“Hemos ofrecido a la nueva administración nuestra cooperación y aporte en todos los temas estratégicos(…) con la seguridad pública. Lamentablemente tenemos una experiencia más que cualquier otra nación en la lucha contra el terrorismo. (…) Son experiencias que Israel ha acumulado y ofrece al nuevo gobierno de México, a la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO)”, afirmó Jonathan Peled, ex embajador de Israel en México, días después de reunirse con AMLO durante la conmemoración por el día del agua en 2019.
La invitación es la continuación de una larga relación entre los dos países. Desde hace siete décadas, México ha sido cliente del Estado israelí para conseguir materiales y estrategias militares.
De hecho, la investigación “El papel de Israel en la militarización de México”, elaborada por la organización palestina Stop the Wall y, que a su vez, retoma información del informe del Militarismo Israelí en América Latina realizado por grupos latinoamericanos adherentes al BDS, sección de México, argumenta que el estado de violencia e inseguridad sin precedentes que se vive en Mexico tiene que ver con la implementación de tecnologías y prácticas similares a las que utiliza Israel en Palestina, mismas que han sido clasificadas como genocidas por parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
“Israel siempre está allí para ayudar a quienes buscan paradigmas, metodologías y tecnologías de represión y vigilancia cada vez más sofisticados. Son líderes mundiales en el sector, utilizan a nuestra gente como su laboratorio continuo y han probado sus métodos y armas en nuestros cuerpos. Al mismo tiempo, este comercio trae el dinero necesario para financiar la ocupación y el apartheid contra nuestro pueblo, y llenar las arcas de Israel”, denuncia por su parte Jamal Juma, líder y fundador de la organización Stop the Wall, reconocido luchador por los derechos humanos en Palestina.
Por décadas, Israel ha influenciado en los “métodos” utilizados en la estrategia de seguridad de México para tratar a la población civil como el enemigo: desde la venta de las aeronaves con las cuales el ejército mexicano ejecutaba los vuelos de la muerte durante la guerra de contrainsurgencia de los años 70, hasta la implementación actual de sofisticados programas para realizar espionaje cibernético contra activistas, funcionarios y periodistas.
Actualmente ambos países impulsan la renovación de un Tratado de Libre Comercio vigente desde hace dos décadas, a la vez de aumentar la colaboración bilateral en materia de seguridad mediante reuniones de trabajo como la sucedida entre personal de la Guardia Nacional y funcionarios del Ministerio de Defensa de Israel y de la Embajada de esa nación en febrero pasado.
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Armamento, pilar en las relaciones
México reconoció al estado de Israel en enero del año 1950 y ambas naciones establecieron sus primeros contactos diplomáticos formales el 1 de julio de 1952.
Según la base de datos SIPRI Arms Transfers, en 1972 México compró los primeros cinco aviones militares de carga y transporte de tropas tipo Arava a la empresa Israel Aircraft Industries (IAI). Para 1979, había adquirido nueve unidades más así como 60 morteros M-65 de la empresa Soltam Systems11, según los registros oficiales. Entre los años de 1990 y 1994, la compra de armamento empezó a aumentar significativamente para realmente explotar después del levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en 1994.
“Desde entonces, Israel ha intervenido en la capacitación a militares, así como fuerzas policíacas locales y federales. Además, el ejército mexicano usó aviones Arava israelíes modificados para labores de intervención en Chiapas”, precisa la investigación de Stop the Wall.
Durante el sexenio del presidente Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000) las compras aumentaron 267.65% respecto a los seis años previos. El aumento porcentual entre los sexenios de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) y Enrique Peña Nieto (2012-2018) en la compra de armas y tecnología militar a Israel fue del 1,632%, afirma el informe.
Actualmente, las inversiones de empresas israelíes en México alcanzan la cifra de 3 mil millones de dólares mediante la actividad de 200 companías. De entre ellas destacan 16 corporaciones de la industria militar israelí con presencia en el país.
Además de la compra-venta de armas, Mexico e Israel han hecho acuerdos e intercambiado conocimientos a lo largo de las últimas décadas.
En febrero de 1997 los gobiernos de Israel y México firmaron un acuerdo sobre cooperación en el combate al tráfico ilícito y abuso de estupefacientes y sustancias psicotrópicas y otros delitos graves. El acuerdo especifica entre otras cosas que tras su firma los dos países “deberán cooperar en el intercambio de experiencias sobre el uso de tecnología de punta y prácticas utilizadas”.
