El pueblo Kanak seguirá luchando contra el colonialismo francés

El pasado 4 de noviembre, se realizó una “consulta de auto-determinación” en el archipiélago Kanak –más conocido como Nueva Caledonia por su nombre oficial heredado de la colonización–, ubicado en el sudoeste del océano Pacífico, a 1500 km al este de Australia, y 2000 km al norte de Nueva Zelanda, al sur de Vanuatu y al suroeste de Fiyi. Su población, que vive todavía hoy en día bajo control colonial del Estado francés tuvo que contestar a la pregunta: “¿Quiere que Nueva Caledonia alcance su plena soberanía y se independice?”. El "no" a la independencia ganó con un 56,4% de votos mientras el sí obtuvo el 43,6%.

El resultado no es una sorpresa ya que las listas electorales incluían en el voto a toda la población que habita actualmente el territorio, de la cual el pueblo indígena Kanak representa menos del 40%.

En los mapas, se puede observar cómo la repartición territorial de los votos a favor o en contra de la independencia es el reflejo directo de la repartición étnica de la población en todo el territorio Kanak: en el sur, donde viven una mayoría de habitantes no originarios ganó el “no”, mientras en el norte, poblado mayoritariamente por indígenas ganó el “sí”.

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Para el Movimiento de Grupos Revolucionarios de Kostumbre Kanak (Mouvement des Groupes Révolutionnaires Koutumiers Kanak, MGRK) “después de años de colonización que hicieron del pueblo Kanak una minoría, la votación es una broma sinvergüenzas”.

“Este voto es todo menos una aplicación del principio legal del derecho de los pueblos a la libre determinación. Es incluso lo contrario”, expresó el abogado solidario Raphaël Constant."

165 años de colonización por asentamientos

El Imperio francés tomó control del territorio en 1853 y rápidamente empezó un proceso de colonización por asentamientos, buscando la desaparición progresiva de los indígenas y su reemplazo por una población europea. En la época, se solía pensar en la “Nueva Caledonia” como una “Australia francesa”.

Con la llegada de los colonos – tanto voluntarios como presos – los indígenas fueron expulsados de sus tierras y encerrados en reservas que apenas representaban el 8% del territorio. Según los reglamentos del 6 de mayo 1971 y del 6 de marzo de 1876, sólo podían salir para pagar su impuesto o para realizar trabajo obligatorio para los colonos.

Las consecuencias en la población Kanak fueron dramáticas. "La isla principal de Nueva Caledonia tenía al menos 100,000 habitantes en 1800; un siglo más tarde, sólo se contaba con un tercio de ellos ", dice una publicación de la UNESCO[1].

La colonización siguió y se incrementó en el siglo XX con la llegada de trabajadores ya no sólo franceses sino europeos en general pero también asiáticos y polinesios. En 1969, el pueblo Kanak representaba el 46% de la población. En 1983, se reducía al 42.4%.

En el último censo que data del 2014, de los 268 676 habitantes el 39% se identificó como Kanak, el 34% como Europeos, 17% de otras comunidades del Pacífico y 4,5% Asiáticos.

Ver también ⇒ Guatemala: La autodeterminación de los pueblos en riesgo con la ley de consulta

En 1972, el entonces jefe del gobierno francés Pierre Mesmer resumía en una carta la estrategia colonial francesa: “Nueva Caledonia, una colonia de asentamientos aunque condenada a la variedad multirracial, es probablemente el último territorio tropical no independiente del mundo donde un país desarrollado puede emigrar a sus nacionales (...). La presencia francesa sólo puede verse amenazada por una demanda nacionalista de pueblos indígenas (…). A largo plazo, la demanda nacionalista indígena sólo se evitará si las comunidades no originarias representan una mayoría demográfica.”

Resistencia Kanak, represión de Estado y negación del derecho a la auto-determinación

El pueblo Kanak nunca se ha quedado callado ante la violencia colonial. Su resistencia ha sido constante y multiforme: desde el rechazo al trabajo asalariado en las minas controladas por la élite blanca colonial, la preservación de la identidad y los idiomas Kanak, el rechazo al cristianismo, hasta levantamientos locales recurrentes y varias grandes insurrecciones. Por otro lado, la represión por parte del estado Francés también ha sido una constante.

