Inicio / Home Blog Página 179

Horror y fuego en Chinebal, el desalojo que favoreció a los palmeros en El Estor

Por Juan Calles y Paolina Albani. Editado por Héctor Silva / Prensa Comunitaria

En portada: Hombres vestidos de civil utilizaron maquinaria pesada para destruir viviendas de la comunidad Chinebal. Imagen por Prensa Comunitaria.

Más de 90 familias de “Palestina”, una comunidad Q’eqchi’ ubicada dentro de la finca Chabiland, en Chinebal, al sur de El Estor, Izabal, se quedaron a la intemperie  y perdieron todas sus pertenencias en cuestión de horas. El 16 de noviembre, pasado al mediodía, un grupo de hombres vestidos de civiles prendió fuego a las casas de la aldea. A pocos metros de distancia, los policías observaron impasibles el bailoteo de las llamas y el humo, mientras otros desalojaron a las pocas personas que no se habían refugiado en las montañas. El Gobierno aprovechó el estado de sitio impuesto en el municipio a finales de octubre y utilizó toda la fuerza de la policía en contra de una comunidad indefensa para “liberar” el terreno y entregarlo a la empresa de palma africana NaturAceites.

Todo empieza a las 8:00 de la mañana del mismo día. Los pobladores de Palestina, que forman parte de la comunidad San Pablo I, fueron alertados por la vecina Chinebal de la presencia de la policía. La gente sabía muy bien que la llegada de las fuerzas de seguridad solo podía significar un intento de desalojo. No era el primero, sino el onceavo en los últimos dos años. Apenas un mes antes había habido otro intento.

La policía no entró de inmediato a Palestina, sino que permaneció varias horas en Chinebal para organizarse. Eran las 12:10 horas cuando ingresaron a la finca Chabiland, donde está la comunidad, más de cien patrullas, 12 camionetas y 931 policías, de acuerdo al testimonio de los comunitarios y de Astrid Franco, de la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH) de Izabal, en declaraciones a ConCriterio. El vocero de la Policía Nacional Civil, Jorge Aguilar, dijo que fueron 500 agentes.

La presencia policial fue exagerada y únicamente fue posible por el estado de sitio que el Ejecutivo decretó en octubre pasado. Esto ha provocado que las calles estén inundadas de personas uniformadas y armadas. El 6 de octubre había sido el último intento de desalojo, esa vez también llegaron cientos de policías.

Te puede interesar → Estado de Guatemala toma por fuerza El Estor para mantener funcionando minera rusa

La orden de desalojo fue firmada por el juez Aníbal Arteaga del juzgado de Primera Instancia Penal de Izabal, la cual indicaba que la diligencia se realizaría de 10:00 a 11:30 de la mañana.

Foto de archivo, intento de desalojo de la comunidad Chineval en el 2021. Aj Ral Choch.

Los habitantes de Palestina, unas 500 personas, se negaron a dejar su hogar; alegaron que las autoridades estaban incumpliendo los protocolos legales. Además, aseguraron a la policía, al Ministerio Público (MP) y al juez de ejecución que el terreno les pertenecía y que esperaron durante varios años la visita de la ahora clausurada Secretaría de Asuntos Agrarios de la Presidencia para aclarar de quién es la propiedad. Pero esos funcionarios nunca llegaron.

Las autoridades no los escucharon; les advirtieron que tenían una hora para desalojar voluntariamente, de lo contrario, dijeron, utilizarían la fuerza. Los comunitarios se negaron una vez más. La policía procedió a empujar a la gente, sobre todo a  las mujeres y a los niños. Luego les lanzó bombas lacrimógenas. Mientras esto ocurría, varios trabajadores de NaturAceites observaban todo de cerca. NaturAceites es la compañía propietaria de los cultivos de palma aceitera que rodean a la comunidad Palestina y ocupan grandes porciones de tierra al sur y oeste del Lago de Izabal y El Estor.

Las bombas lograron su cometido: dispersar a la gente. Empleados de la compañía aceitera aprovecharon el momento para tomar posesión de las tierras.

Minutos más tarde, las casas empezaron a arder y en varios rincones de la comunidad hombres vestidos de civiles con camisas azules, usaron maquinaría pesada para destruir las viviendas. Las casas que fueron destruidas por las máquinas luego fueron pasadas por el fuego. Donde había casas, ahora únicamente quedan cenizas.

Fotograma: video Prensa Comunitaria

La policía observó los hechos sin hacer nada para evitarlos. Mediante un comunicado oficial, dado en la Ciudad de Guatemala, afirman que el desalojo fue pacífico y que se privilegió el diálogo. Enfatizan en que ha habido manipulación mediática sobre el mismo, además de negar su participación en el incendio de las casas. En los videos solamente se les ve cerca de las casas que arden.

Pobladores de Chinebal informaron que, días antes, soldados del Ejército patrullaban y controlaban a la comunidad; después del desalojo, un grupo de policías continúa en lugar, interrogando e identificando a personas que se acercan a observar los escombros que quedaron luego del desalojo.

De esta trágica escena de violencia solo se salvaron dos terceras partes de la comunidad de San Pablo I. Sus casas quedaron intactas y los pobladores lograron evitar el desalojo al mostrar documentos firmados por el Instituto Nacional de Transformación Agraria (INTA) que los respaldan. Ellos podrán permanecer en sus hogares, pero deberán de integrar una mesa de diálogo que coordinará la Gobernación Departamental, liderada por Héctor Alarcón, para llegar a acuerdos con NaturAceites, que sigue insistiendo en recuperar las tierras.