Ese mismo año, 150 agentes judiciales del Grupo Especial de Reacción e Intervención (GERI) de la capital del país, fueron entrenados por la empresa israelí ISDS. Al menos 60 de ellos recibieron su curso durante tres meses en instalaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), ubicadas en Temamatla, Estado de México.
En 1999, el presidente Ernesto Zedillo Ponce de León impulsó la creación de la Policía Federal Preventiva (PFP), incorporando a elementos de la Policía Federal de Caminos, una brigada del ejército mexicano y unidades formadas en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), como el Grupo de Operaciones Especiales (Gopes). En 2003, Miguel Ángel de la Torre, quien era en ese entonces jefe de los Gopes, marcó el inicio el 11 de septiembre de 2003 de los programas de capacitación antiterrorismo para casi 300 agentes de la PFP que conforman los Gopes, los cuales incluían un viaje a Israel.
De acuerdo al documento Militarismo israelí en América Latina, realizado por el movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones contra Israel (BDS, por sus siglas en inglés), comandantes y líderes de alto rango de la policía federal, estatal y municipal participan en cursos anuales promovidos por el organismo de cooperación internacional Mashav y la Organización de los Estados Americanos (OEA).
A su vez, el Ministerio de Defensa israelí y la Policía Federal de Israel han impartido capacitación a las fuerzas policiales de varios estados de México como la policía municipal de León, Guanajuato; la policía ministerial de Baja California y la Comisión de Seguridad Ciudadana del Estado de México.
Aunado a ello, existen casos de gobernadores o alcaldes municipales quienes intercambian experiencias en seguridad israelíes, para ser ejecutados de vuelta en sus territorios. Es el caso del alcalde de Huixquilucan, Estado de México quien visito instalaciones del Instituto de Inteligencia y Operaciones Especiales (Mosad).
También funcionarios israelíes han visitado México tal como el caso del director de la Agencia de Cooperación Internacional del Ministerio de Defensa de Israel (SIBAT), Mishel Ben Baruch, quien se reunió con funcionarios de seguridad en Chiapas, “único estado de la República Mexicana donde se ha buscado asesoramiento israelí para reprimir los movimientos indígenas”, denuncia el informe.
Gigantes de la industria militar con presencia en México
Elbit Systems
Es la segunda empresa fabricante de armas en Israel y, que opera en diversas áreas que incluyen sistemas aeroespaciales, terrestres y navales, comando, control, comunicación, computadoras, inteligencia y vigilancia.
El principal cliente individual de Elbit Systems es el Ministerio de Defensa de Israel (IMOD), pero la compañía también comercializa sus productos fuera de Israel como “probados en el combate” y basados “en la experiencia operativa obtenida a través de decenas de miles de operaciones clasificadas por las fuerzas de defensa israelí”. Sólo en el mes de julio de 2014, durante el ataque a Gaza, las ganancias de Elbit Systems aumentaron un 6.1%, el mayor nivel de aumento desde 2010.
International Security and Defense Systems (ISDS)
ISDS se enorgullece de haber sido fundada por un ex agente del Mossad – una de las agencias de inteligencia de Israel, responsable de la recopilación de información de inteligencia, acción encubierta, espionaje y contraterrorismo en todo el mundo – , Leo Gleser, su director hasta hoy.
La empresa se dedica al entrenamiento antiterrorista, escuadrones, vigilancia electrónica y recolección de información, así como la venta de armas, como helicópteros y aviones. También se especializó en la realización de interrogatorios y en la supervisión de prisioneros en América Latina. En el contexto de las dictaduras en las que operó, la empresa israelí está relacionada con las prácticas generalizadas de tortura y detención ilegal.
Israel Aerospace Industry (IAI)
IAI fue durante mucho tiempo a la vanguardia de la producción y exportación de armas de Israel. En 2013, el 73% de sus ingresos por ventas provinieron de las exportaciones.
Fue una de las primeras empresas bélicas en desarrollar la tecnología de aviones no tripulados, más conocidos como drones. Los promueve como probados en combate y explica en su sitio web que sus drones tienen un historial de más de un millón 200 mil horas de vuelo operativas, para más de 50 usuarios en cinco continentes.
En septiembre de 2017, IAI fue elegido por el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. para construir un prototipo del muro entre EE.UU. y México.
Nice Systems
Es una empresa que se especializa en grabación de voz por teléfono, seguridad de datos y vigilancia, así como en sistemas para analizar estos datos registrados.
