Fotos por Abejas de Acteal
“No vamos a dejar descansar en paz ni a Ernesto Zedillo ni a los cómplices de la masacre de Acteal, porque aquí están nuestros jóvenes, que siguen nuestros pasos”, dijeron las integrantes de la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal, al recordar el fallo del 12 de agosto de 2009, cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ordenó la liberación de veinte hombres vinculados a la matanza de 49 tzotziles, ocurrida en localidad de Acteal, municipio de Chenalhó, en la región de Los Altos de Chiapas, el 22 de diciembre de 1997, durante el mandato del entonces presidente Ernesto Zedillo.
La conmemoración de la fecha fue encabezada por las nuevas generaciones. Niñas, niños, adolescentes y jóvenes expresaron su reclamo a través de posicionamientos políticos, la cultura y el arte. “¿Cómo olvidar ese día?/Si los asesinos regresaron a casa/con las manos manchadas de sangre./Aún así, ¿son inocentes/Corrupto y cruel eres;/nos has condenado a ser masacrados una vez más”, son fragmentos de la poesía ‘Injusticia’, de Ana Cecilia y Teresa Vázquez.

“Estamos aquí reunidos en la Casa de la Memoria y la Esperanza donde fueron masacradas nuestras abuelas y abuelos. Todos los hechos ocurridos dan coraje, rabia y a la vez da dolor”, dijo otro joven al tomar el micrófono.
“El día 12 de agosto es un día que recordaremos para siempre, es un día en que los corruptos de la SCJN [Suprema Corte de Justicia de la Nación] liberaron a los paramilitares autores materiales de la Masacre de Acteal; estos ministros serán recordados en nuestra historia verdadera, en la historia misma de los crímenes de lesa humanidad: José de Jesús Gudiño Pelayo, José Ramón Cossío Díaz, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas”, recordaron.
En el posicionamiento denunciaron que la impunidad persiste en los gobiernos posteriores y actuales, incluso en aquellos que se autodenominan de izquierda, pues bajo estos regímenes se ha permitido el asesinato de defensores de derechos humanos, periodistas y líderes comunitarios.
Han documentado cómo la impunidad sembró violencia en la región, visible en los asesinatos del defensor de derechos humanos Simón Pedro Pérez López y del Padre Marcelo Pérez, donde observan un claro intento de encubrir a los responsables intelectuales.
Las personas adultas, integrantes de la Sociedad Civil, reconocieron la fuerza de las nuevas generaciones en la exigencia de justicia y reafirmaron al Estado mexicano, “que la lucha no tiene fecha de caducidad, porque hay quienes nos están siguiendo los pasos, los jóvenes; tienen una conciencia muy clara y un dolor profundo”.
“No ha sido fácil su infancia, porque han visto llanto, han visto sufrimiento, pero sobre todo, han visto lucha, la fuerza de las familias que exigen justicia. Ha sido experiencia y aprendizajes, tenemos un futuro prometedor de los jóvenes… Desde Acteal, en donde un día se oscureció la tierra y se ensordecieron las montañas por las balas asesinas de los enviados de la muerte, ahora la memoria y la esperanza resplandecen en gigantes fragmentos de luz”, declararon.
Se dirigieron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el 12 de agosto de 2022, para que dictara el Informe de Fondo para el caso, pues consideran que se protegió a altos funcionarios. De acuerdo a un informe de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), los comunitarios indicaron que “el Estado no efectuó una investigación verdadera, sino que estos grupos [paramilitares] siguieron operando en la impunidad bajo la protección de las autoridades y por lo mismo seguimos viviendo una violencia tanto en Chenalhó, Pantelhó y municipios vecinos".

“Hasta la fecha no lo ha emitido una resolución a pesar de solicitarlo desde hace varios años y que, por ello, ha hecho que la impunidad se haya profundizado”, dijeron.
Resistencia sin tregua
Entre música, cantos, poesía y protesta pacífica, las jóvenes recordaron otras luchas como la defensa de los derechos humanos en Chiapas, por mencionar, el allanamiento a la vivienda de Dora Robledo, directora del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas. Pidieron a la CIDH condenar el ataque y obligar al Estado mexicano a garantizar la seguridad del equipo del Frayba.
Expresaron su solidaridad con el pueblo de Palestina, al que consideraron víctima de una de las mayores injusticias de este tiempo, señalando a los gobiernos de Israel y de Estados Unidos como responsables directos de la violencia y el sufrimiento que persisten en la región.
“Somos pequeños, no tenemos el poder de detener la barbarie de este atroz genocidio contra el pueblo palestino, pero si nos unimos todas y todos a levantar la voz para que se pare el infierno en Palestina, podremos salvar la vida de mucha gente”, reiteraron.