Detenciones y criminalización, el preludio al operativo del desalojo

Elementos del Ejército patrullaban la zona sur de El Estor antes del desalojo, lo que provocó temor en los comunitarios. Las familias que residen en Chinebal son hijos y nietos de personas víctimas de la represión gubernamental durante el conflicto armado interno, por lo que la presencia militar ha sido motivo de preocupación.

El 10 de noviembre, elementos de la fuerza naval y fuerzas especiales kaibiles capturaron a Oswaldo Rey Chub Caal cuando trabajaba  en su criadero de peces.

La orden en contra de Chub fue firmada por el juez Edgar Aníbal Arteaga López, del Juzgado Pluripersonal de Primera Instancia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente de Izabal, sindicado por los delitos de usurpación agravada y resistencia.

Según el relato de testigos que observaron la forma en que fue detenido Chub Caal, los militares actuaron de manera violenta e intimidatoria. Además, llegaron acompañados por tres personas civiles con la policía.

“Llegaron al lugar dos camiones del Ejército llenos de soldados. Cuatro carros pick-ups del Ejército, uno particular que era de la empresa NaturAceites”, expresó una de las personas que se encontraba trabajando en el terreno. El testigo no quiso decir su nombre por temor a represalias.

El Bufete para los Pueblos Indígenas, que acompaña legalmente a Chub Caal, informó a través de la abogada Wendy López que luego de su primera declaración fue ligado a proceso y se le dictó prisión preventiva.

El bufete asegura que el comunitario está siendo criminalizado por la empresa de monocultivo NaturAceites, representada por el abogado Cristian Henry Ayau, que se constituyó como querellante adhesivo en la causa en contra de Oswaldo Rey Chub Caal.

Sí hubo delito en el incendio de las casas

En los videos publicados del desalojo se puede observar a personas civiles que llegan al lugar en vehículos particulares, con camisas celestes. Ellos son quienes incendian las casas de los comunitarios, mientras la policía observa la acción. En otras escenas se observa a hombres con el mismo color de camisa, conversando con los policías.

Para la abogada Wendy López, este hecho constituye delito, pues no se observaron estándares internacionales en materia de desalojos, a los que el Estado de Guatemala está suscrito.

“Hay preeminencia de los derechos colectivos. Durante los desalojos se deben garantizar los derechos a la vivienda, a la alimentación, buscar el diálogo y no ejercer violencia, ni destrucción de viviendas; en este desalojo se hizo todo lo contrario”, observó Wendy López.

Astrid Franco, de la PDH de Izabal se limitó a informar que en el lugar había 931 agentes de la policía. Ella no pudo establecer quiénes eran las personas que iniciaron el fuego y dijo que la PDH reiteró a las autoridades que debían de verificar que este tipo de acciones no se realizaran. Lo que dijo la PDH, sin embargo, no detuvo los hechos violentos.

“Se está usando el estado de sitio como una manera de darle una lección a las comunidades que están en contra de la minería, de las hidroeléctricas, y en contra la explotación de la palma africana. Es una ola de terror como mecanismo de presión. Esto violenta el Convenio 169 de OIT y el artículo 63 de la Constitución Política, pues utiliza el Estado toda su fuerza en contra de una población indefensa que lo único que reclama es su derecho a la tierra”, manifestó el diputado Edgar Batres de la bancada Winaq.

Batres, junto a otros diputados de las bancadas Winaq, Semilla y URNG-Maíz, visitó  El Estor hace una semana para revisar las condiciones en que se ejecutaba el estado de sitio impuesto por el Ejecutivo para favorecer a la minera de níquel que opera ilegalmente en el lugar.

Al día siguiente del desalojo en Chinebal, los diputados dieron una conferencia de prensa en la que denunciaron el uso excesivo de la fuerza durante el estado de sitio y que, de la misma forma, pudo haber sido aplicada en contra de los pobladores de Palestina.

“Si bien es cierto el estado de sitio está vigente, la desproporción del uso de la fuerza por la policía no justifica el incendio de comunidades”, agregó Batres.

Los demás diputados que integraron la comisión fueron consultados, pero no respondieron las llamadas de Prensa Comunitaria.

“Se siguieron los protocolos y el debido respeto a los Derechos Humanos de las personas. Hubo un grupo de personas que con machetes y garrotes con clavos amenazó a los participantes. A pesar de la tensión, se mantuvo el orden”, aseguró la policía en el comunicado.

El Ejecutivo instauró el estado de sitio en el municipio para “devolver la calma” a la comunidad, pero desde antes la policía despejó el camino a los camiones de la minera de níquel. Durante el estado de sitio, el Gobierno ha evitado los bloqueos y se ha encargado de perseguir y vigilar a las personas que participaron en la manifestación pacífica que detuvo la operación de la empresa durante 20 días. Todo apunta a que la presencia de la policía y del Ejército podría ser prolongada un mes más, según declaraciones del Gobierno.

Una antigua disputa por el territorio

La gente que hoy vive en San Pablo I, es descendiente de familias que migraron de Alta Verapaz hacia Izabal en la década de los 60 y tuvieron que huir a las montañas después de la masacre de Panzós en 1978. Solo regresaron cuando el Ejército y la Guerrilla comenzaron los acercamientos para la Firma de la Paz.

Durante el tiempo que se ausentaron de las tierras, los finqueros habrían decidido convertir la zona en potreros para el ganado y, posteriormente, empezaron a sembrar palma africana para la producción de aceites vegetales. Es así que Findesa, la finca ganadera, pasa a llamarse NaturAceites.

“La empresa de aceite, en 2005, hizo modificación de todas sus fincas. Tenía propiedad de regadas e hizo unificación, pero dentro de ellas había tierras nacionales que eran ocupadas por las comunidades indígenas. Desde entonces el título -de propiedad de NaturAceites– se utiliza para poder despojarlos de su tierra. Dentro de su propiedad aparece la finca 493, donde están las comunidades. Esas tierras son del Estado”, aseguró Robin Sicajá de la Defensoría Q’eqchi´.

