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Narrar lo que importa: El rescate de otras formas de nacer por mujeres ayuujk en Oaxaca

Fotos por Organización de Mujeres Poj Kaa A.C., Lilia H. Pérez Díaz y Mirna Borrego

La lucha de las mujeres por el rescate de saberes ancestrales en la comunidad ayuujk de Santa María Tlahuitoltepec, resuena más allá de las montañas de la sierra norte de Oaxaca, donde trabajan para recuperar el derecho de nacer al calor del hogar, mediante prácticas de partería en armonía con su territorio y espiritualidad. Esa resonancia viaja por las ondas sonoras, a través de un podcast que amplifica sus voces y propuestas hacia otros oídos atentos en diversos territorios de México.

En esta comunidad, las mujeres ayuujk se reunen para dialogar sobre las formas de nacer que, por mucho tiempo, con la imposición de la medicina occidental, han sido relegadas a los hospitales donde se enfrentan a la violencia obstétrica mediante ceráreas innecesarias y la negación de sus derechos sobre sus propios cuerpos y la vida de sus hijos.

“Esa visión en donde ya no nos permiten nacer en nuestra propia casa, en nuestro propio territorio, es algo contra lo que estamos luchando en estos tiempos”, detalla para Avispa Mídia, Esther Martínez, joven ayuujk integrante de la organización Poj Kääj, la cual articula mujeres y parteras para el rescate de prácticas que conciben el parto como un acto de autonomía y conexión con la tierra.

La joven ayuujk relata que el reunirse para contar las historias de violencias obstétrica e institucionales es algo que antes no se podía hacer, debido a prejuicios y estereotipos alrededor del tema, por lo que su labor actual es proponer alternativas justas para la forma en que se nace y para dignificar la vida cotidiana de las mujeres. “Queremos volver a dignificar los nacimientos y también la vida de las mujeres, porque tener experiencias de violencia en los hospitales es algo que te marca en tu vida. Te afecta tanto física como mentalmente”, relata Martínez. 

Ella cuenta que los cuidados colectivos que sostienen el nacimiento no se limitan al momento del parto, sino es un proceso tanto previo como posterior, el cual pese a ser parte de su cultura, y expresarse mediante rituales como los baños de temazcal y el cuidado con plantas medicinales, se está perdiendo, “porque se está dejando de nacer en comunidad”, asevera.

En este contexto, la joven ayuujk menciona que existe el cuestionamiento de su organización por cómo llevar la conversación a la esfera pública y a que más mujeres se pregunten cómo perder los miedos que el sistema ha impuesto alrededor del parir. 

“Nosotras hemos encontrado que es a través de este apoyo colectivo, este cariño que se pone en el centro cuando una persona está parturienta y toda la familia, las amistades o la colectividad sostienen ese proceso”, comparte Martínez quien forma parte de la iniciativa “Periodismo de lo Posible”, un proyecto que ha producido el podcast narrativo “Oaxaca: Kaxë’ëjkën, parir al calor del hogar y del territorio”, mediante el cual se busca que las historias de las mujeres ayuujk generen conversaciones dentro de las familias de cómo nacían, cómo nacen ahora y cómo les gustaría volver a nacer

En Santa María Tlahuitoltepec, las mujeres han tejido una red organizativa que vincula sanación, autonomía y la defensa del cuerpo-territorio a través de los trabajos impulsados por la organización de Mujeres Poj Kääj. Desde el año 2011, esta articulación, ideada y promovida por las mismas mujeres, inició procesos organizativos, primero desde la radio comunitaria Jënpoj y, con el tiempo, a través de acciones con el objetivo de regenerar sus sistemas de vida ayuujk para habitar de manera digna su territorio.

Lilia Heber Pérez Díaz integrante de la organización relata que sus labores surgieron por la necesidad de acompañamiento legal, psicológico y de acompañamiento en general hacia las mujeres que habían sido violentadas en diversos ámbitos estructurales, en violencia doméstica e institucional. Por su parte, Esther Martínez, joven ayuujk quien participa desde 2022, detalla que el marco de esta organización es buscar el buen vivir para las mujeres para hacer frente a las violencias estructurales. 

Por ello, además de impulsar la participación política de las mujeres y el autocuidado, retoman herramientas como la agroecología y las ecotecnologías, para tener una integralidad. “Es una forma de dignificar la vida de las mujeres. Como joven conoces a más mujeres que están haciendo estas luchas desde sus familias, desde sus hogares, desde sus territorios y es una forma de ir articulando con la vida comunitaria, porque aquí en la comunidad la vida pues se rige en base a una colectividad, a una vida comunitaria que es también la de los cargos comunitarios”, detalla Martínez.

Para la joven ayuujk, los logros de las mujeres Poj Kääj se perciben con la mayor seguridad de sus integrantes, quienes asumen la gestión y responsabilidades de los trabajos de la organización. “Estamos siempre dialogando, es un espacio donde ellas pueden decir lo que sueñan, lo que piensan, lo que viven. Ayuda mucho en la autonomía de las mujeres”, recalca Martínez.

Por su parte, Pérez subraya la importancia de colocar el tema del rescate de la partería que enarbolan las mujeres Poj Kääj y su difusión mediante el podcast para discutir el respeto hacia las comunidades y sus prácticas ancestrales ya que las instituciones, en este caso de salud, no tienen una visión de interculturalidad, ni la sensibilidad para comprender “lo que nos representa el hecho de nacer y de parir, pues es una cuestión totalmente distinta cuando te llevan a una sala de parto en donde te dejan ahí, sola totalmente, y que no tienes ningún ninguna forma de acompañamiento”.