A partir de los años 1960 y después de que por fin el pueblo Kanak accediera a la ciudadanía en 1957, las reivindicaciones independentistas del pueblo indígena empezaron a ser más visibles. El movimiento también fue alentado por la aparición de países independientes en el Pacífico: Samoa (1962), Nauru (1968), Fiyi y Tonga (1970), Papúa-Nueva Guinea (1975), Islas Salomón y Tuvalu (1978), Kiribati (1979), Vanuatu (1980).

A partir de finales de 1984, empezaron las confrontaciones entre fuerzas coloniales y Kanak y por primera vez desde la guerra de Argelia el gobierno francés decretó el estado de emergencia e impuso un toque de queda a la población local.

La violencia culminó en 1988 con la toma de rehenes de Ouvéa, en la que independentistas Kanak capturaron a varios policías en la isla. El 5 de mayo de 1988, la gendarmería nacional francesa emprendió la “operación Víctor” para liberar a los rehenes. La operación se saldó con la muerte de 19 independentistas y dos militares.

La masacre colonial aumentó la determinación de la población Kanak a luchar por la independencia. Se multiplicaron los bloqueos de carreteras y a la entrada de las ciudades. En respuesta, el ejército francés se repartió en el archipiélago.

Finalmente, el 26 de junio de 1988 se firmaron los Acuerdos de Matignon entre varios grupos independentistas, antiindependentistas y el Estado francés. Los acuerdos supuestamente activaban una transición para crear las condiciones para un referéndum de autodeterminación antes de la fecha límite de 1998.

Cabe señalar que en 1986 la Asamblea General de la ONU había aprobado una resolución que considera a Nueva Caledonia como “un territorio no autónomo” y afirma el “derecho inalienable del pueblo de Nueva Caledonia a la autodeterminación y a la independencia”.

Sin embargo, cuando en 1998 llegó el plazo límite de diez años previsto por los Acuerdos de Matignon, se pospuso la consulta con un nuevo acuerdo, el Acuerdo de Numea, el 5 de mayo 1998. Este acuerdo es el que planeaba una consulta de auto-determinación entre 2014 y 2018.

Ver también ⇒ Pueblos del norte de Chiapas exigen respeto a su libre autodeterminación

Para Saïd Bouamama, la estrategia implícita del Estado francés con eso acuerdos no fue más que “ganar tiempo para hacer que la reivindicación de autodeterminación de los Kanak cambiará de la exigencia de una independencia nacional a la del respeto de los “derechos de los pueblos autóctonos”, dividir al movimiento independentista y modificar las exigencias de la ONU”.

“Después de 1988 se constata una división de los independentistas Kanak acerca de la elección de las estrategias”, destaca la antropóloga Stéphanie Graff.

Así, en los treinta años de acuerdos que precedieron el voto de consulta del 4 de noviembre del 2018, las condiciones de resistencia de la población Kanak sólo se fueron deteriorando, para llegar a una situación particularmente desfavorable que explica el resultado en contra de la independencia.

Intereses estratégicos

La determinación del Estado francés a mantener su control sobre la Kanaky tiene que ver con los enormes intereses tanto económicos como geoestratégicos que tiene en la zona.

Económicamente, la importancia de los recursos naturales es central. Según una investigación de Vincent Adoumié, "Nueva Caledonia está llena de recursos en níquel: [...] el 10% de la superficie del territorio contiene el 20% de las reservas comprobadas del mundo, e incluso el 40% de las reservas estimadas para los más optimistas. La isla es, por lo tanto, un "bloque de níquel": 7,5 millones de toneladas de mineral crudo extraído cada año y 45,000 toneladas de ferro-níquel procesado (9% de la producción mundial, ocupando el quinto lugar en el mundo).”La misma investigación también revela la presencia de minerales – en particular metales raros, cobalto y manganeso – e hidrocarburos en el subsuelo marino del territorio. Cabe subrayar que con su superficie de 18,500 km² de tierra, Nueva Caledonia cuenta con 1,740,000 áreas marítimas, las cuales también representan una riqueza enorme para la pesca.

Además de los intereses económicos, el territorio Kanak representa un punto estratégico en el Pacífico, zona de rivalidades entre grandes potencias occidentales (en particular Estados Unidos, Australia y Nueva-Zelanda) y China.