Sicajá conminó al Gobierno para que realice un estudio profundo de las tierras, sobre todo aquellas que fueron despojadas a las comunidades durante el conflicto armado interno.

A su vez, condenó la forma arbitraria en la que se efectuó el desalojo y señaló que no es lo mismo que una mudanza, por lo que las familias que allí vivían lo perdieron todo.

“No son champas con nylon. No es una invasión. Hasta cancha de futbol tienen, es una comunidad bien establecida en su lugar”, refirió Sicajá.

¿Por qué es importante Chinebal para NaturAceites?

La expansión de la industria de la palma aceitera en Guatemala se ha casi duplicado en la última década, provocando conflictos agrarios entre empresas y comunidades. Y Chinebal no es la única afectada.

El mercado global del aceite de palma está dominado por Indonesia y Malasia, que juntas producen más del 80% de la oferta mundial. Sin embargo, Guatemala ocupa el segundo lugar en América Latina tras Colombia y es el sexto exportador mundial.

Te puede interesar → Palma de aceite y la transfiguración del norte de Guatemala

El año pasado, Guatemala produjo unas 880,000 toneladas de aceite de palma crudo. Se exporta más o menos el 80 por ciento, principalmente a México y a otros países centroamericanos y europeos. El aceite de palma y sus ingredientes derivados se encuentran comúnmente en alimentos, cosméticos, y productos de limpieza.

NaturAceites, una de las principales empresas de aceite de palma en Guatemala, reclama la propiedad de la tierra que ocupa parte de la comunidad Chinebal, en ella sembraron palma africana, pero habitantes Q’eqchi’ aseguran que son tierras ancestrales.

Esta situación provocó un conflicto de tierras que ya dura varios años, en los que líderes comunitarios han enfrentado órdenes de captura por usurpación y otros delitos. Además de la muerte de José Chamán, el 31 de octubre de 2021 durante un desalojo.

En ese momento, había 300 policías presentes, quienes lanzaron gases lacrimógenos y dispararon sus armas de fuego en contra de la comunidad.

Además de la impunidad en la que quedó el asesinato de Chamán, existen varias denuncias de comunitarios que aseguran que los trabajadores de NaturAceites los hostigan constantemente y les acusan de usurpar las tierras de Palestina en Chinebal, propiedad de Juan Maegli quien arrienda dicha finca a la empresa palmera.

Maegli, quien fue presidente de Cementos Progreso, participó en el partido Movimiento de Liberación Nacional (MLN) y se le vincula como financista de la campaña contrainsurgente de 1970 y 1980, aseguró que las tierras le pertenecen a la finca Chabiland, quien reclama 11 caballerías y 35 manzanas de territorio.

“A nuestro parecer, este es el retorno a la política de tierra arrasada. Vemos que hay un nivel de saña y desprecio hacia las comunidades indígenas”, dice la diputada Sonia Gutiérrez Raguay. Un sentir que comparten otros diputados y defensores de derechos humanos.

Chiapas: A un año de la devastación por Eta, familias zoques desplazadas continúan en el abandono

En portada: Derrumbe en la Esperanza tramo Rayón-Pantepec sepultó caminos que conectan con comunidades la Soledad, el Cacate y Zacatal. En el lugar fallecieron dos personas. Ante la inacción gubernamental, los habitantes se organizaron para remover los escombros. Foto: Centro de Lengua y Cultura Zoque

Los estragos tras el paso del huracán Eta entre octubre y noviembre del 2020, el cual afectó a millones de personas en el sur de México, Caribe y Centroamérica, aún se perciben en la situación de abandono que viven familias desplazadas de la región zoque, agravados por la indiferencia e inacción gubernamental.

Hace un año, las tormentas provocaron afectaciones en 54 municipios del estado, equivalente a 43% del territorio chiapaneco, así como la muerte de 20 personas. Específicamente, los impactos del huracán en la región zoque, al norte de Chiapas, se registraron en los municipios de Francisco León, Ixtacomitán, Tapilula, Rayón, Ixhuatán, Pantepec, Chapultenango, Tecpatán y Solosuchiapa.

Te puede interesar → En Chiapas, comunidades Zoques emiten alerta por incursión de mineras

De acuerdo a un estudio realizado por Tlalli: Colectivo para la Evaluación y Prevención de Riesgos Geológicos y el Centro de Lengua y Cultura Zoque de Chiapas, el huracán Eta arrojó un saldo de 95 puntos colapsados, lo que impactó en una superficie de 150 hectáreas donde ocurrieron tres deslizamientos masivos, provocando tres muertes, así como la destrucción de viviendas habitadas por 60 familias de tres comunidades zoques.

Devastación

Pese a la gravedad de la situación, en la actualidad las comunidades zoques continúan vulnerables, sobre todo ante el periodo de lluvias, las cuales aumentan el riesgo de las poblaciones.

La humedad del suelo, las pendientes del mismo y la acelerada pérdida de la cubierta vegetal en unas 2 mil hectáreas de 20 municipios, principalmente por la ganadería, aumentan el riesgo. Foto: Protección civil

“Llovió casi 15 días, sin parar noche y día y es lo que nos vino afectar”, refieren testimonios de las y los afectados recopilados en un audio reportaje elaborado por la Red de Comunicadoras y Comunidadores Boca de Polen. Sobre la devastación acontecida un año atrás, enfatizan la indiferencia gubernamental, pues las personas de las comunidades realizaron labores de rescate, mientras las iglesias y organizaciones sociales dirigieron centros de acopio y albergues, así como el mapeo de las poblaciones afectadas.