Lilia Pérez apela a la descolonización del miedo impuesto a las mujeres, “por esa idea de otorgarle todo el tema de decisión sobre nuestros cuerpos a una instancia de salud, a un médico, a una institución. Reflexionar y ver también hacia nuestro futuro, cómo estamos dejándole y heredándole nuestras formas de nacer a a las futuras generaciones”. 

Todo este proceso organizativo de las mujeres ayuujk en Santa María Tlahuitoltepec también comparte en geografías distantes a través del podcast narrativo “Periodismo de lo Posible”. Este proyecto, creado por colectivos, organizaciones y comunicadorxs comunitarixs junto a periodistas, difunde historias de defensa del territorio e identidad desde las victorias de los pueblos en resistencia. “El podcast viene siendo una denuncia, pero también propone una solución a las formas de cómo nacemos y cómo parimos las mujeres”, explica Esther Martínez quien participó en su edición.

La lucha por recuperar la partería, centrada en el cuidado de saberes ancestrales, se amplifica en este formato sonoro para afrontar la violencia estructural y afrimar que las alternativas nacen del quehacer cotidiano. Impulsasdo por Quinto Elemento Lab, así como por las organizaciones Ojo de Agua Comunicación, La Sandía Digital y Entre Redes AC, el podcast parte del objetivo de que las historias sean contadas desde las propias comunidades.

Una característica clave es la articulación entre comunicadorxs comunitarixs, radialistas y periodistas con organizaciones y defensorxs de los territorios. A lo largo de un proceso formativo de un año, se generan espacios colectivs de aprendizaje con seminarios, campamentos y acompañamiento técnico y editorial, fortaleciendo narrativas propias desde la diversidad de saberes.

El podcast se propone también como herramienta pedagógica. Aranzazú Ayala, una de las integrantes del equipo, señala que buscan “enfocarse en los logros, en que hay cosas buenas, esperanza”, desafiando con ello las narrativas fatalistas que suelen dominar las coberturas sobre resistencias.

Por ello, el proyecto promueve círculos de escucha, clubes y guías didácticas, tanto en las comunidades participantes como en otros espacios urbanos. Así, las voces que narran sus luchas locales siguen resonando, tejidas con una diversidad de territorios en México.

No hay más Estado de Derecho; el poder de muerte es la ley: Rita Segato

En portada: Disidencias sexuales, participantes de la contramarcha “Con Genocidio, No Hay Orgullo” mientras se trasladan a la embajada de Israel en México. Julio, 2024. Foto: Axel Hernández.

La escritora argentina y antropóloga feminista, Rita Segato, hizo un análisis contundente de la actualidad, durante diálogo con mujeres en México, Oaxaca, para repensar las estructuras de la violencia contra las mujeres en el presente global, afirmando que no hay más Estado de Derecho, referiéndose no solamente a México sino al mundo. 

“Gaza no es solamente un caso de guerra, de destrucción, de holocausto, de genocidio. Es una declaración del fin del Estado de Derecho global. No hay ley. Es una declaración - y ustedes aquí en México ya la conocen [con los feminicidios, las fosas comunes, las desapariciones forzadas] - de que el poder de muerte es la ley”. Además, el término “derechos humanos”, ampliamente utilizado, se volvió una “palabra vacía”, sostuvo.

Rita Segato durante diálogo en Oaxaca.

Delante de este escenario catastrófico que domina la condición humana en la actualidad, “yo he optado por declararme ex humana, no soy más ser humano. No quiero ser parte de eso. Desprecio profundamente la especie a la cual pertenezco”, compartió ante decenas de mujeres.

Tras iniciar su charla dibujando este escenario y posicionándose frente a él, Rita retó a la audiencia: “Si pueden contradecirme, decirme que estoy equivocada, voy a ser la persona mas feliz del mundo; es difícil, yo misma busco la contradicción a eso que acabo de decir, y no la encuentro”. No hubo ni una solo voz contraria.

A pesar de la falta de confianza en el Estado y en el propio ser humano, Rita no pierde el humor para no caer en el pesimismo, al tiempo que invita a cuestionar cómo “salir de esta penuria, hacer con que esta especie vuelva a ser apreciable, vuelva a ser confiable”.

La antropóloga feminista apunta posibles caminos a seguir. “Estamos obligadas a pensar algo nuevo. Pensar con nuevas palabras. Imaginar lo que no existe, las palabras que no fueron pronunciadas, las consignas que nunca fueron dichas, los proyectos que jamás imaginamos, futuros nunca imaginados, pero futuros inmediatos, no futuros utópicos. Se debe pensar con los pies en la tierra, en el lodo, cara a cara, cuerpo a cuerpo, con cada gesto cotidiano”, dice.

La colectividad, para ella, es fundamental en este proceso y puntualiza que nadie puede hacer nada solo o sola. “Es un trabajo mancomunado, colectivo, eso de repensar la política, las palabras, las soluciones posibles, ante prácticamente un fin de mundo”.

Para ella, el cambio de rumbo de la historia es totalmente una cuestión dentro de los márgenes de lo político, y no de la política o politiquería, en la cotidianidad, por eso la necesidad de compreender la masculinidad, que es la base de otros poderes en nuestra sociedad que se despliegan en todas las otras formas de poder. 

“Comprender la masculinidad es absolutamente central para liberar a las mujeres y también a los hombres. Nosotras estamos ayudando a los hombres a que salgan de la trampa en la que metieron el pie, que cada vez los encarcela, los aprisiona más. Entonces es un movimiento por la humanidad, es un movimiento por la sociedad, por el mundo. No es un movimiento por una minoría”.

Rita, que posee una reconocida trayectoria en investigaciones relacionadas a violencia de género en los pueblos indígenas y comunidades de América Latina, vinculando a cuestiones de racismo y colonialidad, nos deja reflexiones importantes sobre las relaciones de poder, masculinidad y el papel que los movimientos feministas podrían asumir en el sentido de contribuir para los cambios necesarios. 

