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Tres líderes comunitarios presos por oponerse a la construcción del Aeropuerto del Pacífico

Por MalaYerba*

En portada: Familiares exigen la liberación de uno de los defensores capturados bajo el régimen de excepción

En la comunidad Nuevo Amanecer, de La Unión, tres líderes comunitarios han sido capturados durante el régimen de excepción y enfrentan un proceso sin garantías legales. Los vecinos denuncian que estas detenciones se deben a que los defensores se opusieron a la construcción del Aeropuerto Internacional del Pacífico, una promesa de campaña del gobierno de Nayib Bukele que se ejecuta entre irregularidades y a costa de dejar sin casas y tierras a los habitantes de dos comunidades.


Es 17 de junio, Día del Padre, en Nuevo Amanecer, una comunidad de casas de láminas entre milpas y árboles en el municipio de Conchagua, en La Unión, al oriente de El Salvador.  Y, desde temprano, uno de los vecinos enciende su altavoz y reproduce, repetidas veces y a todo volumen, la canción “Es un buen tipo mi viejo”.

La música llega hasta esta casa con piso de tierra. Lindsay la escucha, pero no hace mucho caso: está ocupada buscando una manta para limpiarle los mocos a su hermano de un año. Lindsay, tres años mayor que su hermano, no sabe que hoy es el Día del Padre. Aunque lo supiera, no podría celebrar a su papá, Óscar René Martínez Iglesias, ya que está preso.

“A ella le decimos que su papá anda trabajando, que está pintando un gran edificio y no puede regresar ahorita”, cuenta Johanna, la madre de los dos niños, sentada en una hamaca.

Lindsay y su hermano en la comunidad Nuevo Amanecer. Foto: Carolina Amaya.

Lindsay comienza a dudar de lo que le dicen, porque acompaña seguido a su mamá a hacer trámites a la delegación en La Unión de Policía Nacional Civil (PNC), y en su casa, recibe la visita de vecinos que preguntan por su padre. También la niña ya le preguntó una vez a Johanna si Óscar está preso y ella volvió a contarle la misma historia del edificio. 

El 9 de junio, Óscar, un agricultor y pescador de Nuevo Amanecer, volvía de pescar del manglar El Tamarindo, un manglar que queda a metros de donde se construirá el Aeropuerto del Pacífico y donde, según datos del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), van a pescar 400 personas de comunidades aledañas, como una forma de sobrevivencia.

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Óscar, uno de los fundadores del Movimiento Indígena para la Integración de las Luchas de los Pueblos Ancestrales de El Salvador (Milpa), fue intervenido por un grupo de militares que le pidió que le acompañara a una delegación policial a una revisión de rutina. Y le mintieron, porque no volvió a su casa.

“Nosotros denunciamos, porque se están dando capturas de compañeros que forman parte de organizaciones a nivel comunitario, que protegen los derechos de los pueblos indígenas, el derecho a la tierra y que luchan contra la amenaza de megaconstrucciones”, señala Ángel Flores, director de Milpa.

El Salvador vive en un régimen de excepción que comenzó el 27 de marzo de 2022 y ha sido prorrogado 16 veces. La medida represiva inició como una respuesta a la oleada de asesinatos cometidos por pandillas y ha sido utilizada por el gobierno de Nayib Bukele para promover la imagen del país seguro. Ha dejado, así, sin garantías constitucionales a los salvadoreños.

Con el régimen de excepción, el gobierno ha capturado a más de 71,000 personas, mientras que organizaciones civiles registran la muerte 172 en las cárceles salvadoreñas; y hay más de 5,000 denuncias de detenciones ilegales, de acuerdo con las estadísticas que las organizaciones expusieron a inicios de julio ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

El día que la Asamblea Legislativa, afín a Bukele, decretó el régimen de excepción, la PNC capturó a José Abel Claro Martínez, un miembro de la Asociación de Desarrollo Comunal (ADESCO) de Nuevo Amanecer; y a Walter Francisco Paz, un deportista de la zona que participaba en actividades comunitarias. Ambos líderes pertenecientes a Milpa.

Los vecinos han denunciado estas capturas, pese al miedo a represalias.  Ellos aseguran que las detenciones se deben a que los defensores se opusieron a la construcción del Aeropuerto Internacional del Pacífico, una promesa de campaña de Bukele que se ejecuta con irregularidades y a costa de dejar sin tierra y sin casas a casi 700 campesinos de Flor de Mangle y Condadillo, como lo ha registrado MalaYerba.

Los familiares de Óscar, José y Walter no saben nada de ellos, ya que la falta de un proceso legal es un patrón que se repite en las capturas cometidas bajo el régimen de excepción.

“En este caso, no solo hay un impacto familiar comunitario, también hay un impacto en la lucha por la defensa de los territorios”, dice Ángel Flores, director de Milpa.

El régimen de excepción, a juicio de Flores, también es una forma de frenar la lucha de las comunidades por el acceso a la tierra.

Si en algo tiene Nuevo Amanecer experiencia es en luchar por el territorio.  La comunidad nació después de un desalojo, cuenta Johanna. Las familias, antes, vivían en una parcela conocida como La Marañonera, en Intipucá, a unos minutos de donde hoy están. Un litigio por tierras les obligó a vivir a la orilla de la carretera por un tiempo, pero luego se instalaron aquí, sobre un suelo arcilloso que antes era ocupado para pastar ganado y donde hoy cultivan sus cosechas.


Los ataques a personas defensoras de derechos humanos no son recientes en El Salvador, sobre todo para aquellas que dedican su vida a la defensa de la naturaleza. Una investigación que publicó en junio de 2022 la MalaYerba reveló que, en trece años, en este país centroamericano, siete defensores ambientales han sido asesinados.

El ataque más reciente fue el de Bernarda Elizabeth de León Chávez, defensora del agua en Santo Tomás, asesinada el 22 de marzo de 2022, cuando se celebra el Día del Agua y solo cinco días antes de que entrara el régimen de excepción en El Salvador. La base de datos de esa investigación, además, evidenció un patrón de criminalización y persecución a defensores ambientales: el análisis de 14 conflictos socioambientales en diferentes partes de El Salvador dio como resultado: 63 ataques, de los cuales 44 eran legales; y 17 de los 44 eran delitos que se le atribuyen a pandillas o crimen organizado.

Las protestas por la liberación de los líderes comunitarios presos de Santa Marta han escalado internacional. Foto: Foro Nacional de Salud.

El Estado ha usado su aparataje institucional y se ha valido de la falta de garantías constitucionales para continuar con esta criminalización. Durante el gobierno de Bukele,  cinco defensores antimineros de la comunidad organizada de Santa Marta, Cabañas, fueron capturados en enero de 2023.

Es más, el gobierno ha contratado para los estudios geotécnicos del Aeropuerto Internacional del Pacífico a una empresa que, a juicio de la Mesa Nacional Frente a la Mintería Metálica en El Salvador, propició la criminalización de los defensores ambientales y líderes en el departamento de Cabañas: Rodio Swissboring El Salvador, S.A. de C.V. 

Esta empresa, además de ser financista del partido ARENA, recibió 7.4 millones de dólares de la minera Pacific Rim para explotar diferentes áreas en la mina El Dorado, en Sensuntepeque, Cabañas, de acuerdo con el libro El negocio de la energía eléctrica en Centroamérica y El Salvador.