Las familias zoques afectadas pertenecen a las comunidades de San Vicente y Santa Cruz en Tapilula, San Antonio el Canelar en Rayón, Carmen Tonapac en Chapultenango y Candelaria en Francisco León.

Hasta la actualidad, familias de la comunidad de Canelar se encuentran en el abandono, desatendidas por los tres niveles de gobierno. Tras a las fuertes tormentas de noviembre del año pasado, los terrenos de Canelar comenzaron a agrietarse y ante el riesgo de hundimientos, 22 familias se desplazaron para evitar quedar sepultadas. Después de salir con pocas pertenencias, las familias habitaron durante meses un ex albergue en la cabecera municipal de Rayón, donde denunciaron la precariedad del lugar.

“Nosotros teníamos nuestra escuela, teníamos cancha, teníamos un lugar donde se almacenaba el agua, tanque, teníamos nuestra capilla”, rememora Don Tomás sobre la experiencia en la comunidad que antes habitaban decenas de familias. “Allá estábamos felices, teníamos todo y aquí no estamos en nuestra casa, de mi parte yo estoy triste”, relata el testimonio de un niño zoque desplazado.

En el ejido Nuevo Esquipulas Guayabal, también en el municipio de Rayón, los caminos quedaron destruidos. Múltiples parcelas de cultivo presentaron deslizamientos y en consecuencia se perdieron cosechas de maíz, frijol y calabaza de un total de 232 campesinos.

Por otra pare, 36 familias zoques pertenecientes al poblado de Candelaria continúan refugiadas en el ejido San José Maspac, municipio de Francisco León, luego de la destrucción de sus casas y la pérdida de sus parcelas y ganado.

En el ejido Carmen Tonapac, municipio de Chapultenango, 17 familias construyeron sus casas improvisadas con sus propios recursos. Mientras, en el ejido San Antonio Acambak, seis viviendas presentan afectaciones. En dicho poblado, la escuela secundaria colapsó y la estructura del puente se encuentra con el riesgo de también colapsar.

Afectaciones en el ejido San Antonio Acambak. Foto: Centro de Lengua y Cultura Zoque

Debido a la omisión de los gobiernos local, estatal y federal las comunidades zoques se han organizado para visibilizar y denunciar la situación. Por ejemplo, en el caso de la comunidad de Canelar, las familias han solicitado una dotación de tres hectáreas de tierra para reconstruir su comunidad, pero su demanda no ha sido resuelta y mientras continúan viviendo en un terreno de una hectárea, el cual no cuenta con un plan de reconstrucción de viviendas ni de servicios básicos.

“La inacción de los tres niveles de gobierno evidencia una vez más el desprecio por parte de las autoridades hacia los pueblos indígenas del país”, señalan a través de una nota publicada por Radio Zapatista, mientras continúan denunciando la situación que a un año de la tormenta, aún sigue sin ser atendida.

Con información del Centro de Lengua y Cultura Zoque, Radio Zapatista y Boca de Polen

Gobierno de AMLO adquiere 50 mil millones de dólares en deuda con el FMI

En portada: Christine Lagarde, otrora directora gerente del FMI, en reunión con el presidente mexicano efectuada en mayo del 2019.

Este viernes (19), un día antes del festejo de l11 aniversario de la revolución mexicana, el Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció en un boletín de prensa que México se ha hecho acreedor de 50 mil millones de dólares, en la Línea de Crédito Flexible (LCF), por una duración de dos años.

El instrumento de Crédito Flexible lo ha creado este organismo supranacional para atender y prevenir la crisis económica de al menos cinco países con los que ha arrancado el préstamo de dinero, entre ellos, además de México, están Colombia, Chile, Perú y Polonia, quienes ya han utilizado este tipo de deuda con el FMI.

Según el FMI, este mecanismo financiero fue creado para “reducir el aparente estigma que supone obtener crédito del FMI e incentivar a los países a solicitar asistencia antes de que enfrenten una verdadera crisis”, considerando el escenario de la pandemia de la Covid-19.

Economía expuesta

De acuerdo con el organismo, las autoridades mexicanas manifestaron su intención de asignarle “un carácter precautorio a este nuevo acuerdo” y, también agregó que, “en los últimos años, México ha ido reduciendo gradualmente el acceso en el marco de las LCF y el nuevo acuerdo continúa esta trayectoria”.

Te puede interesar → T-MEC abre puerta a nuevo corredor de despojo entre México y Norteamérica

Acorde al organismo, este es el noveno acuerdo a favor de México en el marco de la LCF. El primer acuerdo dio inicio en el año 2009, cuando se aprobó una deuda de 47 mil millones de dólares. Esta deuda había sido renovada el 25 de marzo de 2010 por el mismo monto. En 2012, el crédito casi se duplicó en un 100%, alcanzando 73 mil millones de dólares. Para los años 2016 y 2017, la deuda había crecido hasta 88 mil millones de dólares.

De acuerdo con el FMI en los últimos años México ha ido reduciendo gradualmente el acceso en los acuerdos en el marco de la LCF y “el acuerdo del 22 de noviembre de 2019 fue aprobado por un monto de acceso equivalente a 61 mil millones”.

En el mismo sentido el FMI asevera que la economía mexicana se está recuperando a costa del crecimiento de la economía estadounidense y que está saliendo “de la recesión más profunda que ha sufrido en décadas, impulsada por el sólido crecimiento en Estados Unidos y el aumento de las tasas de vacunación”.

Sin embargo, sostiene el organismo, “la economía mexicana sigue estando muy expuesta a riesgos externos, incluyendo nuevas olas de la pandemia de COVID-19 y a la volatilidad financiera internacional, generada, por ejemplo, por el aumento de las expectativas de inflación en las economías avanzadas y la correspondiente normalización más rápida de lo previsto de sus políticas monetarias”.

