Por colectivos de comunicación de Colombia
El Paro cívico, o paro laboral, o para ciudadano, o paro multiestamentario, es un paro completo que tendrá lugar en Colombia este jueves 21 de Noviembre de 2019. Un paro que rechaza a primera instancia todos los problemas que azotan a millones de ciudadanos tanto en la parte laboral, como social, como educativo, la salud, la vivienda, incluso la vida de los lideres sociales, la seguridad de la comunidades, la creación y el fortalecimiento de grupos paramilitares y de extrema derecha y la incapacidad gubernativa del actual presidente de la república Iván Duque.
Este 21 de Noviembre, el pueblo Colombiano ha decidido salir a las calles a un PARO NACIONAL. Las razones son muchas. Algunas son el genocidio del que están siendo víctimas los pueblos indígenas en el departamento del Cauca, los asesinatos sistemáticos de líderes y lideresas sociales y de defensoras/es de derechos humanos; la deslegitimación del proceso de paz e incuplimiento de los acuerdos, sumado al asesinato de más de un centenar de desmovilizados de las FARC en proceso de reinserción; las más de 10.000 ejecuciones extrajudiciales -conocidas como falsos positivos- de la política uribista de Seguridad Democrática. Varios sectores se ven afectados por incumplimientos de acuerdos y por atropellos que ya no aguantan más: maestras/os, estudiantes, transportadores, campesinos/as, indígenas, trabajadoras/es, pensionadas/os, etc. La ciudadanía además está exaltada por lo que se ha llamado el 'Paquetazo de Duque' una serie de reformas 'sugeridas', en realidad exigidas, por la OCDE -Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, grupo del que Colombia aspira ser el miembro número 37 que han hecho que por fin la sociedad colombiana muestre un enojo generalizado y reaccione como hace décadas no lo hacía.
Añadido a esto, un punto que caldeó la indignación popular fue el caso de 18 niñas y niños víctimas de reclutamiento forzado que fueron bombardeadas, luego perseguidas y asesinadas con sevicia en el mes de Agosto de 2019 en el departamento del Caquetá, hecho que se había intentado mantener en secreto y que salió a la luz recién en el mes de noviembre provocando la renuncia del Ministro de Defensa, cómplice de este hecho.
El paro nacional nació en un encuentro del movimiento social y sindical, que se coordina desde hace más de un año en un espacio que agrupa a las centrales obreras más grandes del país (la CUT, la CTC, la CPC y la CGT) y a organizaciones campesinas, indígenas, afros, de mujeres y de estudiantes. Lo anunciaron desde comienzos de octubre, cuando decidieron hacerlo en noviembre para no cruzarlo con las elecciones regionales.
Quienes convocan al paro coinciden en que el bombardeo a un campamento con niños y niñas reclutados forzadamente y su dolorosa muerte, así como la salida del ex ministro de Defensa Guillermo Botero, sumados a la férrea y visible oposición del uribismo y el Gobierno de turno al paro, han sido elementos fundamentales justamente para darle fuerza a la convocatoria más grande del país en este año.
El gobierno no reconoce la legitimidad del paro nacional y ha decidido hacerle la guerra. La estrategia de Duque y el uribismo para contener la movilización ha sido atacar sus razones, argumentando que son falsas y diciendo que las medidas que componen ‘el paquetazo de Duque’, no son reales sino un invento del foro de Sao Pablo para imponer el caos y la anarquía en el país. La ineptitud de este gobierno y la violencia y represión del estado paramilitar no parecen tener límites.