Cooperativa Tierra Negra: “Solxs llegamos más rápido, juntxs llegamos más lejos”

Avispa Midia estará presentando diversos procesos y ejercicios por la construcción de autonomía o autogestión. Otras formas de relaciones sociales y acciones que buscan alternativas ante un contexto de crisis sistémica.

A continuación, presentamos una entrevista con integrantes de la Cooperativa Tierra Negra, de Cali, Colombia.

La Cooperativa Tierra Negra realiza diversas actividades relacionadas con comunicación, trabajos editoriales y gráficos, cine y vídeo comunitarios, entre otros.

Son diversas colectividades que se juntaron para compartir el techo, la comida, el trabajo y también la fiesta. “La organización y la autonomía se evidencian en el diario vivir, es ese nuestro buen vivir, en casas que juntas pintamos y mantenemos, en casas que son nichos y ecosistemas propios, donde conspiramos y coexistimos, donde mutamos y, en especial, donde soñamos en colectividad”.

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Avispa Midia (AM): Vivimos en un escenario donde las crisis económicas, climática, alimentaría se cristalizan en una crisis civilizatoria y sistémica. En ese sentido es importante voltear a ver las pequeñas alternativas que en estos tiempos se hacen gigantes y necesarias. ¿Cómo podrían describir el proyecto o espacio en el que participan?

Tierra Negra (TN):  Es “la casa grande”. La casa grande es la escuela donde aprendemos formas para caminar lo colectivo, para entendernos en lo político. Es una anudación en tejidos colectivos, afectividad, rabias, ganas de caminar hacia otros lados, otras formas de existencia, otras formas de des-contentarse. Nos juntamos desde el gozo, desde el chorro, desde lo cotidiano, desde lo extraordinario.

Somos una versión en experimento, una versión beta, en transformación, una juntanza de varios parches (colectividades) que se fueron desdibujando para absorberse en la Cooperativa Tierra Negra. Somos lo cooperativo desde la cooperación, desde lo emocional, no desde lo económico solamente sino en el entender las relaciones personales y la construcción de camino juntxs.

Buscamos la transformación desde ponernos en lo colectivo, esto nos fortalece, ya que fue en lo colectivo donde lo personal nos anudó y nos juntó ponernos desde ahí.

AM: Iniciar procesos y experiencias colectivas reconociendo las similitudes y las divergencias no siempre es sencillo, ¿cómo se fundó Tierra Negra?, ¿cuántas personas son y cómo es la convivencia?

TN: El Proceso de Liberación de la Madre Tierra, en el norte del departamento del Cauca (al  suroccidente del país), nos encuentra y nos pone el derrotero de nuestra juntanza. Desde compartir ese tejido, nos entendemos afines en los horizontes políticos y nos reconocemos en territorios de trabajo comunitario compartidos en Cali y sus periferias, y nos sabemos viviendo cercanxs, en el centro de la ciudad.

A partir de eso configuramos casas colectivas y otros espacios que fueron anudando la red que somos. Casas seguras para las mujeres y con puertas abiertas para la banda extendida de Cali, de acogida para la banda cuando está en peligro, y de esa extensión con compas de otras latitudes latinoamericanas.

Inicialmente la propuesta también era en búsqueda de economía solidaria y economía en red (por eso iba cooperativa, luego la fuimos llenando de otros sentidos)

Somos varias colectividades que trabajamos alrededor de la comunicación desde abajo, el diseño participativo, la radio (tanto pregrabada como callejera), el video comunitario y la autogestión como horizonte. De base somos 11 personas, que compartimos a veces desde distintas geografías.

Cooperativa Tierra negra en acción.

AM: ¿Cuáles son las principales necesidades o problemas que atienden?

TN: Algo que sentimos que nos junta ha sido siempre la necesidad de generar procesos de comunicación alternativa, que atiendan una exigencia comunitaria proveniente de los procesos desde abajo. Es una contra-comunicación, pero que va incluso más allá introduciéndose en las narrativas propias de los territorios.

Entendemos, por lo mismo, que hay coyunturas políticas y sociales que enfrentan los territorios, y atender esos llamados y momentos se ha vuelto un interés común de todxs lxs miembros de este parche. Casos como la comunicación de lo que sucede con las comunidades del norte del Cauca, como lo ocurrido en el contexto de las movilizaciones y Paros del 2019 y 2021 son ejemplos de ese accionarse desde la urgencia.