Dennis Muñoz es un abogado defensor especializado en derechos humanos que ha acuerpado a la comunidad Santa Marta desde los ataques legales de Pacific Rim hasta la actualidad. Foto: Foro de la Salud.

El caso de los defensores antimineros ha escalado hasta el Congreso de Estados Unidos. El 18 de julio, 17 congresistas enviaron una carta al secretario de Estados estadounidense, Antony Blinken, para que pidiera por su libertad. Los funcionarios también señalaron que los defensores enfrentan un proceso judicial irregular y que hay incidios de que el gobierno de Bukele pretende reactivar la minería metálica, que El Salvador prohibió en 2017. 

En Nuevo Amanecer, en cambio, los tres defensores capturados durante el régimen de excepción son procesados paralelo a la ejecución de megaproyectos que se desarrollan en todo el país, en los cuales el gobierno ha concedido permisos ambientales exprés, con consultas públicas casi secretas y sin asegurarles viviendas dignas a las familias desalojadas.

En esta investigación, la MalaYerba con el apoyo de DataCrítica, levantó una base de datos a partir de 70 encuestas realizadas en Condadillo y Flor de Mangle, en La Unión; las playas Mizata, El Zonte y el sector comercial de El Obispo, de La Libertad; lugares donde el gobierno ejecuta megaproyectos. 

Los resultados de la base de datos revelan que el 21 % de ecosistemas afectados son bosques salados como el Área Natural Protegida Manglar El Tamarindo, que está a la par de la zona de construcción del Aeropuerto del Pacífico, en el municipio costero de Conchagua, en La Unión.

Ahí la Comisión Ejecutiva Portuaria de El Salvador (CEPA) ha empezado los estudios del suelo, desobedeciendo las recomendaciones de técnicos del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), que advierten sobre inundaciones en el lugar.

El manglar El Tamarindo abastece de especies comerciales de las que subsisten comunidades como Nuevo Amanecer, hogar de los tres defensores criminalizados.

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Las alertas de los líderes comunitarios se activaron en septiembre de 2021, cuando los técnicos del MARN y el titular de CEPA, Federico Anliker, posaron ante las cámaras fotográficas del Ejecutivo para anunciar que habían elegido las tierras. El lugar donde se edificará la promesa anunciada por Bukele en la campaña electoral con la que llegó a la presidencia en 2019. Fue así que, ante la preocupación de quedarse sin tierras para cultivar y sin acceso a un manglar para pescar, Milpa comenzó a pronunciarse contra el gobierno y esto terminó con la detención de sus tres miembros.


A pocos metros del solar que Óscar logró conseguirle a su pareja e hijos hay una casa pequeña de bloque. Es de Maritza Ventura, agricultora que también forma parte de Milpa. Parada frente a su maizal habla del despojo de tierras en todo El Salvador: “Deberíamos de estar defendiendo nuestros territorios, porque son un bien común. El problema es que a veces no entendemos las magnitudes del daño ambiental”, dice.

Elmer Martínez, defensor ambiental, mira la destrucción del bosque de Flor de Mangle la construcción del Aeropuerto del Pacífico. Foto: Marvin Díaz

En Nuevo Amanecer no hay violencia, porque así lo decidieron sus fundadores, cuenta Ventura. Por esto, cuando se instalaron acá dijeron que no permitirían que gente de otros lados llegara a molestarlos. Antes del régimen de excepción, incluso, no había policías merodeando la zona.

Cuando la PNC apareció, encontró varias veces a Óscar, aseguran Ventura y Johanna. Ellas coinciden en que los agentes ya conocían a Óscar por su trabajo en el territorio y que, aunque el defensor siempre cargaba una copia de sus antecedentes penales en limpio, estos no lo salvaron de la detención el 9 de junio.

Milpa trabaja en todo El Salvador, pero tiene mayor incidencia en La Unión. Ahí donde la construcción del Aeropuerto del Pacífico no ha sido la excepción para exponer atropellos que el gobierno realiza con sus habitantes.

Las primeras dos capturas en la comunidad, las de José y Walter, ocurrieron antes de que Milpa se fundara legalmente. Sus familiares, quienes no quisieron identificarse por temor, dicen que los agentes de la PNC que los capturaron los tacharon de “revoltosos”.

Después del nacimiento de Milpa vino la captura de Óscar y, entonces, esto llevó a pensar a la organización que lo que ocurría no era casualidad, apunta el director de Milpa, Ángel Flores. La voz de Ángel ha alcanzado mayor fuerza en La Unión a raíz del acompañamiento que da a las comunidades de Condadillo y Flor de Mangle.


En esta tarde del 17 de junio, el silencio del bosque tropical del caserío Flor de Mangle es interrumpido por los sonidos de las máquinas excavadoras del Ministerio de Obras Públicas y Transporte (MOPT) que hacen los estudios de suelo para el aeropuerto. Flores, el líder de Milpa, se para sin miedo frente a las excavadoras para grabar la remoción de tierra que hacen.

“Hoy nos encontramos al poniente de las comunidades de Flor de Mangle y Condadillo. Podemos ver cómo ha quedado depredada un área que antes era boscosa”, dice frente a una cámara de celular. Estas imágenes son insumos que Flores comparte con los medios de comunicación para divulgar el avance de las obras en oriente.

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Flores se ha vuelto en la voz técnica que acompaña a las comunidades afectadas por el aeropuerto estatal. Y sabe el riesgo que corre al contar lo que ocurre en Oriente. Ya sufre de acoso laboral en la institución gubernamental en la que trabaja, la Comisión Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (CONAMYPE), donde también se desempeña como secretario general del sindicato.

El líder dice sufrir acoso laboral dentro de la institución, rastreo de movimiento y amenazas de despido por acompañar las denuncias de las comunidades y posibles indicios de malversación de fondos donde trabaja.

Es una forma de “intentar callar la voz ante las afectaciones por megaproyectos”, sostiene.

*Una versión de este reportaje se publicó originalmente en MalaYerba, realizado por: Carolina Amaya, Stanley Luna, Marvin Díaz, Michelle Recinos, Guillermo Orellana Solares. Esta investigación fue realizada gracias al apoyo del Consorcio para Apoyar el Periodismo Regional en América Latina (CAPIR) liderado por el Institute for War and Peace Reporting (IWPR).

En una semana se agota tiempo para que Justicia Federal atraiga el caso de Samir Flores

En portada: Familiares, organizaciones y abogados informaron que a cuatro años del asesinato de Samir Flores Soberanes, la Fiscalía de Morelos sigue operando de manera omisa para resolver el caso.

El Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua, Morelos, Puebla y Tlaxcala (FDTA-MPT) lanzó una petición en la cual exige que el caso del asesinato del indígena nahua, Samir Flores Soberanes, sea atraído por la justicia federal. Exige que la Fiscalía Especial en Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle) investigue el caso.

El 20 de febrero del 2019, Samir Flores, defensor del territorio y comunicador comunitario de la radio comunitaria Amiltizinko, fue asesinado en la puerta de su casa, en la comunidad de Amilcingo, Morelos, México. Samir tenía 7 años luchando junto a su comunidad y el Frente de Pueblos contra el megaproyecto energético Proyecto Integral Morelos. Después de 4 años y 6 meses, su asesinato sigue impune.

