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Solicitudes de refugio en México caen 56% en 2024: ¿Inoperancia de la COMAR o barreras deliberadas?

La Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), órgano desconcentrado de la Secretaría de Gobernación de México, es señalada por la sociedad civil de México, Honduras, Guatemala y El Salvador de no atender, ni dar certeza jurídica a las personas con necesidades de protección internacional que buscan refugio en México, luego de ser desplazadas de sus países por la violencia criminal, persecución del Estado y despojo de los territorios, principalmente. 

Tapachula, estado de Chiapas, es un punto neurálgico en la ruta migrante hacia Estados Unidos, donde miles de personas procedentes de Centroamérica y otras regiones convergen para buscar la regularización de su estatus migratorio. La ciudad registra el mayor número de solicitudes de refugio en México y es escenario de frecuentes detenciones de migrantes, lo que la convierte en un punto crítico para la protección de derechos y la gestión migratoria en el país.

Durante el 2023, la Unidad de Política Migratoria reportó 229,379 detenciones de personas que clasificó en situación migratoria irregular en Chiapas, de las cuales, 70,665 sucedieron en Tapachula. Solo de enero a agosto de 2024 la cidra se superó con 315,887 detenciones; 114,131 ocurrieron en la citada ciudad. La estadística mensual de 2025, aún no está disponible debido a un proceso de reestructuración, se lee en el portal de la unidad.

En el recuento del abogado y defensor de los derechos humanos, Luis García Villagrán, la migración disminuyó desde enero con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, pero no se detuvo, las personas continúan llegando por las deportaciones desde Estados Unidos y buscan el refugio en México, pues regresar a sus países no es opción.

“La presión que ejerce Trump a México, arrastra al país a una política idéntica a la de él: racista, elitista y clasista. Lo que pasa en el norte tiene todo que ver con lo que sucede en la frontera sur (de México)”, refiere Villagrán sobre el acceso parcial al derecho de protección internacional. 

Estadísticas versus realidad

La Comar reportó un total de 140,720 personas que solicitaron refugio en 2023. En 2024, la cifra disminuyó 56%, con 78,975 solicitudes contabilizadas, de las cuales, 50,742 se tramitaron en Tapachula y 14,367 en la Ciudad de México.  

Del total de solicitudes que recibió la Comar en 2023, 41.8% fueron de mujeres y 19.1% niñas, niños y adolescentes, máxime de Haití, Honduras, Cuba, El Salvador, Guatemala, Venezuela, Brasil, Chile, Colombia y Afganistán. En 2024, los solicitantes fueron en su mayoría de Honduras, Cuba, Haití, El Salvador, Venezuela, Guatemala, Colombia, Ecuador, Nicaragua y Chile.   

La Red Regional de Protección (RRP) en el informe “Acciones realizadas en 2023”, que documentó el contexto de la movilidad humana de 2022 a 2024 en México, Honduras, El Salvador y Guatemala, da cuenta de los cambios en las prácticas migratorias en México. Según el informe, las barreras en el acceso a la solicitud de asilo provocan esta disminución estadística. 

Pero eso no quiere decir que disminuyó el número de personas que llegan a las instalaciones de gobierno para pedir el asilo o refugio. El trabajo directo de la RRP con las personas en movilidad muestra que la búsqueda por solicitar refugio incrementó de forma gradual en los últimos tres años, también las tendencias de nacionalidad y composición familiar, con más mujeres, niñas, niños, adolescentes y población LGBTTTIQ+. Sin embargo, son detenidos y etiquetados como migración irregular, lo que les impide hacer formalmente la solicitud, representando una merma en las estadísticas de la Comar, aunque no es el único motivo. 

Para Villagrán, a la comisión le beneficia señalar que existe una baja en las solicitudes, aunque en la realidad la mengua, de igual modo, se debe a la corrupción vinculada con altos mandos de la Comar y del Instituto Nacional de Migración (INM). 

“La tramitología ha superado la Ley sobre Refugiados, Protección Complementaria y Asilo Político en México [...] A pesar de todo lo que diga la Comar, están vendiendo las citas, las constancias y las respuestas positivas, es decir, todos los trámites”, denuncia Villagrán para Avispa Mídia

Cuando una persona acude a las oficinas de la “Comar 1” para hacer el trámite, en la periferia de Tapachula, le indican que recibirá un correo electrónico que demora varios meses y, en el peor de los casos, nunca llega. 

En el mensaje electrónico les dan una fecha para presentarse en las oficinas de “Comar 2” (en el centro de la ciudad) y estando vuelven a citarlos en semana o dos para continuar con el procedimiento, pero no les dan ningún documento que les brinde certeza jurídica. 

Pasado el tiempo acuden a las oficinas, pero no hay respuestas, entonces las personas con necesidades de protección internacional se ven obligadas a contratar los servicios de un abogado para interponer un amparo ante el Juzgado de Distrito para hacer valer sus derechos como refugiados. 

A decir de Villagrán, los abogados están coludidos en este negocio redondo. “Los abogados, estoy seguro, están en contubernio con la Comar. En Tapachula uno de ellos cobra de 2,000 a 25,000 pesos a las personas en movilidad humana, pero solo el 10 por ciento (de los solicitantes) tiene para pagar esa representación ante los juzgados de distrito”, explica Villagrán. 

Continua, “podría decir que la mitad de las solicitudes es atendida por orden de un juez federal. En Tapachula son cuatro juzgados, de ellos, el tercero y el cuarto se dedican a atender los juicios de garantías para que la Comar reciba las solicitudes de refugio, sin embargo, tampoco es garantía del respeto a los derechos”. 