En definitiva, nuestro ejercicio comunicativo desde la alteridad se ha propuesto mostrar la defensa de la vida y el territorio que las distintas comunidades llevan a cabo, tanto desde sus acciones como desde sus formas de reconocimiento propias. Narrativas que se enfrentan a un entramado comunicativo hegemónico y totalizante proveniente de los medios tradicionales de comunicación. Son narrativas propias que siempre se encuentran en lucha. Luchas contra el extractivismo, contra los grandes monocultivos, contra el despojo de poblaciones enteras tanto en lo rural como en lo urbano.

Nuestro ejercicio es, en últimas, acompañar la producción de estas narrativas propias desde los espacios que hemos trabajado tanto en lo individual como en lo colectivo como Cooperativa, un acompañamiento para afrontar y denunciar las políticas de muerte.

AM: Frente este escenario de crisis sistémica capitalista, diversos esfuerzos se encaminan a tramar otras formas de relaciones sociales, de sobrevivencia, de vida, ¿consideran que el proyecto Tierra Negra es una alternativa frente a las relaciones capitalistas?

TN: En la medida en que hemos pensado maneras distintas de gestionarnos desde las narrativas propias y personales, hasta los conflictos intrínsecos a toda colectividad. Ha sido una forma muy interesante de prueba y error en la gestión de nuestras relaciones personales, más allá del lugar común de una individualidad que consume. Y precisamente es este concepto de “gestión” o más propiamente “autogestión”, algo central en la Cooperativa.

Siempre ha sido el trabajo en minga nuestra alternativa económica, pero también emocional y hasta alimentaria a este sistema del consumo y de la transferencia del capital que tanto nos chinga. Desde el vivir en comunidad, sembrar en comunidad, compartir espacios íntimos en comunidad, hasta los ejercicios de comunicación y contra-comunicación comunitaria, le apostamos fuertemente a la autogestión de nuestra propia vida como respuesta anti-sistémica.

Lo intentamos vendiendo comida para pagar los arriendos, haciendo toques de música/eventos en las casas para lo mismo, quien esté ganando un poco más en el momento hace paro (ayuda) mientras otras cuentas se ajustan… Este caminar es difícil y está lleno de tensiones, a veces proyectos se detienen, se caen…  Pero es una apuesta fuerte con horizonte de solidaridad radical.

Hemos apostado también al tema del error. Al tema de confrontar los conflictos desde la certeza de que no somos perfectxs por intentar ser autonomistas. De que nos toca encontrar maneras de hacernos la crítica, de enfrentar los problemas y, aun así, poder construir desde allí, desde un horizonte de gestión del error más que de una búsqueda incansable por el éxito permanente. Por lo mismo, vemos en la Cooperativa la posibilidad de una comunicación en corto que no le tema al error y que se construya desde allí, y al hacerlo que le haga frente a estos grandes marcos de comunicación hegemónica.

Falta terminar aquí diciendo que una de las cosas que más fácil se nos presenta en el sistema de consumo actual es el romper relaciones y desecharlas cual si fueran objetos. Incluso dentro de organizaciones sociales o parches colectivos, se hace sencillo romper ante el mínimo asomo de algún conflicto y, de esa manera, pensar el amor como una moda del momento, como algo efímero y pasajero. Nos hemos dado la pela, como decimos en Colombia, por que eso no sea así dentro de nuestro caminar.

Por sostener el amor más allá del error, del problema, del conflicto. Es paradójico porque nos damos cuenta entonces que amar termina siendo lo más sencillo pero lo más difícil a la vez. Y desde ahí acompañamos también los procesos comunitarios y territoriales: desde el enamorarnos de sus maneras, de sus propuestas, de su visión de mundo, no sólo desde observarlos con ojo aprobador. Termina siendo entonces, como decía Camilo Torres, un amor efectivo por un horizonte alternativo de vida en comunidad.

Cooperativa Tierra Negra.

AM: Pensar y actuar sobre el piso de la horizontalidad no siempre es fácil, sobre todo, cuando está de por medio nuestra forma de vida, individualista y competitiva, ¿cómo hace Tierra Negra para la toma de decisiones y cómo se enfrentan los obstáculos?

TN: Hay un aprendizaje de los pueblos, intentamos aplicar contextualizadamente cómo se abordan la toma de decisiones y los problemas en comunidad, pues así nos entendemos. Y así, traemos esos aprendizajes a estos parches que son más citadinos pero que tienen un interés en voltear la mirada hacia esos procesos.

