Perú: rondas por la memoria contra políticas de matar, estigmatizar, olvidar

Fotos por Javier Bedía Prado

Desde hace más de treinta años, Marly Anzualdo busca a su hermano Kenneth, desaparecido en el Cuartel General del Ejército del Perú. Los responsables hoy tienen a su favor una ley de amnistía que podría anular los procesos y sentencias por violaciones a derechos humanos en el período de violencia política ocurrida entre los años de 1980 al 2000.

Contra la impunidad y el olvido, cada jueves en el centro de Lima, las familias de personas desaparecidas durante el conflicto armado interno y de víctimas de represión estatal en democracia se reúnen frente a la sede principal del Poder Judicial. Un ejercicio de memoria desde un presente bajo terrorismo de Estado.

“Quien busca, encuentra. Ninguna persona desaparece, son desaparecidas, y cuando lo hace el Estado, sabemos quiénes tienen que darnos una respuesta. No importa cuánto tiempo pase. Queremos justicia, no puede haber paz sin justicia”, expresó para Avispa Mídia, Marly Anzualdo.

El 16 de diciembre de 1993, Kenneth Anzualdo Castro, estudiante de economía de la Universidad Nacional del Callao, fue secuestrado en Lima por agentes del Servicio de Inteligencia de la Marina, cuando se movilizaba en un bus, en represalia por denunciar la desaparición de un compañero. 

La guerra subversiva-contrasubversiva causó 69,000 muertes, de acuerdo al informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, la mayoría de población civil quechuahablante de los Andes peruanos, víctima de la violencia extrema de Sendero Luminoso y el Estado. En el conflicto también actuó el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA).

De las más de 22,000 personas cuyo paradero se desconoce, solo se ha finalizado la búsqueda de 2,582, según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y Sitios de Entierro (Renade). 

Sin embargo, en mayo de este año la Dirección de Búsqueda de Desaparecidos fijó un plazo de 18 meses de investigación en casos de desaparición forzada, lo que contradice la ley que obliga a las entidades públicas a realizar pesquisas de forma permanente, hasta hallar a la persona o sus restos. 

La Ley de Amnistía para integrantes de las Fuerzas Armadas, Policía Nacional, comités de autodefensa y funcionarios del Estado fue decretada por el Congreso en junio, con el apoyo de partidos de ultraderecha y conservadores, vinculados a las instituciones armadas y partícipes de la represión.

El dictamen elimina la responsabilidad penal para los sentenciados y procesados mayores de 80 años. Las fuerzas del orden perpetraron masacres de comunidades campesinas e indígenas, ejecuciones extrajudiciales, violaciones, torturas y desapariciones de menores de edad, ancianos, sindicalistas, militantes de izquierda, autoridades políticas y estudiantes universitarios.

Hay 156 sentencias y más de 600 procesos en curso que, en el papel, pueden eliminarse, pero en los juzgados peruanos no se está aceptando aplicar la ley que contravienen la jurisprudencia internacional.

Tras el retorno de la democracia, entre los años 2002 y 2019, se registraron alrededor de 300 muertes en conflictos sociales. En su mayoría de manifestantes y defensores de territorios asediados por extractivismos, indican los datos de la Defensoría del Pueblo y la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos.  

La noche del 14 de noviembre de 2020, Inti Sotelo, de 23 años, era asesinado por la policía de un disparo de perdigón en el pecho, durante las marchas en el Centro de Lima ante el golpe de Estado que llevó a la presidencia al ultraconservador Manuel Merino. El masivo rechazo a los crímenes contra los jóvenes Inti y Bryan Pintado obligó la renuncia de Merino a una semana de asumir el cargo. 

Este fue un ensayo abreviado del régimen de Dina Boluarte, sostenido por más de 50 asesinatos en movilizaciones populares contra la ilegal destitución del presidente Pedro Castillo, en diciembre de 2022. Siete de las víctimas eran menores de edad. Así se reinstaló en el Perú una dictadura cívico-militar, esta vez administrada desde el Parlamento. 

“Tiene que cambiar la estigmatización, el racismo, solo ellos (los partidos tradicionales) quieren gobernar. El futuro de los jóvenes depende de ellos, sé que nos costará vidas, así como Inti y Bryan salieron a luchar. Además de matar a nuestros hijos, nos acusan de terroristas, por ser de provincias”, observó para este medio Salvador Sotelo, padre de Inti.

Los herederos del dictador Alberto Fujimori y otros sectores de derechas, en alianza con la oligarquía económica y las fuerzas armadas, continúan desde diciembre de 2022 el modelo de terrorismo de Estado racializado. El 9 de enero de 2023, en la masacre de Juliaca (región Puno), 18 personas fueron victimadas, 15 con balas de armas de fuego de policías y militares.