En caso de que la persona logre acceder al refugio en México, la Comar la envía a las oficinas del INM para que pida una Visa por Razones Humanitarias, pero el trámite también debe agilizarse a través del juez. 

Pero eso no quiere decir que disminuyó el número de personas que llegan a las instalaciones de gobierno para pedir el asilo o refugio. El trabajo directo de la RRP con las personas en movilidad muestra que la búsqueda por solicitar refugio incrementó de forma gradual en los últimos tres años, también las tendencias de nacionalidad y composición familiar, con más mujeres, niñas, niños, adolescentes y población LGBTTTIQ+. Sin embargo, son detenidos y etiquetados como migración irregular, lo que les impide hacer formalmente la solicitud, representando una merma en las estadísticas de la Comar, aunque no es el único motivo. 

Para Villagrán, a la comisión le beneficia señalar que existe una baja en las solicitudes, aunque en la realidad la mengua, de igual modo, se debe a la corrupción vinculada con altos mandos de la Comar y del Instituto Nacional de Migración (INM). 

“La tramitología ha superado la Ley sobre Refugiados, Protección Complementaria y Asilo Político en México [...] A pesar de todo lo que diga la Comar, están vendiendo las citas, las constancias y las respuestas positivas, es decir, todos los trámites”, denuncia Villagrán para Avispa Mídia

Cuando una persona acude a las oficinas de la “Comar 1” para hacer el trámite, en la periferia de Tapachula, le indican que recibirá un correo electrónico que demora varios meses y, en el peor de los casos, nunca llega. 

En el mensaje electrónico les dan una fecha para presentarse en las oficinas de “Comar 2” (en el centro de la ciudad) y estando vuelven a citarlos en semana o dos para continuar con el procedimiento, pero no les dan ningún documento que les brinde certeza jurídica. 

Pasado el tiempo acuden a las oficinas, pero no hay respuestas, entonces las personas con necesidades de protección internacional se ven obligadas a contratar los servicios de un abogado para interponer un amparo ante el Juzgado de Distrito para hacer valer sus derechos como refugiados. 

A decir de Villagrán, los abogados están coludidos en este negocio redondo. “Los abogados, estoy seguro, están en contubernio con la Comar. En Tapachula uno de ellos cobra de 2,000 a 25,000 pesos a las personas en movilidad humana, pero solo el 10 por ciento (de los solicitantes) tiene para pagar esa representación ante los juzgados de distrito”, explica Villagrán. 

Continua, “podría decir que la mitad de las solicitudes es atendida por orden de un juez federal. En Tapachula son cuatro juzgados, de ellos, el tercero y el cuarto se dedican a atender los juicios de garantías para que la Comar reciba las solicitudes de refugio, sin embargo, tampoco es garantía del respeto a los derechos”. 

En caso de que la persona logre acceder al refugio en México, la Comar la envía a las oficinas del INM para que pida una Visa por Razones Humanitarias, pero el trámite también debe agilizarse a través del juez. 

“Es muy grave porque todo se hace en los juzgados federales, pero el migrante que no tiene para pagar un abogado queda fuera del asilo y refugio, aunque sea potencialmente un perseguido político, religioso, de la comunidad LGBTTTI u otro sector”, explica Villagrán, que acompaña alrededor de 20 casos ante los tribunales. 

Pasan los meses y sin un documento que le de certeza, se encuentra en un limbo burocrático. “Es corrupción, el burocratismo hace omisión y la omisión es corrupción”, expone que estas prácticas han ido evolucionando en 10 años, “nada ha cambiado”.

Aunado a todo lo mencionado, si no cuentan con los documentos o el trámite correspondiente, las personas son más vulnerables a ser extorsionadas por la policía municipal y por agentes del propio INM o detenidos y deportados en la frontera de comunidad Honduras y Guatemala. 

De manera reciente, la comunidad migrante contenida en Tapachula hizo pública una carta dirigida a la presidenta Claudia Sheinbaum, en la que manifiesta su preocupación por la “emergencia social” en la frontera sur de México, que se agrava sin el acceso a los servicios básicos.

En el texto, destaca que la situación es particularmente preocupante y es necesario el apoyo del gobierno mexicano a través del Programa para el Bienestar, para acceder a necesidades básicas de alimentación, medicamentos, entre otras

También explica, a grandes rasgos, la compleja situación laboral en Tapachula y otras ciudades del territorio chiapaneco en las que encuentran varados. Buscan la manera de sobrevivir, pero, sin documentos, resulta más difícil conseguir empleo o bien, les pagan 80 pesos al día por trabajos pesados. 

“Le solicitamos que se tomen las medidas necesarias lo más pronto posible para garantizar el apoyo a las personas que ya son beneficiarias del programa federal y que no reciben el recurso desde el primer mes de 2025”, dice el escrito. 

La larga espera para regularizar su estancia en México, los mantiene en situaciones precarias, viviendo en los parques públicos, aceras y terminales de autobuses, bajo altas temperaturas. 

“A partir del artículo 1o y 133 de la Constitución México está obligado a cumplir todos los tratados internacionales en materia de derechos humanos, entre otros temas; con el Pacto de San José de la OEA y la Declaración Universal de los Derechos Humanos”, especifica Villagrán. 

Entre los casos que acompaña Villagrán, una madre e hija con una condición de salud especial están en riesgo de ser deportadas por la dilación del trámite ante Comar. 

