En la medianoche del pasado domingo (20), aviones turcos bombardearon hospitales, escuelas y otros objetivos civiles en distintas localidades del sur de Kurdistán, región al norte de Siria e Irak. Hasta el cierre de esta edición el saldo de los ataques registraba la muerte de 14 personas.
Además de la ciudad de Kobanê, también fue atacada la aldea de Belûniyê en Shahba, la cual está poblada por kurdos desplazados de Afrín. Según informes del Consejo Ejecutivo del Congreso Nacional de Kurdistán (KNK) y del Centro de Medios de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), los bombardeos se registraron en Girê Spî, Zirgan y Derik. También acontecieron ataques contra depósitos de trigo en la región de Dahir al-Arab, en las montañas Qendil y Asos en el norte de Irak.
El gobierno de Turquía argumenta que los bombardeos son la respuesta a un ataque terrorista ocurrido el 13 de noviembre, cuando una bomba estalló en Estambul matando a seis personas e hiriendo a 81 más.
Acorde al KNK, sin realizar ninguna investigación, el régimen turco culpó a las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), las Unidades de Protección de la Mujer (YPJ) y al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) por este ataque como pretexto para lanzar los bombardeos contra la población kurda. En la misma línea, medios de la región afirman que el gobierno de Ankara no ha proporcionado ninguna evidencia de que grupos kurdos sean los autores de dicho ataque.
Cabe recordar que, desde el 17 de abril, el gobierno turco mantiene ataques contra guerrilleros kurdos en Kurdistán del Sur, utilizando armas químicas prohibidas más de 2,700 veces, lo cual ha negado.
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El KNK señala que, con el pretexto del ataque terrorista en Estambul, Turquía consiguió presentarse como víctima del terrorismo ante la cumbre del G20 realizada en Bali durante la semana pasada. Con ello, asegura el Consejo, obtuvieron luz verde para un ataque a Rojava “ya que el régimen turco es incapaz de emprender estos ataques sin la aprobación de la Coalición Global para Derrotar a ISIS (Estado Islámico), especialmente de Estados Unidos”
Para el KNK, si la Coalición Global para Derrotar a ISIS se posiciona contra la guerra contra los kurdos, sus miembros “deben tomar medidas enérgicas de inmediato a través de medidas económicas, políticas, diplomáticas y legales para obligar a Turquía a cumplir con el derecho internacional”.
En caso contrario, afirman, los países integrantes “serán responsables de las consecuencias del terrorismo del Estado turco contra el pueblo kurdo y los demás pueblos del norte y este de Siria”.
Rechazo
A pesar de los ataques turcos, habitantes de la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (NES) salieron a protestar contra los bombardeos a distintas zonas del Kurdistán. En la provincia autónoma de Alepo, los manifestantes denunciaron que el ataque de las fuerzas turcas tiene el apoyo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). También se registraron movilizaciones en las ciudades de Hesekê y Qamishlo.
Por su parte, la comandancia de las YPJ, autodefensas compuestas sólo por mujeres, señaló que los bombardeos recientes son parte de los preparativos de larga data de Turquía para atacar Rojava y los territorios del noreste de Siria.
“El régimen terrorista de Erdogan hoy está atacando nuestras regiones con una mentalidad genocida, de la misma manera que mató a su propio pueblo. Sin embargo, el fascismo AKP-MHP (partidos gobernantes en Turquía) debe saber que no tendrá éxito (…) Estos ataques del Estado terrorista turco no son ni los primeros ni los últimos. Nunca nos hemos doblegado ante estos ataques y nunca daremos un paso atrás. Con nuestra cultura victoriosa de resistencia, lucharemos en todas partes y derrotaremos esta mentalidad genocida del régimen terrorista”, sostuvieron.
Además de registrarse movilizaciones en otras localidades kurdas, también se realizaron protestas en ciudades de Alemania y Francia para denunciar los ataques mas recientes del gobierno turco contra la población civil de Rojava.
Desde abril de este año, y rompiendo con acuerdos de cese al fuego, el gobierno turco mantiene una ofensiva de gran escala en las regiones sur y oeste del Kurdistán. Ante ello, la NES sostiene que los ataques turcos allanan el terreno para el resurgimiento de ISIS.
Las poblaciones kurdas también señalan que los ataques turcos tienen como objetivo romper la resistencia en el Kurdistán, imponer puestos militares, invadir y anexar territorios iraquíes que actualmente se encuentran bajo control kurdo.