Foto: Eugenia López
Ni autoridades, ni Organizaciones No Gubernamentales especializados en la materia, cuentan con datos reales sobre las agresiones y el número de muertos que ha habido en Oaxaca por crímenes de odio contra la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual y Transgénero (LGBT), aseguraron miembros de la Asamblea Oaxaqueña de la Diversidad Sexual.
“Los asesinatos contra transexuales, ponen en evidencia la situación cultural que vivimos. Hemos normalizado la violencia machista y una de sus expresiones más letales: la misoginia”,
ASEGURÓ EN ENTREVISTA FILADELFO ALDAZ, INTEGRANTE DE LA ASAMBLEA DE LA DIVERSIDAD SEXUAL OAXAQUEÑA, QUIEN TAMBIÉN SEÑALÓ QUE ES NECESARIO NO VISIBILIZAR A LAS VÍCTIMAS COMO CIFRAS, SINO COMO SERES HUMANOS CON FAMILIARES Y AMIGOS QUE TAMBIÉN SUFREN SU PERDIDA.
De 2013 a 2017, en Oaxaca se han asesinado a 9 personas LGBT, según datos del estudio Violencia Impunidad y Prejuicios de la Organización letra ese.
El caso de la joven asesinada, cuyo cuerpo fue localizado, con un disparo en el pecho, durante las primeras horas del día 13 (agosto), ha causado indignación dentro de la comunidad LGBT oaxaqueña y nacional.
Según el informe Violencia contra Personas Lesbianas, Gay, Bisexuales, Trans e Intersex en América, del 2015, de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH):
“Muchas manifestaciones de esta violencia están basadas en el deseo del perpetrador de <<castigar>> dichas identidades, expresiones, comportamientos o cuerpos que DIFIEREN de las normas y roles de género tradicionales, o que son contrarias al sistema binario hombre/mujer”. El informe también observa que “las estadísticas disponibles no reflejan la verdadera dimensión de la violencia que enfrentan personas LGBT en el continente americano”.
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La joven de 24 años, que recibió un disparo a la altura del pecho se suma a los cerca de 1218 asesinatos motivados por prejuicio contra personas LGBT ocurridos en México, según un informe de Letra S de 2015.
En febrero de 2013 el cadáver de una mujer trans de 20 años fue localizado en un camino rural de Puebla, México. Su cara había sido desfigurada con un bate o tubo, algunos de sus dientes fueron encontrados a varios metros de distancia y le faltaba uno de sus ojos, según registraron medios locales.