La gallera 

A principios de octubre de 2024, Julio Rodríguez, de 35 años de edad y origen venezolano, tomó la decisión de huir de su país junto a su esposa y su hijo, por la persecución que vivió por el gobierno de Nicolás Maduro. 

“Lastimosamente yo trabajaba cerca de los puntos de concentración de las manifestaciones pacíficas de la oposición al chavismo. Yo pasaba por ahí y salí en fotografías de un periódico en las que me catalogaron como alguien que hacía disturbios y tuve que abandonar Venezuela”, relata Julio para Avispa Mídia

La travesía por cinco países hasta llegar a Guatemala fue a pie y por transporte público. Al pisar territorio mexicano fueron secuestrados y trasladados a una casa de seguridad que Julio recuerda como sombría y con ventanas totalmente tapadas. “No éramos los únicos, habían muchas más personas de diferentes nacionalidades y no podíamos huir porque los secuestradores estaban armados. Nos pidieron 100 dólares a cada uno para que nos llevaran a Tapachula y debíamos conseguirlo a como diera lugar”, recuerda. 

Julio tuvo que rogar para que le aceptaran 260 dólares que habían reunido para llegar al norte de México. Aceptaron, “luego nos enviaron a otra casa donde nos pusieron un sello en el brazo con la imagen de un gallo, nos trasladaron a una gallera y luego caminamos por varias horas hasta llegar a unos taxis que nos llevaron a Tapachula”.  

Desde que entraron a la llamada “Perla del Soconusco”, el 9 de diciembre, Julio comenzó a buscar trabajo e indagó sobre los trámites para la CBP One, pero cuando Donald Trump asumió la presidencia de Estados Unidos en enero de 2025, los planes de Julio y su familia cambiaron. 

“Presentamos una carta ante Comar el 17 de febrero, nos debieron regresar un correo, pero nunca nos llegó. Entonces tuvimos que hacer un documento de apelación para que nos atendiera y, en eso, el defensor Luis García Villagrán nos está acompañando”.

Julio confirma que los abogados cobran sumas excesivas para llevar el proceso, pues al no contar con la nacionalidad mexicana, no pueden acceder al recurso sin un representante legal. “No es simple, nos ponen muros a pesar de estar huyendo de un país en crisis y Comar no nos escucha porque no le estamos pagando el trámite”. 

Esto sucede a pesar de que México es uno de los siete países que participan en el Marco Integral de Protección y Soluciones Regionales (MIRPS), compromiso que fue adoptado en 2017, como contribución regional al Pacto Mundial sobre Refugiados, entre otros acuerdos internacionales. 

“La movilidad es multifactorial pero las personas que caminan por esta parte de México huyen de las pandillas, de las extorsiones, los secuestros, la criminalidad que incrementa en Honduras. La pobreza es un factor muy importante en El Salvador, no hay empleo. El Salvador, Honduras, Guatemala y Venezuela siguen siendo de los países muy pobres y persiste una migración forzada, no tienen de otra”, enfatiza Villagrán. 

En febrero de 2018, Comisión Nacional de Derechos Humanos hizo un llamado al gobierno federal y admitió el posible colapso del Sistema de Protección a Refugiados en México. Entonces se contabilizaron 14,596 solicitudes iniciadas, 60% no fueron atendidas (7,719) y por la suspensión de operaciones en su oficina de la Ciudad de México.

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Militarización en Chiapas hostiga e intimida a participantes de encuentro de arte zapatista

En portada: Milicianos del EZLN durante la inauguración del (Rebel y Revel)Arte: Encuentro de arte, rebeldía y resistencia hacia el día después, en el Caracol Zapatista de Jacinto Canek. Foto: Carlos Ogaz.

Convocado por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), entre los días 13 y 19 de abril se llevó a cabo el (Rebel y Revel)Arte: Encuentro de arte, rebeldía y resistencia hacia el día después, evento realizado en el Caracol Zapatista de Jacinto Canek, municipio de Tenejapa, y en el CIDECI-Unitierra, en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas. El evento ocurrió en medio de un despliegue inusual de fuerzas militares y policiacas que vigilaron y hostigaron a los asistentes.

El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Centro Frayba) denunció  que en el contexto de la estrategia de seguridad del gobierno estatal, marcada por su carácter “militar y policíal, y respaldada por el gobierno federal”, las fuerzas de seguridad cometieron violaciones al libre tránsito, así como acciones de intimidación y hostigamiento durante los traslados de los participantes, quienes de acuerdo a un recuento del EZLN congregaron a 1,000 artistas provenientes de 28 diferentes países.

Mediante boletín, el Centro Frayba señaló que documentaron puntos de revisión por parte de la Policía Estatal de Chiapas donde se interrogaba a las personas sobre su destino, motivos y duración de estancia. Además, registraron patrullajes de la Guardia Nacional y del Ejército Mexicano cerca de las sedes del encuentro.

Sub Moi denuncia presencia militar en inmediaciones del CIDECI-Unitierra. Foto: Heriberto Rodriguez.

El sábado (19) durante el cierre del encuentro, el Subcomandante Insurgente Moisés denunció la presencia de elementos armados de la Guardia Nacional y de la recien creada Fuerza de Reacción Inmediata Pakal (FRIP) en las inmediaciones del CIDECI-Unitierra. “Hace cosa de 10 minutos, aquí en la calle principal, donde está el portón llegaron la Guardia Nacional y los Pakales armados. Fueron a dar la vuelta adelante y se estuvieron ahí como 10 minutos, se bajaron de su carros como escuchando, buscando, viendo hacia otros lados, de ahí se subieron a sus carros y se regresaron”, señaló publicamente.