La investigación quedó en manos de la Fiscalía General del Estado de Morelos que, durante estos años, “no ha investigado con seriedad las diferentes líneas de investigación, principalmente las relacionadas con sus actividades como defensor del territorio y comunicador comunitario, tratando de minimizar su asesinato a una acción aislada de la delincuencia organizada”, señala el Frente de Pueblos.

Sostiene además que la Fiscalía Estatal ha generado una “dinámica de obstrucción de la justicia,anunciado como avances en el acceso a la justicia la detención de una persona que ya estaba detenida desde hacía un año atrás sin tener los suficientes sustentos jurídicos para sostener su acusación, ha construido una explicación de los hechos concentrándose sólo en los autores materiales más no los intelectuales,desligando la relación entre el asesinato de Samir y el evidente contexto de conflicto social en el que se desarrolló”.

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El 30 de marzo de 2023, el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en su conferencia mañanera señaló qué el caso de Samir sería atraído por la Fiscalía General de la República, sin embargo esto no ha acontecido.

La Feadle ya ha determinado la facultad de atracción del caso de Samir Flores por su calidad de comunicador indígena. Sin embargo, la Fiscalía del Estado de Morelos se ha negado a que el caso sea atraído por la Federación y esto llevó a la Feadle a solicitar una audiencia, en la que un juez de control federal decidirá conocer o no el caso atraído por la Feadle.

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Desde el 4 de julio se está esperando que se designe al juez de control federal y la fecha para que se lleve a cabo la audiencia. Sin embargo, esto no ha sucedido. De no ocurrir en próximos días, el 11 de agosto del 2023 se celebrará audiencia por parte del Poder Judicial del estado de Morelos para iniciar el juicio contra el presunto homicida, “lo que complica las condiciones jurídicas en que pueda investigarse y llegar a la verdad sobre los verdaderos homicidas”, advierte el Frente de Pueblos.

Es por ello que “estamos solicitando que se realice la audiencia en la prontitud posible y que se resuelva el proceso de atracción por parte de la justicia federal del caso del comunicador indígena y defensor del territorio Samir Flores”.

México paga los efectos del fin de la política del Título 42 de los EEUU

En portada: En primer bimestre de 2023 aumentó 54.6% llegada de migrantes a México. Foto: Christian Torres.

Mujeres, niños, familias enteras entran diariamente por la frontera entre México y Guatemala. Como un enjambre, se concentran en los puestos del Instituto Nacional de Migración (INM) a la espera de un permiso para solicitar asilo y poder llegar a la frontera con Estados Unidos (EEUU). Aunque el documento no necesariamente les facilita la circulación por territorio mexicano, ya se comienza a notar la concentración de migrantes en el transcurso de las carreteras y en las principales ciudades del país.

Sofocado, con mareos y náuseas, un migrante se doblega a merced de la sombra de un árbol en la carretera 190, que conecta al Istmo de Tehuantepec con la ciudad de Oaxaca. Un golpe de calor debilita a Fabián Gómez, un joven de 28 años que lleva casi mes y medio viajando desde Barranquilla, Colombia, junto a otros tres jóvenes que cruzaron la selva del Darién hasta llegar a Tapachula donde solicitaron el permiso que emite el Instituto Nacional de Migración (INM), pero no lograron. Así que decidieron avanzar hacia ciudad de México para solicitarlo, pero al avanzar aproximadamente 100 kilómetros en un transporte público, los regresaron nuevamente hasta Tapachula.

Al igual que el resto de migrantes, decidieron continuar nuevamente por trechos, en moto taxis, en taxis colectivos, pero principalmente caminando. Gómez ya llevaba dos días caminando por la ruta 190 esperanzado a encontrar una población con atención médica, pero se desvaneció. Así que su hermana de 22 años, que viaja con él y otros dos amigos suyos, se alertaron y decidieron pedir ayuda a los vehículos que por ahí cruzaban, pero sin respuesta alguna. Al final alguien los acercó al poblado más próximo.

Gómez ha corrido con suerte esta vez, pero su historia se repite cientos de veces por estas rutas.  El 9 de julio, en el kilómetro 33 de la carretera Panamericana, nueve personas originarias de Burkina Faso y Guinea, quienes tampoco obtuvieron el permiso, circulaban en dos mototaxis y fueron embestidos por una camioneta.

Personal de Grupos Beta Ixtepec llegaron al sitio de accidente, quienes brindaron atención a los heridos y posteriormente fueron trasladados a un hospital, en coordinación con la Guardia Nacional, fiscalía y policía municipal. Tras estos acontecimientos el INM en su comunicado 59/23, anunció que se les emitiría la tarjeta de visitante por razones humanitarias a este grupo de personas heridas.

Como ellos, cientos de personas avanzan sin saber a ciencia cierta cuál es su destino final; se han enfrentado a estafadores, asaltantes, a las olas de calor, a la trata y trabajo esclavo, y a los riesgos de viajar en aventón en camiones que deciden echarles una mano.

Los efectos del fin del Título 42

En marzo pasado, EEUU dio fin al llamado Título 42 que, entre otras implicaciones, impide el derecho de solicitar asilo y fue reemplazada por el Título 8, que autoriza una expulsión acelerada de los migrantes y una prohibición de regreso de al menos cinco años con el riesgo de enfrentar procesos penales si se intenta volver a entrar antes de ese plazo a Estados Unidos.

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Posterior a la finalización de la política del Título 42, se registró un menor ingreso de migrantes a EEUU, no obstante, en México se formó un efecto de cuello de botella reteniendo, sin capacidad de atención humanitaria, a miles de migrantes. La Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas, anunció que sólo durante el mes de junio detuvieron a 58 mil 97 personas migrantes, las cuales fueron deportadas. Desde el primer mes del fin del Título 42 el aumento fue del 45 por ciento.

El 32 por ciento de las personas detenidas en el mes de junio provienen de Venezuela, seguida de ciudadanos de Cuba, Ecuador, Guatemala, Honduras, Kirguistán y Uzbekistán de donde aumentó más del doble su flujo, mientras que Nicaragua aumentó más del triple, según el Boletín mensual de estadísticas migratorias presentadas por el INM.

Asilo a 1,250 personas

Bajo presión de distintas organizaciones de la sociedad civil, el gobierno de EEUU anunció que aceptará peticiones de asilo sólo de nacionales de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, que ya están en México a la espera de cruzar a territorio estadounidense.

El anuncio ha provocado una desesperación de los migrantes que aún se encuentran en el sur de México y se apresuran para llegar a la frontera norte.

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El anuncio es fruto de un acuerdo con el gobierno mexicano y EEUU, indicó en un comunicado el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.

Aunque la única vía para solicitar el asilo en EEUU es a través de una aplicación móvil llamada “CBP One”, que aparte de que sólo permite acceso a quienes acrediten que ya están en México, la aplicación solo ofrece 1,250 citas diarias, un anuncio que está agudizando un mayor flujo de migrantes por México.

Tras el nuevo convenio migratorio, el gobierno de México, aseguró Sullivan, va crear un “espacio internacional multipropósito” en el sur de México para ofrecer nuevas opciones de asilo y de empleo a las personas más vulnerables que se encuentran en territorio mexicano, pero no detalla de que se trata este espacio.