A pesar de las evidencias sobre decenas de mandos y efectivos responsables de ejecuciones extrajudiciales y la represión extremada, las investigaciones del Ministerio Público se encuentran paralizadas. Por su parte, el Parlamento plantea una ley para eximir de responsabilidad penal a policías y militares que ocasionen muertes o lesiones “en cumplimiento de su deber”.

“Es una ofensa a la memoria de nuestros hijos, hijas, madres, padres y hermanos asesinados por las balas del Estado. Es un intento descarado de legalizar la impunidad y borrar los crímenes de lesa humanidad cometidos contra el pueblo peruano entre diciembre de 2022 y febrero de 2023”, manifestó la Organización Nacional de Familiares de los Asesinados y Víctimas de las Masacres 2022-2023.

Tras la destitución de Boluarte, el Congreso prolonga la captura de los poderes del Estado. En octubre, las protestas masivas en Lima contra el nuevo gobierno ilegítimo, presidido por José Jerí, fueron disuadidas con el asesinato del músico Mauricio Ruiz Sáenz, decenas de heridos y la declaración de estado de emergencia. La población se movilizó contra la continuidad del pacto dictatorial y las leyes en favor del crimen organizado, que alcanza niveles inéditos en la capital, demás áreas urbanas del Perú y entornos de economías ilegales.

Las políticas de matar, criminalizar, revictimizar, de impunidad para el terrorismo de Estado, se repiten luego de la guerra interna, en gobiernos elegidos por votación -entre 2001 y 2016- y la actual dictadura parlamentaria. “Si no nos mata un sicario, nos mata el Estado”, es una consigna que sintetiza los años recientes en el Perú.

Patrulla Fronteriza irrumpe sin orden judicial en refugio humanitario de Arizona, EEUU

En portada: La reciente redada no es la primera vez en que elementos de la Patrulla Fronteriza detienen a migrantes en el Campamento Bird ubicado en Arizona. Foto de No Más Muertes.

El pasado domingo 23 de noviembre, elementos de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos (EEUU) realizaron una redada, sin orden judicial, y detuvieron a tres personas dentro del puesto de ayuda humanitaria para inmigrantes indocumentados, gestionado por el colectivo No Más Muertes, localizado en la región desértica de Arivaca, Arizona.

La tarde de aquel día, voluntarios del colectivo encontraron a varios agentes de la Patrulla Fronteriza en la entrada del campamento Byrd, un lugar que proporciona asistencia médica, comida y refugio a personas que cruzan la frontera entre EEUU y México. Testimonios refieren que, a través de los altavoces incorporados en sus vehículos, los agentes federales emitieron indicaciones a los refugiados para que salieran del lugar.

Pese a que los agentes solicitaron ingresar al puesto humanitario, los integrantes de No Más Muertes rechazaron su petición debido a que los elementos no contaban con orden judicial, por lo que permanecieron a la espera en la entrada del lugar. Una hora después, regresaron alegando una condición excepcional.

A través de imágenes, compartidas por el colectivo a medios locales, se observa a tres agentes de la Patrulla Fronteriza irrumpiendo en las casas rodantes ubicadas en el lugar, rompiendo puertas y ventanas para ingresar violentamente y detener al menos a dos personas.

Imágenes de la redada ilegal en el Campemento Bird.

Los trabajadores humanitarios refieren que, al exigirles una explicación por su conducta, los miembros de la Patrulla Fronteriza argumentaron que se encontraban en “persecución inmediata”, una situación que, de acuerdo a ellos, les permitía ingresar al puesto humanitario sin necesidad de orden judicial.

En comunicado emitido por No Más Muertes, los gestores del puesto de ayuda humanitaria alegan que la afirmación de las fuerzas de seguridad con cumplían con el criterio de persecución ya que su espera a las afueras del refugio contradice su argumento. En su posicionamiento, el colectivo refiere que existen precedentes con la misma conducta por parte de la Patrulla Fronteriza, cuyos elementos han “entrado anteriormente en el Campamento Bird sin orden judicial, pero nunca a las estructuras, que gozan de protecciones adicionales en virtud de la Cuarta Enmienda”, detallan en relación a la protección con la que cuentan los ciudadanos estadounidenses contra registros e incautaciones ilegales.

No Más Muertes especifica que han ocurrido dos redadas previas, una en 2017 y otra durante 2020, sin embargo, ambas contaron con orden de registro federal y la participación de un equipo BORTAC -unidad táctica de emergencia, perteneciente a la Patrulla Fronteriza, cuya labor es responder a amenazas terroristas.