Acorde al Centro Frayba, estos actos de intimidación y vigilancia por parte de los diferentes niveles de gobierno se enmarcan en una estrategia de seguridad en Chiapas, “donde están rehaciendo pactos con la criminalidad, apropiando de narrativas de paz, al mismo tiempo que con mensajes de cero corrupción e impunidad fortalecen un estado policiaco y militar a través de grupos especiales como las FRIP”, sostiene el centro de derechos humanos.

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Durante seis días, las expresiones artísticas compartidas en el (Rebel y Revel)Arte se manifestaron en múltiples formas, mediante la música, danza, teatro, cine, pintura, poesía y muchas más. El mensaje de las bases de apoyo del EZLN subraya la importancia de buscar y descubrir hacia dónde se debe dirigir el nuevo arte. 

En palabras del Sub Moisés, quien detalló el proceso de preparación de las actividades artísticas compartidas por las bases de apoyo zapatistas, el deber del EZLN es que, “lo que dicen nuestra poesía y canciones hay que ponerlo en práctica. Cualquier arte que vayamos a hacer se tiene que poner en la práctica”, enfatizó durante la clausura del encuentro en San Cristóbal de las Casas.

El Sub Moisés resaltó también que todo arte conjuga las esferas política, ideológica, económica, cultural y social, por lo que los zapatistas no quieren mas el arte “del mal sistema capitalista”. En su declaración subrayó la búsqueda por una nueva forma para la vida y con ello el arte de la vida.  

Foto: Centro Frayba

Por su parte, el Centro Frayba reitera la denuncia contra la actuación de las fuerzas de seguridad contra los participantes del encuentro artístico zapatista, “nutrido por las expresiones más humanas desde donde se construye también los fragmentos de las posibilidades para combatir y construir más allá de los sistemas racistas, patriarcales y de opresión que despojan a los pueblos del mundo”.

Excluyen a radios comunitarias e indígenas del foro sobre la Ley de Telecomunicaciones

Colectivos indígenas y afrodescendientes de Oaxaca, Michoacán, Puebla y Ciudad de México denuncian la exclusión de sus representantes en el foro convocado por la Cámara de Diputados para discutir la reforma a la Ley de Radiodifusión y Telecomunicaciones, programado para este martes 22 de abril, en la Cámara en San Lázaro. 

En un comunicado firmado por 19 radios comunitarias y organizaciones, señalan que el poder Legislativo está pasando por alto el Convenio Internacional 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que obliga a los Estados a consultar a los pueblos originarios antes de modificar normas que les afecten.

“No somos invitados, pero somos sujetos de esta ley”, declaró Melquiades Rosas Blanco, comunicador indígena de Mazatlán Villa de Flores (Oaxaca), en entrevista con Avispa Mídia

El radialista indígena Rosas, que es parte de la Radio Nanhdia’a (107.9 FM), destacó que los medios comunitarios llevan más de dos décadas operando con permisos precarios y sin acceso equitativo al espectro radioeléctrico. “Solo nos reservan el 10%; exigimos el 30% para medios sociales, igual que comerciales y públicos”, señala.

El llamado espectro radioeléctrico no es más que el campo que abarcan las ondas como señales de radio, televisión, telefonía móvil, internet y GPS a través de frecuencias medidas en hertz (Hz). En México es administrado por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT). Su uso requiere concesiones o permisos, los mismos que brindaron a los pueblos originarios “con uso restringido”, puntualiza Rosas.

Estos colectivos que hoy están en alerta son parte de las entidades mexicanas donde se concentra la mayor diversidad de comunidades indígenas y, por tanto, señalaron que, “pese a la reforma al artículo 2º Constitucional en 2024 —que reconoce su derecho a operar medios—, el Estado sigue sin garantizar una ley que realmente contemple a los pueblos originarios y sus medios de comunicación”.

Los inconformes demandan que no solo se amplíe el margen del espectro, sino qué, además, quieren participar en los recursos financieros que vienen del gobierno destinados para publicidad y que son acaparados por los medios comerciales. “Sólo nos permiten el 1% de la publicidad oficial; el 99% va a comerciales”.  

Los colectivos cuestionaron la coherencia del discurso oficial. “Si Sheinbaum dice ‘primero los pobres’, ¿por qué nos excluyen?”, cuestiona Rosas, mientras anuncia que ya se prepararan para dar una respuesta, sobre todo con un taller programado para el 1° de mayo, donde van a abordar las acciones que siguen.

El comunicador recordó cómo, en los años 2000, la llamada “Ley Televisa” fue anulada tras impugnaciones indígenas ante la Suprema Corte. “Si no nos escuchan, volveremos a los tribunales y nos vamos a amparar”, advirtió el indígena de Oaxaca. 

Las organizaciones también rechazaron que la Asociación Mundial de Radios Comunitarias —invitada al foro— hable por ellos. “No nos representan. Queremos diálogo directo”, expresó el comunicador Rosas.

Revisión

Para Rosas es importante que se revise la actual ley de comunicaciones ya que fue aprobada en el año 2013 y tiene muchos vacíos en relación a temas indígenas. “Pero no nos parece que sea justo que nos excluyan cuando hay mucho que aportar”, agrega el radialista.

Entre los firmantes del comunicado destacan emisoras como Radio Nanhdia’a (Oaxaca), Radio Yuma’an (Oaxaca), Radio La Jefa (Michoacán) y Radio Tosepan (Puebla), que operan bajo concesiones sociales.