El Salvador: Los desplazados de Bukele

Elmer Martínez, defensor ambiental, mira la destrucción del bosque de Flor de Mangle la construcción del Aeropuerto del Pacífico. Foto: Marvin Díaz

Por MalaYerba*

En portada: Elmer Martínez, campesino afectado por las obras del Aeropuerto Internacional del Pacífico. Foto: Marvin Díaz

Dos días después de declarar desierta la licitación para los estudios geotécnicos del Aeropuerto del Pacífico, la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma contrató por 248 mil dólares a Rodio Swissboring El Salvador, S.A. de C.V., una constructora financista del partido Alianza Republicana Nacionalista. El gobierno, además, ha iniciado la construcción que dejará sin tierras y sin casas a casi 700 habitantes.


Elmer Martínez conoce bien estas tierras. De sus 64 años, 22 las ha cultivado para él y sus vecinos, aquellas familias con las que hizo de la comunidad Flor de Mangle su casa, en 2001.

Hoy camina guiado por el sonido de unas máquinas. Apurado, atraviesa un bosque seco tropical, para llegar a un terreno con tierra removida y raíces secas que, hasta hace algunos días, servía para pastar animales.

“Aquí son potreros y rastrojos. Estábamos dejando esto para que vinieran, por naturaleza, los árboles”, dice Elmer, el presidente de la cooperativa Flor de Mangle. Su hablar es pausado y quedo. Cuesta escucharle porque al final del terreno dos excavadoras con personal uniformado del Ministerio de Obras Públicas y de Transporte (MOPT) remueven más tierra.

Es una tarde nublada del 17 de junio. En este caserío de Conchagua, en La Unión, al oriente de El Salvador, y en la comunidad vecina de Condadillo, Elmer y 52 familias tienen los días contados.

Esta es una investigación que MalaYerba realizó durante un año sobre megaproyectos en la costa salvadoreña. El proyecto “Los desplazados de Bukele” aborda los problemas que enfrentan las comunidades agrícolas y pesqueras que se ubican en el camino de megaproyectos públicos y privados en los departamentos de La Libertad y La Unión.

La primera de las entregas cuenta cómo Nayib Bukele contrató a una empresa vinculada a “los mismos de siempre”, una referencia que él mismo utiliza para referirse a sus antecesores políticos, salpicados por la corrupción, por medio de irregularidades y desplazando a comunidades enteras en un territorio considerado inviable por la autoridad ambiental; y donde, además, está un ecosistema crucial para enfrentar la crisis climática.

La MalaYerba, con el apoyo de Data Crítica, levantó una base de datos a partir de 70 encuestas que se realizaron en los caseríos Condadillo y Flor de Mangle, en La Unión; las playas Mizata, El Zonte y el sector comercial de El Obispo, en La Libertad.

En el levantamiento de las encuestas, la mayoría de habitantes afectados por las construcciones se negaron a responder por temor a represalias del gobierno salvadoreño, que mantiene al país centroamericano bajo un régimen de excepción desde hace 16 meses.

El régimen ha conllevado a la captura de más de 71 mil personas, la muerte de, al menos, 172 reos en las cárceles; y más de 5 mil denuncias de detenciones arbitrarias registradas por organizaciones civiles, quienes han expuesto la situación que atraviesa El Salvador frente a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. La principal política de seguridad de Bukele ha sido calificada por las personas defensoras de derechos humanos como un “régimen permanente de violación a los derechos humanos”.

Por lo que, a excepción de los líderes comunitarios, las fuentes que aceptaron hablar con este medio, lo hicieron ocultando su nombre real.

Entre los hallazgos más importantes de la base de datos: el 54 % ve como opción “vivir en la calle”, si pierden su vivienda actual. Y solo el 33 % ha recibido un ofrecimiento de “casa nueva” de parte del gobierno.

Del universo de entrevistados, seis de cada 10 son poseedores de la tierra, es decir, están en terrenos ajenos. Muchos de estos colonos se asentaron en la costa salvadoreña huyendo de la violencia de las pandillas. Ahora son desplazados por los megaproyectos públicos.

En este contexto, el MOPT se ha convertido en el ente de gobierno que más presiona a las comunidades para que desalojen los terrenos donde se desarrollarán proyectos como la ampliación de la carretera CA2, desde playa El Obispo hasta playa El Zonte; Bitcoin Beach y Parque de Playa Mizata, en La Libertad; y el Aeropuerto Internacional del Pacífico, en La Unión.

Los mismos de siempre reloaded

Las obras para la construcción del Aeropuerto Internacional del Pacífico comenzaron a finales de febrero, cuando las comunidades Flor de Mangle y Condadillo denunciaron que en sus tierras había máquinas excavando el suelo.

Para entonces, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) todavía no había otorgado el permiso para este megaproyecto, como indica la ley, a la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA), la institución encargada de ejecutarlo. Lo hizo hasta el 21 de marzo, casi un mes después.

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El aeropuerto fue una promesa de campaña del presidente Nayib Bukele y su ejecución fue aprobada por la Asamblea Legislativa oficialista en abril de este año. Sin embargo, la primera fase, para la que han destinado $246 millones de dólares, ya está marcada por irregularidades.

El MARN accedió a dar el permiso ambiental de construcción sin atender las observaciones de sus mismos técnicos sobre los impactos ambientales de construir una megaobra a la par de un manglar y también de las implicaciones de hacerlo en un lugar que, por sus características naturales, es propenso a las inundaciones. Y sin asegurar el plan de reasentamiento de las casi 700 familias de Flor de Mangle y Condadillo, que aún esperan que el gobierno concrete con ellas el plan de reubicación públicamente presumido por CEPA y el Ministerio de Vivienda.

Las familias afectadas de Condadillo y Flor de Mangle siguen esperando información sobre el plan de reubicación. Foto: Carolina Amaya.

A meses de las elecciones presidenciales de febrero de 2024, donde Bukele buscará la reelección incumpliendo la Constitución salvadoreña, el Aeropuerto del Pacífico, un proyecto insignia de su campaña presidencial de 2019, pasará a ser otra promesa de campaña para el segundo mandato al que aspira. Así lo reveló el comisionado presidencial para Proyectos Estratégicos, Cristian Flores, el pasado 12 de junio.

Bukele es un publicista que proviene de una familia empresarial. En 2012 inició su carrera política como alcalde de Nuevo Cuscatlán, una ciudad ubicada en el centro del país. Su nombre comenzó a sonar entre los políticos, pero alcanzó popularidad nacional en 2015, cuando ganó las elecciones como alcalde de San Salvador, la capital, bajo la bandera del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), el partido de izquierdas conformado por grupos de la exguerrilla.

Las diferencias con la dirigencia del FMLN lo llevaron a salirse del partido. En 2019 ganó las elecciones presidenciales con el partido Gran Alianza por la Unidad Nacional, fundado por miembros de Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), el histórico partido de derecha que gobernó 20 años El Salvador.

