Base Kaibil , Guatemala (17 de febrero de 2011) infantes de Marina de los Estados Unidos en la estación de asociación anfibia Sur 2011. La estación de asociación anfibia Sur 2011 es un despliegue anual de los buques estadounidenses al área de comando sur de Estados Unidos de responsabilidad en el Caribe y Latinoamérica. (foto por CPL. Brittany J. Kohler/liberado)
Tras una larga jornada por más de 13 horas desde el martes 22 de mayo y finalizando a tempranas horas de la madrugada del miércoles 23, el Tribunal de Mayor Riesgo C, presidido por el juez Pablo Xitumul, de Guatemala, determinó la condena de entre 35 y 58 años de prisión para el general retirado Benedicto Lucas García, de 86 años, y otros cuatro altos mandos militares guatemaltecos, quienes participaron en la contrainsurgencia en la guerra civil durante los año 80s hasta 1996. Esta guerra dejó un saldo de 200.000 muertos y 50.000 desaparecidos, 5.000 de ellos menores de edad.
"Los militares participaron directamente diseñando el plan contrainsurgente y ordenando a los operativos capturar y torturar a Emma Molina Theissen, quien fue golpeada y violada por soldados, a modo de tortura, durante nueve días. Cuando escapó, se procedió a la captura ilegal y desaparición de su hermano, Marco Antonio",
REZA LA SENTENCIA DEL TRIBUNAL, PRESENTADA A LAS 04.30 DE LA MADRUGADA DEL MIÉRCOLES (HORA LOCAL, 08.30 GMT).
Enma Theissen esperó 37 años para que se hiciera justicia por la desaparición de su hijo de 14 años en 1981, Marco Antonio Molina Theissen y por el secuestro, torturas y violaciones a su hermana, Enma Guadalupe Molina Theissen.
De acuerdo con el expediente fue el 27 de septiembre de 1981 cuando Emma Guadalupe Molina Theissen fue detenida en un retén instalado por el Ejército en la carretera hacia el altiplano de Guatemala. Entre sus pertenencias, los militares encontraron propaganda del movimiento Juventud Patriótica del Trabajo, de inspiración marxista. Aunque para Emma fue totalmente diferente lo que sucedió. Los militares vestidos de civil, irrumpieron en la residencia de la colonia Florida, en la zona 19, donde habitaba la familia, “empujaron dentro de la casa –al menor de 14 años- y lo esposaron a un mueble. A nadie más de la casa. Sólo a él. A mí me llevaron por las habitaciones, buscando armas o qué sé yo qué iban buscando. Cuando pude salir a la calle se lo estaban llevando”, señala Anma.
Aquella sería la última vez que vio a Maco Antonio. Justo un día después de que una de sus tres hijas, Emma Guadalupe, escapara tras nueve días de secuestro, en los que fue torturada y violada repetidas veces por varios miembros del ejército guatemalteco.
Contrainsurgencia y los Estados Unidos
Benedicto Lucas García, hermano del ex presidente de Guatemala, Romeo Lucas García, ex jefe del Estado Mayor del Ejército de Guatemala, conocido por las organizaciones de derechos humanos como un “criminal de guerra”, fue entrenado por los Estados Unidos en la escuela de tortura conocida como la Escuela de las Américas (SOA).
La Escuela de las Américas es una institución militar del ejercito de los Estados Unidos, creada a mediados de 1949, en Panamá. En sus comienzos, se le llamo Centro de Adiestramiento Latinoamericano Del ejercito de los Estados Unidos. En 1997, se desclasificaron algunos manuales de instrucción utilizados en esta escuela, formulados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA por sus siglas en inglés), entre los cuales existía uno que se llamaba "Estudio del Asesinato". En dicho manual, se detallaba el como asesinar con distintos elementos contundentes y filosos, caídas de 75 pies de altura hacia una base sólida, armas de fuego, explosivos, accidentes de autos planificados, entre otros. Asimismo, existió otro manual llamado "KUBARCK, interrogación de contrainteligencia", que recurría a métodos de tortura, golpizas y el asesinato.
Lucas García a parte de recibir entrenamiento en esta institución estadounidense, también recibió entrenamiento en la academia militar francesa de Saitn Cyr, en Brasil y Chile. Lucas García utilizó el concepto de “tierra arrasada” para doblegar a la guerrilla guatemalteca y, en particularmente al Ejército Guerrillero de lo Pobres (EGP).
En 2012, las exhumaciones de antropólogos forenses llevaron al descubrimiento de al menos 550 víctimas desaparecidas entre 1981 y 1988. Junto a este caso y el de la familia Theissen, fueron motivos por el cual detuvieron el 6 de enero del 2016 a dieciocho ex oficiales militares acusados de genocidio y crímenes contra la humanidad. Doce de ellos fueron entrenados en la Escuela de las Américas.
Los acusados
37 años después de la que familia Theissen ha buscado justicia, el Tribunal condenó a 58 años de cárcel a Benedicto Lucas García; al general de División Manuel Antonio Callejas y al oficial del Estado Mayor del Ejército, Hugo Ramiro Zaldaña, por los delitos contra deberes de la humanidad (25 años); desaparición forzada (25 años) y violación con agravación de pena (8 años). Asimismo, condenó a 33 años de privación de libertad al comandante de la zona militar General Manuel Lizandro Barillas, Francisco Gordillo Martínez, por los delitos contra los deberes de humanidad y violación con agravación de pena, mientras que absolvió de todos los cargos a Edilberto Letona Linares, segundo comandante del Ejército, al considerar que no tenía responsabilidad en los hechos.
Todos ellos se encontraban en prisión desde el 6 de enero de 2016, después de que fueran detenidos, a petición de la Fiscalía de Derechos Humanos, que solicitaba para tres de los militares 112 años de prisión.