Narrar lo que importa: El rescate de otras formas de nacer por mujeres ayuujk en Oaxaca

Fotos por Organización de Mujeres Poj Kaa A.C., Lilia H. Pérez Díaz y Mirna Borrego

La lucha de las mujeres por el rescate de saberes ancestrales en la comunidad ayuujk de Santa María Tlahuitoltepec, resuena más allá de las montañas de la sierra norte de Oaxaca, donde trabajan para recuperar el derecho de nacer al calor del hogar, mediante prácticas de partería en armonía con su territorio y espiritualidad. Esa resonancia viaja por las ondas sonoras, a través de un podcast que amplifica sus voces y propuestas hacia otros oídos atentos en diversos territorios de México.

En esta comunidad, las mujeres ayuujk se reunen para dialogar sobre las formas de nacer que, por mucho tiempo, con la imposición de la medicina occidental, han sido relegadas a los hospitales donde se enfrentan a la violencia obstétrica mediante ceráreas innecesarias y la negación de sus derechos sobre sus propios cuerpos y la vida de sus hijos.

“Esa visión en donde ya no nos permiten nacer en nuestra propia casa, en nuestro propio territorio, es algo contra lo que estamos luchando en estos tiempos”, detalla para Avispa Mídia, Esther Martínez, joven ayuujk integrante de la organización Poj Kääj, la cual articula mujeres y parteras para el rescate de prácticas que conciben el parto como un acto de autonomía y conexión con la tierra.

La joven ayuujk relata que el reunirse para contar las historias de violencias obstétrica e institucionales es algo que antes no se podía hacer, debido a prejuicios y estereotipos alrededor del tema, por lo que su labor actual es proponer alternativas justas para la forma en que se nace y para dignificar la vida cotidiana de las mujeres. “Queremos volver a dignificar los nacimientos y también la vida de las mujeres, porque tener experiencias de violencia en los hospitales es algo que te marca en tu vida. Te afecta tanto física como mentalmente”, relata Martínez. 

Ella cuenta que los cuidados colectivos que sostienen el nacimiento no se limitan al momento del parto, sino es un proceso tanto previo como posterior, el cual pese a ser parte de su cultura, y expresarse mediante rituales como los baños de temazcal y el cuidado con plantas medicinales, se está perdiendo, “porque se está dejando de nacer en comunidad”, asevera.

En este contexto, la joven ayuujk menciona que existe el cuestionamiento de su organización por cómo llevar la conversación a la esfera pública y a que más mujeres se pregunten cómo perder los miedos que el sistema ha impuesto alrededor del parir. 

“Nosotras hemos encontrado que es a través de este apoyo colectivo, este cariño que se pone en el centro cuando una persona está parturienta y toda la familia, las amistades o la colectividad sostienen ese proceso”, comparte Martínez quien forma parte de la iniciativa “Periodismo de lo Posible”, un proyecto que ha producido el podcast narrativo “Oaxaca: Kaxë’ëjkën, parir al calor del hogar y del territorio”, mediante el cual se busca que las historias de las mujeres ayuujk generen conversaciones dentro de las familias de cómo nacían, cómo nacen ahora y cómo les gustaría volver a nacer

En Santa María Tlahuitoltepec, las mujeres han tejido una red organizativa que vincula sanación, autonomía y la defensa del cuerpo-territorio a través de los trabajos impulsados por la organización de Mujeres Poj Kääj. Desde el año 2011, esta articulación, ideada y promovida por las mismas mujeres, inició procesos organizativos, primero desde la radio comunitaria Jënpoj y, con el tiempo, a través de acciones con el objetivo de regenerar sus sistemas de vida ayuujk para habitar de manera digna su territorio.

Lilia Heber Pérez Díaz integrante de la organización relata que sus labores surgieron por la necesidad de acompañamiento legal, psicológico y de acompañamiento en general hacia las mujeres que habían sido violentadas en diversos ámbitos estructurales, en violencia doméstica e institucional. Por su parte, Esther Martínez, joven ayuujk quien participa desde 2022, detalla que el marco de esta organización es buscar el buen vivir para las mujeres para hacer frente a las violencias estructurales. 

Por ello, además de impulsar la participación política de las mujeres y el autocuidado, retoman herramientas como la agroecología y las ecotecnologías, para tener una integralidad. “Es una forma de dignificar la vida de las mujeres. Como joven conoces a más mujeres que están haciendo estas luchas desde sus familias, desde sus hogares, desde sus territorios y es una forma de ir articulando con la vida comunitaria, porque aquí en la comunidad la vida pues se rige en base a una colectividad, a una vida comunitaria que es también la de los cargos comunitarios”, detalla Martínez.

Para la joven ayuujk, los logros de las mujeres Poj Kääj se perciben con la mayor seguridad de sus integrantes, quienes asumen la gestión y responsabilidades de los trabajos de la organización. “Estamos siempre dialogando, es un espacio donde ellas pueden decir lo que sueñan, lo que piensan, lo que viven. Ayuda mucho en la autonomía de las mujeres”, recalca Martínez.

Por su parte, Pérez subraya la importancia de colocar el tema del rescate de la partería que enarbolan las mujeres Poj Kääj y su difusión mediante el podcast para discutir el respeto hacia las comunidades y sus prácticas ancestrales ya que las instituciones, en este caso de salud, no tienen una visión de interculturalidad, ni la sensibilidad para comprender “lo que nos representa el hecho de nacer y de parir, pues es una cuestión totalmente distinta cuando te llevan a una sala de parto en donde te dejan ahí, sola totalmente, y que no tienes ningún ninguna forma de acompañamiento”.