Entonces, en un ejercicio asambleario, los obstáculos los enfrentamos juntxs, los asumimos juntxs, eso nos lleva a tejernos más. En medio de esos aprendizajes le damos lugar a la vulnerabilidad, a la contradicción, a la rabia, al cariño, a lo que no necesariamente es elocuente o políticamente correcto, desde la confianza en que la toma de decisiones será colectiva y en que compartimos horizontes, nos conocemos y llevamos llevando añitos ya caminando juntxs, para abordar esa toma de decisiones.

AM: Siempre hay algo nuevo que aprender pero, sobre todo, cuando uno se arriesga a marchar a contracorriente. Me refiero a contracorriente, al pensar en una sociedad disciplinada para el mercado y sus márgenes que impone a la hora de actuar. ¿Cuál es el principal aprendizaje que rescatarían en este momento?

TN: En general hemos aprendido tres cosas. Primero, que la esperanza no es un sentimiento fútil o vago, no es sólo un leitmotiv de alguna campaña de autosuperación. Es una fuerza real que nos ayuda cuando la desesperanza, avatar de la depresión, se nos cuela por las esquinas. En un país como el nuestro, es muy fácil caer en la depresión y la indiferencia propios de quien siempre ha soñado una sociedad más justa y nunca la ha visto ni en sueños.

Para nosotrxs, en lo particular, siempre fue un sueño poder viajar juntxs a México a compartir con parches y comunidades amigas, un sueño que nos fue truncado en la pandemia y que ahora se nos va haciendo realidad. Y ese pequeño ejemplo es uno entre muchos de lo que representa el seguir caminando en pro de sueños demasiado grandes pero que iluminan nuestro andar.

Otro aprendizaje ha sido que el caminar en comunidad es muy difícil, toca llenarse de mucha paciencia y aguante, pero que es el único camino posible ante un sistema que cada vez nos quiere más aisladxs, individualizadxs, separadxs. Amar, convivir, reunirse para trabajar, pelear, reconciliarse, planear, estudiar, movilizarse, comunicar, todo lo hemos llevado a cabo en comunidad, en parche, y ha sido muy duro, lleno de escollos el camino, pero a la larga demasiado nutritivo para nuestros anhelos.

Y por último, queremos citar un lema de un colectivo amigo: “Solxs llegamos más rápido, juntxs llegamos más lejos”. Porque en definitiva es lo normal en un sistema de consumo y competencia feroz que los proyectos individuales sean más ponderados y más atendidos, mientras que nosotrxs pretendemos que los procesos que son colectivos tengan una validez no medible en números y en el tiempo, sino en lo significativo que persiguen, lo cual puede durar toda la vida, pero que por lo mismo no brindará un valor momentáneo y olvidado, sino un horizonte de sentido para la vida misma. Falta agregar que “juntxs llegaremos en fiesta”, pues si lo que perseguimos no se disfruta, no vale la pena perseguirlo. 

AM: ¿Qué más les gustaría compartir sobre su proyecto u organización?TN: Queda por decir que no hemos sido un ejemplo de orden y organización, pero que hemos aprendido que del desorden y el error podemos producir grandes cosas, elaboradas, espontáneas y divertidas. Ha sido muy divertido el camino hasta ahora también. Acompañado de mucha farra, de mucha fiesta, de mucha comida y licor, de mucho encuentro, y desde ahí hemos generado un vínculo muy fuerte. Y en esa generación de vínculos y afectos, el cuidado siempre ha estado sobre la mesa: el cuidado de lo que decimos, cómo lo decimos, de cómo trabajamos, de sobre quién recae el trabajo y el cuidado dentro de los trabajos y proyectos. Esto nos ha dado madurez y consistencia en el tiempo. Fiesta, rebeldía, cuidado, paciencia y juntanza. Creemos que al final eso es lo que nos define.


Tierra Negra es un proceso colectivo que en los próximos meses estará viajando a distintos rincones de México para encontrarse y espejearse con otras colectividades y comunidades.

Continuaremos presentando otras experiencias de América Latina y otras geografías. Si eres una colectiva, comunidad, cooperativa o proceso organizativo que ha tomado iniciativas autónomas o autogestivas y quieres compartir tu experiencia, escríbenos a avisparedes22@gmail.com.

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