El FMI explicó que la deuda continuará siendo un instrumento de apoyo importante para la estrategia macroeconómica de México, al ofrecer un seguro frente a los riesgos extremos y para apuntalar la confianza del mercado. Lo cual significa que la deuda para los mexicanos seguirá creciendo.

Especialistas alertan sobre los peligros de la agricultura climáticamente inteligente

En portada: Empresas energéticas, responsables de gran parte de la emisión de gases contaminantes, tales como Iberdrola, promueven el uso de drones en la agricultura

En el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, finalizada el 13 de noviembre, Estados Unidos y Emiratos Árabes Unidos anunciaron su nuevo plan para la agricultura y alimentación mundial. Se trata de la Misión de Innovación Agrícola para el Clima (AIM4C, por sus siglas en inglés), cuyo objetivo es la inversión pública y privada masiva “en la agricultura climáticamente inteligente y la innovación del sistema alimentario”, según definió el propio presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, en su discurso de anuncio de la iniciativa, en Glasgow, el 2 de noviembre.

Hasta el momento, la iniciativa cuenta con la adhesión de 49 organizaciones y empresas, entre ellas grandes transnacionales como Bayer, Basf, Syngenta, PepsiCo; la asociación global de las empresas de agrotóxicos, Croplife, y la fundación Bill y Melinda Gates. Además, fue avalada por la Presidencia de la COP26 del Reino Unido y es apoyada por 34 países, entre ellos Brasil, Colombia y Canadá, de acuerdo con informaciones disponibles en la página web de la AIM4C.

La investigadora del Grupo ETC, Silvia Ribeiro, explica en un artículo recientemente publicado, que se trata de una “nueva ola de digitalización, de alta tecnología y robotización agrícola y de distribución alimentaria, a semillas, animales y microorganismos transgénicos, producción de carne sintética en laboratorio, así como mantener el alto uso de agrotóxicos, pero administrados con plataformas digitales e inteligencia artificial”.

Te puede interesar → Peligrosa estafa, así definen 250 organizaciones a las Soluciones Basadas en la Naturaleza

Con toda esta inversión se busca intensificar el uso de tecnología en la producción de alimentos en escala mundial. Según sus ideólogos, la innovación tecnológica traería una mayor eficiencia en la producción, disminuyendo las emisiones de gas de efecto invernadero. 

El Presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, habla en la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático. Foto: Kiara Worth/UNFCCC

Sin embargo, Ribeiro alerta que las emisiones de gases de efecto invernadero van a continuar. Esto debido a que continuarán impulsando el “alto uso de agrotóxicos derivados de petróleo, de metano y otros gases causados por los fertilizantes sintéticos, las actividades digitales, la captura de datos, almacenamiento y procesamiento en nubes informáticas, además (…) demandan una monstruosa cantidad de energía”.

Además, sostiene la investigadora, se promoverá una concentración aún más grande del capital mundial. “Esta batería de nuevas tecnologías digitales, robóticas y biotecnológicas apuntan a consolidar la pesada entrada de los titanes tecnológicos, como Microsoft, Amazon, Google y Facebook en agroalimentación, en acuerdos con los de agronegocios como Cargill, Bayer y John Deere para lograr mayor control de las actividades de las y los agricultores y trabajadores”.

La movilización de recursos ya inició. “Junto con 75 socios, vamos a lanzar una inversión inicial de 4 mil millones de dólares a nivel mundial. Y Estados Unidos planea movilizar mil millones de dólares de esos cuatro mil millones durante los próximos cinco años. Y los invito a todos a unirse a nosotros para trabajar para duplicar la inversión para cuando nos reunamos en la COP27”, anunció el mandatario de los Estados Unidos.

México también participa

México no quedó fuera de la iniciativa. La representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), Lina Pohl, utilizó las redes sociales para felicitar a México y al Secretario de Agricultura y Desarrollo Social, Víctor Villalobos, “que al igual que la FAO se suman a los esfuerzos globales (…) de la Misión de Innovación Agrícola para el Clima”.

Villalobos, en el contexto del Foro Global Alimentario, patrocinado por empresas como Bayer, el cual ocurrió entre el 9 y 12 de noviembre en Guanajuato, ya traía un discurso alineado a la concepción de la AIM4C. “Para alimentar a una población en crecimiento, ya no será posible en el futuro incorporar nuevas superficies a la producción de alimentos. La única opción disponible es incrementar la productividad y la eficiencia del sistema agroalimentario nacional”.

El profesor e investigador del Centro de Estudios Interdisciplinarios en Agrobiodiversidad de la Universidad Veracruzana, Carlos Ávila, entrevistado por Avispa Midia, sostiene que la argumentación del secretario es “una falacia”.

Según él, hay estudios científicos, desde por lo menos finales de la década de 1990, que ya indicaban que el problema de hambre en el mundo no es por la falta de producción de alimento, sino por la inequidad social. “Ellos están convencidos de que tienen que producir una gran cantidad de alimentos. Pero ¿para quién?, para unos pocos. Los demás no tienen acceso o se los dan a través de subsidios”, argumenta el investigador quien también hace parte de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS).

El investigador hace parte de una red de organizaciones sociales y científicos que firmaron una carta enviada al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en la cual expresan su desacuerdo con el apoyo a la iniciativa articulado por Villalobos y Sol Ortiz, Directora de Atención al Cambio Climático y de la Estrategia Nacional de Polinizadores, de la Secretaría de Agricultura.

La AIM4C “atenta contra los derechos de los pueblos indígenas y campesinos de México y el mundo”, justifican. Los firmantes piden “no comprometer el apoyo de México a la iniciativa AIM4C, y que Víctor Villalobos Arámbula y Sol Ortiz no formen ya parte de su gobierno”, demandan en el documento. Por su parte, Ávila agrega que Villalobos está impulsando una “política que nos lleva a continuar usando fertilizantes”.