Miembros del equipo táctico BORTAC.

“Esta es la primera vez que los agentes entran en edificios sin orden judicial, lo que supone una nueva escalada por parte de la agencia”, sostiene el colectivo, para quien esta agresión no es un incidente aislado, pues señalan que, en todo EEUU, agentes federales de inmigración han adoptado tácticas “cada vez más ilegales y agresivas”.

No Más Muertes ejemplifica su denuncia con lo que ocurre en ciudades como Los Ángeles, Chicago y Charlottesville, donde se han producido cientos de detenciones ilegales, “lo que viola un decreto de consentimiento, y un uso excesivo de la fuerza que desafía una orden judicial”. El colectivo también refiere lo que sucedió en Charlotte, Carolina del Norte, donde agentes de la Patrulla Fronteriza llegaron al extremo de romper la ventanilla de un coche para detener a un ciudadano estadounidense.

Elementos de la Patrulla Fronteriza durante detención violenta e ilegal en Charlotte, Carolina del Norte.

“No More Deaths denuncia firmemente este patrón continuado de impunidad y ataques a inmigrantes en todo el país. Afirmamos el derecho de todas las personas, independientemente de su estatus migratorio, a recibir ayuda humanitaria. De acuerdo con esta visión, el Campamento Byrd siempre ha funcionado de acuerdo con los protocolos establecidos por el derecho internacional humanitario”, sostiene el colectivo.

El Campamento Bird, ubicado en Arizona, opera desde el año 2004 con el objetivo de poner fin a la serie de muertes de inmigrantes indocumentados que cruzan por esta región. Durante más de una década, refiere el colectivo No Más Muertes, los trabajos del refugio se realizaron en el contexto de una “tensa tregua” entre los voluntarios y los líderes del sector de Tucson de la Patrulla Fronteriza.

Pero, en 2017, durante el primer gobierno de Donald Trump, el acuerdo se rompió cuando elementos de la Patrulla Fronteriza realizaron una redada en el campamento y arrestaron a cuatro hombres mexicanos. Para el año 2020, la agencia federal efectuó otra redada en el campamento y esta vez consiguió detener a 30 personas, en lo que el colectivo de ayuda humanitaria calificó como una “redada estilo militar” debido a que se emplearon docenas de vehículos de los agentes de inmigración, un vehículo blindado, automóviles todoterreno e, incluso, un helicóptero Blackhawk.

En aquel momento, No Más Muertes denunció la redada al argumentar que constituía un “claro ejemplo del patrón mortal de la Patrulla Fronteriza de interferir en la ayuda humanitaria”.

Sumado al aumento en la violencia de las operaciones de los agentes migratorios, fiscales federales han presentado cargos contra nueve voluntarios de No Más Muertes. Entre los indiciados se encuentra Scott Warren, quien es acusado de dos delitos por dar refugio a inmigrantes y un cargo por conspiración para transportar y dar refugio a las personas en movilidad que buscan ingresar a EEUU sin documentación.

Miembros de No Más Muertes durante entrenamientos para brindar ayuda humanitaria en el desierto de Arizona. Foto: No Más Muertes

Pese a las denuncias penales, en noviembre del 2019 un jurado se negó a condenar a Warren por dichas acusaciones. Posteriormente, en enero del 2020, un juez federal desestimó las condenas que habían sido impuestas a cuatro voluntarios de No Más Muertes y, un mes después, los fiscales retiraron los cargos contra Warren.

La redada ilegal de los últimos días de noviembre ocurre en un momento de ligero descenso en las detenciones en la frontera entre EEUU y México. Acorde a medios locales, el aumento en los operativos y capturas de personas indocumentadas comenzó en junio de 2024 y ha continuado durante la segunda administración de Trump, que arrancó en enero de este 2025.

Según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos, durante el pasado octubre, los agentes de inmigración detuvieron a 30,573 personas, lo que supone un ligero aumento con respecto a los tres meses anteriores, pero aproximadamente una cuarta parte de las detenciones de diciembre de 2024, el último mes del gobierno de Joe Biden.

“No Más Muertes denuncia enérgicamente esta continua impunidad y los ataques contra los inmigrantes en todo el país”, denunció el colectivo. “Afirmamos el derecho de todas las personas, independientemente de su situación migratoria, a recibir ayuda humanitaria. De acuerdo con esta visión, el Campamento Byrd siempre ha funcionado de conformidad con los protocolos establecidos por el derecho internacional humanitario”, finaliza en su posicionamiento público.

