La justicia brasileña canceló los registros de dos propiedades de la mayor productora de aceite de palma sostenible de las Américas, la empresa Agropalma, en el estado de Pará, epicentro del monocultivo de palma aceitera en Brasil, por ser tierras usurpadas. En estas tierras se encuentran territorios de comunidades quilombolas. Ellas reclaman a la justicia brasileña el derecho a su territorio, donde aún sobrevive la selva amazónica.