“En este mar de violencia en que está sumido Honduras, el pueblo Garífuna había sido un oasis de paz; hoy se encuentra consternado por la cantidad de personas Garífunas asesinadas sólo este año. Nunca en la historia había pasado eso, sólo significa que nuestro pueblo enfrenta un plan de exterminio”
Indígenas tzeltales son condenados a 110 años de prisión por desaparición forzada. Iglesia y organizaciones de derechos humanos denuncian juicio irregular