejoradas de soja al gobierno de Brasil”, dice Pinheiro, que asegura que el objetivo era dar continuidad al plan de reconstrucción de Europa. “Tras la Segunda Guerra Mundial, era necesaria la reconstrucción de Europa en una línea de inversiones consustanciadas en el Plan Marshall. La propuesta norteamericana solo sería completada a través de una agricultura industrial en el Hemisferio Sur, lo que ahora se conoce como el granero del mundo”, evalúa el agrónomo Pinheiro.

Con la Operación Brother Sam, planeada por el gobierno de Estados Unidos con el fin de apoyar la dictadura militar de 1964, fueron enviadas al Brasil 100 toneladas de armas y municiones, navíos petroleros, una flota de aviones de combate y el resto de equipo bélico. El paquete incluía también, afirma el investigador Pinheiro, un paquete tecnológico para la agricultura y sobre todo en la investigación científica. “El régimen militar de Brasil, instruido sobre la doctrina militar estadounidense, utilizó como pretexto el combate a la influencia marxista y abrió las puertas de las universidades brasileñas a la Fundación Rockefeller, que hizo una donación económica para la modernización de programas, currículos y entrenamiento de profesores en los EEUU como acuerdo entre el Ministerio de Educación y Culto (M.E.C.) y USAID, quienes dieron continuidad a las investigaciones de las semillas mejoradas y genéticamente modificadas”, asegura el investigador.

Para Pinheiro, el proceso de la dictadura militar consintió en una reconfiguración y control del territorio brasileño, dejando el control de la tierra en manos de media docena de empresas que hoy son dueños de la agricultura industrial. “Entonces este paquete industrial denominado Revolución Verde fue una estrategia militar, porque todos los agroquímicos fueron producidos en fabricas militares durante la segunda guerra mundial y posterior a ella. El objetivo principal de la dictadura, fue despojar a pequeños campesinos y a los indígenas de sus tierras, para concentrar la tierra en manos de las empresas que producen soja, caña y eucalipto, entre ellas esta Monsanto, ADM, Cargill, Bunge, Louis Dreyfus, Coca-Cola, Nestlé, Ford”.

La agricultura familiar agoniza

A la deforestación de los bosques se suma el uso a gran escala de agrotóxicos. De acuerdo con el Movimiento de los Sin Tierra (MST) en Brasil, el consumo medio de agrotóxicos viene aumentando. En el año 2005 eran utilizados 7 kg. por hectárea. En el año 2011 el nivel aumentó a 10,1kg, un aumento de 43,2%.

El MST, un movimiento que lucha por la reforma agraria en este país y por el modelo de agricultura familiar, posee en Mato Grosso do Sul – estado que ocupa la mayor concentración de tierras en Brasil- 53 asentamientos de tierras, que se configuran como pequeñas islas dentro de los desiertos verdes, donde se practica una agricultura diversificada al lado de los monocultivos de caña de azúcar, eucalipto y principalmente soja.

Estamos rodeados por soja y el veneno que es esparcido en los monocultivos se termina yendo para nuestras tierras. Tú plantas una semilla de maíz nativo, por ejemplo, y ella no germina. Difícilmente podemos plantar sin agrotóxicos. Nuestro trabajo para generar una producción ecológica y orgánica queda perjudicado por estas condiciones. Tardará décadas hasta que nosotros podamos plantar de forma totalmente libre de insumos”, afirma Sindy Gauber, vecina del asentamiento Geraldo García, en el municipio de Sidrolância, centro-oeste do Mato Grosso do Sul.

Además de eso, afirma Gauber, las pocas tierras expropiadas por el gobierno federal para destinarlas a la reforma agraria son tierras improductivas en general, ya desgastadas por el monocultivo.

El resultado, sostiene Gauber, es que muchas familias sin opción acaban abandonando sus tierras para trabajar en los plantíos de monocultivos. En el asentamiento donde ella vive, muchas familias tienen arrendadas sus tierras para el agronegocio.

A esto se agrega, el uso de semillas transgénicas. En Brasil la extensión de los plantíos transgénicos representa más del 50% del territorio destinado a actividades agrícolas en el país y la mayoría son variedades transgénicas de la soja.