Nice Systems fue establecido por siete ex oficiales de inteligencia militar israelí que prestaron servicio en la Unidad 8200, la célula de inteligencia más grande en el ejército de Israel.
Plasan Sasa
Plasan Sasa desarrolla, fabrica y ensambla sistemas de blindaje de vehículos hechos a medida, ademas de equipos de protección de armadura adicionales para camiones tácticos o aviones. También es un importante proveedor de armaduras de protección de personal. En México, Plasan produce los vehículos blindados SandCat, que han estado involucrados, entre otros casos, en la desaparición de los 43 estudiantes en Ayotzinapa.
Control militar de fronteras
En materia de vigilancia, México ha invertido millones de dólares en drones de alta tecnología para vigilar las fronteras, en particular fabricados por empresas israelíes.
Los primeros drones o “Vehículos Aéreos no Tripulados” israelíes que llegaron a realizar labores de vigilancia en México provenían de Estados Unidos (EEUU).
“En 2004, la empresa militar privada Northrop Grumman, armó y operó dos drones Hunter de Israel Aircraft Industries (IAI) que fueron usados para patrullar la frontera sur de Estados Unidos”,
Fue en el año de 2008 cuando la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) inició gestiones para adquirir sus primeros drones, un par de Hermes 450 producidos por Elbit Systems por un monto total de 287 millones 500 mil pesos. Según el Informe de Rendición de Cuentas 2006-2012, titulado Operación y Desarrollo de la Fuerza Aérea Mexicana, su meta era “garantizar la seguridad interior (operaciones contra el narcotráfico, vigilancia de instalaciones estratégicas y de zonas fronterizas) y protección a la población civil (apoyo al Plan DN-III-E)”.
El primer dron llegó a México en julio de 2009. Para el año 2013-2014, el apartado militar del 2o informe de labores del presidente Enrique Peña Nieto indica que “mediante el empleo de sistemas de aeronaves no tripuladas tipo Hermes 450, S-4 Ehécatl y G-1 Guerrero, se llevaron a cabo 149 misiones de vigilancia y reconocimiento en apoyo a diversos mandos territoriales, con un total de 581:40 horas de vuelo”.
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El informe de Stop the Wall señala que “ya sea en Palestina, México u otros lugares del mundo, la presencia de los Hermes 450 y drones han marcado un aumento importante de la violencia y muerte en los países que comercian con este tipo de armamento y capacitación militar”.
La investigación también informa que la última de una larga lista de compras de drones israelíes se realizó en 2015, cuando México ordenó dos Dominator 2 XP de la compañía Aeronautics Ltd. Estos aparatos pueden portar hasta 300 kilogramos y convertirse en bombarderos.
Además de los drones, el control de la zona fronteriza entre México y EEUU se inspira la construcción por parte del Estado israelí de un muro de unos 800 kilómetros que se extiende por Cisjordania y rodea Jerusalén. Su construcción comenzó en 2002, creando una frontera nueva. Pese a que la ONU y el Tribunal Internacional de Justicia lo han declarado ilegal, su construcción sigue avanzando.
“La Franja de Gaza está bajo completo sitio, rodeada por un muro, vigilada y bombardeada constantemente por drones israelíes. Según cifras oficiales, en la Franja de Gaza hay cerca de dos millones de personas que viven bajo este sistema de reclusión. Así, la población palestina de Jerusalén y los ciudadanos palestinos de Israel están bajo vigilancia total y permanente, lo que permite mecanismos de represión diversificados y omnipresentes. El muro y los retenes militares son entonces un aspecto fundamental en la militarización de la vida bajo ocupación. Definen si se puede llegar a los campos de cultivo, a las escuelas y universidades, a los lugares de trabajo o incluso a los hospitales”, relata la investigación.
A propósito del proyecto de muro entre Mexico y EEUU, Juma Jamal declaró “esta monstruosa construcción que destroza la vida y las esperanzas de las personas, impuesta por el poder imperialista en la tierra y el pueblo, este muro de la vergüenza que se ha convertido en la marca registrada de la administración Trump se debe a que Israel, a través del ministro Bibi Netanyahu le dijo que los muros funcionan.”
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La investigación también señala que los mismos drones israelíes y los sistemas de vigilancia fronteriza también son utilizados por los EEUU para intensificar la militarización de la frontera entre EEUU. y México.
Contrainsurgencia
El éxito de las empresas israelíes en México es resultado de un trabajo de propaganda y promoción que inició en los años 70 y sigue hasta la fecha, a través de operadores tanto privados como oficiales, incluyendo la embajada de Israel en México.
