La familia de la ambientalista indígena hondureña Berta Cáceres, demandará al Banco Holandés de Desarrollo (FMO por sus siglas en holandés) por negligencia y corresponsabilidad en el asesinato de la activista ocurrido en marzo del 2016 en su domicilio en la Esperanza, al oeste de Honduras. La denuncia está siendo impulsada por abogados del Grupo Asesor Internacional de Personas Expertas (GAIPE) junto con la familia Cáceres y el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH).
Principales inversionistas en el proyecto hidroeléctrico de Agua Zarca
El FMO era uno de los principales inversionistas – junto con el Banco Finlandés de Desarrollo (Finnfund por sus siglas en inglés) y el Banco Centroamericano de Integración Económica – del proyecto hidroeléctrico Agua Zarca que preveía la construcción de una presa sobre el río Gualcarque, un lugar sagrado para el pueblo indígena lenca que vive en la región. Es después de participar en la resistencia comunitaria en contra del proyecto durante más de 10 años que Berta Cáceres fue asesinada.
De acuerdo con registros de la entidad financiera, el FMO había aprobado el 27 de febrero del 2014 un crédito de 15 millones de dólares para la construcción y gestión del proyecto por parte de la empresa hondureña Desarrollos Energéticos (DESA). En 2016, después del asesinato de la activista indígena, el FMO anunció que suspendía su participación en el financiamiento de la obra con el fin de “reducir las tensiones tanto a nivel internacional como local”.
Las instituciones financieras tenían conocimiento del contexto de violencia
Sin embargo, el equipo de abogados y los familiares de Berta Cáceres señalan que el FMO conocía desde antes la forma violenta en la que la empresa DESA estaba lidiando con la oposición. Entre las pruebas de las que se dispone está una carta que Cáceres envió en 2013 al FMO avisándoles de que "no deben invertir en el proyecto" de DESA por "la amplia violencia que estaba provocando la represa" en la comunidad indígena.
"Había un contexto muy fuerte, muchas denuncias públicas, el FMO mandó a una empresas de asesoría a la región para analizar la situación. Estaba claro que conocía los riesgos, pero siempre respaldó la posición que tenía DESA", lamentó Berta Zúñiga Cáceres, hija de Berta Cáceres.
“Berta Cáceres había hecho varias llamadas al banco para que saliera urgentemente del proyecto, pero fueron renuentes con esa petición y dijeron que necesitaban más pruebas y que ellos confiaban" en la empresa hondureña, expresó la actual coordinadora de COPINH.
“Dentro de las principales conclusiones a las que podemos arribar es que el sistema financiero internacional tenía conocimiento de los ataques sistemáticos desplegados en contra de Berta Cáceres, del pueblo lenca y de personas del COPINH. Esto nos ha llevado también a la conclusión que la muerte de Berta Cáceres no es un caso aislado sino que confirmaría un crimen de lesa Humanidad”, declaró Miguel Ángel Urbina, Jurista miembro del GAIPE.
Lucha contra la impunidad
En estos momentos hay ocho personas arrestadas por su relación material con el asesinato, y sólo una vinculada a la autoría intelectual. Se trata de David Castillo, quien era presidente de la compañía al momento del crimen y fue detenido por la policía hondureña el 3 de marzo del 2018.
Sin embargo, según la investigación del GAIPE, se sabe que “en la planificación, ejecución y encubrimiento del asesinato, habían participado numerosos trabajadores del Estado, entre policías, militares y funcionarios, además de directores y empleados de DESA”.
“Vemos cómo se captura a la parte más baja del estrato, pero no se ataca a quienes generaron estos problemas, a quienes pagaron e impulsaron a los sicarios. En el proyecto hidroeléctrico Agua Zarca identificamos toda una estructura criminal que se arma con la intención de instalar e imponer este proyecto en la comunidad. Toda esa estructura todavía no ha sido atacada. Mientras esa estructura no se desmonte, no solo habrá impunidad, sino que seguirá activo el origen de todos estos riesgos”, expresó la hija de Berta Cáceres.
Sin embargo, también aclaró que pase lo que pase, la lucha de las comunidades para la defensa de los territorios no parará. “No solamente se trata de un proceso judicial sino también de construir en la comunidad la resistencia que es lo fundamental y que es lo que hace Berta Cáceres: defender los territorios. Porque los bancos pueden condenarse o no, los autores intelectuales pueden condenarse o no pero lo que sí nosotros sabemos hacer es defender los territorios.”
Con información de agencias de noticias