Criminalización en la Amazonía: Estado peruano amenaza con cadena perpetua a líder asháninka

Foto de portada por Central Asháninka de Río Tambo

El líder indígena Fabián Antúnez Camacho es criminalizado por protestar contra la violencia que golpea a los defensores de la Amazonía. El Ministerio Público del Perú amenaza al defensor con una pena de cadena perpetua.

Al ex presidente de la Central Asháninka de Río Tambo (CART) lo acusan arbitrariamente de la desaparición de cuatro personas, en la región Junín, durante un paro convocado en abril de 2023 por la organización, como respuesta al asesinato de un histórico dirigente de su etnia a manos del narcotráfico. 

Actualmente, Fabián Antúnez se encuentra en la clandestinidad, debido a la falta de garantías para un proceso justo.

Inicialmente el montaje de investigación se basó en declaraciones de testigos protegidos que señalaron que vieron a Antúnez con las cuatro víctimas y que este ordenó las desapariciones, pero en las diligencias no lo identificaron, por lo que se desestimaron los testimonios. 

Entonces, el Ministerio Público cambió la imputación, responsabilizando al dirigente de todo lo sucedido en aquella movilización de su pueblo. Las cuatro personas reportadas como desaparecidas se dirigían a la localidad de Puerto Ocopa (región Junín), ubicada en la selva central peruana, a través de una carretera bloqueada por la población asháninka.

“Las pruebas de cargo perdieron credibilidad. Además de criminalizar por acciones de terceras personas que no pertenecen a su organización, se da un mensaje de escarmiento para líderes y defensores. El mensaje que se da es que, si se movilizan, la pena es altísima”, declaró para Avispa Mídia Mar Pérez, defensora de Antúnez y abogada de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos. 

Este jueves (27), el Juzgado de Investigación Preparatoria de Satipo, a cargo del juez Cristian Periche, aprobó la solicitud de 18 meses de prisión preventiva contra el defensor.

La defensa de Antúnez apelará la resolución. Tras evidenciar que no hay medio probatorio que sustente el mandato, pide que afronte el proceso en libertad.

“No hay garantías con el Estado, la policía, son acusaciones falsas, mi hermano no puede declarar porque hay abusos, es una persecución. Mi hermano ha participado, colaborado con las autoridades en la captura de criminales, más de diez años dirigiendo al pueblo asháninka”, manifestó a este medio Gabriel Antúnez, hermano del líder.

En Río Tambo la producción y comercio de cocaína viene creciendo en los últimos años. El distrito es parte del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), zona declarada en emergencia desde el año 2006 por la violencia del narcotráfico. En junio de este año, el Estado ordenó que policías y militares asuman el control del orden interno de Río Tambo durante dos meses. 

“Al parecer es por ser defensor de la Amazonía (que lo acusan), hay amenazas de invasiones, tráfico de terrenos, hay una persecución política”, añade Gabriel Antúnez, quien indica que su hermano ha impulsado la titulación de tierras de las comunidades nativas. 

A la par del proceso contra el líder indígena, la policía y la fiscalía no realizan investigaciones sobre las desapariciones. La defensa de Antúnez advierte la presión social en torno al caso y amenazas de agresiones contra líderes indígenas.

“Nos preocupa que hay un discurso de odio, expresiones de violencia, racismo, llamado de violentar a los líderes indígenas, alimentado por medios de comunicación. Este clima tiene entre la espada y la pared al juez, que ha pedido prórroga, pero no tiene elementos suficientes. Nos preocupa que pueda haber agresiones”. 

25N en Oaxaca: protestas denuncian “tres años de terror” en el gobierno de Salomón Jara

Screenshot

Fotos por Rocío Heredia

En conmemoración por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, defensoras, periodistas, profesoras, estudiantes, activistas y mujeres diversas se dieron cita la tarde del miércoles (25) en la Antimonumenta -ubicada a un costado de la Fuente de las 8 Regiones- para exigir justicia frente a la violencia de género en Oaxaca.

Minutos antes de las 5pm, un contingente integrado por mujeres de todas las edades avanzó sobre la Calzada Porfirio Díaz con dirección al parque El Llano. Con megáfonos, bocinas, micrófonos y sobre todo sus potentes voces coreando consignas y cantos anti-patriarcales, explayaron una particular algarabía que al unísono exigía una cosa: alto a la violencia contra las mujeres en Oaxaca.

En el mítin, protagonizado por diversas voces a lo largo de la manifestación, prevaleció un señalamiento: “van tres años de terror y violencia del gobierno jarista”, haciendo referencia a la gestión del gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz.