Desde finales de su periodo como alcalde y ya como candidato presidencial, Bukele exhibió los errores de las gestiones de ARENA y FMLN, atravesadas por la corrupción. Esto le valió para bautizar a dichos partidos como “los mismos de siempre” y sumar simpatía, que sigue alimentando a través de las redes sociales. Pero el gobierno actual no está desvinculado de los mismos de siempre y se ha negado a transparentar sus finanzas. El 8 de agosto de 2022, CEPA contrató a Rodio Swissboring El Salvador, S.A. de C.V., para realizar los “Servicios de investigación geotécnica para lado aire del Aeropuerto Internacional del Pacífico”. Esta empresa, del grupo francés Soletanche Bachy, aparece en el listado de los financistas del partido ARENA, de acuerdo con el informe “El financiamiento de las elecciones presidenciales 2019”, realizado por la organización Acción Ciudadana.

La contratación de Rodio Swissboring para los estudios geotécnicos del aeropuerto se vieron accidentados, pues CEPA declaró desierta la licitación dos días antes de las vacaciones agostinas —fiestas patronales de San Salvador, que se celebran del 1 al 7 de agosto—, eso registra el acta pública de CEPA del 27 de julio de 2022.

En la licitación participaron las empresas Ingenieros Civiles Asociados, S.A. de C.V. y Rodio Swissboring El Salvador, S.A. de C.V. Ninguna cumplió porque sus propuestas económicas excedían la tarifa ofrecida por el gobierno para las obras. Rodio lo hacía en un 21 %, equivalentes a $46, 821 dólares. Sin embargo, el primer día laboral después de las vacaciones agostinas, CEPA le otorgó a Rodio Swissboring el contrato por $248, 627 dólares. Para realizar los estudios geotécnicos en un plazo de 155 días, a partir del 8 de agosto de 2022. La empresa empezó con los estudios hasta finales de febrero de 2023.    

Rodio Swissboring y un historial de contratos 

En el informe, Acción Ciudadana estableció que, en 2008, cuando gobernaba el expresidente Elías Antonio Saca, condenado a 10 años de cárcel por corrupción, Rodio Swissboring donó $6,200 dólaresa ARENA. En la gestión Saca, la empresa recibió contratos en 2004 y 2006 por $1,840 millones de dólares, es decir, una diferencia con lo donado de $1,834 millones, según el documento.

Esta empresa comenzó a ser contratada por el gobierno actual desde inicios de su gestión. El 13 de junio de 2019, a pocos días de que Bukele asumiera la Presidencia, el MOPT contrató a Rodio bajo la modalidad de contratación directa para hacer los estudios de exploración de tierra en donde se construiría el puente María Chichilco, en el río Torola, al oriente de El Salvador. Su contrato fue por $8,288 dólares, según datos públicos del gobierno.

“Nuestros opositores nunca entendieron nada. Y creo que nunca lo van a entender. En estas fotos, con una pequeña gran obra, hay más esperanza que en sus 3 décadas de gobierno”, tuiteó el presidente Bukele el 30 de diciembre de 2019, cuando se inauguró el puente que costó en total $644,000. Sin embargo, el puente ha presentado daños severos dos veces.

Rodio se instaló en El Salvador en 1959 y ganó licitaciones en las gestiones de los gobiernos de ARENA y del FMLN. De acuerdo con la edición de julio-agosto de la revista digital Construcción, que publicita a empresas salvadoreñas, el primer trabajo de Rodio en el país fue en las obras de la hidroeléctrica El Guajoyo, en el lago de Güija.

Esta empresa es, también, especialista en exploración minera. Y ha trabajado en minas en Guatemala, Nicaragua y Panamá. En El Salvador, según el libro, El negocio de la energía eléctrica en Centroamérica y El Salvador; Pacific Rim le pagó 7.34 millones de dólares para la exploración de diferentes áreas de interés de la mina El Dorado, en Sensuntepeque, Cabañas. La Mesa Nacional Frente a la Minería Metálica de El Salvador registró en su Sistematización de la lucha anti-minera en El Salvador que Rodio Swissboring propició la criminalización de defensores ambientales y líderes comunitarios de Cabañas, en procesos judiciales en 2006 y 2010.

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El lastre de Rodio alcanza sanciones administrativas por incumplimiento de contrato en obras públicas estatales en los años 2008, 2010 y 2013. El Banco de Incumplimiento de Contratistas disponible en el portal de transparencia detalla que, en esos años, Rodio Swissboring El Salvador fue sancionada cuatro veces, pagando un total de más de $43,000 dólares en multas.

Pese a ese antecedente, la constructora siguió recibiendo contratos del Gobierno de El Salvador para los estudios de suelo en la represa El Chaparral. Dos de ellos en 2014 y 2015, por $244,519 y $241,000, respectivamente. Y para la represa 5 de Noviembre, en 2012, por $132,644.

“Existe la posibilidad de que financistas de partidos políticos obtengan contratos dentro del Estado y, sin duda, ahí hay un claro conflicto de interés”, explica Dennis Siliézar, coordinadora del Centro de Monitoreo Político de Acción Ciudadana.

El informe de Acción Ciudadana aclara que Nuevas Ideas, el partido fundado por Bukele en 2019, no entregó la información financiera que otros partidos, total o parcialmente, sí entregaron.

Siliézar, además, advierte que desde que Bukele es presidente y desde que existe una bancada de diputados afín a su gobierno, el Ministerio de Hacienda dejó de entregarle a la organización información financiera sobre los partidos políticos.

“El partido Nuevas Ideas es el partido menos transparente que hemos registrado, porque no nos entrega información financiera. Estamos hablando de estados financieros, balance general, estado de resultados, listado de donantes, comprobantes de donaciones”, dice la especialista.

En el caso del Aeropuerto del Pacífico, Malayerba constató que la maquinaria que Obras Públicas usa para los estudios de tierra tiene los distintivos de Rodio Swissboring e Inversiones OMNI, S.A. de C.V. OMNI es una empresa que ha ganado contratos con el gobierno para ejecutar diferentes proyectos, como la construcción y remodelación de la sede de la Universidad de El Salvador en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, realizados entre junio y julio.

Aunque la empresa que hace los estudios geotécnicos del aeropuerto, en la zona hay maquinaria Omni, S.A. de C.V. Foto: Comunidades.

El 13 de julio, la MalaYerba llamó a Gabriela Montoya, representante de Rodio en El Salvador, para preguntarle sobre el contrato público que ganó la empresa en el proyecto del Aeropuerto del Pacifico. Montoya no respondió a las preguntas porque dijo que Rodio firmó un contrato de confidencialidad con el gobierno.

Un día después, el equipo a cargo de esta investigación también llamó al encargado de prensa del MARN, Aarón Fagoaga, para solicitar una entrevista con el ministro Fernando López. MalaYerba envió las preguntas al comunicador y este prometió gestionar la entrevista; sin embargo, al cierre de este reportaje no hubo ninguna respuesta. Esto es algo habitual en esa cartera de Estado durante la gestión de Bukele.

El 14 julio, además, se envió un correo electrónico a Claudia Vanessa Campos Rivera, encargada de comunicaciones de CEPA, para gestionar una entrevista con Federico Anliker, el titular de la autónoma. Tampoco hubo respuesta. 

Sin agua para pescar ni tierra para sembrar

Manglar El Tamarino, La Unión. Foto: Equipo Impulsor de Escazu.

En la costa salvadoreña, la mayoría de sus habitantes sobreviven del comercio informal, la pesca y la agricultura. La base de datos de esta investigación revela que entre las actividades que se desarrollan en la costa, el 72 % corresponde al comercio informal, el 57 % a la pesca y el 28 % a la agricultura de subsistencia.