A pesar de las dificultades, Gauber cuenta que, en contrapartida, las familias han creado condiciones para resistir, organizando cooperativas, participando en pequeños mercados. “La salida ha sido producir en pequeñas cantidades, en un sistema artesanal, haciendo un trabajo gradual de la recuperación de la tierra”, afirma. “Esta guerra desproporcional no tiene sentido, porque de hecho quien alimenta a la ciudad es la producción del pequeño agricultor en Brasil. Los monocultivos son básicamente para la exportación y para la industria. El discurso de desarrollo no cabe aquí”.

Ciclo perverso para los campesinos

Soja y pastizales para el ganado. Este es el escenario monótono y con poca vida que se ve en los márgenes de la carretera MS-164, municipio de Ponta Porã, en el estado de Mato Grosso do Sul, en la frontera con Paraguay. A orillas de esta carretera esta también uno de los mayores asentamientos de tierra de Brasil, conquistado por los movimientos sociales, en 2002. Itamarati, como es llamado el asentamiento, posee 50 mil hectáreas y alberga a 3 mil familias. Irónicamente fue una hacienda productora de soja. Su dueño era Olacyr de Moraes, el mayor productor individual de soja en el mundo en la década de 1980.

Itamarati cuenta con dos tipos de tierras, los espacios de cultivos individuales y los colectivos. Las tierras individuales (hasta 10 hectáreas) son cultivados con arboles frutales, hortalizas y generalmente están vinculadas al autoconsumo de las propias familias. Las áreas de 12 hectáreas las de producción colectiva, con irrigación y equipamientos colectivos, se plantan alimentos para comercialización.

Los campesinos cuentan en sus territorios con una estructura de salud, educación, dos cooperativas para gestionar la producción, pequeño centro comercial y hasta un núcleo urbano.

Ariovaldo Ciriaco es uno de los agricultores del asentamiento que cultiva arroz, mandioca y cacahuate. Mas allá de los alimentos para el autoconsumo, el también planta soja. “Del total de 50 mil hectáreas de Itamarati, cerca de 20 mil de ellas cuentan con plantaciones de soja”, afirma el agricultor que es parte de la Asociación de Agricultores Cooperativas del nucleó de resistencia El dorado dos Carajás.

Ciriaco esta en el asentamiento desde el inicio, en el año 2002, y cuenta que después que entraron a las tierras fueron asediados por los revendedores de las empresas multinacionales productoras de semillas de maíz, soja y fertilizantes. “El discurso que ellos usaban era que, con los productos, el costo de las plantaciones sería menor y que tendríamos mayor productividad. El discurso era, que utilizaríamos alta tecnología, trabajar menos y ganar más. Después fuimos viendo que no era verdad. Por ejemplo, en relación con el maíz, decían que las semillas producirían 160 sacos por hectárea, pero la verdad producíamos menos de 100 sacos”, recuerda el agricultor.

Quien vino a vivir y a trabajar aquí, o era empleado de alguna hacienda o trabajaba en áreas mucho mas pequeñas. No teníamos la costumbre de trabajar con soja en áreas grandes. Entonces nos vendieron el paquete [semillas, fertilizantes y pesticidas] mucho más caro y con cantidades de veneno más de lo necesario. Entonces hoy percibimos los abusos que nos hicieron por falta de conocimiento”, explica.

Ciriaco cuenta que gran parte de los agricultores acabaron entrando en un ciclo de dependencia en relación a los productos de las multinacionales, citadas por el como Bunge, Cargill, ADM, Bayer, Syngenta. “Sus representantes en Brasil vienen hasta nosotros para vendernos sus productos. El paquete es muy caro, entonces las familias se tienen que endeudar y siempre depende del crédito para poder plantar. Se endeudan para comprar el paquete y cuando cosechan pagan la deuda. Este ciclo de dependencia es un gran problema”, relata.

Al final, quien define los precios de la soja es el mercado internacional, principalmente los Estados Unidos. “ No tenemos control sobre los precios” dice. Aun así, Ciriaco no pierde los ánimos de cambiar la realidad y su meta ahora es trabajar por la autonomía da su producción. “Nuestro desafío es estimular la diversidad agrícola. Invertir en otras alternativas, para disminuir la dependencia de la soja y de los insumos”.