En el año 2000, el 10 de abril, se firmó el Tratado de Libre Comercio entre México e Israel, siendo uno de sus principales promotores el comerciante de armas David Marcus Katz, quien amasó fortunas mediante su participación en la red que suministró armas a escuadrones de la muerte como los contras en Nicaragua y regímenes genocidas en Guatemala durante el periodo presidido por Ríos Montt, Nicaragua bajo Somoza y Chile con Pinochet.
Para facilitar sus actividades, Israel creó el SIBAT, el Departamento de Cooperación para la Defensa Internacional del Ministerio de Defensa de Israel, cuya tarea principal es la promoción de la industria militar, de los intereses y paradigmas ideológicos del Estado de Israel. Sus tareas son “la identificación de oportunidades, la localización de soluciones tecnológicas relevantes para requisitos específicos, el establecimiento de empresas conjuntas, el inicio de visitas de delegaciones oficiales y la generación de acuerdos de gobierno a gobierno”. Uno de los cuatro representantes de SIBAT en América Latina está en México.
“Smart” y “Safe Cities”
Israel fue el país invitado de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en el año 2013. Ese evento fue el pretexto para organizar el VI Congreso Internacional “Retos y Perspectivas de la Seguridad Pública”, donde el gobierno israelí expuso su modelo ante las autoridades, académicos, expertos y público en general.
De ahí nacieron una serie de conferencias y talleres más detallados sobre el sistema israelí, con un énfasis sobre su “innovador” sistema de monitoreo en las ciudades y su concepto de ciudad inteligente y sin violencia (“ Smart and safe city”), que la investigación de Stop the Wall califica de “panóptico digitalizado de represión”.
Es el caso de la Ciudad Vieja de Jerusalén, que fue totalmente transformada con la implementación del Proyecto Mabat 2000.
Mabat 2000, vigilancia 24 horas
“Sistema israelí de 320 a 400 cámaras de televisión de circuito cerrado (CCTV, por sus siglas en inglés) colocadas en la Ciudad Vieja de Jerusalén en el año 2000. Las cámaras pueden ser maniobradas 360 grados para seguir y rastrear movimientos, mientras que el software utilizado predice el comportamiento en los algoritmos. En 2017, el gobierno se comprometió a mejorar el sistema, incluyendo habilidades de reconocimiento facial, la capacidad de detectar si alguien lleva un arma (incluso si está oculta) y proporcionar perfiles completos de personas que caminan por las calles de la Ciudad Vieja. Las cámaras se monitorean las 24 horas del día, los siete días de la semana en pantallas táctiles de alta tecnología, y el sistema está grabando constantemente. En 2013, se puntualizó que la presencia de 320 cámaras corresponde a una cámara por cada 125 residentes permanentes. Este sistema lleva los conceptos israelíes de Safe City o Smart City a un nivel de control total.”
En México, este modelo se está empezando a implementar en particular en el Puerto de Acapulco, en el estado de Guerrero. Después de una visita del ex embajador israelí, Jonathan Peled, a Acapulco, seguida de la visita del presidente municipal de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre a la ciudad israelí de Eilat, empezó un proceso de intercambio entre los gobiernos. El lunes 17 de julio del 2017, Acapulco y Eilat ratificaron en la Secretaría de Relaciones Exteriores el Acuerdo de Hermanamiento firmado entre ambas ciudades. Dicho tratado llamó entre otras cosas a la cooperación en términos de “seguridad”. En el 2018, Evodio Velázquez Aguirre anunció que Israel enviaría “una delegación de especialistas en la materia, realizando un diagnóstico de lo que se vive en el Puerto y analizarán el mecanismo de ayuda que se necesita”.
Por otra parte, en el marco de una visita a Monterrey, Nuevo León, Jonathan Peled también ofreció su apoyo. “Estamos aquí para dar un poco de nuestra experiencia sobre las Smart Cities, como nosotros lo llamamos, la integración de sistemas, tecnología, capacitación, para ponernos en contacto con su equipo para cualquier cosa que se ofrezca, por favor cuente con nosotros, es impresionante ver la ciudad, y creo deberíamos de hacer más, tener más presencia en Monterrey”, declaró para el Diario Judío.
Espionaje
Otro rubro importante en el que la industria israelí ha influenciado a México es el tema del espionaje.