A continuación, retomamos algunas de sus reflexiones.

Existe la política y lo político. Mi campo es lo político, no la política. La política va a jugar siempre a la conflictividad por poder. Es una lucha por el poder y por el control del Estado, partidos, movimientos sociales. El gran maestro, Aníbal Quijano, decía así, que no se trata de movimientos sociales, se trata del movimiento de la sociedad. A veces los movimientos sociales también acaban siendo parte de la política, la lucha por el poder. Y ¿qué es lo político? Todo. Absolutamente todo. La vida misma, la vida cotidiana.

¿Qué pensamos en lo político?, no es como atrapar la rienda del control, es otra cosa. Pensamos como reencaminar el rumbo de la historia hacia otro destino. Yo lo defino así. Debe ser siempre un camino anfibio, si no hay un camino en lo político, también la política no camina y retrocede todo el tiempo. El camino es por dentro y por fuera del Estado. Si no hay un camino simultáneo por fuera del Estado, el del Estado acaba traicionándonos siempre al final.

Nos han enseñado que lo doméstico no es político, que es íntimo y que es privado. La vida doméstica no es ni íntima, ni es privada. A partir de la conquista y de la colonización, se suprime de forma gradual el orden comunal, donde la reciprocidad y formas de lo político dominan, entonces se nucleariza la familia. Ahí morimos, los niños son abusados, golpeados, las mujeres también. Ahí, en esta familia privatizada y transformada en íntima.

El feminismo nos ha enseñado ya hace mucho tiempo que lo privado es político. Esta privatización de lo doméstico ha causado enormes daños no solamente a las mujeres y a los niños, sino a la historia de la humanidad. Entonces hay que recomunalizar.

Integrantes del Colectivo Madres en Resistencia realizan la búsqueda de sus familiares desaparecidos en un contexto de omisión e impunidad por parte de las instituciones estatales en Chiapas y a nivel federal.

En el mundo comunal, el espacio doméstico no es pequeño, no es privado, no transcurre entre cuatro muros, como en nuestras casas en las grandes ciudades. Es abierto y atravesado. Por eso el feminicidio es moderno. Eso que llamamos feminicidio, la absoluta crueldad sobre los cuerpos de las mujeres, solo puede ocurrir cuando no hay comunalidad, porque en el mundo realmente comunal, hay muchos ojos, la conducta de las personas está bajo observación de la comunidad.

A medida que se nucleariza la familia y el individuo acaba siendo la figura de la sociedad, cuando el individualismo avanza en las sociedades, ahí la posición indefensa de las mujeres crece.

La gran cuestión es salir de esta penuria, hacer con que esta especie vuelva a ser apreciable, vuelva a ser confiable. Es encaminar el rumbo de la historia hacia otro horizonte, que sea más digno, más compasivo y más feliz. El verdadero origen de la maldad y de la crueldad es la infelicidad personal, que luego se vuelve perversa. El resentimiento es el estado de ánimo de nuestro siglo. Y ¿por qué la humanidad está resentida de esta manera como para causar daños a los demás?

Se origina en muchas promesas no cumplidas. En promesas no cumplidas de la modernidad, de la colonial modernidad, porque no podría existir modernidad si no hubiera existido conquista y colonización. 

Dentro del feminismo, es un error pensar en tomar el poder del patriarca. El poder es una mala palabra. El feminismo tiene que crear otras metas, que son metas de felicidad. No son las mismas metas del patriarca. 

No basta tener el cuerpo de mujer. Hay mujeres que son mas patriarcales que los hombres. Si una mujer me dice que quiere influencia y control del movimiento, bajar línea y que la obedezca, como por ejemplo decir que las trans están fuera de aquí [del movimiento feminista], eso es querer poder. 

Disidencias sexuales, participantes de la contramarcha “Con Genocidio, No Hay Orgullo” mientras se trasladan a la embajada de Israel en México. Julio, 2024.Foto: Max Negrete

Entonces sería necesario pensar en la idea de lo qué seria tener consciencia de género. En los movimientos anti racista y negro, por ejemplo, hay una categoría que es la consciencia racial.  Porque los que luchan contra el racismo saben que hay mucha gente de su misma raza que ejerce el papel del enemigo. En las favelas del Rio de Janeiro, por ejemplo, muchos niños y adolescentes negros son muertos en manos de policías negros, que están actuando para el Estado. Nosotras las mujeres tenemos que pensar ¿qué es una consciencia de género?

El principal compañero de un hombre es otro hombre. Es la fraternidad masculina. La estructura de esta fraternidad es corporativa. Cualquier corporación tiene dos características. Una es la lealtad, tienen más lealtad entre ellos, que lealtad a la familia, a la propiedad, a la riqueza, a la dignidad humana, a la vida. Policía, ejército, jueces, la universidad, la academia, son todas corporaciones que conocemos, pero la primera corporación es la masculinidad, antes que nada, el pertenecer al grupo de hombres. La segunda característica es la jerarquía. La masculinidad es jerárquica. A pesar de que ciertos feminismos quieren crear dentro del feminismo cierta jerarquía, eso no es parte de nuestra historia, ni de nuestra estructura como mujeres, ni de la acumulación de experiencia social a lo largo de milenios. Como mucho, la madre, que es una jerarquía de autoridad y no necesariamente de poder. Autoridad y poder no es lo mismo. Yo acepto esta diferencia.

