En Ecuador se intensifica el movimiento de protesta en contra del llamado “paquetazo”, un conjunto de reformas que, en el marco de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pretende eliminar los subsidios a los combustibles, liberar los precios del diésel y gasolinas así como implementar recortes de gasto público, una reforma laboral y mayor libertad de operación a las grandes empresas. Al aprobarse, provocaría aumentos exponenciales del precio de todos los bienes de la canasta básica y servicios médicos, además de representar una reducción de los derechos sociales, por lo cual el descontento de la población ecuatoriana se hizo inmediato.
El movimiento de protesta empezó el jueves 3 de octubre con la decisión de los transportistas de suspender su servicio y aunque dicho gremio decidió retomar la operación de sus unidades de buses y taxis a partir del sábado 5 de octubre, naciones indígenas de todo el país así como organizaciones de trabajadores y estudiantes han decidido mantener la movilización.
"La indignación del paquetazo es del pueblo ecuatoriano (...) el paquetazo es un premio a empresarios, a la banca y por cumplir las recetas del FMI", dijo el presidente del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), Mesías Tatamuez.
"Continuamos con la protesta en cada uno de nuestros territorios. No nos va a debilitar el alza de paro de los transportistas (...), el movimiento indígena está en movilización indefinida en todo el país", declaró por otro lado Jaime Vargas, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE) que agrupa a decenas de pueblos originarios y centenares de miles de personas.
En contexto ⇒ Ecuador: Disciplina económica del FMI y oportunismo de Rafael Correa
Movilizaciones en todo el país
“Estoy decidido a dialogar con ustedes hermanos indígenas, con quienes compartimos muchas causas. Dialoguemos sobre cómo usar los recursos del país para los más necesitados”, declaró en un primer momento el presidente Lenin Moreno en televisión.
Rápidamente el presidente de la CONAIE respondió con la negativa “Hemos cerrado totalmente el diálogo con el Gobierno.(...) Aquí no estamos para negociar a espaldas del pueblo. El pueblo se ha levantado y eso es lo que se va respetar”.
Hasta el momento, las comunidades de la Sierra, la Amazonía y la Costa están levantadas.
En una multitud de puntos, se han organizado bloqueos de carreteras con piedras, palos y neumáticos, manteniendo paralizado el país, en particular en Tungurahua, Pichincha, Cotopaxi, Imbabura, Azuay, Santa Elena y Chimborazo, entre otras localidades.
En la región amazónica se han levantado bloqueos a instalaciones petroleras en las provincias de Sucumbíos y Orellana. La provincia de Pastaza “es la provincia con mayor intensidad”, según reporta la CONAIE. Más de 2000 pueblos indígenas Shuar y Achuar junto a la nacionalidad Kichwa, superando los 3000 mil manifestantes, están movilizados y tomaron la Gobernación. En la provincia de Morona Santiago, también está tomada la Gobernación.
En las grandes ciudades se multiplican las movilizaciones. Parte del Movimiento Indígena empezó a entrar a Quito los días lunes 6 y martes 7 recibiendo el apoyo y la solidaridad de los barrios populares que les esperaban sumándose al coro “Únete pueblo, únete a luchar contra este gobierno antipopular”.
El martes, la Asamblea Nacional fue sitio de duros enfrentamientos. Grupos de manifestantes lograron ingresar al recinto para instalar un "Parlamento popular del pueblo", en la ausencia de los diputados que no ha sesionado desde la semana pasado debido a las protestas y bloqueos. La represión por parte de las autoridades no tardó en llegar.
El miércoles, la huelga nacional convocada por el movimiento indígena y las centrales sindicales reunió en las calles a cientos de miles de personas en todo el país. La represión por parte del gobierno no se hizo esperar ese día tampoco.te represión
Sin precisar el número de víctimas, la CONAIE informó de muertos, heridos y desaparecidos entre sus miembros. Por su lado, la Coordinadora Ecuatoriana de Contrainformación compartió que al amanecer el día jueves 7 de octubre, se identificaron:
- 7 muertos, de los cuales 1 recién nacido (Conaie está verificando si son 15 muertos)
- 95 heridos graves
- Más de 500 heridos leves
- 83 desaparecidos, de los cuales 47 menores de edad
- Más de 800 detenidos, de los cuales la mayoría en recintos policiales y militares
- 57 periodistas agredidos por la policía
- 13 periodistas encarcelados
- 9 medios de comunicación intervenidos
- 26 políticos apresados
- Además se reporta la detención arbitraria de 14 ciudadanos venezolanos que no participaban de las marchas.
“Las autoridades ecuatorianas deben poner inmediatamente fin a la fuerte represión de las manifestaciones, incluidas las detenciones masivas, e investigar de una forma rápida, independiente e imparcial todas las denuncias de detenciones arbitrarias, uso excesivo de la fuerza, torturas y otros malos tratos cometidos contra personas detenidas en el contexto de las protestas. Asimismo, deben respetar la libertad de prensa y garantizar que quienes ejercen el periodismo puedan cubrir los hechos de una forma segura”, señaló Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional.
Estados de excepción
El jueves 3 de octubre, el presidente Lenin Moreno declaró el Estado de excepción, el cual le permite restringir derechos como el derecho de reunión y el de libertad de tránsito, imponer la censura previa o desplegar a la policía y a las Fuerzas Armadas en todo el país.
Los ministros de Defensa y de Gobierno, Oswaldo Jarrín y María Paula Romo, ya anunciaron que se perseguirá la paralización de vías, la suspensión de derechos públicos y todo lo que altere el orden, la paz y las actividad laboral y productiva del país.