Lilia Pérez apela a la descolonización del miedo impuesto a las mujeres, “por esa idea de otorgarle todo el tema de decisión sobre nuestros cuerpos a una instancia de salud, a un médico, a una institución. Reflexionar y ver también hacia nuestro futuro, cómo estamos dejándole y heredándole nuestras formas de nacer a a las futuras generaciones”. 

Todo este proceso organizativo de las mujeres ayuujk en Santa María Tlahuitoltepec también comparte en geografías distantes a través del podcast narrativo “Periodismo de lo Posible”. Este proyecto, creado por colectivos, organizaciones y comunicadorxs comunitarixs junto a periodistas, difunde historias de defensa del territorio e identidad desde las victorias de los pueblos en resistencia. “El podcast viene siendo una denuncia, pero también propone una solución a las formas de cómo nacemos y cómo parimos las mujeres”, explica Esther Martínez quien participó en su edición.

La lucha por recuperar la partería, centrada en el cuidado de saberes ancestrales, se amplifica en este formato sonoro para afrontar la violencia estructural y afrimar que las alternativas nacen del quehacer cotidiano. Impulsasdo por Quinto Elemento Lab, así como por las organizaciones Ojo de Agua Comunicación, La Sandía Digital y Entre Redes AC, el podcast parte del objetivo de que las historias sean contadas desde las propias comunidades.

Una característica clave es la articulación entre comunicadorxs comunitarixs, radialistas y periodistas con organizaciones y defensorxs de los territorios. A lo largo de un proceso formativo de un año, se generan espacios colectivs de aprendizaje con seminarios, campamentos y acompañamiento técnico y editorial, fortaleciendo narrativas propias desde la diversidad de saberes.

El podcast se propone también como herramienta pedagógica. Aranzazú Ayala, una de las integrantes del equipo, señala que buscan “enfocarse en los logros, en que hay cosas buenas, esperanza”, desafiando con ello las narrativas fatalistas que suelen dominar las coberturas sobre resistencias.

Por ello, el proyecto promueve círculos de escucha, clubes y guías didácticas, tanto en las comunidades participantes como en otros espacios urbanos. Así, las voces que narran sus luchas locales siguen resonando, tejidas con una diversidad de territorios en México.

No hay más Estado de Derecho; el poder de muerte es la ley: Rita Segato

En portada: Disidencias sexuales, participantes de la contramarcha “Con Genocidio, No Hay Orgullo” mientras se trasladan a la embajada de Israel en México. Julio, 2024. Foto: Axel Hernández.

La escritora argentina y antropóloga feminista, Rita Segato, hizo un análisis contundente de la actualidad, durante diálogo con mujeres en México, Oaxaca, para repensar las estructuras de la violencia contra las mujeres en el presente global, afirmando que no hay más Estado de Derecho, referiéndose no solamente a México sino al mundo. 

“Gaza no es solamente un caso de guerra, de destrucción, de holocausto, de genocidio. Es una declaración del fin del Estado de Derecho global. No hay ley. Es una declaración - y ustedes aquí en México ya la conocen [con los feminicidios, las fosas comunes, las desapariciones forzadas] - de que el poder de muerte es la ley”. Además, el término “derechos humanos”, ampliamente utilizado, se volvió una “palabra vacía”, sostuvo.

Rita Segato durante diálogo en Oaxaca.

Delante de este escenario catastrófico que domina la condición humana en la actualidad, “yo he optado por declararme ex humana, no soy más ser humano. No quiero ser parte de eso. Desprecio profundamente la especie a la cual pertenezco”, compartió ante decenas de mujeres.

Tras iniciar su charla dibujando este escenario y posicionándose frente a él, Rita retó a la audiencia: “Si pueden contradecirme, decirme que estoy equivocada, voy a ser la persona mas feliz del mundo; es difícil, yo misma busco la contradicción a eso que acabo de decir, y no la encuentro”. No hubo ni una solo voz contraria.

A pesar de la falta de confianza en el Estado y en el propio ser humano, Rita no pierde el humor para no caer en el pesimismo, al tiempo que invita a cuestionar cómo “salir de esta penuria, hacer con que esta especie vuelva a ser apreciable, vuelva a ser confiable”.

La antropóloga feminista apunta posibles caminos a seguir. “Estamos obligadas a pensar algo nuevo. Pensar con nuevas palabras. Imaginar lo que no existe, las palabras que no fueron pronunciadas, las consignas que nunca fueron dichas, los proyectos que jamás imaginamos, futuros nunca imaginados, pero futuros inmediatos, no futuros utópicos. Se debe pensar con los pies en la tierra, en el lodo, cara a cara, cuerpo a cuerpo, con cada gesto cotidiano”, dice.

La colectividad, para ella, es fundamental en este proceso y puntualiza que nadie puede hacer nada solo o sola. “Es un trabajo mancomunado, colectivo, eso de repensar la política, las palabras, las soluciones posibles, ante prácticamente un fin de mundo”.

Para ella, el cambio de rumbo de la historia es totalmente una cuestión dentro de los márgenes de lo político, y no de la política o politiquería, en la cotidianidad, por eso la necesidad de compreender la masculinidad, que es la base de otros poderes en nuestra sociedad que se despliegan en todas las otras formas de poder. 

“Comprender la masculinidad es absolutamente central para liberar a las mujeres y también a los hombres. Nosotras estamos ayudando a los hombres a que salgan de la trampa en la que metieron el pie, que cada vez los encarcela, los aprisiona más. Entonces es un movimiento por la humanidad, es un movimiento por la sociedad, por el mundo. No es un movimiento por una minoría”.

