El Parque Nacional Bahuaja Sonene fue declarado libre de actividad petrolera, ante el ofrecimiento del Estado peruano de parte del área natural de la Amazonía para exploración de hidrocarburos.
En 2024, Perupetro creó el Área Promocional XCII, en la cuenca del río Madre de Dios, que concentra casi la mitad de las potenciales reservas de gas del Perú. El plano incluía zonas del Candamo, selva virgen de alta biodiversidad. De las 48 áreas de promoción diseñadas con el argumento de garantizar la seguridad energética nacional, 39 se encuentran en territorio amazónico.
La petrolera estatal y el Ministerio de Energía y Minas sostenían que solo promovían evaluaciones técnicas, sin permiso para perforaciones o extracción en Bahuaja Sonene, considerado uno de los santuarios naturales más diversos del planeta.

“La sola promoción de actividades incompatibles en áreas intangibles constituye una amenaza cierta, sin necesidad de esperar el daño materializado”, concluyó la sentencia judicial.
El 4 de diciembre, el Tribunal Constitucional ordenó detener cualquier acción que pusiera en riesgo la intangibilidad del parque nacional, con lo que Perupetro fue obligado a suspender el proceso para firmar el convenio de evaluación técnica del área XCII.
“Es la primera vez en la historia de los litigios ambientales, a nivel regional, que se detiene el avance de las actividades de hidrocarburos en un parque nacional mediante una acción de cumplimiento”, destacó el Instituto de Defensa Legal del Ambiente y el Desarrollo Sostenible Perú (Idlads Perú), parte demandante del proceso.
Desde hace más de veinte años se mueven intereses para extraer gas de este parque natural, por falta del combustible para abastecimiento interno, luego de que en 2006 se destinara para exportación cerca del 50% de las reservas nacionales. Antes, la corporación estadounidense Mobil exploró yacimientos en el Candamo, pero se retiró al no hallar cantidades considerables y frente a la presión de las organizaciones indígenas.

En agosto, el Ministerio de Energía y Minas había anunciado para 2028 el inicio de la explotación de fuentes gasíferas del Candamo, en las regiones Cusco, Madre de Dios y Puno. No se ha precisado si esta proyección también queda suspendida con el fallo.
Esta área, colindante con el Parque Nacional Madidi (Bolivia), conecta territorios protegidos de la Amazonía peruana y boliviana, a través del Corredor de Conservación Vilcabamba Amboró.
Bolivia detiene minería ilegal en río Madre de Dios
A su vez, el Tribunal Agroambiental de Bolivia dispuso la suspensión inmediata de todas las actividades mineras ilegales en el río Madre de Dios y lo reconoció como sujeto de derechos.
En atención a la demanda de las autoridades del Territorio Indígena Multiétnico (TIM II), la sala ordenó, además, paralizar las operaciones que se realizan sin consulta previa en la región Pando.
El río Madre de Dios se encuentra contaminado por metales pesados y en sus riberas, del lado boliviano, se registra la deforestación de 8,000 hectáreas. En 2024, se detectaron 300 balsas extractoras de oro en temporada seca, número que aumentó a alrededor de 500 cuando creció el caudal, según monitoreos del Centro de Planificación Territorial Autonómica. La mayor parte de las embarcaciones opera fuera de las áreas legalmente establecidas.
Las comunidades denuncian afectaciones en su salud, debido a la exposición al mercurio, y a la seguridad alimentaria, por la destrucción de los suelos y la transformación de sus usos.
El juzgado admitió las pruebas de los daños al medio ambiente y territorios que presentaron los pueblos originarios. Se ordenó la protección y regeneración integral del río, así como la implementación de un sistema de fiscalización y monitoreo permanente en coordinación con las autoridades del TIM II.
Luego de que la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM) informara al TIM II de más procesos de consulta por la solicitud de nuevos actores mineros, la sentencia contiene los intentos de ampliar la extracción de minerales. En esa dirección, el fallo detiene las operaciones fuera de las áreas autorizadas por la AJAM, a la que las organizaciones nativas señalan de negar el acceso a información sobre sus actividades.
“La consulta previa no es una concesión del Estado, sino una manifestación concreta del derecho a la libre determinación de los pueblos indígenas”, resalta la resolución.
La minería de oro, ilegal y legal, una de las principales causas de deforestación en la Amazonía, se multiplica en los últimos años en la selva sudamericana motivada por el alza del precio del mineral en el mercado global.
En el Perú, la destrucción de bosques primarios se concentra en el corredor minero de la región Madre de Dios, donde en 2024 se deforestaron más de 11,500 hectáreas. En La Pampa, dentro de la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional Tambopata, la extracción informal desbordada controla un gran territorio: solo allí hay más de 1,600 dragas, un 21% más que en 2024.
Mientras que el año pasado en Bolivia la deforestación amazónica aumentó en 200%. Después de Brasil, fue el país con mayor devastación de bosques primarios. Según la Universidad de Maryland y Global Forest Watch (GFW), perdió 1.8 millones de hectáreas, más de la mitad por incendios forestales.