Según el Instituto de investigación e información socioeconómica (IRIS por sus siglas en francés), "Ante la ofensiva diplomática y económica china en el Océano Pacífico, Francia tiene un papel vital que desempeñar. Refuerza la presencia estadounidense y apoya los intereses de Australia y Nueva Zelanda, que convergen con sus propios intereses”.

"Los océanos se están convirtiendo en un objeto de deseo, haciendo del control de los océanos una parte esencial de la competencia internacional. Mañana, parte del crecimiento mundial provendrá del mar. Este cambio de tierra a mar tiene importantes consecuencias estratégicas ", recalca un informe intitulado “La maritimación: Francia se enfrenta a una nueva geopolítica de los océanos”.

La lucha sigue: reconstruyendo la autonomía política comunitaria ancestral

 A pesar de las duras condiciones en las que se encuentra el pueblo Kanak, su lucha para la independencia continua. Aunque la consulta haya sido un fracaso, el gran número de votos para el “sí” a la independencia – que rebasó los 40% cuando las estimaciones anunciaban alrededor del 30% nada más – representa una esperanza para muchos, ya que los acuerdos de Numea prevén que otras dos consultas se tendrán que organizar antes del 2022.

Para otros, sin embargo, la consulta no es una opción y se reivindica el derecho a la independencia inmediata sin más procedimientos burocráticos.Es el caso del Movimiento de Grupos Revolucionarios de Kostumbre Kanak, MGRK, que exige que Francia salga del territorio “sin consulta, ya que Francia nunca realizó una consulta cuando empezó a ocuparlo”.De hecho, el 24 de septiembre del 2017, autoridades locales Kanak de todo el territorio decidieron proclamar la independencia del país. El movimiento también consiguió el apoyo diplomático del Estado vecino de Vanuatu y de otros países para presentar una declaración de independencia ante la ONU. Cabe precisar que el Vanuatu logró su independencia sin consulta en 1980 y que en ese entonces, su jefe de gobierno Walter Lini declaró “no considero al Vanuatu como realmente independiente hasta que la Caledonia también logre su independencia”.

Antes de la consulta del 4 de noviembre pasado, los integrantes del MGRK también llamaron al boicot de la consulta y organizaron diferentes marchas así como el bloqueo de un hotel de lujo y de la mina de níquel Tiébaghi.

En paralelo, el Movimiento rechaza abiertamente el sistema de partidos políticos y toda participación en la política institucional. Para Alexandre Bwaa, presidente del movimiento “Al Kanak se le arranca su raíz para meterlo en la política. La política institucional no es la política del Kanak, la Kostumbre es la que es nuestra política, nuestra religión, nuestra vida y la de nuestra sociedad, de nuestro pueblo. Hemos dejado a la Kostumbre para entrar en el mundo de la política y por eso estamos divididos. Pero si regresamos a la Kostumbre, cada Kanak vuelve a encontrar su lugar, volvemos a encontrar la unidad y hablando de independencia, ya no necesitamos votar, se puede dar ahora mismo. Pero insisten con eso de la consulta, y es una estrategia para dividirnos, porque para dividir al pueblo Kanak basta con meterlo en la política”.

Ver también ⇒ Alertan abogados estrategias de privatización de tierras colectivas en México

En el territorio Kanak como en los demás pueblos originarios del Pacífico, preexiste la “Kostumbre” (la “Koutume”), una forma de organización y visión del mundo horizontal, comunitaria, espiritual y basada en el vínculo con la naturaleza. Es ese sistema que el MGRK está reconstruyendo y fortaleciendo en su territorio.

“Aquí, el Estado francés ya ha sido destituido porque el la “Kostumbre” la que organiza la vida”, argumenta Alexandre Bwaa.



[1]          Ali Moussa Iye et Khadija Touré (coord.), Histoire de l’humanité, volume 6, éditions de l’UNESCO, Paris, 2008, p. 1388.

Para más información sobre la historia del territorio Kanak :

Saïd Bouamama, “La obra negativa del colonialismo francés en Kanaky: un intento de genocidio por sustitución”, https://www.investigaction.net/es/la-obra-negativa-del-colonialismo-frances-en-kanaky-un-intento-de-genocidio-por-sustitucion/

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