El estudio de impacto ambiental que CEPA presentó al MARN para la construcción del aeropuerto da cuenta de que, en la zona de Loma Larga, 400 personas se dedican a la pesca para consumo propio y para abastecer a ventas de la playa El Cuco, en San Miguel.

Con el aeropuerto, estos pescadores se quedarán sin comida y trabajo. Y los agricultores, como Carlos, sin tierras.

Al preguntarle a Carlos, agricultor de Flor de Mangle, sobre la alternativa que tiene para reiniciar si pierde el terreno donde cultiva su respuesta es contundente: “Robar. No me queda de otra”, dice con voz ronca y molesta.

“Estas cosas son las que levantan las guerras”, contesta otro habitante de Condadillo que perderá su caso con la construcción del aeropuerto.

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Para facilitar el desarrollo de los megaproyectos del Ejecutivo, la Asamblea Legislativa aprobó el 23 de noviembre de 2021 la Ley de Dominio Eminente de Inmuebles para Obras Municipales e Institucionales, que tiene como fin la expropiación de tierras utilizadas para obras públicas de carácter urgente, por medio de una negociación administrativa o por la orden de un juez.

Un censo comunal de Condadillo indica que ahí viven 587 habitantes, de los cuales 176 son menores de edad entre los cero y 14 años. Todos serán afectados con la construcción del proyecto. En tanto, en Flor de Mangle, la base de datos de esta investigación muestra que hay 90 habitantes afectados, entre los que destacan 38 son menores de edad.

“Nosotros con tanto niño no podemos agarrar dinero”, dice afligida Ana, una madre soltera de Flor de Mangle, que reculó ante la única opción ofrecida por el gobierno: casa o pago por su terreno. Para ella, la negociación con CEPA no fue justa, pues “necesita un terrenito donde hacer su milpita, como siempre la ha tenido”.

“Queremos que cumplan su palabra y que nos den tierras y casa, como lo prometieron al principio”, repite una y otra vez Elmer Martínez, el fundador de Flor de Mangle.

Las personas que acepten el dinero se encontrarán, además, con el encarecimiento de los terrenos en los alrededores del aeropuerto. Ángel Flores, director del Movimiento Indígena para la Integración de las Luchas de los Pueblos Ancestrales de El Salvador (Milpa), asegura que hay toda una “especulación” de las tierras en Loma Larga, donde están ubicadas las comunidades Flor de Mangle y Condadillo, al grado que hay personas “acaparando” terrenos.

“Los terrenos cuestan un valor casi tres veces más de lo que estaban el año pasado”, agrega Flores.

Antes de que comenzaran los estudios de suelo, a la comunidad Condadillo, donde Santos Eduviges Cruz cultiva, llegó personal de CEPA y se reunió individualmente con cada representante de las parcelas. Él firmó la venta de cuatro parcelas, de cuatro manzanas cada una, por las que, al inicio, le ofrecieron $24,000, un precio que él consideraba bajo.

Después de una conferencia de prensa que él junto a otros habitantes de la zona montaron para hablar de una “injusta” negociación de CEPA con sus terrenos, logró que le aumentaron el precio: aunque todos los terrenos tienen la misma medida, le han dicho que por uno le van a pagar $37,000 y por otros $35,000. A otros vecinos, dice, les van a comprar los terrenos más baratos, porque algunos por miedo a quedarse sin tierras, firmaron rápido la cesión de las propiedades. No hubo tiempo de negociar más.

Contrario a los testimonios de más de una docena de habitantes de Flor de Mangle y Condadillo que MalaYerba entrevistó, Anliker, el titular de CEPA, dijo en una entrevista televisiva, el pasado 20 de marzo, que algunos vecinos habían preferido vender las propiedades y otros que les reubicaran. Y que, en ese sentido, en conjunto con el MARN y el Ministerio de Vivienda, harían un “complejo habitacional digno” para ellos. De eso, aún no hay novedades en el lugar donde funcionará el Aeropuerto del Pacífico.

Daños ambientales y un permiso irregular

La reubicación de las familias de Loma Larga está contemplada en el estudio de impacto ambiental que CEPA presentó al MARN, donde también la autónoma presentó un programa de empleos para que las personas de las comunidades puedan trabajar en el aeropuerto.

En este proyecto, refleja el mismo estudio, no se consultó públicamente a las comunidades involucradas para que opinaran sobre las consecuencias que les traería la construcción del aeropuerto, que también debe ser previa e informada.

Al igual que en otras construcciones ejecutadas en el actual gobierno, el MARN y las municipalidades obviaron la consulta pública regulada en la Ley de Medio Ambiente y en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, que El Salvador ha ratificado.

CEPA ingresó el proyecto del Aeropuerto del Pacífico al Sistema de Evaluación Ambiental del MARN el 20 de septiembre de 2021. Este proceso se hace por medio de un formulario, que, tras llenarse, automáticamente indica la categoría del proyecto a ejecutar, de acuerdo con expertos que conversaron con este medio.

El aeropuerto fue categorizado como ambientalmente inviable y el MARN recomendó a CEPA buscar otro lugar para su construcción por estar propenso a inundarse. Sin embargo, Malayerba constató que, 24 horas después, la categoría del proyecto fue cambiada en la página web del MARN a la de alto impacto ambiental, lo que implica que, después de presentar un estudio en el que se especifiquen las formas de revertir los daños ambientales que ocasionará, puede ser aprobado.

Durante esta etapa de evaluación, además, el Ministerio de Medio Ambiente, a cargo del arquitecto Fernando López, moldeó la zonificación de La Unión con la que descartó las directrices que regulaban la franja costero marino en la cual Condadillo y Flor de Mangle eran calificadas como áreas de conservación. Con la nueva zonificación estas tierras pasaron a ser urbanizables.

Es decir que el MARN, que tiene por obligación la protección ambiental en El Salvador, le abrió el camino a CEPA para construir el aeropuerto y la autónoma, a cambio, ofreció $2.8 millones para implementar medidas ambientales por los daños que provocará. 

CEPA presentó el estudio de impacto ambiental del aeropuerto el 8 de julio de 2022, y Medio Ambiente emitió el permiso de construcción el 20 de marzo de 2023.

El estudio de impacto ambiental indica que el aeropuerto colindará en la parte sur con el Área Natural Protegida Manglar El Tamarindo, hábitat de especies en peligro de extinción, como la lora nuca amarilla. Las áreas protegidas son zonas en las que hay diversidad de especies o también sirven de tránsito y nido para las aves. En El Tamarindo, por ejemplo, hay 43 especies de aves, según un registro del MARN de 2017.

En esta franja de bosques salados asociados al Golfo de Fonseca se han registrado también arrecifes coralinos en Punta Amapala, Las Mueludas, Maculis y El Tamarindo.

“Tanto los arrecifes como los manglares se consideran zonas de crianza. Muchas de las especies marinas que están en alta mar se acercan a las costas para desovar y que sus crías se adapten y luego salen a mar abierto. En los arrecifes son zonas en que hay suficiente penetración de luz, sustrato ideal y hay una mayor biodiversidad; por tanto, hay una mayor disponibilidad de alimentos. Es como una guardería con todos los servicios incluidos”, explicó a la MalaYerba la bióloga Georgina Mariona, quien ha registrado las especies de tortugas marinas que llegan a desovar a Maculis, una playa próxima a El Tamarindo. 