¿Contradicción?

La decisión de México de participar de la AIM4C parece contradecir los discursos de la titular de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semanart), María Luisa Albores, realizados en Glasgow. “Estamos limitando el uso de agroquímicos, con el caso de glifosato y prohibimos la importación y siembre de maíz transgénico”, dijo en una presentación ocurrida el 10 de noviembre.

El presidente de México habla con el asesor climático de Estados Unidos, John Kerry, para discutir sobre un programa de plantación de árboles defendido por Obrador. Palenque, Chiapas, 18 de octubre de 2021.

En la carta a Obrador, los firmantes reconocen la posición contradictoria de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader). “Contraviene las políticas que usted acertadamente ha impulsado (…)”, sostienen.

Hasta el cierre de esta edición, la presidencia de la República no había contestado a la carta. “Habrá que insistir para obtener una respuesta”, sostuvo Ávila.

Impactos de la AIM4C

Una de las innovaciones que promete revolucionar la agricultura es el uso intensivo de drones de alta tecnología para dosificar el uso de fertilizantes y insecticidas, mapear los suelos, el territorio y sus recursos.

El investigador puntualiza que, primero, el uso de dron no va a beneficiar a la pequeña agricultura. “Es tecnología que pocos tienen acceso”, de manera que fortalecerá el agronegocio.

Segundo, esta tecnología, así como el uso de satélites, por ejemplo, servirán para que, cada vez más, “nos despeguemos de la naturaleza”. El proceso coevolutivo que han llevado a cabo “los pueblos indígenas y campesinos, no solamente en México sino en todo el mundo, en el cual se observa la naturaleza para entender cómo se comporta, desde las plantas, insectos y mamíferos, se va a perder porque todo se va a dejar a la tecnología, a la inteligencia artificial”, sostiene.

Tercero, la desvinculación con la naturaleza puede intensificar el despojo en los territorios. “La ruptura del tejido social podría ser muy importante”. Pero podrá intensificar el despojo no solo de las tierras, “también del conocimiento tradicional, de microorganismos del suelo, de los recursos genéticos, de las semillas”.

Foto: Santiago Navarro F.

Cuarto, el investigador alerta que la alta tecnología que se empleará podrá facilitar la concentración aún mayor de la riqueza genética. Hoy “convenios como, por ejemplo, los de la Unión para la Protección de los Obtentores de Variedades Vegetales, que surgió en Suiza, ya protegen empresas que producen semillas y que están constantemente produciendo variedades transgénicas. Pregunto, ¿Cuándo se va a proteger los que son realmente los obtentores originales: los pueblos indígenas y campesinos?”.

Uno de los argumentos de estos convenios es que se necesita proteger las empresas que producen variedad genética, porque obtener las variedades es un trabajo muy arduo. “Estoy totalmente de acuerdo. Ha costado a los campesinos mexicanos casi diez mil años para domesticar el maíz. Vaya que es arduo ¿no?, pero a ellos nadie los protege”, contrasta el profesor.

Si el fracaso de la COP26 va a reflejarse en que las temperaturas no se mantengan abajo de 1.5 grados, entonces, “tener las semillas, tener los recursos genéticos y, además, el conocimiento de quienes están siendo desplazados, va a ser fundamental”, sostiene el investigador.

Alternativas

Lo que propone Ávila, quien hace muchos años trabaja especialmente con pueblos indígenas en el manejo de los recursos naturales asociado a la producción agropecuaria y forestal, es que se de un giro “en cómo producimos y en cómo consumimos; la respuesta, como creemos muchos, está en la agroecología”.

Te puede interesar → En México tres cuartas partes del país aun siembra maíz nativo

En este sentido, para el especialista en el tema, es necesario conocer la diversidad biocultural que existe en un espacio para, a partir de esta diversidad, construir la autonomía alimentaría local. “En muchos casos lo que se necesita es simplemente rescatar la memoria cultural de la gente, de como producían los abuelos, los bisabuelos, sin el uso de tanta energía externa”, explica.

2.5 millones de familias campesinas cultivan maíz en la mitad de la superficie agrícola del país, en unidades de producción menores a cinco hectáreas, con semillas nativas. Foto: BiodiversidadLA

El cambio en el modelo productivo es urgente no solamente para la producción sana de alimentos sino para la vida en el planeta. “Tenemos que voltear los ojos hacia a la agricultura campesina e indígena. Hay que buscar la sabiduría de estos hombres y mujeres, ahí es donde están las respuestas para lograr una agricultura autosuficiente, con alimentos sanos, pero también un ambiente más sano”, defiende.

Exigen colectivas feministas la aparación con vida de la defensora Irma Galindo Barrios

Integrantes de Mujeres que Luchan Oaxaca, la Colectiva Jurídica por la Dignidad Disidente, la Comedora Comunitaria y otras agrupaciones y personas aliadas marcharon la mañana de miércoles, 17 de noviembre, desde el Zócalo de la Ciudad de Oaxaca hasta las instalaciones de la Fiscalía General del Estado, para exigir la aparición con vida de Irma Galindo Barrios, defensora comunitaria Ñuu Savi, cuyo paradero no se sabe desde el pasado 27 de octubre.

Guadalupe Santaella, una integrante de Mujeres que Luchan Oaxaca, pronunció: “Por sus familiares sabemos que nuestra compa no aparece. Estamos esperando y estamos exigiendo su pronta aparición. Estamos exigiendo que el gobierno agilice su búsqueda. Sabemos que en lo que va de este sexenio han desaparecido muchas defensoras de la tierra. Irma Galindo Barrios es una defensora de la Madre Tierra”.