El primer escándalo tuvo lugar en marzo de 1998, cuando la política Layda Sansores descubrió que un centro de espionaje estaba siendo utilizado en su contra mientras competía por la gubernatura del Estado de Campeche. En el lugar fue encontrado un equipo de monitoreo, intercepción y rastreo que fue adquirido por más de 5 millones de dólares, a la empresa Teletron Ltd., de Israel, según datos de La Jornada.
Con los años, el espionaje se volvió cibernético. El primer caso registrado en México ocurrió en 2008 cuando la Policía Federal, al mando de Genaro García Luna (quien recibió entrenamiento en Israel y se encuentra actualmente preso en EEUU acusado de recibir sobornos millonarios del cartel de Sinaloa), compró el software espía (de origen israelí) Nice Track, “a través de un distribuidor local de la empresa Nice Systems, que resultó ser el mismo que distribuyó Teletron”, relata la investigación.
El mayor escándalo de la década pasada fue acerca de la compra del malware Pegasus a la empresa israelí NSO Group, el cual fue usado para realizar ataques a activistas, opositores, abogados, empresarios y periodistas.En 2017, una investigación del grupo Citizen Lab de la Universidad de Toronto reveló que “los objetivos del espionaje fueron contra personas que cuestionan o contradicen las versiones oficiales”.
Como en otros casos de este tipo, la empresa NSO Group no vendió directamente el malware a las autoridades mexicanas, sino fue a través de un intermediario local, Techbull, “una subsidiaria de la empresa mexicana Balam Seguridad Privada, S.A. de C.V., misma que en 2017 vendió a México al menos dos TUAS (Tactical Unmanned Aerial System) modelo Aerostar, de la empresa israelí Aeronautics, con un valor estimado de 15 millones de dólares”, precisa la investigación de Stop the Wall.
El enemigo está en la población civil
Los aportes de Israel en el sector militar también tienen que ver con la exportación de todo una teoría de la seguridad y del uso de la fuerza militar y policial. Esta teoría se ha ido construyendo y fortaleciendo desde la fundación del Estado de Israel en 1948, que implicó desde un principio la destrucción de más de 500 ciudades, pueblos y comunidades palestinas, así como la expulsión del 75% de las y los palestinos que vivían en lo que se convertiría en Israel.
Actualmente, los palestinos y palestinas que radican dentro del territorio israelí viven bajo un sistema de discriminación racial legalizada, mientras que la expansión colonial israelí sigue en territorios palestinos.
El constante desarrollo de paradigmas, metodologías y tecnologías por parte de Israel es necesario para permitir la represión, opresión y guerra continua contra las poblaciones civiles.
La doctrina Dahiya formulada por el general y jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas israelíes Gadi Eizenkot sigue vigente hoy en día, promueve la guerra asimétrica y aboga por el uso de la fuerza “desproporcionada” durante las represalias contra áreas civiles. “Manejaremos un poder desproporcionado contra cada aldea que dispare a Israel, y causaremos un inmenso daño y destrucción. Desde nuestra perspectiva, estas son bases militares. Esto no es una sugerencia. Éste es un plan que ya ha sido autorizado”, especificó Gadi Eizenkot.
En este mismo sentido, en el año 2018, Avigdor Lieberman, Ministro de Defensa israelí, justificó la matanza de centenas de manifestantes desarmados en Gaza argumentando “hay que entender, en la Franja de Gaza no hay personas inocentes”.
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Hala Khoury-Bisharat, profesor de derecho criminal y miembro de la junta directiva de Adalah, el centro legal por los derechos de la minoría árabe en Israel, expone por otro lado la impunidad de la que se beneficia el personal militar y de seguridad israelí cuando comete abusos. Según el jurista, el sistema de cortes israelíes procura que los elementos de seguridad no sean juzgado por violaciones a los derechos humanos. Khoury-Bisharat también señala la corresponsabilidad de la comunidad internacional en el mantenimiento de la impunidad de Israel.
Estas doctrinas también implican una serie de violencias específicas en contra de las mujeres.
“Las niñas y mujeres palestinas que cruzan en los retenes experimentan la vigilancia y el control de la ocupación de manera encarnada. Están cansadas del acoso sexual en los retenes y en las investigaciones, donde las fuerzas de seguridad israelíes, ya sean privatizadas o no, también utilizan la violencia sexual, incluida la amenaza de que puedan dañar la reputación de estas mujeres a través de rumores, revelando información personal, etc”, explica por ejemplo Nadera Shalhoub-Kevorkian, del Centro de Mujeres por Asistencia y Apoyo Legal (WCLAC) en Jerusalén.