El esfuerzo de toda mi vida fue entender el poder, que es entender la masculinidad como la primera forma, la base, la plataforma, que se replica en todos los otros poderes. Comprender la masculinidad es absolutamente central para liberar a las mujeres y también a los hombres. Nosotras estamos ayudando a los hombres a que salgan de la trampa en la que metieron el pie, que cada vez los encarcela, los aprisiona más. Entonces es un movimiento por la humanidad, es un movimiento por la sociedad, por el mundo. No es un movimiento por una minoría. Hemos caído en la trampa de la minoritización. No solamente nosotras, el movimiento indígena, el movimiento negro también. Los movimientos han caído en la trampa del multiculturalismo, que permitió nombrar la diferencia, todo bien, pero también nos entrampó en la minoritización. No hay minorías. Cada uno de los grupos humanos es universal.

Los excesos de la masculinidad del presente no podrían existir en el mundo colonial, porque había una vigilancia, las casas eran atravesadas por mucha gente, casas abiertas. Los excesos de la crueldad contemporánea no podían existir. Sin embargo, también había un patriarcado antes de la colonización. La colonización solo fue posible porque existía patriarcado en el orden pre colonial, pero con características de un patriarcado de menor intensidad o de bajo impacto, no es igual al patriarcado que va a imponerse después. Es la mirada del conquistador lo primero que aprende el hombre derrotado en la conquista. Aprende a mirar el cuerpo como cosa, a la vida como cosa, la cosificación de la vida. ¿Qué pasa en el presente? Esta situación se esta exacerbando más y más. Porque el hombre está emasculado por la concentración económica. Ocho hombres concentran una riqueza más grande que el 50% de la población mundial. 

Honduras: repunta violencia contra pueblo garífuna

En portada: Miriam Miranda durante una protesta para exigir justicia para el pueblo garífuna. Foto: Ofraneh

La Organización Fraternal Negra Hondureña (Ofraneh) denunció este lunes (14) la desaparición forzada del joven Max Gil Castillo Mejía, originario de la comunidad de Punta Piedra, quien fue extraído de su casa por la fuerza mediante la acción de hombres armados que se identificaron como policías.

De acuerdo a testimonios de sus familiares, la desaparición ocurrió en la madrugada del sábado (12) en la colonia Nueva Jerusalén, en la ciudad de San Pedro Sula, donde el joven garífuna residía temporalmente. Hasta el momento, su paradero es desconocido, mientras que las denuncias no han producido resultados concretos, señalan integrantes de la Ofraneh.

El joven garífuna Max Gil Castillo Mejia se encuentra desaparecido desde el pasado 12 de abril.

El joven es hermano de Tomás Castillo, presidente del patronato de la comunidad de Punta Piedra, comunidad garífuna con décadas en la lucha por la defensa de su territorio frente a la ocupación ilegal de sus tierras. 

Los habitantes de Punta Piedra, ubicada en el municipio de Iriona, departamento de Colón, fueron reconocidos como víctimas de violaciones a sus derechos por medio de un fallo emitido en el año 2015 por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH). La sentencia condenó al Estado de Honduras por otorgar títulos de propiedad a terceros sobre tierras reconocidas como parte del territorio garífuna.

La comunidad garífuna de Punta Piedra fue una de las participantes, durante el pasado jueves (10), de una movilización nacional en Tegucigalpa para exigir la restitución de sus tierras. También demandaron la extinción de la Comisión de Alto Nivel para el Cumplimiento de las Sentencias Internacionales (CIANCSI) ante “la falta de acciones y boicot de las instituciones del Estado para el cumplimiento de las sentencias”, sostiene la Ofraneh mediante comunicado.

Cabe recordar que la desaparición del joven Castillo se enmarca en un contexto de ataques sistemáticoscontra los líderes de comunidades garífunas y defensores del territorio. Entre los casos está el ocurrido en el año 2020, con la desaparición forzada del presidente del patronato de la comunidad Triunfo de la Cruz y de otros tres hombres que aún hoy no se cuenta con información de su paradero.

El mismo lunes (14) circularon mediante redes sociales audios con amenazas de muerte explícitas contra líderes garífunas. Uno de ellos es dirigido contra Miriam Miranda, coordinadora general de la Ofraneh, quien una vez más es blanco de amenazas por su papel en la organización de las comunidades garífuna en la defensa de sus territorios.

En el mensaje, difundido por la propia Miranda, se escucha una voz masculina -aparentemente modificada para ocultar su identidad- en la que amenaza a la lideresa garífuna por estar “metiéndose en grandes problemas con nosotros por las tierras”. 

Marcha para exigir que el Estado Hondureño cumpla las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Foto: Ofraneh.

“Nos amenazan por defender nuestros derechos ancestrales. Exigimos respuesta inmediata del Estado hondureño ante este nuevo ataque a nuestras vidas”, declaró Miranda mediante redes sociales. 

La defensora garífuna, quien ya cuenta con medidas cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), ha sido víctima de múltiples agresiones previas. En noviembre de 2023, fue amenazada por al menos cuatro hombres armados con fusiles de asalto, quienes merodeaban su vivienda en la comunidad de Faya, Vallecito, departamento de Colón.

En Brasilia, aldea Teko-Haw resiste desalojo violento

En portada: El cacique Francisco Guajajara junto con familias que habitan la Aldea Teko-Haw durante su participación en el Acampamento Terra Livre 2025. Los indígenas asistieron para solicitar solidaridad del movimiento y resistir los intentos de desalojo que son promovidos por intereses inmobiliarios. Foto: Aldo Santiago

La mañana de este martes (15), elementos de la Policía Militar del Distrito Federal (PMDF), Brasilia, realizaron una incursión violenta en la aldea Teko-Haw donde viven 40 familias del pueblo Guajajara. Con uso de violencia, bombas lacrimógenas, tractores y drones, los elementos de la PMDF avanzaron para permitir el ingreso de maquinaria que deforestó un área de vegetación del Cerrado -la sábana con mayor biodiversidad del mundo-, y que también destruyó la caza de Rezo Kwarahy Guajajara construida por familias Guajajara, quienes migraron desde el estado de Maranhão, al norte de Brasil, en el año de 2009.