América Latina y nuevas territorialidades

El mapa latinoamericano está en pleno proceso de cambio. Nuevas territorialidades se reconfiguran afectando principalmente a comunidades indígenas, alrededor 671 pueblos según las estadísticas de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), que van desde el río Bravo hasta la Patagonia. Este redimensionamiento político, social y económico del territorio esta ocurriendo acompañado de un sin fin de conflictos y turbulencias sociales en todo el continente.

En el año 2000 el Consejo Nacional de Inteligencia, organismo de la Agencia Central de Inteligencia (CIA por sus siglas en inglés), previó este escenario en un informe llamado Tendencias Globales 2015: «Los movimientos indígenas en resistencia en Latinoamérica serán uno de los principales desafíos para los gobiernos nacionales en los próximos 15 años». De la misma forma afirmaba que «los movimientos se incrementarían, facilitados por redes transnacionales de activistas de derechos indígenas, apoyados por grupos internacionales de derechos humanos y ecologistas bien financiados».

A más de una década de este informe, los movimientos indígenas en resistencia se han agudizado, como había sido previsto. Lo que no proyectó dicho documento son los factores del porque aumentarían estos movimientos.

El reordenamiento del territorio ha desdibujado las fronteras en términos económicos y políticos con proyectos continentales como el Proyecto Mesoamérica —antes llamado Plan Puebla Panamá— y la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA), ejecutados desde el año 2000, por mencionar algunos. Entre otros objetivos, esta la construcción de redes de transporte, telecomunicaciones, presas hidroeléctricas, parques eólicos, y energía en general, así como Parques Nacionales, Áreas Nacionales Protegidas, Patrimonio de la Humanidad, Áreas de Conservación Transfronterizas, Parques Transnacionales —también llamados Parques para la Paz—, Corredores Ecológicos o Biológicos y las redes de Áreas Protegidas.

«Cuando pensamos en IIRSA estamos hablando de líneas de comunicación, de canales de paso que van atravesar 20 mil kilómetros, que es toda la Amazonia, es una línea de penetración a territorios muy recónditos que no habían sido alcanzados, de donde se va a extraer lo que aun no había sido extraído», afirma en entrevista Ana Esther Ceceña, coordinadora del Observatorio Latinoamericano de Geopolítica, al considerar al Proyecto Mesoamérica y al IIRSA como parte de la misma estrategia de reordenamiento del territorio.

De acuerdo con la investigadora, cuando vemos el diseño de los proyectos, son estratégicos, incluso en la forma en como lo manejan los gobiernos progresistas, quienes ofrecen la IIRSA como una oportunidad para el desarrollo.

IIRSA lo que va hacer es disciplinar mas a los gobiernos locales, porque esta marcado por el mercado mundial, son 500 empresas transnacionales que producen el 50% del PIB mundial. Cuando uno ve el diseño de IIRSA y los proyectos de estas empresas, van juntos, las rutas de comunicación son para la circulación de mercancías, materias primas y energéticos.

Lo que vive América Latina es un nuevo colonialismo basado en la apertura de nuevos caminos que posibiliten el extractivismo. «El capital necesita reordenar el territorio —considerado este como una construcción histórica social— para continuar con su reproducción, tanto material como de relaciones de poder, de acumulación de capital y de ganancias. Este ordenamiento es para tener acceso a mayor escala a cierto tipo de materiales de la tierra», evalúa Ceceña.

El parque eólico propiedad de Gas Natural Fenosa, que utiliza el nombre Biìo Hioxo Energía, continúa su avance en tierras comunales, donde existen centros ceremoniales sagrados en Zaragoza Juchitán de Oaxaca. Fotografía: Santiago Navarro F.

Para Gustavo Esteva, fundador de la Universidad de la Tierra en Oaxaca, México, la crisis que el sistema capitalista esta viviendo, ha llevando a las empresas a utilizar procedimientos precapitalistas de despojo en la forma colonial. «Están buscando expandirse hacia territorios que habían conservado estos pueblos», sostiene en entrevista.

Esta expansión ha llevado a confrontar con los modos de vida que existen en los territorios y esto ha provocado el levantamiento de los pueblos. «Los indígenas están en el frente de batalla librando una guerra que es para todos nosotros, porque es ahí donde el sistema capitalista quiere relanzar una nueva forma de acumulación», asegura Esteva.