De manera más general, Nada Elia de la organización Mujeres y Personas Trans de Color Contra la Violencia explica que “cuando un Estado ve a una población desposeída, marginada y ocupada, como una ‘amenaza demográfica’, esa visión es fundamentalmente racista y de género. El control de la población por razones de violencia se basa específicamente en la violencia contra la mujer. Por lo tanto, no es sorprendente que Mordechai Kedar, un oficial de inteligencia militar israelí que se convirtió en académico, sugiera de manera práctica que ‘violar a las esposas y madres de combatientes palestinos’ disuadiría los ataques de los militantes de Hamas. De manera similar, la legisladora israelí Ayelet Shaked no intentó presentar el asesinato de niños palestinos y sus madres como un ‘daño colateral’ desafortunado y desproporcionado; lo reclamó abiertamente al afirmar que las mujeres palestinas también deben ser asesinadas, porque dan a luz a ‘pequeñas serpientes’”.
Según argumenta la investigación de Stop the wall sobre el papel de Israel en la militarización de México, esos paradigmas también están teniendo un impacto en el país, donde formas parecidas de violencia están siendo utilizadas.
El informe cita por ejemplo el caso de San Salvador Atenco, Estado de México, donde el Gobierno mexicano planeaba la la construcción de un nuevo aeropuerto para la Ciudad de México, dando lugar a un conflicto entre el gobierno federal y la población local opuesta al proyecto.
En Mayo del 2006, una serie de ataques por parte de las policías estatales y municipales y la PFP dejó a por lo menos dos muertos y 191 detenidos, de los cuales 183 denunciaron abusos policiales y 31 de las 50 mujeres detenidas denunciaron abusos sexuales, todos ocurridos durante su detención y traslado.
De acuerdo con la investigación realizada por una comisión especial respecto a estos hechos, y la sentencia dictada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en los distintos operativos que realizaron, las fuerzas de policía y los grupos especiales: “ejercieron la fuerza pública de manera excesiva, desproporcionada, ineficiente, no profesional e indolente hacia el respeto de los derechos humanos, tanto de las personas que fueron detenidas en esos operativos, como de otras que estaban en las inmediaciones”.
Sin embargo, los autores de la investigación sugieren la posibilidad de que el manejo de la crisis no haya sido un error sino una estrategia planeada, con la aplicación de un paradigma de seguridad basado en el uso de la fuerza excesiva que trata a la población civil como el enemigo, que es el paradigma de Israel sobre Palestina. “En otras palabras, quienes ordenaron y ejecutaron, no improvisaron, sino que es muy posible que lo hicieran a partir de un repertorio de violencias aprendidas durante el entrenamiento hecho por los cuerpos militares de Israel”, expresa el informe de Stop the wall.
Militarización de exportación
El 9 de abril del 2019 se realizó en el Zócalo de la Ciudad de México el II Tribunal Popular a Israel, donde se juzgó al Estado de Israel como uno de los responsables de la militarización de América Latina.
En el véredicto, el tribunal popular concluyó que “A través de su embajada y de empresarios privados Israel ha mantenido, por lo menos desde los años 90, una política consciente y sistemática para promover sus paradigmas, métodos, armas y tecnología dentro del gobierno de México. Los testimonios nos han convencido de que Israel (efectivamente) facilitó y lucró con graves violaciones a los derechos humanos que han cometido, tanto el Estado mexicano como sus órganos de seguridad”.
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Por otro lado, también se resaltó la responsabilidad que tiene México en el apoyo al sistema de apartheidque mantiene Israel sobre Palestina:“Entendiendo que México fomenta, a través de los tratos comerciales con la industria militar de Israel, que dicho Estado mantenga la situación ilegal y de ocupación contra la población palestina. Dado que el gasto de México en la industria militar israelí es de más 630 millones de dólares, destacamos que sin las exportaciones militares de las empresas estatales y privadas, las políticas del Estado de Israel no serían sustentables.”
Por su lado, Jamal Juma comparte “desde Palestina, México ha sido una experiencia verdaderamente formativa para mí. Lo que vi fue impactante, pero al mismo tiempo terriblemente familiar. La lucha de las comunidades indígenas por su tierra, su identidad, su historia y su futuro están muy cerca de la nuestra. Las historias de desplazamientos y asesinatos son realidades que nosotros, como palestinos, vivimos todos los días. Estamos conectados por una historia y una presencia del colonialismo que devora nuestras tierras y la brutal realidad de la necropolítica que mata a nuestros pueblos.”