Eran las primeras horas de la madrugada del día 3 de marzo cuando un grupo de personas armadas entraron violentamente a la casa de la activista Berta Cáceres, descargando cuatro impactos de bala sobre su cuerpo, le arrebataron la vida. El mexicano Gustavo Castro Soto, quien la acompañaba, y quien fue herido en el mismo suceso, dio aviso a sus compañeros de que Berta había sido asesinada.
Castro, fundador y director de la organización civil Otros Mundos A.C Chiapas-México, había sido invitado para dar una conferencia en el “Foro sobre energías alternativas desde la visión indígena”, una iniciativa organizada por el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), llevada acabo los días 2,3 y 4 de marzo de este año 2016.“Era el 1er día de actividades cuando en pleno evento estábamos recibiendo amenazas, fue cuando nuestra compañera – Berta Caceres- pidió que uno de nuestros compañeros –Gustavo Castro- la acompañara, aunque desde ese momento fue perseguida por un grupo de sicarios que después entraron a su casa para asesinarla. Pensamos que solo sería una más de tantas amenazas que ya hemos recibido”, dijo a Subversiones Lilian Esperanza López Benítez de la coordinación del COPINH.
Berta Caceres era coordinadora del COPINH, de la comunidad indígena Lenca y otros movimientos campesinos, quienes habitan el occidente hondureño y que mantienen una lucha férrea contra empresas transnacionales como la Sinohydro Corporation de capital chino, quienes aun pretenden edificar el proyecto Hidroeléctrico Aguas Zarca entre los departamentos de Santa Barbara e Intibucá a pocos kilómetros de la Reserva de Vida Silvestre Montaña Verde. Este proyecto pretende generar 21.3 MW mediante la concesión por 20 años del río Gualcarque –Rio Blanco-, río sagrado para los indígenas Lenca, perteneciente a la cultura Maya.
Lilian Esperanza sostiene que la empresa DESA, Sinohydro y el gobierno son cómplices. “Nuestra compañera ya había sido amenazada desde el año 2012 por sicarios contratados por la empresa Sinohydro, por militares y por el propio gobierno. Podemos afirmar que la empresa y el gobierno son quienes orquestaron este asesinato”. La propia activista Berta Caceres sostuvo en un video realizado por la Agencia Autónoma de Comunicación Subversiones el año 2013 que, “ las transnacionales no necesitan intermediarios como diputados o ministros, sino que llegan directamente a reprimir a las comunidades y tienen un plan de militarización con cada proyecto. Incluso esto fue aceptado por el representante del Estado en las audiencias de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).”
Sinohydro Corporation Ltd. es una empresa global con sede en China que posee una cartera de negocios diversificada que va desde conservación hídrica y construcción hidroeléctrica hasta financiamiento, diseño, implementación y operación de proyectos en infraestructura, en áreas como electricidad, transporte, obras civiles, minería y bienes raíces. Los activos de Sinohydro en América Latina incluyen su emblemático proyecto de generación Coca Codo Sinclair en Ecuador, la central termoeléctrica El Palito en Venezuela y la presa Chalillo en Belice. El grupo se constituyó en el año 2009 y tiene su sede en Beijing.
Para la construcción e instalación del proyecto Hidroeléctrico Aguas Zarca, en el año 2012, el Banco Interamericano de Integración Económica (BCIE) otorgó un préstamo de 24.4 millones de dólares. Mientras tanto en julio del año 2015, Giorgio Valentini, representante del Banco Mundial (BM) en Tegucigalpa, se jactaba de que Honduras era el que más apoyo recibía del Grupo Banco Mundial de Centro América, “los créditos suman (del año 2015) 1,500 millones de dólares, entre el sector público y privado”, aseveró.
La resistencia emprendida por Cáceres junto con las comunidades indígenas afectadas permitió que tentativamente la compañía china Sinohydro, retirara su participación en el proyecto hidroeléctrico. Lo mismo ocurrió con la Corporación Financiera Internacional del Banco Mundial que invierte en el sector privado, quien también abandonó la iniciativa. No obstante, el objetivo de ambos organismos es continuar a toda costa con dicho proyecto. En este país se han identificado por lo menos 40 proyectos hidroeléctricos en el marco del Proyecto Mesoamérica, así como los llamados corredores carreteros, de energía eléctrica, comunicaciones y transportes, proyectos turísticos, todo con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial, canalizado para empresas transnacionales.
Megaproyectos
Desde agosto del año 2009, en el contexto del golpe de Estado, el Congreso Nacional de Honduras aprobó la Ley General de Aguas, donde planteaba entre otros puntos las concesiones de los recursos hídricos de este país para las empresas privadas. Desde este momento se han intensificado no solo las concesiones de estos recursos, sino que la continuidad del Proyecto Mesoamérica que abarca desde México hasta Colombia. “Existen una gran diversidad de megaproyectos en Honduras que se han agudizado desde el golpe de Estado. El gobierno ha respaldado descaradamente estos proyectos y los están implementando asesinando a todo opositor que se les interponga. Han sido mas de 100 asesinatos de luchadores en nuestro país y son crímenes que han quedado en la impunidad. Nosotros no dejaremos que esto suceda en con nuestra compañera”, agrega Lilian Esperanza.
Berta Cáceres aseguraba que la resistencia y la lucha de Rio Blanco estaba enfrentando al capital transnacional con gran fuerza que estos estaban utilizando todos los recursos a su alcance para continuar. “ Toda esa maquinaria represiva a pretendido criminalizar el derecho a nuestra legitima lucha, es algo que no vamos a dejar que sea criminalizada…Estamos conscientes que nos enfrentamos a poderes grandes que operan con todas las estructura del Estado de Honduras que esta muy concentrada en la criminalización de nuestra lucha ”.
Su compañera de lucha, Lilian Esperanza, asegura que Berta Caceres, les ha enseñado lo mejor para poder continuar su lucha y no bajar la cabeza. “Berta fue una mujer que nos enseño con su propia vida y con su coraje a defender nuestros derechos. Nosotras estamos preparadas para continuar de pie. Con todo el dolor y la rabia nosotros continuaremos y no bajaremos la cabeza. Porque ella es nuestro ejemplo. En cada uno de nosotros hay una Berta y el gobierno y las empresas tendrán que matar a todo un pueblo para que puedan avanzar”, finaliza Lilian Esperanza.