Algunas organizaciones feministas en Oaxaca se han dado a la tarea de llevar un conteo de feminicidios en el estado. En el sexenio de Alejandro Murat contabilizaron 715 feminicidios, mientras que del 1 de diciembre del 2022 a la fecha, periodo correspondiente a lo que va de la gestión de Salomón Jara, se han registrado 285 muertes violentas de mujeres: 81 oaxaqueñas asesinadas en lo que va de este año 2025.

De los recientes crímenes, 22% de los asesinatos corresponden a mujeres de entre 19 y 29 años, el 60% -o 49-, fueron asesinadas por impacto de bala y el 33% de estos feminicidios fueron cometidos en el hogar de las víctimas, lo que -de acuerdo con las organizaciones- demuestra que en Oaxaca las mujeres no tienen garantía alguna de seguridad, ni siquiera en aquellos lugares donde deberían estar y sentirse protegidas.

Al 20 de noviembre de este año, en la región del Istmo se registra el 30% de feminicidios ocurridos en el estado con 24 de estos, siendo la región que ocupa el primer lugar por arriba de la Costa con 15 feminicidios al igual queValles Centrales.

Las cifras ya mencionadas, a modo de performance, fueron concretamente expresadas en una enorme manta que dejaba leer la afirmación: “Oaxaca feminicida”, letrero que durante todo el recorrido estuvo extendido por el suelo, arrastrado por la camioneta que encabezó la marcha transportando las bocinas del mítin, y que fue arrastrado en señal de protesta y descontento ante el nivel de violencia.

Sin más estragos que un hombre en estado de ebriedad insultando a las manifestantes y hombres periodistas que se resistieron a alejarse de la marcha, el tumulto avanzó con normalidad hasta llegar al Zócalo de Oaxaca, el final de su ruta.

Una vez ahí, una imagen impactó a las manifestantes: la cantidad de vallas metálicas que el Gobierno de Oaxaca contrató para “proteger” la fachada del Palacio de Gobierno, muy distintas a las utilizadas en años anteriores: rejas blancas de una altura menor fácilmente movibles. Estos nuevos cuadros de metal recordaron al blindaje usado en Palacio Nacional en la Ciudad de México ante cualquier manifestación que amenaza la “integridad” de sus muros.

Una mujer que tenía el micrófono a la llegada de la manifestación frente al Palacio de Gobierno, expresó valientemente: “Hoy vemos con tristeza cómo el Estado se blinda y no responde a política pública que resuelva, que prevenga los feminicidios y las violencias que a diario sufrimos las mujeres de este estado”.

Con la misma osadía de quien tomó el micrófono para expresarse contra el escudo de las paredes, una de las varias niñas que integró la marcha se dispuso a pintar -con brocha y pintura morada- sobre una de los paneles de metal: “Ni una más” podía leerse en letras pequeñas escritas a una altura no mayor a 50 centímetros del suelo.

Al tiempo que la pequeña se disponía a pintar, varias mujeres se organizaron de manera improvisada para pegar sus pancartas y colgar sobre el largo de las vayas lamanta que arrastraron durante el trayecto, esta vez, el “Oaxaca feminicida” visible para todos los transeúntes que en ese momento se disponían a cruzar el Zócalo.

En una sintonía contrastante con el calor que tendría la marcha feminista horas más tarde, la mañana de ayer (25), Jara encabezó dos eventos sobre el tema de la violencia contra las mujeres en Oaxaca. Eventos en los que el mandatario no reconoció ninguna de las cifras expuestas por las organizaciones, ni mencionó ninguna de las exigencias. pero sí enalteció las supuestas acciones de su gobierno en materia de género.

En el marco del 25 de noviembre, el Gobierno de México y los gobernadores de los 32 estados del país, firmaron ayer un acuerdo titulado Compromiso Nacional por la vida, la felicidad y el respeto a las mujeres que incluye 10 acciones estratégicas para hacer visible y erradicar las violencias contra mujeres de todo el país.

De forma virtual, el gobernador oaxaqueño junto a la Secretaria de las Mujeres en Oaxaca, Anahí Sarmiento, hicieron presencia en la firma del acuerdo, donde el mandatario reafirmó su unión al compromiso nacional y declaró que desde su gobierno sumarán “dos refugios más para brindar protección a mujeres en situación de violencia extrema, así como a sus hijas e hijos”. Además, explicó que Oaxaca cuenta con una Cartilla de Derechos para Mujeres en mixteco y zapoteco que ha sido entregada en todas las regiones del estado.