Una miembra de la Colectiva Jurídica por la Dignidad Disidente, cuyo nombre se reserva por motivos de seguridad, precisó: “Como defensoras, como feministas comuntarias, nos pronunciamos en exigencia al gobierno del Estado de Oaxaca, a Alejandro Murat Hinojosa, en la exigencia de la aparición con vida de nuestra compañera defensora de la Madre Tierra, Irma Galindo Barrios, desaparecida en la Mixteca por defender su territorio, por defenderse en contra de los talamontes de la región de la Mixteca...Irma Galindo te estamos buscando y te vamos a encontrar, hermana”.

De acuerdo con la Red de Defensoras de Derechos Humanos en México (RNDDHM), Irma Galindo fue vista por última vez el 27 de octubre en la Ciudad de México, a donde se había desplazado para asistir a la Junta de Gobierno del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas. Nunca llegó a esta reunión.

En un comunicado publicado el 6 de noviembre, la RNDDHM precisa: “El 27 de octubre fue también el último día en que se conectó a redes sociales, donde denunció el conflicto que vive su pueblo Ñuu Savi y señaló que el gobierno del Estado de Oaxaca lleva más de dos años ‘aplicando estrategias’ entre las que se encuentran el desplazamiento forzado, ‘que vulneran a las y los habitantes defensores de Mier, Terán y Ndoyonuyuji’.”

La organización agrega que desde 2018, “Irma ha enfrentado intimidación por parte de personas servidoras públicas, así como hostigamiento, persecución, campañas de difamación y amenazas de muerte a raíz de su defensa de los bosques en el municipio de San Esteban Atatlahuca, Oaxaca, México, y a raíz de su denuncia de tala ante la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales”.

Según la RNDDHM, la desaparición se produce en un contexto de violencia generalizada en la región, que incluye la quema de las viviendas de Irma Galindo y de una decena de familias en 2019, así como un ataque armado que dejó varios personas muertes en el municipio de San Esteban Atatlahuca el pasado 23 de octubre de 2021, de acuerdo con organizaciones sociales.

Ante este panorama, las colectivos feministas llegaron a la Fiscalía para exigir que pongan todos sus recursos en acción para localizar a su compañera desaparecida.

“¡Viva la queremos!”

Guadalupe levantó su sahumerio con copal del tapete construido bajo la sombra del catedral y dio inicio a la marcha. El acto de protesta avanzó por la Avenida Independencia ante la mirada de las comerciantes de la mañana y los turistas que deambulaban:  “¡Señor! ¡Señora! No sea indiferente. ¡Matan a las mujeres en la cara del gente!”, clamaban las manifestantes.

Cuando la marcha giró hacia la calle Melchor Ocampo, paralizando el tráfico, se hicieron palpables el dolor colectivo y la rabia sostenida pero también la ternura radical. Una batucada feminista batió los ritmos de resistencia de Abya Yala, militantes y a la vez alegres, en sintonía con la gravedad de la situación pero sin nunca renunciar al baile. Al tambor se le unió una maraca oaxaqueña y la omnipresente olla azul, golpeada con lo que había a mano. “¡Viva se lo llevaron!” llamó alguien desde detrás de su cubreboca. “¡Viva la queremos!” respondieron las manifestantes que la rodeaban.

Al frente de la marcha, una señora con rebozo portaba una pancarta morada en la que se leía: “Los feminicidios son la pandemia de la que no se habla”. Con la otra mano empujaba una carriola que llevaba a su nieta, que se unía a la percusión persistente con su paleta.

Al llegar a la Fiscalía, algunos hombres con chalecos aparecieron para tomar fotografías de la marcha antes de retirarse abruptamente. Las manifestantes pintaron mensajes –“Irma Galindo presente”, “Fuera megaproyectos de muerte de nuestros territorios”– en las paredes del edificio, gruesas con tantas capas de pintura blanca utilizadas para cubrir las demandas de protestas pasadas por la desaparición de mujeres y defensoras de la tierra.

Frente a la Fiscalía grafiteada, el sonido de los tambores ya desvaneciéndose, se leyó en un pronunciamiento: “Las defensoras y defensores son esperanza de vida y no se tocan. Nuevamente la violencia nos alcanza. Roce la cercanía. Nuevamente la vida de quienes defienden a la Madre Tierra y el territorio, el país, los bosques, está en peligro. Con dolor, con un nudo en la garganta, denunciamos que la hermana Irma Galindo Barrios se encuentra desaparecida.”

Foto: Emmanuel Ruiz Rojo
Foto: Emmanuel Ruiz Rojo
Foto: Emmanuel Ruiz Rojo
Foto: Elena Fusar Poli

Foro global de los pueblos plantea la defensa del agua desde los usos y costumbres

El sábado 13 de noviembre de 2021, comunidades indígenas y grupos aliados realizaron el Foro Global en Defensa del Agua desde los usos y costumbres, en Altepelmecalli, la Casa de los Pueblos, un espacio construido por los pueblos nahuas de la región Cholulteca de Puebla sobre las ruinas de la planta embotelladora de agua que antes operaba Bonafont, filial de la multinacional agroalimentaria francesa Danone.

El punto central del encuentro fueron las mesas de trabajo en las que se compartieron experiencias de lucha contra el despojo del agua, así como las estrategias que utilizan para defender el elemento vital a través de sus propios usos y costumbres.

Las y los defensores del agua de las comunidades originarias y los barrios populares de Puebla, Morelos, Veracruz, la Ciudad de México y el Estado de México, así como de Canadá, Colombia, Francia y Venezuela, identificaron las formas comunes en que los gobiernos y las industrias privatizan, acaparan y contaminan los acuíferos, ríos, lagos y océanos.