La respuesta de las comunidades indígenas en el continente latinoamericano se ha reconfigurado por lo menos en dos vertientes, una es por la vía institucional que ha seguido los parámetros establecidos por los acuerdos internacionales como el 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) o las luchas locales por el reconocimientos jurídico de sus formas de vida. La otra es la de los movimientos que no quieren estar bajo la jurisdicción o administración del Estado, como lo es el movimiento zapatista, en México, quienes han construido sus propias formas de autogobierno.

Las demarcaciones cambian los mapas

En el tablero de la redefinición de la territorialidad en América Latina también están los indígenas actuando en la reconfiguración del espacio, justamente por el reconocimiento de sus territorios. Según el profesor del Departamento de Geografía de la Universidad de Colorado, Joe Bryan, en las últimas dos décadas los estados de la región transfirieron títulos a varias formas de la tenencia de la tierra, colectivas de comunidades indígenas y tradicionales, sumando 2 millones de Km cuadrados, un espacio equivalente al territorio de México.

«Desde hace mas de tres décadas que los movimientos indígenas están emprendiendo esfuerzos en el sentido de garantizar sus territorios, demanda inevitable frente al despojo permanente que caracteriza el colonialismo actual. Estos esfuerzos están cambiando el mapa da América Latina, por sus movilizaciones y reconocimiento de los derechos territoriales», evalúa Bryan.

«Esta transformación refuerza una serie de cambios legales hacia el reconocimiento de los derechos indígenas, no solo respondiendo a instrumentos como el convenio 169 de la OIT y la declaraciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), como también una serie de sentencias de reconocimiento al derecho colectivo»,

AFIRMA EL PROFESOR

No se puede negar la relevancia de este conjunto de hechos, pues es a partir de los movimientos indígenas que se ha reconfigurado una cartografía propia de los pueblos indígenas en resistencia. «El indígena fue convertido de una categoría de curiosidad folclórica a una de sujeto político con su propio discurso de derechos. Fue por ellos, por los movimientos que se han hecho esta cartografía, no solo para la producción de sus propios mapas, sino también para la transformación de su espacio social y político de la región», sostiene el investigador.

Agosto de 2013, indígenas del municipio Pipipan Floresta, Pernambuco Brasil. Cierre de una carretera federal, debido a la demarcación forzada de sus tierras. Fotografía: Renata Bessi

Las demarcaciones no están garantizando derechos

Pero estos cambios en el mapa y desde un punto de vista jurídico no significan necesariamente que el derecho indígena está siendo respetado. Para el profesor, la demarcación de tierras indígenas no esta garantizando la permanencia de las comunidades en sus tierras y tampoco está protegiendo estas comunidades contra la violación de sus bienes comunes por parte del extractivismo.

Este llamado giro territorial a traído mas bien cambios sobre todo en relación al manejo de recursos, en la cartografía de lo político y formación de mercados, como los de carbono. Para comprobar esto es necesario revisar el contexto político y económico del surgimiento de estas demarcaciones.

De acuerdo con el profesor, los procesos de demarcaciones surgieron en Colombia: «No comenzó como un movimiento progresista, sino como un proceso conservador iniciado por el Estado. Nació a partir de una necesidad de resolver por medio de una negociación los conflictos violentos, finalizando con su reconocimiento en la constitución colombiana de 1990».

Desde entonces los territorios indígenas fueron identificados por el Estado como un plano geopolítico de alta importancia para controlar el territorio. «La evaluación sostenía que la falta de la presencia estatal daba espacio a la guerrilla, la formación de fuerzas de autodefensas y fuerzas paramilitares. Por eso el Estado tomó la decisión de permitir la participación de una amplia gama de movimientos indígenas, inclusive de movimientos armados, en una asamblea constituyente», afirma.

«Si en Colombia impulsaron reformas en el sentido de que los derechos territoriales de los pueblos indígenas fueran reconocidos, también lograron garantizar la desmovilización de los grupos armados indígenas y aumentar la presencia del Estado en estas mismas zonas», evalúa Bryan. En contrapartida, «los títulos otorgados no frenaron el despojo de 5 millones de personas, en su mayoría indígenas, frente a la violencia de la guerrilla y los grupos paramilitares».