Ubicadas al noroeste de Brasilia, estas tierras han sido habitadas por pueblos indígenas como Fulni-ô Tapuya, Tuxá, Kariri-Xocó, Wapichana y Guajajara, cuyo territorio ancestral se encuentra dentro de la zona de expansión urbana donde el Gobierno del Distrito Federal (GDF) está interesado en construir el barrio más caro de la ciudad capital, -y uno de los más caros de todo Brasil-, mientras lo promociona como “barrio verde ecológico”. 

Desde hace años, las familias indígenas enfrentan presiones por parte de desarrollos inmobiliarios que buscan expulsarlos para urbanizar la zona, en las tierras conocidas como Santuário dos Pajés, un lugar sagrado para la espiritualidad indígena.

Acorde al Mapa de conflictos sobre injusticia ambiental y salúd en Brasil, desde la década de 1990 el territorio del Santuário dos Pajés es disputado por las constructoras Emplavi y Brasal, que pretenden beneficiarse del plan de expansión del Sector Noroeste de Brasilia. Según el mapeo, ambas constructoras cuentan con el apoyo de Terracap, empresa pública con jurisdicción distrital y federal, responsable por el registro de tierras en la capital y quien ha realizado acuerdos con otras comunidades indígenas para desocupar áreas destinadas a proyectos urbanísticos.

Hasta la actualidad, sólo han sido reconocidas oficialmente 32.4 hectáreas como Territorio Indígena dentro del Santuário dos Pajés (las únicas demarcadas en la capital de Brasil), el cual abarca una superficie mayor, de 50 hectáreas. Este reconocimiento fue resultado de una disputa judicial de una década, resuelta mediante un acuerdo en 2018 entre el Ministerio Público Federal (MPF), la Fundación Nacional del Indio (Funai), el Instituto Brasília Ambiental (Ibram) y la Agencia de Desarrollo del Distrito Federal (Terracap).

Sin embargo, las 32.4 hectáreas están destinadas al uso exclusivo de la comunidad Fulni-ô Tapuya, pero otras comunidades como los Guajajara, Tuxá, Kariri-Xocó y Wapichana también habitan el área. Mantienen la exigencia para ampliar y reconocer todo el territorio ancestral ocupado históricamente por los pueblos indígenas.

La aldea Teko-Haw fue instalada en los territorios indígenas de Brasilia, a sólo 20 minutos del centro de poder político brasileño, como forma de protesta política en el año 2009, cuando por medio de decreto presidencial -emitido por Lula da Silva durante su segundo mandato- se ordenó la reestructuración de la Funai sin la participación de las comunidades indígenas de Brasil. 

El cacique Francisco Guajajara junto con familias que habitan la Aldea Teko-Haw durante su participación en el Acampamento Terra Livre 2025. Los indígenas asistieron para solicitar solidaridad del movimiento y resistir los intentos de desalojo que son promovidos por intereses inmobiliarios. Foto: Aldo Santiago

Desde entonces, la aldea conformada por indígenas Guajajara provenientes de Maranhão, permanece en las tierras ancestrales al noroeste de Brasilia donde practican la siembra tradicional de maíz y yuca entre árboles nativos del Cerrado como el pequi y el araticum.

A pesar de haber presentado múltiples solicitudes formales ante diversos organismos gubernamentales, durante más de una década se les ha negado el reconocimiento oficial del territorio, así como el acceso a derechos básicos como saneamiento, electricidad, agua potable, educación o salud. En este contexto, las familias de la aldea Teko-Haw —sobre todo la niñez— enfrentan una situación de vulnerabilidad alimentaria severa.

A pocos días de la conclusión del ATL 2025 —donde se movilizaron miles de indígenas de todo Brasil—, las fuerzas de seguridad del GDF lanzaron el operativo policial contra la aldea. Esto, pese a que durante las jornadas del campamento miembros de la comunidad sostuvieron reuniones con funcionarios federales, a quienes exigieron compromisos para respetar a las familias Guajajara que resisten en la aldea Teko-Haw.

Durante las jornadas del ATL 2025, el cacique Francisco Guajajara y otros miembros de la aldea Teko-Haw se unieron a las movilizaciones para solicitar el apoyo de la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (Apib) y de otros pueblos indígenas que participaron de las protestas. En entrevista para Avispa Mídia, el cacique Francisco sostuvo que su comunidad es la responsable por cuidar y defender el medio ambiente en un contexto de expansión urbana que provoca deforestación y amenaza las nacientes de agua en la región.

El cacique Francisco Guajajara. Foto: Aldo Santiago.

“Estamos aquí para exigir la demarcación de nuestro territorio, nuestra salud y la preservación del medio ambiente, porque somos nosotros, los pueblos originarios de Brasil, quienes luchamos por justicia climática”, compartió el cacique Francisco, al mismo tiempo que reclamó por los intentos de destrucción de la caza de rezo, construcción que pese a los esfuerzos de la comunidad fue desmantelada durante el operativo de este martes (15).

“Nosotros estamos disputando con Terracap para que podamos regularizar nuestro territorio. Eso es lo que necesitamos, porque necesitamos de nuestro territorio vivo. Eso es lo que exigimos”, sostuvo el cacique Guajajara.

La operación policial de este martes es solo el más reciente en los esfuerzos promovidos por Terracap para desplazar a la aldeia Teko-Haw. Recientemente, a finales de marzo, la Justicia Federal ordenó la suspensión temporal del desalojo de la comunidad después de recibir una solicitud de la Defensoría Pública Federal (DPU), que denunció la violación de los derechos de los indígenas durante una acción policial ocurrida en febrero de este año.