“Con las mujeres todo, sin las mujeres nada” fueron las palabras con las que Jara celebró el Encuentro Estatal de Tejedoras de la Patria por una Vida Libre de Violencia, evento posterior a la firma del Compromiso nacional, en donde declaró que Oaxaca ocupa el cuarto lugar en nivel participativo acompañando, orientando y protegiendo a quienes enfrentan situaciones de violencia y en el que afirmó “ustedes no están solas, en Oaxaca se les respeta, se les acompaña y se trabaja todos los días”.

Como una respuesta a las acciones realizadas por Jara durante la mañana, las organizaciones convocantes a la manifestación, resaltaron en un comunicado conjunto, la simulación aunada a la corrupción, nepotismo, falta de capacidad de concertación y diálogo político; la indiferencia e impunidad que ha marcado a la actual administración, reiterando que “en su administración la primavera no ha llegado para las mujeres, las cifras son alarmantes”.

Así mismo comunicaron que, a la fecha, hay 1,139 mujeres desaparecidas en Oaxaca, que más allá de los números, las consecuencias se vuelcan en “familias desgarradas y comunidades fracturadas por la violencia y un alto grado de impunidad que ha generado una permisividad que deja lejos el acceso a la justicia”. Señalaron que las instituciones del Estado no responden, “simulan, archivan, disfrazan, dilatan y callan, condenando a las familias a un largo camino de impunidad y revictimización sin fin”.

Finalmente expresaron sus exigencias, algunas de las cuales son: no más simulaciones ni carpetas archivadas, ni fiscalías que victimizan. Atención integral con enfoque de género, interseccionalidad en todos los niveles de gobierno. Protección efectiva para defensoras de derechos humanos, periodistas y lideresas comunitarias ante el incremento de amenazas y ataques, así como el respeto y reconocimiento pleno de los derechos de las mujeres trans, personas no binarias y disidencias sexuales.

12 años de resistencia en Chiapas: pueblos del Modevite celebran la defensa de sus territorios

En portada: Pobladores de San Juan Cancuc participan en las celebraciones por el 12 aniversario del Modevite. Foto: Cdh Frayba.

Desde las tierras del municipio de San Juan Cancuc, en los Altos de Chiapas, pueblos tseltales, tsotsiles y mestizos, integrantes del Movimiento en Defensa de la Vida y del Territorio (Modevite), realizan, desde este lunes, jornadas de celebración por el cumplimiento de 12 años de lucha, organización y resistencia frente a proyectos de despojo.

Mediante comunicado, el Modevite destaca su lucha contra la previamente denominada “Carretera de las Culturas”, ahora renombrada “Ruta de las Culturas Mayas”, un megaproyecto que ha sido rechazado por decenas de comunidades originarias desde el año 2009 y que, actualmente, avanza pese a la oposición de decenas de poblaciones indígenas que serán afectadas por su construcción.

Las comunidades del Movite acusan que dicho proyecto no respeta sus territorios, además de afectar su espiritualidad y sus formas de vida. “Esta autopista, anunciada por los gobiernos como progreso, se inscribe en la misma lógica del Plan Puebla Panamá, después llamado Plan Mesoamerica, cuyo verdadero objetivo ha sido abrir paso a la acumulación económica del gran capital en detrimento del lekil kuxlejal —el buen vivir— de nuestros pueblos”, sostienen en su posicionamiento público.

Ante esta situación, el Modevite reafirma su rechazo total al megaproyecto, el cual acusa que pretende dividir las comunidades indígenas, destruir montañas, ríos y manantiales; además, afirman que su imposición facilitará el avance del crimen organizado, la profundización de la venta de las tierras, el alcoholismo, la drogadicción y la migración forzada de las juventudes de los pueblos afectados a lo largo de su trayecto.

En esta ocasión, las y los integrantes del Modevite efectúan los festejos de su aniversario rememorando la Rebelión de Cancuc, una sublevación de pueblos indígenas contra los colonizadores españoles ocurrida en el año de 1712 y que, a través de los siglos, permance en la memoria colectiva de los habitantes de la región.

“Este aniversario lo celebramos con el corazón puesto en nuestra historia larga: somos herederos de la rebeldía de Juan López, quien hace más de tres siglos se levantó contra la colonización. Al orar en la cueva de este defensor tseltal, afirmamos que su lucha sigue viva”, afirman los integrantes del movimiento.

Para el Modevite, el motivo de traer a la memoria la rebelión ancestral se debe a que, pese al transcurso del tiempo, la invasión a sus territorios no ha terminado, pues afirman que continúa bajo nuevas formas de colonialismo extractivista, militarización y megaproyectos “que buscan arrebatarnos el territorio, romper el tejido comunitario e imponer un modelo de ‘desarrollo’ que destruye la vida”.

