Los indígenas del pueblo Nasa, que habitan el norte del Cauca, Colombia, una vez más fueron atacados por un grupo armado que dejó como saldo cinco heridos y dos muertos. Este suceso suma más de 30 personas asesinadas en lo que va del año 2019.
A muy temprana hora de la mañana de este 10 de agosto fue sorprendida la guardia indígena perteneciente al resguardo de San Francisco del municipio de Caloto (uno de los núcleos de propiedad colectiva). La guardia fue atacada con disparos por uno de los más de cinco grupos armados que operan en esta zona. Los fallecidos son los indígenas Kevin Mestizo Coicué y Eugenio Tenorio y los heridos son Leonel Coicué, Sandra Milena Pilcue, Aurelino Ñuscue Julicue, Julio Taquinas y Edinson Edgardo Rivera, de 7 años de edad.
Posterior a este ataque comenzó a circular por redes sociales un panfleto firmado por un grupo del crimen organizado, en el cual amaneza a las comunidades indígenas: “se les advirtió por las buenas, pero estos indios hijos de puta no entienden, vamos acabarlos”.
“¿Quien lo hizo? Es un grupo armado que pretende controlar y manejar el negocio de las drogas y esto nos tiene muy preocupados porque las amenazas siguen muy frecuentes en nuestro territorio”, dijo una de las autoridades tradicionales del pueblo Nasa, que por seguridad se mantiene en el anonimato.
Este escenario se da en un proceso de transición de una guerra que duró más 50 años entre los diversos gobiernos que han gobernado Colombia y la organización exguerrillera denominada Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Durante esta guerra el pueblo Nasa fue considerado enemigo de ambos lados.
“La guerra fue muy agresiva con nosotros, porque el gobierno decía que éramos colaboradores de las FARC, y este grupo armado decía que éramos colaboradores del gobierno. Pero para nosotros la guerra es un negocio y no colaboramos con nadie. Siempre existió la disputa de la tierra por ambos lados. En 50 años nosotros fortalecimos nuestras guardias tradicionales y nos levantamos con nuestros bastones de mando para la defensa del territorio y la vida”,
COMENTA PARA AVISPA MIDIA EL INDÍGENA NASA QUE SOLO DECIDE PRESENTARSE COMO JOSÉ.
Para los indígenas Nasa, “la guerra que los grupos armados han declarado a nuestra comunidad, en especial a la guardia indígena, intenta silenciar nuestras voces, exterminar la vida y adueñarse de nuestros territorios”, expresaron en un comunicado las 126 autoridades tradicionales organizadas en el Consejo Regional Indígena del Cauca CRIC, y la Guardia Indígena como defensores de la vida en todas sus manifestaciones.
En esta zona hay una producción industrial intensiva de caña de azúcar, principalmente para la producción de etanol para automóviles. Esta producción es respaldada por el gobierno. A esto se suman las disidencias de las FARC que todavía están armadas y “junto a ellas existen grupos del crimen organizado que quieren las tierras para la producción de amapola y mariguana”, dijo un integrante del pueblo Nasa, que por seguridad decidió mantenerse en el anonimato.
Desde el año 2005 el pueblo Nasa ha realizado acciones directas para la liberación de sus tierras de los monocultivos y explotación. Cortan y desmantelan los plantíos de la caña con el objetivo de que la propia naturaleza vuelva a cubrir la tierra con su vegetación, pero también para las familias que componen este pueblo, quienes cultivan alimentos orgánicos. Los indígenas Nasa, con los alimentos cultivados, han realizado otra acción directa donde han regalado comida en los barrios más pobres de ciudades como Cali.
“Es la hora de liberar y defender la tierra porque la están matando y ¿quién la esta matando?, la caña, la minería, las presas hidroeléctricas, la soja, el aceite de palma. Uma kiwe, nuestra madre tierra, está esclavizada igual que nuestros pueblos y es necesario liberarnos junto a ella”, dice José.
Mientras asesinaban a los integrantes de la guardia indígena de Caloto, en el punto de liberación llamado La Albania, se celebraba el 3er. Encuentro Internacional de Liberadoras y Liberadores de la Madre Tierra. Participaron personas de las diversas geografías de Colombia y de otros países como Chile, Brasil, Perú y México, desde donde el dolor y la rabia se compartió en un mismo sentir.
Las autoridades presentes en este espacio se pronunciaron haciendo un llamado a la solidaridad a la comunidad internacional y a otros pueblos que resisten y luchan por la defensa de sus territorios. “Desde este espacio liberado hoy decimos que las comunidades indígenas nos encontramos en asamblea y en máxima alerta para defender y cuidar el territorio. Esperamos contar con la solidaridad y el rechazo de estas acciones por parte de los pueblos del mundo”, expresaron.