Regularización de las tierras, nuevos mercados

Este modelo de reforma sirvió de inspiración para Nicaragua, que también vivía un contexto de conflicto, inclusive armado, por tierras indígenas. El proceso tuvo apoyo del Banco Mundial. «El banco hizo esfuerzos para facilitar la elaboración de la ley de propiedades para comunidades indígenas. Inclusive envió una comisión de Nicaragua a Colombia para que aprendiesen como aplicar la reforma en su país. Y con respaldo del banco la ley fue aprobada en el año 2002», sostiene el profesor.

Dos años después de haber sido aprobada la ley, el Banco Mundial dio apoyo para otra reforma aplicada en Honduras, que reconocía el derecho de propiedad colectiva de las comunidades indígenas y negras. De la misma forma apoyó las reformas en Bolivia, que dio pie al reconocimiento de las tierras comunitarias de origen. Tiempo después, a finales de la década de 1990 las reformas continuaron en el resto Centroamérica.

«El banco tenía interés en regularizar los derechos de propiedad colectiva a través de su demarcación, titulación y registro, como condición básica para el funcionamiento de mercados. El reconocimiento de los derechos colectivos son condicionados a la lógica de las políticas neoliberal. Sobretodo coloca la propiedad como estructura necesaria para el mercado», explica el profesor de la Universidad de Colorado. Así, «para el mercado no importa si es propiedad individual o colectiva, como la de los indígenas. Lo importante es tener alguien con quien negociar».

Se pueden citar dos ejemplos de mercado que se están abriendo en tierras indígenas: mercados de carbono y venta de servicios de ecosistemas. El profesor cita un estudio de la Universidad de Arizona sobre mercados de carbono en la Selva Lacandona, en Chiapas, México, para ilustrar que la apertura de nuevas fronteras de mercado en estas tierras no son tan lucrativas para las comunidades como lo son para los dueños del capital. «Los mercados de carbono serian imposibles sin los territorios indígenas. Eso no significa que sean rentables para las comunidades».

Julio de 2013, parte de un proyecto de infraestructura hidráulica en Brasil, que se inicia en la ciudad de Cabrobó y cruza el río San Francisco, que afecta directamente a los pueblos indígenas truká y Pipipan. Fotografía: Renata Bessi

Extractivismo

Por lo tanto los países están reconociendo los territorios indígenas, reformando sus constituciones y hasta reconociendo, en algunos casos, el carácter plurinacional. Pero bajo un costo, según Bryan: «estos cambios vienen con el compromiso de cumplir con el objetivo de un desarrollo nacional basado en el extractivismo».

Un ejemplo es Ecuador. «El país tuvo el movimiento indígena más organizado y de mayor peso en América Latina a lo largo de la década de 1990. Cuando Rafael Correa toma posesión, en 2009, reconoció demandas históricas de los pueblos indígenas. Tituló grandes extensiones de tierra de pueblos indígenas en tierras bajas amazónicas del país». Pero luego después abrió una serie de licitaciones para extracción de minerales en la misma zona, bajo la argumentación de que los recursos del suelo aún pertenecen al Estado. «Este tipo de discurso trata al territorio de forma vertical, considerando a los indígenas como un obstáculo para el progreso nacional».

La argumentación de Correa hirió el Convenio 169 de la OIT que, entre otros puntos, sostiene que:

esos pueblos [tienen el derecho] a participar en la utilización, administración y conservación de dichos recursos. En caso de que pertenezca al Estado la propiedad de los minerales o de los recursos del subsuelo… los gobiernos deberán establecer o mantener procedimientos con miras a consultar a los pueblos interesados, a fin de determinar si los intereses de esos pueblos serían perjudicados, y en qué medida, antes de emprender o autorizar cualquier programa de prospección o explotación de los recursos existentes en sus tierras. Los pueblos interesados deberán participar siempre que sea posible en los beneficios que reporten tales actividades, y percibir una indemnización equitativa por cualquier daño que puedan sufrir como resultado de esas actividades.