No obstante, el intento de desalojo de este martes (15) fue ordenado por la jueza Kátia Balbino, quien autorizó a al GDF y a Terracap a tomar medidas conjuntas para “frenar nuevas ocupaciones irregulares en la región y continuar las obras de infraestructura en el sector”. 

De acuerdo a un boletín del GDF, basado en una inspeccion de marzo del 2025, la propiedad, “ubicada en el bloque 707 del Noroeste, está desocupada, sin presencia de residentes ni comunidades indígenas. La decisión judicial se basó en imágenes aéreas que confirmaron la ausencia de ocupaciones habitacionales en el lugar”. 

Pese a la incursión violenta y la destrucción de la casa de rezo, al cierre de esta edición no se registran heridos en la aldea Teko-haw, al tiempo que las familias Guajajara se mantienen en alerta en sus viviendas ante cualquier otra incursión de los cuerpos de seguridad.

ONU activa procedimiento “extremo” contra México por desapariciones forzadas

Foto de archivo por Regina López

El Comité contra las Desapariciones de la Organización de las Naciones Unidas (CED por sus siglas en inglés) anunció, la semana pasada, la apertura del procedimiento del Artículo 34 de la Convención Internacional sobre Desapariciones contra México. Este procedimiento, el más extremo con que cuenta el Comité, se activa ante un posible contexto generalizado o sistemático de desaparición en un país.

El CED solicitará al Estado mexicano, en un primer momento, información sobre la situación de las desapariciones en el país. La solicitud llegará en las próximas semanas, informó el presidente del Comité, Olivier Frouville. De acuerdo con el Artículo 34, dependiendo de la gravedad de la situación, podría llevar al Comité a presentar, con carácter urgente, el caso ante la Asamblea General de la ONU, por medio del Secretario General de las Naciones Unidas.

Durante el anuncio de la apertura del procedimiento, Frouville sostuvo que el CED recibió informaciones que contienen elementos fundamentales que indican que la desaparición forzada se “lleva de manera general o sistemática en el territorio que es jurisdicción de México”.

Tras el anuncio, organizaciones de derechos humanos y de familias buscadoras instaron al Estado mexicano a colaborar activamente con el órgano, enviando información fidedigna y abriéndose al escrutinio internacional.

Además, demandaron que la revisión de la Ley General en materia de Desapariciones en curso debe analizarse a la luz de este proceso, recuperando la voz de los colectivos y las propias recomendaciones del Comité, para que los cambios a la ley no se queden cortos ante la magnitud de la crisis.

No es sorpresa
 

La determinación del Comité no es una sorpresa. Desde hace años, rememora el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), el CED ha llamado la atención sobre la crisis de desapariciones que vive México. Lo hizo por primera vez en 2015, cuando concluyó que las desapariciones eran generalizadas. “La información recibida por el Comité ilustra un contexto de desapariciones generalizadas en gran parte del territorio del Estado parte, muchas de las cuales podrían calificarse como desapariciones forzadas”, dice el informe del Comité. 

También alentó al Estado mexicano a “que, en el proceso de elaboración de esa información, fomente y facilite la participación de la sociedad civil, en particular de las organizaciones de familiares de víctimas”. 

Después reiteró la situación en sus Observaciones de Seguimiento en 2019.  Una de las recomendaciones fue que el Estado mexicano estableciera “a la mayor brevedad un mecanismo para garantizar la comunicación de las recomendaciones del Comité a las autoridades federales, estatales y municipales a cargo de la búsqueda y de la investigación”.

Representantes del Comité visitaron México en noviembre de 2021, se reunieron con víctimas, organizaciones y autoridades en 13 estados. En abril de 2022 emitió un informe en el que reconoció que las desapariciones en México continuaban siendo generalizadas en gran parte del territorio del país y emitió una serie de recomendaciones en el que instó al Estado a tomar una serie de acciones para crear una Política Nacional de Prevención y Erradicación de las Desapariciones. 

Además, enfatiza la impunidad que predomina en el país. “La impunidad en México es un rasgo estructural que favorece la reproducción y el encubrimiento de las desapariciones forzadas y pone en peligro y causa zozobra a las víctimas, a quienes defienden y promueven sus derechos, a los servidores públicos que buscan a las personas desaparecidas e investigan sus casos y a la sociedad en su conjunto”.

En septiembre de 2023, el CED evaluó los pasos dados por México desde su visita al país destacando que no se ha avanzado para concretar una Política Nacional sostenida y puso énfasis en la falta de rendición de cuentas. 

Reacciones

Días después del anuncio del presidente del CED, el gobierno mexicano y la Cámara de Senadores reaccionaron a las medidas del Comité y a las declaraciones de su presidente.

Por un lado, la Secretaría de Gobernación emitió una tarjeta informativa en la cual rechaza las declaraciones de Frouville “entorno a la supuesta práctica de desaparición forzada por parte del Estado (…) El Gobierno mexicano no consiente, permite u ordena la desaparición de personas como parte de una política de Estado. México está comprometido con el respeto irrestricto de los derechos humanos y con la atención de las causas de la violencia”.

Sostiene que el Estado Mexicano analizará “dicha solicitud una vez que sea recibida, para compartir las acciones y programas que se implementan a nivel nacional para atender y combatir el fenómeno de las desapariciones en México”.

Por otro lado, el Senado aprobó un pronunciamiento en el cual manifiesta “su absoluto desacuerdo con el comportamiento sesgado, del presidente del CED, Olivier Frouville, quien [hizo] aseveraciones irresponsables y temerarias sobre lo que sucede en nuestro país en materia de supuestas desapariciones forzadas. (…) Ha alentado la falsa e injusta especulación de que hay desapariciones forzadas en México y, peor aún, que esta conducta se da de forma sistemática”.