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Los manglares, además, sirven como barreras naturales ante las inundaciones, el incremento de nivel del mar y las erosiones en la costa, aparte de ser una herramienta vital contra la crisis climática. Los bosques salados funcionan con una mezcla de agua dulce que desemboca en ellos por medio de ríos o manantiales, y el agua salada del mar. Datos del mismo MARN estiman que, desde 1950 a 2018, la cobertura de manglares en El Salvador pasó de 100,000 hectáreas a 39,786.

Aunque el aeropuerto no se construirá dentro del manglar, la pista será construida donde confluyen Los Guamas, Los Monos, Guanamara y la quebrada El Águila. Por ello, el estudio de impacto ambiental advierte que cuando estos ríos sufran alteraciones la laguna del estero El Tamarindo puede rebalsar y causar inundaciones.

“CEPA dijo que estábamos manipulados por la oposición, pero ningún político nos dijo nada. Por ser campesinos, nos quieren tener de babosos. Es mentira, porque nosotros estamos con los cinco sentidos despiertos”, asegura Santos Eduviges.

En su momento, él y los habitantes de esta comunidad pensaron que conservarían, al menos, parte de sus tierras en las que también habían instalado un propio sistema de riego, para cultivar y sobrevivir de la siembra, pero no.

Mientras llega el momento del desalojo, Elmer, el fundador de Flor de Mangle, se mantiene visitando la zona de construcción. “Aquí hay agua para abastecer a La Unión”, dice mientras las máquinas siguen explorando el suelo inundable y destruyendo parte del área protegida El Tamarindo.

*Una versión de este reportaje se publicó originalmente en MalaYerba, realizado por: Carolina Amaya, Stanley Luna, Marvin Díaz, Michelle Recinos, Guillermo Orellana Solares. Esta investigación fue realizada gracias al apoyo del Consorcio para Apoyar el Periodismo Regional en América Latina (CAPIR) liderado por el Institute for War and Peace Reporting (IWPR).

Un régimen policializado contra la protesta popular en Lima

Crédito: Fotos de Lucha

En portada: Participantes de las manifestaciones en la denominada “Toma de Lima”. Fotos de Lucha

Las protestas contra la dictadura de Dina Boluarte se reactivaron en la mayoría de regiones del Perú. En la capital, donde las jornadas de la denominada toma de Lima fueron masivas, se desplegaron 8,000 policías. En el resto del país se movilizan más de 21,000 agentes armados. 

En vísperas de las fiestas patrias, se registraron manifestaciones en 59 provincias y bloqueos de vías en 64, de acuerdo a la Defensoría del Pueblo. Hasta el 29 de julio, las marchas en el Centro de Lima dejaron decenas de heridos y detenidos. Las detenciones con formas de secuestros, por parte de policías sin uniforme y en vehículos particulares, se han normalizado. Cuatro periodistas recibieron disparos de perdigones y otros dos comunicadores fueron intervenidos.

Crédito: Fotos de Lucha

Durante el discurso a la nación de Boluarte, el 28 de julio, las movilizaciones en los alrededores de las sedes del Ejecutivo y el Congreso fueron reprimidas. “Estamos planteando el cambio de Constitución, es lo fundamental. Hay poderes detrás de esta dictadura, no solamente es la oligarquía nacional, está Estados Unidos, por eso es que el Ejecutivo y Legislativo permiten la presencia de soldados norteamericanos”, declaró un manifestante de Puno. 

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Un activista de Lima norte señaló el vínculo de la “dictadura pactada entre el Congreso y la presidencia” con el poder económico de las actividades extractivas: “No queremos ser un país extractor. Se quiere entregar nuestros recursos a los países que financian a Keiko Fujimori y los políticos que entregan el país”.

Desde un gobierno de facto policializado, el terrorismo de Estado apunta a intimidar las protestas en Lima bajo la amenaza de cárcel. Es el mensaje implícito en el caso del joven brigadista Óscar Bellido, detenido durante cinco días en condiciones contra sus derechos fundamentales, sindicado sin pruebas de escribir “Dina asesina” en una pared, para quien la fiscalía pidió nueve meses de prisión preventiva y una posible pena de hasta ocho años de cárcel. El estudiante fue liberado por el Poder Judicial.

Distinta es la represalia contra Vladimir Molina, también brigadista, a quien lo registraron cuando lanzó una bengala a los policías. La Corte Superior de Justicia de Lima dictó nueve meses de prisión preventiva contra él. De esta manera, el régimen criminaliza tanto la protesta pacífica como acciones a las que, en otras circunstancias, se aplican medidas menos severas.  

Las delegaciones de todas las localidades peruanas, principalmente del sur andino, continúan llegando a la ciudad bastión de la dictadura cívico-militar-empresarial que es responsable del asesinato de 50 personas. La Policía hostiga a las comitivas durante los trayectos y en los locales de acogida. La fuerza contra las comitivas quechuas y aymaras se ejecutó, como en meses pasados, con mayor violencia. La imagen de mujeres indígenas empujadas y arrojadas al suelo por policías en el Centro de Lima grafican la represión racializada.  

Discursos y prácticas de intimidación

Las demandas del pueblo movilizado son la renuncia de Boluarte, el adelanto de elecciones, el cierre del Congreso y el cambio de Constitución. La liberación y restitución de Pedro Castillo en la presidencia es una consigna firme en las provincias andinas y amazónicas, pero desestimada por la organización regional más representativa del sur peruano. 

Crédito: Fotos de Lucha

“Es una agenda nacional, pedimos de inmediato las elecciones generales, también una consulta popular para hacer una asamblea constituyente mediante un referéndum, para una nueva Constitución, no pedimos la restitución de Pedro Castillo desde la Macrosur”, señaló a este medio un dirigente por Cusco de la Macrorregión Sur, que reúne a siete regiones del país. 

Un régimen autoritario, con niveles de rechazo de más del 80%, desconoce la voz del 80% de la población que respalda el adelanto de elecciones y un 70% que está a favor de una asamblea constituyente, reclamos que aún estigmatizan y que reprimieron con violencia letal en diciembre y enero últimos.

“Cusco tiene gas de Camisea, oro, cobre, plata, y no se beneficia con nada, todavía la población sigue siendo pobre y hay extrema pobreza, por eso estamos en lucha. La situación económica y alimentaria están en crisis”, añadió el representante cusqueño. Un ciudadano de Puno subrayó la posición de los pueblos ante el modelo económico que expropia recursos y territorios: “El litio de Puno tiene que salir transformado, no solo extraerlo. Es considerado como soberanía de los pueblos originarios, quechuas, aymaras y amazónicos. Queremos que todos los minerales e hidrocarburos sean declarados patrimonio soberano de los pueblos”.

La dictadura insiste en acusar terrorismo detrás de la legítima protesta popular. Desde Boluarte a la cúpula policial y militar, la criminalización es el único discurso, a pesar de ser expuestos en sus mentiras. Las comunidades andinas y amazónicas fueron, precisamente, las que contuvieron a Sendero Luminoso y las que más sufrieron la represión contrainsurgente. En Puno, epicentro de la oposición, la organización subversiva nunca ganó terreno durante los años de la guerra interna. 