Bolivia muestra tendencias semejantes, a pesar de contar con el único presidente indígena de la región, Evo Morales. «Gas, minería, madera son explotados dentro de territorios titulados sin que las comunidades tengan la posibilidad de negarse. Es como una especie de moneda. Como se ofrece el título, a las comunidades no se da el derecho de decir no a la explotación», afirma Bryan.

El reconocimiento no es suficiente

Los criterios por los cuales son definidas las demarcaciones de tierras también son un foco de críticas. «La lógica de este esquema es que con sus mapas y títulos, los indígenas puedan crear y fortalecer instituciones para administrar sus tierras. Pero como hacerlo dentro de un contexto dominado por un Estado que responde a los intereses del capital?», cuestiona el profesor. La propiedad o el territorio demarcado acaba funcionando como una camisa de fuerza que impone obstáculos en las relaciones sociales por medio de las cuales se puede vivir en una comunidad. Impone un asilamiento, impide una convivencia cotidiana entre diferentes etnias. «Es por la interacción que se construye el territorio, no por el asilamiento. No se pude perder la tendencia colonial de esta lógica», afirma.

Otro punto de reclamo en relación a la regularización de los territorios indígenas dice respeto al hecho de que el Estado es el árbitro de los derechos indígenas y, por lo tanto, las cuestiones indígenas están sometidas y deben ser adecuadas a los estándares jurídicos para ser reconocidos. «Los mapas hechos para los indígenas son convencionales, con el fin de cercar un territorio bajo la concepción del Estado, y no bajo la cosmovisión indígena. En lugar de revolucionar la geografía, solamente se reforma, reduciendo los reclamos de autonomía al derecho de ser propietario».

«La cuestión es que, en lugar de institucionalizar al indígena, falta pensar en como crear espacios propicios a una cultura colectiva justa y digna, es el motivo de hablar de una geopolítica indígena cuya cartografía se debe realizar», sostiene el investigador.

Foto de Santiago Navarro F.

Otras vías 

En el territorio de los pueblos indígenas se esta librando el destino del sistema capitalista y es en estos mismo pueblos donde puede construirse otra forma de vida diferente a la capitalista, como lo esta haciendo el movimiento indígena del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), asegura Gustavo Esteva:

Lo que mas hemos aprendido de las comunidades zapatistas es que la resistencia no es simplemente aguantar, ni solo resistir a la construcción de una presa, una mina… la resistencia sólo va ser exitosa si al mismo tiempo construimos otra posibilidad de vida. Tenemos que dar visibilidad a esas experiencias exitosas que representan la alternativa, porque muchísima gente esta lista para actuar.

Otro ejemplo de los pueblos que no se quieren alienar, son los pueblos indígenas de Bolivia quienes consideran agotado el recurso al reconocimiento de los derechos de las naciones y pueblos indígenas constitucionalizados.

En junio del 2014 el colectivo Comuna al Pueblo Boliviano presento una autopropuesta para formar autogobiernos inspirada por la experiencia zapatista, que entre otros puntos plantean desconocer el sistema electoral institucional, la anulación de los mandatos de gobiernos, nacionales, departamentales, municipales; porque no pueden convivir en los mismos territorios «juntas de buen gobierno» y las formas heredadas institucionalizadas de los «malos gobiernos», el acceso libre a lo común. En consecuencia, de acuerdo con la propuesta, quedan anuladas todas las concesiones territoriales y geológicas, hidrocarburíferas y mineras.

Otra forma mas de gobernar los territorio por los indígenas, muy particular en América Latina, son los usos y costumbres de los pueblos en el estado de Oaxaca, México. De los 570 municipios existentes, 418 se rigen según sus usos y costumbres. Solamente 152 se rigen a través del sistema convencional de partidos políticos. O sea, estas comunidades siguen practicando formas propias de gobierno que han sido construidos a través de los siglos y rigiéndose por sus sistemas normativos conocidos como «usos y costumbres», reconocido oficialmente en 1995 por el Congreso del Estado de Oaxaca.

«México posee un contexto histórico muy diferente de los otros países de la América Latina. Mas que nada por la Revolución Mexicana. Mientras que en el resto de los países de Latinoamérica están titulando territorios o propiedades colectivas, en México están buscando otras maneras de garantizar los usos y costumbres de las comunidades indígenas», afirma el profesor de la Universidad de Colorado.