El presidente de la Mesa Directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña, anunció que presentarán un recurso legal contra la conducta del funcionario de la ONU. “Anunciamos que recurriremos a las más altas instancias de Naciones Unidas para exigir las sanciones correspondientes al funcionario”.  

El Centro Prodh rechazó el “inédito pronunciamiento de la fracción mayoritaria en el Senado sobre las desapariciones, en el que se pide a la ONU que sancione a su presidente. (…) En vez de disputar el diagnóstico y cuestionar al régimen internacional de Derechos Humanos, debería trabajarse en revertir la grave crisis de desapariciones. Lo votado en el Senado no augura un buen trabajo en la revisión de la reforma a la Ley General en la materia”. 

Madres buscadoras exigieron sensibilidad en el temaacciones concretas para atender la crisis de desaparición, en lugar de cuestionar organismos internacionales.

El jueves (10), el CED emitió una declaración reaccionando al pronunciamiento del Senado. “El Comité desea destacar que, de conformidad con la Convención, su decisión de activar el procedimiento del artículo 34 se adoptó por consenso sobre la base de denuncias recibidas en virtud de esta disposición, pero también teniendo debidamente en cuenta los informes, la información adicional, las respuestas presentadas de manera constructiva por el Estado parte desde el 2014 en el marco de las peticiones de acción urgente, las comunicaciones individuales y el informe adoptado por el Comité tras su visita a México”.

Brasil: Miles de indígenas protestan contra ley que desconoce sus territorios ancestrales

Más de seis mil indígenas, procedentes de pueblos originarios de todo Brasil, marcharon durante la mañana de este martes (8) por las avenidas de la capital, Brasilia, en la movilización indígena más grande del país para exigir respeto frente al ataque contra los derechos a sus tierras tradicionales, previamente garantizados en la Constitución, y que ahora se encuentran violentados por la aprobación de la Ley 14.701, que establece la tesis jurídica del Marco Temporal.

La polémica normativa bloquea la demarcación de tierras indígenas (proceso legal requerido por el Estado de Brasil para reconocer los límites de los territorios tradicionalmente ocupados por pueblos indígenas), pues coloca un nuevo candado mediante el cual, para reconocer legalmente a los territorios indígenas, las comunidades deberían de estar viviendo en ellas para la fecha del 5 de octubre del año 1988, momento de la promulgación de la Constitución brasileña de la época post dictadura.

En el camino al Congreso Nacional, los pueblos reclamaron por avances en las demarcaciones de tierras. También denunciaron las agresiones de sectores de gran poder político y económico, como el agronegocio, la industria minera y empresas energéticas quienes, al codiciar los territorios de las comunidades, promueven cambios en la Constitución para bloquear el reconocimiento de las tierras indígenas. Además, se escucharon reivindicaciones para garantizar la educación, salud, derechos de las mujeres y el respeto a la cultura ancestral de los pueblos.

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Acampamento Terra Livre
Acampamento Terra Livre - Foto por Aldo Santiago
Acampamento Terra Livre
Acampamento Terra Livre - Foto por Aldo Santiago
Acampamento Terra Livre
Acampamento Terra Livre - Foto por Aldo Santiago
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Acampamento Terra Livre - Foto por Aldo Santiago
Acampamento Terra Livre
Acampamento Terra Livre - Foto por Aldo Santiago

Con la participación de infancias, jóvenes, adultos y ancianos, bajo el lema “En defensa de la Constitución y de la vida”, desde temprano las delegaciones de pueblos indígenas concentradas en el Acampamento Terra Livre (ATL) prepararon las pinturas corporales, lanzas, arcos y flechas, marakás y tambores que acompañaron los cantos y danzas mediante los cuales se hicieron presentes en la ciudad capital, donde se concentran las sedes de los poderes federales.

Fue a pocos metros de distancia del Congreso Nacional de Brasil donde una cerca policial impidió el avance de la movilización indígena. Mientras que una delegación se encaminó hacia el recinto para participar de una sesión solemne con diputados, indígenas tomaron el micrófono para resaltar las problemáticas que enfrentan en las diversas geografías del país sudamericano.

Así, desde la explanada de los ministerios retumbaron los reclamos por el respeto y demarcación de las tierras indígenas, en medio de un contexto donde la violencia se extiende por todo el territorio nacional. Por mencionar algunos llamados de alerta, se difundió la criminalización y ataques contra los pueblos Pataxó y Tupinambá del sur de Bahía, así como los asesinatos contra el pueblo Avá Guarani al oeste de Paraná y Guaraní Kaiowá el sur de Mato Grosso del Sur, todos, lugares donde se registra violencia reiterada contra recuperaciones de tierras de los pueblos indígenas.

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“Pedimos la devolución de nuestras tierras porque no es invasión, es devolución”, reclamó una lideresa Guarani Kaiowá de la recuperación de tierras Pakurity, localizada a 18 kilómetos de Dourados, en Mato Grosso del Sur. Recalcó que viven los ataques de milícias tras las retomadas que realiza su pueblo luego de esperar, sin respuesta, por más de 30 años por el reconocimiento del Estado brasileño a sus territorios ancestrales. 

Por parte del Pueblo Xavante, del estado de Mato Grosso, también se hizo mención sobre el avance del agronegocio, principal promovente de los ataques contra las reocupaciones indígenas en la región. 