Rita, que posee una reconocida trayectoria en investigaciones relacionadas a violencia de género en los pueblos indígenas y comunidades de América Latina, vinculando a cuestiones de racismo y colonialidad, nos deja reflexiones importantes sobre las relaciones de poder, masculinidad y el papel que los movimientos feministas podrían asumir en el sentido de contribuir para los cambios necesarios. 

A continuación, retomamos algunas de sus reflexiones.

Existe la política y lo político. Mi campo es lo político, no la política. La política va a jugar siempre a la conflictividad por poder. Es una lucha por el poder y por el control del Estado, partidos, movimientos sociales. El gran maestro, Aníbal Quijano, decía así, que no se trata de movimientos sociales, se trata del movimiento de la sociedad. A veces los movimientos sociales también acaban siendo parte de la política, la lucha por el poder. Y ¿qué es lo político? Todo. Absolutamente todo. La vida misma, la vida cotidiana.

¿Qué pensamos en lo político?, no es como atrapar la rienda del control, es otra cosa. Pensamos como reencaminar el rumbo de la historia hacia otro destino. Yo lo defino así. Debe ser siempre un camino anfibio, si no hay un camino en lo político, también la política no camina y retrocede todo el tiempo. El camino es por dentro y por fuera del Estado. Si no hay un camino simultáneo por fuera del Estado, el del Estado acaba traicionándonos siempre al final.

Nos han enseñado que lo doméstico no es político, que es íntimo y que es privado. La vida doméstica no es ni íntima, ni es privada. A partir de la conquista y de la colonización, se suprime de forma gradual el orden comunal, donde la reciprocidad y formas de lo político dominan, entonces se nucleariza la familia. Ahí morimos, los niños son abusados, golpeados, las mujeres también. Ahí, en esta familia privatizada y transformada en íntima.

El feminismo nos ha enseñado ya hace mucho tiempo que lo privado es político. Esta privatización de lo doméstico ha causado enormes daños no solamente a las mujeres y a los niños, sino a la historia de la humanidad. Entonces hay que recomunalizar.

Integrantes del Colectivo Madres en Resistencia realizan la búsqueda de sus familiares desaparecidos en un contexto de omisión e impunidad por parte de las instituciones estatales en Chiapas y a nivel federal.

En el mundo comunal, el espacio doméstico no es pequeño, no es privado, no transcurre entre cuatro muros, como en nuestras casas en las grandes ciudades. Es abierto y atravesado. Por eso el feminicidio es moderno. Eso que llamamos feminicidio, la absoluta crueldad sobre los cuerpos de las mujeres, solo puede ocurrir cuando no hay comunalidad, porque en el mundo realmente comunal, hay muchos ojos, la conducta de las personas está bajo observación de la comunidad.

A medida que se nucleariza la familia y el individuo acaba siendo la figura de la sociedad, cuando el individualismo avanza en las sociedades, ahí la posición indefensa de las mujeres crece.

La gran cuestión es salir de esta penuria, hacer con que esta especie vuelva a ser apreciable, vuelva a ser confiable. Es encaminar el rumbo de la historia hacia otro horizonte, que sea más digno, más compasivo y más feliz. El verdadero origen de la maldad y de la crueldad es la infelicidad personal, que luego se vuelve perversa. El resentimiento es el estado de ánimo de nuestro siglo. Y ¿por qué la humanidad está resentida de esta manera como para causar daños a los demás?

Se origina en muchas promesas no cumplidas. En promesas no cumplidas de la modernidad, de la colonial modernidad, porque no podría existir modernidad si no hubiera existido conquista y colonización. 

Dentro del feminismo, es un error pensar en tomar el poder del patriarca. El poder es una mala palabra. El feminismo tiene que crear otras metas, que son metas de felicidad. No son las mismas metas del patriarca. 

No basta tener el cuerpo de mujer. Hay mujeres que son mas patriarcales que los hombres. Si una mujer me dice que quiere influencia y control del movimiento, bajar línea y que la obedezca, como por ejemplo decir que las trans están fuera de aquí [del movimiento feminista], eso es querer poder. 

Disidencias sexuales, participantes de la contramarcha “Con Genocidio, No Hay Orgullo” mientras se trasladan a la embajada de Israel en México. Julio, 2024.Foto: Max Negrete

Entonces sería necesario pensar en la idea de lo qué seria tener consciencia de género. En los movimientos anti racista y negro, por ejemplo, hay una categoría que es la consciencia racial.  Porque los que luchan contra el racismo saben que hay mucha gente de su misma raza que ejerce el papel del enemigo. En las favelas del Rio de Janeiro, por ejemplo, muchos niños y adolescentes negros son muertos en manos de policías negros, que están actuando para el Estado. Nosotras las mujeres tenemos que pensar ¿qué es una consciencia de género?

El principal compañero de un hombre es otro hombre. Es la fraternidad masculina. La estructura de esta fraternidad es corporativa. Cualquier corporación tiene dos características. Una es la lealtad, tienen más lealtad entre ellos, que lealtad a la familia, a la propiedad, a la riqueza, a la dignidad humana, a la vida. Policía, ejército, jueces, la universidad, la academia, son todas corporaciones que conocemos, pero la primera corporación es la masculinidad, antes que nada, el pertenecer al grupo de hombres. La segunda característica es la jerarquía. La masculinidad es jerárquica. A pesar de que ciertos feminismos quieren crear dentro del feminismo cierta jerarquía, eso no es parte de nuestra historia, ni de nuestra estructura como mujeres, ni de la acumulación de experiencia social a lo largo de milenios. Como mucho, la madre, que es una jerarquía de autoridad y no necesariamente de poder. Autoridad y poder no es lo mismo. Yo acepto esta diferencia.