Allí las manifestaciones se retomaron con medidas de fuerza: el puente de Ilave, en la frontera con Bolivia, fue bloqueado por días. En la región Huancavelica, en el sur andino, hubo enfrentamientos entre manifestantes y uniformados. 

En su discurso a la nación, Boluarte mintió al incluir entre las víctimas del estallido detonado por su gobierno ilegítimo al policía asesinado en Juliaca (región Puno) por sus compañeros, quienes quemaron el cadáver al interior de un patrullero y atribuyeron el crimen a manifestantes. También contó a los siete policías asesinados por narcotraficantes en venganza por robos de mercadería, en zona de emergencia.

Además de los bonos a policías y presupuestos privilegiados para el Ministerio del Interior (Mininter), otra señal del poder de la institución dentro del régimen es la propuesta del Ejecutivo de la creación de la Policía del orden y seguridad, que constaría de efectivos con un año de preparación y licenciados de las Fuerzas Armados, para “prevención y cuidado de las calles, en la ciudad y las zonas rurales, como las comunidades nativas”, de acuerdo al Mininter. 

En el papel, una  nueva categoría de la Policía Nacional del Perú (PNP); en la práctica, se apunta a una suerte de escuadrón armado paralelo, pues el Estado y los mandos policiales no tendrían responsabilidad penal por su accionar. El Congreso, a la cabeza del gobierno de facto en alianza con el Ejecutivo, tiene un plazo de 120 días para aprobar la propuesta. Todo indica que la iniciativa pasará y que el próximo año, con una breve instrucción y armas, serán cientos los nuevos agentes que actuarán sin una cadena de mando que obedezca a la PNP y el Mininter. Desde las organizaciones sociales se prevé que el cuerpo policial será militarizado y usado con fines políticos, para intimidar y perseguir a las poblaciones estigmatizadas, tanto en protestas como en cualquier escenario.

Exigen suspensión de obras de Tren Maya tras sentencia de Tribunal Internacional

Foto: Aldo Santiago

En portada: Máquinas de ingenieros militares avanzan con la construcción del tramo 6 del tren maya. Foto: Aldo Santiago

El tren maya, proyecto estrella del gobierno federal, viola los derechos de la naturaleza y de comunidades mayas en el sur de México, concretando un ecocidio y etnocidio del cual es responsable el Estado mexicano.

Esta es la sentencia del Tribunal Internacional de Derechos de la Naturaleza, quien urgió a la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) la suspensión inmediata de las obras del tren para detener la devastación ambiental y la violación de derechos de las comunidades indígenas.

El veredicto, difundido el pasado miércoles (26), destaca el papel de los pueblos mayas, quienes han sido y continúan siendo guardianes de su territorio, cenotes, cuevas, selvas, biodiversidad y cultivos tradicionales. En contraste, “las obras del tren, algunas ejecutadas por el Ejército mexicano, lesionan derechos al agua, a la salud integral y a estar libres de contaminación”, remarca el veredicto.

La sentencia exige el cese al despojo de tierras ejidales, así como “terminar con la persecución, amenazas, hostigamiento e intimidación contra las personas defensoras de la naturaleza”. El Tribunal también urgió al gobierno tomar medidas para la desmilitarización de todos los territorios indígenas donde se construye el proyecto.

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La sentencia del Tribunal es resultado de la audiencia realizada en Valladolid, Yucatán, entre el 9 y 12 de marzo de este año, mediante la cual se vertieron testimonios y evidencias científicas que consideran “de modo irrefutable” las afectaciones contra la naturaleza y comunidades derivadas de las obras del tren.

El veredicto está firmado por 23 jueces honorarios de varios países del mundo. Entre los integrantes del Tribunal se encuentran juristas, economistas y ambientalistas internacionales, quienes concluyeron que el Tren Maya vulnera los derechos de la tierra a ser respetada, a regenerar su biocapacidad y a continuar sus ciclos vitales sin alteraciones humanas.

Razones

En el informe presentado para sustentar el veredicto, el Tribunal asevera que las obras de construcción del tren resultaron en la tala de miles de hectáreas de selva, además de que ambientalistas alertaron por daños a la biodiversidad de la región.

Entre otras consecuencias negativas resaltan la contaminación de acuíferos, la extinción de flora y fauna, así como la destrucción de cenotes.

En torno a los derechos de las comunidades indígenas, el Tribunal denunció la falta de consulta para que el tren atraviese sus territorios, aunado a la militarización de la región para supervisar el proyecto.

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Desde el inicio de las obras, diversas organizaciones ambientalistas promovieron amparos contra el proyecto, el cual modificó distintas veces su trazado original, sin que se hayan presentado ni comprobado el cumplimiento de estudios de impacto ambiental.

Ante los amparos, AMLO declaró el tren, así como otros proyectos en el sureste mexicano, como de seguridad nacional, con lo cual ocultó información de las obras y bloqueó investigaciones sobre irregularidades. Además, emitió un decreto para acelerar los trámites y permisos que debía conceder la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

El proyecto contempla 1,554 kilómetros de vía para el recorrido de un tren de carga, turístico y de pasajeros. El tren pretende atravesar los estados de Chiapas, Campeche, Tabasco, Yucatán y Quintana Roo. Al cierre del primer trimestre del 2023, presentaba un avance de 58%, con un costo hasta ahora de 359 mil 863 millones de pesos, 130% más del monto estimado en 2020.

Denuncias

Russell Pebá Ocampo, integrante de la Asamblea de Defensores Maya Múuch' Xíinbal, denunció la realización de una “falsa consulta”, e indicó que se violentaron leyes al no presentar estudios de impacto ambiental a las comunidades mayas, previo al inicio de las obras.

“Este proyecto no es solamente un tren y mucho menos, como dije al principio, es maya. Para nosotros, este megaproyecto es un tren militar”, acusó el integrante de la Asamblea. “Nosotros los pueblos vamos a tener absolutamente ningún beneficio de este megaproyecto”, enfatizó.

Raúl Vera, ex obispo de Saltillo e integrante del Tribunal, señaló que la negativa de presentar el Plan Maestro del proyecto obedece a que las autoridades “están escondiendo la destrucción directa contra la naturaleza y atentan contra el pueblo que protege la naturaleza”.

El presidente López Obrador se ha negado de manera reiterada a admitir que el Tren Maya provoque daños ecológicos, y a los expertos que critican la obra los ha acusado de “ingenuos” y de estar manipulados por “intereses conservadores”, aunque nunca ha especificado a qué se refiere con esa formulación, señaló el sacerdote.

A su vez, Pedro Regalado Uc Be, también integrante de la Asamblea Múuch' Xíinbal, celebró la sentencia. “Hoy sentimos una pequeña luz en nuestro corazón, una luz de esperanza con este veredicto”, expresó.

El Tribunal Internacional de Derechos de la Naturaleza es una institución creada para investigar y difundir violaciones de los derechos medioambientales alrededor del mundo.

Como parte del veredicto, el Tribunal solicitó al Estado mexicano una auditoría independiente, en colaboración con comunidades afectadas, para evaluar los impactos de la obra. También instruye “reparar y restaurar integralmente” todos los ecosistemas afectados por la ejecución del proyecto y sus instalaciones colaterales, así como “todos los impactos sociales generados por esta obra en cuanto a la tenencia comunal de la tierra y los territorios”.