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Desde la región Amazónica brasileña, un cacique del pueblo Gavião, en el estado de Rondonia, sostuvo que aún despúes de cinco siglos de violencia, el parlamento brasileño continúa con las agresiones contra los pueblos indígenas. “Las conquistas que hemos alcanzado hoy se encuentran amenazadas, la Constitución, donde el artículo 231 garantiza el derecho constitucional, el derecho original de los pueblos indígenas, se encuentra amenazado en este momento”, reiteró al exigir la derogación de la ley que establece el Marco Temporal.     

“Nosotros no estamos aquí para pedir favor, nosotros ya tenemos nuestros derechos. Lo que los parlamentarios tienen que hacer es cumplir con sus obligaciones, reconocer el derecho originario de los pueblos. Por eso es que estamos aquí en la capital, en la mayor asamblea de los pueblos indígenas de Brasil para poder decir ¡Basta! ¡Alto a la violencia contra los pueblos indígenas!”, exclamó un cacique del pueblo Pataxó, en el estado de Bahía.

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ATL contra el Marco Temporal

Una de las consignas reiteradas durante la movilización fue la exigencia para derogar la Ley 14.701, promovida principalmente por los llamados “ruralistas”, empresarios de la agroindustria con representación en el Congreso.

Tras diversas maniobras políticas del Congreso en 2023 y, pese al veto presidencial que fue retirado por dicho órgano en 2024, el futuro de la Ley 14.701 aún se encuentra en suspenso. Mientras, el Supremo Tribunal Federal (STF), a través de uno de los ministros, Gilmar Mendes, encauzó una “mesa de diálogo” para llegar a un acuerdo con los movimientos indígenas, quienes han rechazado rotundamente el que sus derechos estén en negociación. 

La Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (Apib), organizadora del Acampamento Terra Livre, desistió de participar desde agosto del 2024, debido a que, denuncian, es una conciliación forzada impulsada por intereses privados. Esto, sostienen, se ha confirmado luego de que durante los trabajos de la mesa, en los anteproyectos presentados por los ministros se han colocado temas perjudiciales para las comunidades, tales como el de permitir la minería en tierras indígenas, las actividades turísticas o de complejizar aún mas los trámites para las demarcaciones a cambio de derogar la Ley del Marco Temporal.

Previo a la última reunión, el pasado miércoles (2), la Apib criticó que la mesa procedió sin un objetivo claro y sin la participación del movimiento indígena. “Los numerosos recursos y pedidos realizados por la APIB, como la medida cautelar de suspensión de la Ley Nº 14.701/2023, no han sido respondidos. Incluso, después de la salida de los representantes indígenas, el proceso continuó, violando el principio de voluntariedad garantizado por el Código de Procedimiento Civil, la Ley de Mediación y el Convenio 169 de la OIT”, sostiene el documento. “Así, el proceso resultó ilegítimo, afrentando la autodeterminación de los pueblos indígenas”, denuncia.

Una de las principales preocupaciones es que la mesa está proponiendo la realización de pagos de indemnización a los supuestos dueños que cuentan con títulos de propiedad. Sin embargo, el artículo 231 de la Constitución brasileña prohíbe indemnizar a quien detente un documento de propiedad que se sobreponga a tierras indígenas. Además, existe una práctica conocida como grilhagem mediante la cual latifundistas y hacendados han falsificado dichos documentos para legalizar los territorios indígenas como propiedad privada.

“Nosotros vamos a continuar firmes, fuertes y de pie. Si nos quieren matar, van a tener que matarnos guerreando, porque nuestro territorios es sagrado”, sostuvo Alberto Terena, Coordinador ejecutivo de la Apib e intergante del Consejo del Pueblo Terena de Mato Grosso del Sur donde, por décadas, las reocupaciones de tierras indígenas han sido combatidas con violencia por los hacendados, ganaderos y empresarios de la región.

La declaración de Alberto Terena fue una de las más contundentes durante las primeras horas del Acampamento Terra Livre durante una conferencia de prensa realizada la mañana del lunes (7), al inicio de las actividades políticas y culturales. “Queremos que nuestro pueblo tenga paz y que nuestro territorio sea libre de toda mortandad que el agronegocio viene trayendo”, complementó el indígena Terena.

Cabe recordar que durante el gobierno actual de Lula da Silva del PT, apenas se han homologado 13 nuevos territorios, cifra que contrasta con los 542 registros de reivindicaciones de tierras indígenas que aguardan en las oficinas de la Fundación Nacional de los Pueblos Indígenas (Funai), una de las intituciones involucradas en el proceso de reconocimiento legal de estas tierras.

¡Nuestro Futuro no está en venta!

Las movilizaciones del ATL 2025, que se realizan del 7 al 11 de abril en la capital Brasilia, son coordinadas por la Apib y sus siete organizaciones de base regionales: Aty Guasu (región Centro-Oeste), Apoinme (Noreste y Este), ArpinSudeste (Sureste), ArpinSul (Sur), Coica (Coordinación de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica), Coiab (Amazonía Brasileña) y Terena (pueblo Terena, con presencia en Mato Grosso do Sul).

La Apib se creó con el objetivo de fortalecer la unión de los pueblos indígenas de Brasil mediante la articulación de diferentes organizaciones y redes que históricamente se movilizan contra las amenazas y ataques a los derechos indígenas.

“Nosotros, los pueblos indígenas, seguimos luchando por el respeto a la Constitución. Esto implica garantizar y hacer efectivos nuestros derechos, respetar las instituciones y escuchar al movimiento indígena. Solo así podremos fortalecer verdaderamente la democracia brasileña”, compartió Dinamam Tuxá del pueblo Tuxá y coordinador ejecutivo de la APIB.

Mientras los pueblos se movilizan, la Apib y organizaciones de base han exigido audiencias con los 11 ministros del STF. Sólo tres han aceptado reunirse con representantes de las comunidades indígenas.