El esfuerzo de toda mi vida fue entender el poder, que es entender la masculinidad como la primera forma, la base, la plataforma, que se replica en todos los otros poderes. Comprender la masculinidad es absolutamente central para liberar a las mujeres y también a los hombres. Nosotras estamos ayudando a los hombres a que salgan de la trampa en la que metieron el pie, que cada vez los encarcela, los aprisiona más. Entonces es un movimiento por la humanidad, es un movimiento por la sociedad, por el mundo. No es un movimiento por una minoría. Hemos caído en la trampa de la minoritización. No solamente nosotras, el movimiento indígena, el movimiento negro también. Los movimientos han caído en la trampa del multiculturalismo, que permitió nombrar la diferencia, todo bien, pero también nos entrampó en la minoritización. No hay minorías. Cada uno de los grupos humanos es universal.

Los excesos de la masculinidad del presente no podrían existir en el mundo colonial, porque había una vigilancia, las casas eran atravesadas por mucha gente, casas abiertas. Los excesos de la crueldad contemporánea no podían existir. Sin embargo, también había un patriarcado antes de la colonización. La colonización solo fue posible porque existía patriarcado en el orden pre colonial, pero con características de un patriarcado de menor intensidad o de bajo impacto, no es igual al patriarcado que va a imponerse después. Es la mirada del conquistador lo primero que aprende el hombre derrotado en la conquista. Aprende a mirar el cuerpo como cosa, a la vida como cosa, la cosificación de la vida. ¿Qué pasa en el presente? Esta situación se esta exacerbando más y más. Porque el hombre está emasculado por la concentración económica. Ocho hombres concentran una riqueza más grande que el 50% de la población mundial. 

Honduras: repunta violencia contra pueblo garífuna

En portada: Miriam Miranda durante una protesta para exigir justicia para el pueblo garífuna. Foto: Ofraneh

La Organización Fraternal Negra Hondureña (Ofraneh) denunció este lunes (14) la desaparición forzada del joven Max Gil Castillo Mejía, originario de la comunidad de Punta Piedra, quien fue extraído de su casa por la fuerza mediante la acción de hombres armados que se identificaron como policías.

De acuerdo a testimonios de sus familiares, la desaparición ocurrió en la madrugada del sábado (12) en la colonia Nueva Jerusalén, en la ciudad de San Pedro Sula, donde el joven garífuna residía temporalmente. Hasta el momento, su paradero es desconocido, mientras que las denuncias no han producido resultados concretos, señalan integrantes de la Ofraneh.

El joven garífuna Max Gil Castillo Mejia se encuentra desaparecido desde el pasado 12 de abril.

El joven es hermano de Tomás Castillo, presidente del patronato de la comunidad de Punta Piedra, comunidad garífuna con décadas en la lucha por la defensa de su territorio frente a la ocupación ilegal de sus tierras. 

Los habitantes de Punta Piedra, ubicada en el municipio de Iriona, departamento de Colón, fueron reconocidos como víctimas de violaciones a sus derechos por medio de un fallo emitido en el año 2015 por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH). La sentencia condenó al Estado de Honduras por otorgar títulos de propiedad a terceros sobre tierras reconocidas como parte del territorio garífuna.

La comunidad garífuna de Punta Piedra fue una de las participantes, durante el pasado jueves (10), de una movilización nacional en Tegucigalpa para exigir la restitución de sus tierras. También demandaron la extinción de la Comisión de Alto Nivel para el Cumplimiento de las Sentencias Internacionales (CIANCSI) ante “la falta de acciones y boicot de las instituciones del Estado para el cumplimiento de las sentencias”, sostiene la Ofraneh mediante comunicado.

Cabe recordar que la desaparición del joven Castillo se enmarca en un contexto de ataques sistemáticoscontra los líderes de comunidades garífunas y defensores del territorio. Entre los casos está el ocurrido en el año 2020, con la desaparición forzada del presidente del patronato de la comunidad Triunfo de la Cruz y de otros tres hombres que aún hoy no se cuenta con información de su paradero.

El mismo lunes (14) circularon mediante redes sociales audios con amenazas de muerte explícitas contra líderes garífunas. Uno de ellos es dirigido contra Miriam Miranda, coordinadora general de la Ofraneh, quien una vez más es blanco de amenazas por su papel en la organización de las comunidades garífuna en la defensa de sus territorios.

En el mensaje, difundido por la propia Miranda, se escucha una voz masculina -aparentemente modificada para ocultar su identidad- en la que amenaza a la lideresa garífuna por estar “metiéndose en grandes problemas con nosotros por las tierras”. 

Marcha para exigir que el Estado Hondureño cumpla las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Foto: Ofraneh.

“Nos amenazan por defender nuestros derechos ancestrales. Exigimos respuesta inmediata del Estado hondureño ante este nuevo ataque a nuestras vidas”, declaró Miranda mediante redes sociales. 

La defensora garífuna, quien ya cuenta con medidas cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), ha sido víctima de múltiples agresiones previas. En noviembre de 2023, fue amenazada por al menos cuatro hombres armados con fusiles de asalto, quienes merodeaban su vivienda en la comunidad de Faya, Vallecito, departamento de Colón.