El Gobierno de Ecuador informó el miércoles que hasta el momento 714 personas han sido detenidas. La represión por parte del Estado se está viendo a lo largo y ancho del país de manera dura, con la presencia tanto de la policía como del ejército o de grupos armados.
“Aquí cerca, hemos visto imágenes terroríficas en estos días: como la de una bandada de motos atropellando a gente a la altura de la Caja del Seguro en Quito; como la de los jóvenes lanzados por un puente, uno de ellos ya ha muerto; como la del compañero que acaban de asesinar en el Arbolito en una brutal arremetida contra mujeres indígenas cargando wawas (niños), gente tratando de descansar y personas apoyando con enseres básicos y curas. Fuera de Quito se siente la fuerza indígena, la fuerza del campo, pero igual, los militares están en una escalada ante el corte de vías, que iniciaron los transportistas, y luego retomaron pobladores y comunidades”, relata Cristina Vega en una crónica para El Diario.
En respuesta, el sábado 5 de octubre, la CONAIE anunció en un comunicado su propio "estado de excepción" en los territorios ancestrales y advirtió que retendrá a miembros de las fuerzas del orden que se acerquen a sus dominios, apelando a su derecho a la autodeterminación.
Fuentes del Ministerio de Gobierno anunciaron que alrededor de 50 militares se encontraban retenidos por grupos indígenas en las regiones andinas, acusados de violar la autonomía indígena.
¿Gobierno tiene miedo?
Ante el rechazo de las naciones indígenas a negociar con el gobierno, el presidente Moreno anunció en cadena nacional su traslado a Guayaquil, la segunda ciudad del país y sede del poder económico, así como la suspensión de las clases escolares.
Además, Moreno restringió parcialmente el tránsito y la movilidad en algunas zonas del país "No se podrá circular en horario de 20:00 a 5:00 de lunes a domingo en áreas aledañas a edificaciones e instalaciones estratégicas, tales como edificios donde funcionan las sedes del Estado y otras que defina el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas", dice un decreto del gobierno difundido este martes.
La CONAIE denunció los hechos en un comunicado: “denunciamos la dimensión de esta medida, al puro estilo de una dictadura militar, alertamos a los organismos nacionales e internacionales de derechos humanos lo que esto pueda provocar".
Moreno también empezó a señalar al ex-presidene Rafael Correa como responsable del levantamiento y de los saqueos ocurridos. La CONAIE se deslindó de inmediato de tal conexión, tachando a Correa de “oportunista” y recordando que a lo largo de su mandato, el ex-presidente apoyó a proyectos mineros y petroleros, e implementó una política de cooptación y división del movimiento indígena. “Nuestra lucha es por la salida del FMI del Ecuador. No permitiremos a los que nos criminalizaron por diez años aprovecharse de nuestra lucha y la del pueblo ecuatoriano”, afirmó la CONAIE.
Como lo declaró la abogada y política kichwa Lourdes Tibán para el periódico El Salto, “todo gobierno democráticamente elegido en el Ecuador luego de ganar las elecciones se olvida de la gente que le dio el triunfo. Generalmente los gobiernos ganan con el voto de los más pobres, de los que tienen esperanza laboral y de mejores días para la familia en todo sentido”.
Pero como también lo puntualizó la activista, el movimiento indígena sigue organizado en el país, “Quito es tomado con las fuerzas vivas del indigenado y no será sorpresa que, así como votamos para el gobierno, hoy botemos un gobierno más”.
Y el gobierno de Moreno tiene buenas razones para estar asustado: a lo largo de las últimas tres décadas, el movimiento indígena y popular organizado ha logrado tumbar a varios presidentes (Abdalá Bucaram y Jamil Mahuad) y reformas (como la privatización del Seguro Social Campesino en 1993, una ley agraria que pretendía privatizar las tierras comunales en 1994, o el tratado de libre comercio con EEUU y la base estadounidense de Manta en 2006).
Lucha histórica
El movimiento está decidido a no ceder. Y ya no se trata solo del rechazo a las reformas neoliberales que pretende imponer Moreno, sino también de retomar la reivindicación histórica de las luchas indígenas por la tierra, el agua, y en contra de los megaproyectos mineros y petroleros que despojan y saquean los territorios.
“Nos mantendremos firmes por la defensa de nuestros territorios ante los proyectos extractivos de petróleo y minería, ya que los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional FMI endosan nuestros territorios a las transnacionales”, declaró por ejemplo la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (CONFENIAE) en un comunicado.
“Le decimos fuera a las políticas económicas de muerte y miseria que genera el FMI, y las políticas extractivistas que afectan a nuestros territorios. La violencia Estatal e Imperialista, no podrá callar el clamor del pueblo” declaró por otro lado la CONAIE.
Jaime Vargas informó que las protestas continuarán este jueves "a primera hora del día".
Cabe señalar que aunque se haya empezado un proceso de diálogo entre las Naciones Unidas, junto con la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, el Gobierno y organizaciones sociales, tanto la ONU como las organizaciones hicieron claro que se trata de “reuniones para restablecer la paz y evitar una escala mayor de la confrontación” y no de negociaciones.
Actualización de último momento. Este domingo 13 de octubre, por las fuertes protestas, el presidente Lenín Moreno anunció que revisará el Decreto 883, el cual elimina los subsidios para el combustible.
“Analizaremos y revisaremos conforme el pedido que han hecho organizaciones indígenas y sectores sociales el Decreto 883 para estudiar sus efectos, para asegurar que los recursos lleguen al campo, para que las comunidades y los beneficiarios manejen sus propios recursos”, destacó Moreno en un vídeo publicado a través de Twitter.
∗Manifestantes exigen investigación y castigo para responsables de muertes∗