En un comunicado publicado el lunes 15 de noviembre, resumen: “Privatizan el agua, nos la venden, generan sequías de cuerpos de agua y de nuestros pozos. Las carencias de agua están presentes tanto en las ciudades como en el campo. Las cuencas de agua son acaparadas por terratenientes y el agua está concesionada en su mayoría para las grandes industrias, como Audi, Coca Cola, Granjas Carol, Driscol, Iberdrola, Nestlé, Danone”.

El comunicado destaca la forma en que las instituciones estatales -como son la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y otras en México- “se dedican a organizar el despojo del agua y del territorio”, dando todas las facilidades a las industrias textil, automotriz, metalúrgica, hidroeléctrica, termoeléctrica, ganadera, de alimentos procesados, embotelladoras de agua, refresquera, inmobiliaria, aeroportuaria y de rellenos sanitarios.

El foro también arrojó luz sobre varias estrategias que utilizan los gobiernos y las empresas, así como los grupos paramilitares y de narcotraficantes, para desestabilizar los territorios y hacerlos inhabitables, como son la violencia, la criminalización, la contaminación, el empobrecimiento y el desplazamiento . En fin, “saquean, contaminan y asesinan a nuestra Madre Tierra, rompen con megaproyectos sus huesos que son los cerros, vacían y contaminan sus venas que son los ríos, ensucian el aire que respiramos todos, incluso ellos mismos”.

Más allá de identificar que “los enemigos son los mismos en todos lados”, las y los asistentes al encuentro reflexionaron sobre “¿qué sigue?”, una pregunta que los zapatistas y el Congreso Nacional Indígena llamaron a las comunidades aliadas a responder en sus propios territorios.

La respuesta que emana de entre las pirámides de garrafones naranjas del auditorio de Altepelmecalli es clara: “desde hace un largo tiempo hemos decidido organizarnos para, desde nuestros usos y costumbres, defender lo nuestro”.

“Hacer valer la ley de los pueblos”

Para los Pueblos Unidos de la Región Cholulteca y sus aliados, el camino de la autonomía comunitaria implica rechazar el “juego” del estado de derecho, junto con las “consultas amañadas” y los “proyectos asistencialistas” con los que dicen que los gobiernos pretenden distraerlos, dividirlos y someterlos.

Precisan en el comunicado: “Hemos entrado al juego de su estado de derecho con acciones jurídicas para defender nuestro territorio y hemos visto y confirmado mil veces que no funciona para dar certeza a los pueblos, coincidimos en que estas vías están hechas por el mal gobierno para su propio beneficio. El Estado de derecho está agotado.”

¿Hacia qué vías, entonces, proponen dirigir sus energías en la lucha por la defensa del agua?

En entrevistas para Avispa Midia, integrantes de Pueblos Unidos, cuyos nombres se reservan por motivos de seguridad, ofrecen una multiplicidad de perspectivas sobre los usos y costumbres como una herramienta fundamental para la defensa del agua y el territorio.

Una organizadora del foro pone de relieve como la experiencia de la Casa de los Pueblos ha demostrado que “solo es a través de hacer valer nuestra ley, la ley de los pueblos, que realmente vamos a defender el agua”:

Fue eso que hicimos aquí cuando cerramos esta planta explotadora de agua de Bonafont. Fueron los pueblos que hicieron las asambleas…y decidimos hacer esto, porque ya habíamos intentado todo lo que el sistema nos dice que supuestamente nos protege y que protege al medio ambiente, pero pues no. Ha sido la ley de los pueblos y nuestros usos y costumbres como la asamblea, el diálogo entre nosotros y con otros pueblos, que realmente nos ha dado la fuerza para cerrar esta empresa y para estar construyendo ahora la autonomía en la Casa de los Pueblos.

Las y los defensoras de Pueblos Unidos proponen usar estas herramientas para construir conciencia colectiva, articulando y organizando las luchas más allá de las fronteras. Un paso en esta dirección, que surgió del foro, es la Caravana Nacional de Pueblos en Defensa del Agua desde los Usos y Costumbres, que recorrerá los territorios de Santiago Mexquititlán, Tehuacán, Ciudad de México, Huexca, Ecatepec, Veracruz, Ciudad de Puebla, Juan C. Bonilla, Xochimilco, y Tecámac el próximo año.

Para otro integrante de Pueblos Unidos, este tipo de acuerdo y acción colectiva representa una alternativa práctica a los mecanismos internacionales de defensa del medio ambiente, como la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que acaba de concluir su reunión número 26 en Glasgow la semana pasada.

“Organizaciones internacionales que defienden el medio ambiente no necesariamente dan solución a los problemáticas, simplemente van siendo como válvulas de escape que el mismo sistema utiliza para decir que ya hay mecanismos de remediación para la preservación de la naturaleza, pero pues en realidad no funcionan. Para los pueblos, para la gente que se organiza por los usos y costumbres, hay otra realidad y que es la de la confrontación o de la vivencia de los problemas que termina llevando acciones más concretas que sí son una alternativa para defender el agua”.

El integrante de Pueblos Unidos ofrece un ejemplo cercano, el de Santa María Zacatepec, una comunidad situada a poco más de 20 kilómetros de la planta de Bonafont ocupada y que participa en Pueblos Unidos. Ahí, las y los habitantes impulsan la creación de una alcaldía por usos y costumbres. Actualmente están a la espera de un juicio federal que podría otorgar a la comunidad el permiso para autogobernarse.

Las comunidades y organizaciones que participaron en el Foro Global en Defensa del Agua desde los usos y costumbres coinciden en que sólo mediante el autogobierno podrán proteger los manantiales, las aguas subterráneas y las cascadas de las que dependen sus vidas y toda la vida que les rodea.