Tras la realización de ceremonias religiosas y peregrinaciones, la mañana de este martes (25), el Modevite denuncia que existen amenazas, hostigamientos y divisiones promovidas por autoridades de los tres niveles para debilitar su organización comunitaria. 

Aunado a lo anterior, acusan que se utilizan los programas oficiales y consultas, a las que califican de “manipuladas” para legitimar el despojo con la imposición del megaproyecto carretero. Al mismo tiempo, enfatizan que continúa la criminalización y violencia contra defensoras y defensores de derechos humanos y del territorio, en un contexto en el que el avance del “narcopoder” y los grupos armados generan miedo, desplazamiento y control territorial en Chiapas.

También destacan el peligro que representan las concesiones de pozos petroleros en el municipio de Benemérito de las Américas, región fronteriza con el Petén, Guatemala, donde se realizan actividades extractivas por la industria de hidrocarburos. Ante esta situación, sostienen que el extractivismo destruye ecosistemas y pone en riesgo la salud y la vida de las comunidades ribereñas que se encuentran cercanas al río más caudaloso del país, el Usumacinta.

Al realizar sus actividades este martes (25), coincidiendo con el Día internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres, el Modevite también levantó la voz para exigir el cese a las desigualdades y violencias que viven las mujeres indígenas.

Además de celebrar su 12 aniversario, el Modevite difundió una serie de exigencias al Estado mexicano, entre las que destacan su demanda para que respete su derecho a la libre autodeterminación, la autonomía y los sistemas normativos propios de los pueblos originarios. 

A ello, se suma la exigencia para cancelar definitivamente el proyecto de la autopista San Cristóbal-Palenque, además de detener los megaproyectos extractivistas que se despliegan en todos los territorios mayas, zoques y choles.

Mediante su comunicado, los pueblos que integran el Modevite celebraron la reciente liberación de los cinco presos políticos de San Juan Cancuc, efectuada el pasado viernes (21) tras la resolución a su favor de una demanda de amparo. No obstante, hicieron un llamdo para que el Estado implemente medidas de reparación, garantías y el fin de la criminalización de los pueblos originarios. En este punto, detacaron también el caso de Pedro Cortez López y Diego Mendoza Cruz, tseltales sentenciados “injustamente” a 110 años de prisión por la desaparición de 18 personas en el municipio vencino de Pantelhó, ocurrida en el año 2021.

“En estos doce años hemos aprendido que la fuerza de los pueblos está en el arraigo a la tierra, en la memoria, en la espiritualidad y en la organización comunitaria. Somos pueblos que caminan con un solo corazón, que cuidan el agua, el maíz, las montañas y la vida que sostiene a todas y todos”, afirma el Modevite en su comunicado.

Por último, los pueblos aglutinados en el Modevite honraron la memoria del padre Marcelo Pérez, asesiando en octubre del 2024, quien fuera un acompañante de la lucha de estas comunidades. “Él nos enseñó que no hay que tener miedo cuando se camina con dignidad, con la palabra verdadera y con el compromiso por la paz y la justicia”, sostienen.

“Llamamos a los pueblos de Chiapas, de México y del mundo a seguir tejiendo resistencias, a caminar juntos por la vida y a defender la casa común frente al modelo que descarta la vida de los pueblos por los intereses de los poderosos”, finaliza su posicionamiento.

Colectividades denuncian impulso gubernamental para expansión minera en México

En portada: El secretario de Economía, Marcelo Ebrard y el presidente nacional de la Asociación de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México (AIMMGM), Rubén Del Pozo Mendoza, inauguraron oficialmente la XXXVI Convención Internacional de Minería “La Minería Unida por México”, Acapulco 2025.

Organizaciones sociales, comunidades y académicos integrantes del colectivo ¡Cambiémosla Ya!, quienes se articulan para exigir reformas profundas a la Ley Minera en México, acusan que funcionarios de la Secretaría de Economía, además de incumplir por más de dos años en su obligación legal para expedir un nuevo reglamento, derivado de las modificaciones efectuadas en mayo del 2023, actualmente están contemplando “reanudar la exploración a mayor escala” de la actividad extractiva.

Mediante comunicado, la colectiva denunció que, durante la inauguración de la XXXVI Convención Internacional de Minería, efectuada el pasado 20 de noviembre, el titular de la Secretaría de Economía, Marcelo Ebrard, prometió que, para el año 2026 se reanudará la exploración minera a mayor escala. En el mismo evento, el secretario prometió agilizar permisos para la industria con el objetivo de reducir tiempos administrativos y facilitar la inversión en nuevos proyectos mineros en el país.

En su discurso, Ebrard enunció que dichas decisiones derivan de las actuales tensiones geopolíticas entre las cuales se encuentran el difícil acceso a minerales y su procesamiento, situación que “evidentemente es una prioridad del más alto rango”. Aunado a ello, el titular de Economía destacó que el impulso al que se compromete el gobierno de la autodenominada “Cuarta Transformación” responde a la necesidad de “garantizar los minerales que México necesita para ser competitivo y que necesita el Plan México”, en referencia al portafolio de inversiones, nacionales e internacionales, por 277 mil millones de dólares anunciado por la presidenta Claudia Sheinbaum en enero del 2025.

El secretario Ebrard señaló que, dentro de la inversión extranjera directa contemplada en México ya se cuenta con proyectos que alcanzan un monto de casi 41 mil millones de dólares. Incluso, para subrayar el compromiso del gobierno federal con la industria, refirió que el jefe de Coordinación de Actividades Extractivas de la secretaría de Economía, Fernando Aboitis, actúa como si fuese miembro de la Cámara Minera de México (Camimex).

El titular de Economía, Marcelo Ebrard durante su participación en la Convención minera.

Ante ello, el colectivo ¡Cambiémosla Ya! denunció lo que califica como “gran irresponsabilidad” en el actuar de los funcionarios de Economía, ya que acusan que la dependencia cedió a los chantajes de la industria minera y omiten “su responsabilidad en la tarea de fortalecer la regulación de este sector, caracterizado por vulnerar derechos, dañar el medio ambiente, evadir el pago de impuestos, propiciar la violencia y la corrupción”.

Ya en junio de este año, en el contexto de la puesta en marcha del Comité Educativo de Minería México 2025 -una iniciativa entre la industria minera, la Secretaría de Economía e instituciones de educación superior-, la colectiva calificó como ofensiva “la actitud tan servil de la Secretaría de Economía hacia la industria minera, que en palabras de la ex secretaria de Economía, Raquel Buenrostro: ‘el sector de la minería no paga impuestos y es de los más corruptos’”. 

Además, la colectiva ¡Cambiémosla Ya! También rememora que incluso la propia presidenta Sheinbaum se comprometió durante su campaña presidencial a impulsar la prohibición de la minería a cielo abierto, pero que,“inexplicablemente, retiró este compromiso de su agenda prioritaria y se impulsa con gran fuerza a la industria minera”.

Aunado a lo anterior, las organizaciones sociales aseveran que la industria minera está desplegando una fuerte campaña mediática y de cabildeo para impulsar un apartado sobre minería en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) debido a que, argumentan, en México no existen condiciones claras para invertir en el sector, “por una excesiva regulación y altos costos en el pago de impuestos”.

La colectiva destaca que, entre los años de 1992 y 2018, el gobierno federal otorgó más de 60 mil concesiones mineras, “ninguna de ellas consultada, ni siquiera notificada a los legítimos dueños de la tierra”, reclaman. 

Ante ese escenario, sostienen que, a la fecha, miles de familias han sido desplazadas de manera forzada de sus hogares por la imposición de proyectos mineros de exploración y explotación, “quienes además de perder sus medios de vida, han visto afectada su salud y afecta el acceso al agua”.

Sumado a lo anterior, la colectiva señala que, durante más de 30 años, las empresas mineras se dedicaron a especular en mercados financieros y comerciar con los títulos de concesión, “sin ganancias para el Estado ni para las comunidades”. Resaltan que aún hay vigentes más de 22 mil concesiones mineras, equivalentes a una superficie de 24 millones de hectáreas, susceptibles a la realización de labores de exploración y explotación minera.

“Con el mito de fortalecer la economía nacional, la industria minera pretende presionar a las autoridades para que se le regresen los privilegios y pueda seguir evitando pagar impuestos, devastando el ambiente, desplazando a las comunidades, acaparando y contaminando impunemente el agua”, sostienen quienes integran la colectiva ¡Cambiémosla Ya!.

Frente a las declaraciones del titular de Economía, la colectiva exige que se requiere una mejor regulación y vigilancia de las operaciones de la industria minera, por lo que la dependencia “debe fungir como un ente regulador, que vigile el cumplimiento de la ley, velar por el fortalecimiento de la economía del país, no ser un representante de intereses privados, nacionales y extranjeros, que han saqueado los recursos minerales del país a costa del desplazamiento y la salud de las comunidades y la devastación del medio ambiente”.