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La forestal Arauco, el monocultivo de árboles y el Pueblo Mbya Guaraní de pie

Por Darío Aranda

En portada: Monocultivos de pino de la multinacional Arauco en la provincia de Misiones, norte de Argentina. Foto: Greenpeace

Crónica desde la comunidad indígena Puente Quemado 2, que exige la devolución de territorios y que se retire la multinacional Arauco. “El monocultivo de pinos es una tragedia y vamos a luchar para recuperar el monte”, afirma el cacique Mbya. En pleno siglo XXI, no cuentan con agua ni electricidad. La complicidad del Gobierno, la vulneración de derechos y el extractivismo.


La construcción es de madera, de unos diez metros de largo por unos siete de ancho. Color blanco y celeste ya desgastados. Es la escuela de la comunidad Mbya Guaraní Puente Quemado 2, a 150 kilómetros de la capital de Misiones. Techo de chapa, un pizarrón verde muy pequeño y media docena de mesas. Todo muy humilde. Y, en pleno siglo XXI, no cuenta con agua potable ni energía eléctrica , pero —eso sí— dice presente un mástil prolijo y alto para que flameen las banderas de Argentina y de Misiones. Como un mal chiste del poder: que no falte el emblema patrio a pesar del mar de necesidades y violación de derechos.

Es viernes a la mañana. Atrás quedaron cinco días de lluvia. Salió el sol y hace “frío” para el clima misionero, unos 15 grados. El punto de partida es Aristóbulo del Valle. La camioneta zigzaguea mientras esquiva charcos de agua y una variedad de pozos que pueden hacer despistar. El “Vasco” Baigorri, comunicador del Equipo Misiones de Pastoral Aborigen (Emipa) y con larga trayectoria con comunidades indígenas, pisa el acelerador, quizá va más rápido de lo conveniente, pero tiene a su favor que conoce los caminos misioneros.

En el andar se deja ver el monte nativo, chacras e, impactante, el monocultivo de árboles de las empresas forestales. Parecen un ejército: verdes, prolijos y en fila. También sorprende el silencio del desierto verde: no se escuchan pájaros en esos árboles, reflejo del monocultivo y de la falta de biodiversidad y casi ausencia de vida.

El vehículo avanza por el camino de tierra —la ruta provincial 220— y, kilómetros adelante, aparece la selva nativa, la variedad de verdes en árboles, arbustos y palmeras que no dejan de sorprender. Y todo contrasta más con la tierra colorada y el cielo azul impoluto. Hasta que, en un repentino cruce de caminos, giro a la derecha y se observan decenas de hectáreas arrasadas, árboles cortados al ras y tierra yerma, como si una bomba nuclear hubiera caído. No hubo explosión: fue la “cosecha” de los árboles con destino a aserraderos y plantas de celulosa. Las máquinas forestales arrasan con todo. Solo dejan en pie a las pindó, un tipo de palmera. Cintia Gimenez, de Emipa, explica que el dicho popular advierte que —de talar una pindó— el hombre perderá la virilidad.

Foto: Greenpeace

El paisaje se repetirá a lo largo de una hora. Por momentos hay monte nativo. Durante muchos otros kilómetros se impone el monocultivos de pinos.

Luego de más de una hora de andar sorprende un cementerio de pinos quemados, aún en pie, que son la antesala de la comunidad Mbya Guaraní Puente Quemado 2, que enfrenta a la forestal Arauco, la mayor propietaria de tierras de Misiones con 230.000 hectáreas.

La forestal Arauco en territorio Mbya Guaraní

La comunidad Puente Quemado 2 habita desde generaciones 657 hectáreas, donde viven 46 personas, desde niños hasta ancianos. Cuenta con el relevamiento territorial de la Ley Nacional 26.160 desde 2014, pero ningún nivel estatal (municipal, provincial ni nacional) cumple la legislación para reconocer el territorio indígena y, mucho menos, lo hace el Poder Judicial, principal responsable de hacer cumplir las leyes. La multinacional Arauco avanzó sobre 331 hectáreas y empresarios locales, entre ellos Roberto Ruff, sobre otras 300 hectáreas.

Al ingresar a la comunidad, recibe la escuela, el patio de tierra colorada, unos árboles frondosos y, a unos veinte metros, comienzan las casas, construidas con madera, chapa y plásticos negros.

Santiago Ramos, de 36 años, es el mburuvicha (cacique) de la comunidad. Recibe con el saludo tradicional: levanta levemente las manos, muestra las palmas y dice “aguyjevéte” (palabra de bienvenida con un significado muy espiritual, es un saludo sagrado que representa el respeto hacia el otro). Invita a sentarse a la sombra de un árbol y solicita esperar a que lleguen otros integrantes de la comunidad.


Dos horas después, cuando ya están presentes otros tres mbya (y otros tantos pasaron a saludar), comienza la entrevista formal. Repasa el estado de situación: no se cumple la educación bilingüe-Intercultural, no cuentan con agua ni electricidad, no pueden hacer uso de los bienes naturales, padecen los agrotóxicos de las empresas forestales y, sobre todo, no pueden utilizar el territorio que les pertenece. En definitiva, casi ninguno de los derechos de la Constitución Nacional se cumplen. Pero la bandera argentina, izada por la maestra al llegar, sigue flameando.

Foto: Greenpeace

“Energía eléctrica y agua es algo básico, aunque sea para la escuela, es para los chicos, para seguir estudiando y también para poder ayudar a los abuelos y abuelas. Es un sueño que tenemos”, explica el cacique. Y también señala cuál es la traba para eso: la empresa Arauco exige un acuerdo (donde la comunidad ceda la tierra) y, luego de eso, promete que hará un pozo de agua y hará llegar la luz. El gobierno provincial (ahora a cargo de Oscar Herrera Ahuad, pero siempre controlado por Carlos Rovira) mira para otro lado. La Dirección de Asuntos Guaraníes, el Ministerio de Ecología y el Instituto Misiones del Agua miran para otro lado.

Advierte que en el tema vivienda “no hay tanta preocupación”. Percibe la sorpresa ante la respuesta. Y se explaya: “Sabemos que no tenemos techo como muchas personas de afuera quieren, sabemos que vivimos precarios, pero a la vez vivimos bien digamos, no sufrimos nada de enfermedad y, bueno, no hubo tormentas fuertes, tenemos nuestra espiritualidad”.

“Hemos pedido el agua en la Cámara de Diputados y al Gobierno. Pero nos dicen que harán eso cuando se delimite la tierra para que Arauco pueda seguir sembrando pinos”, denuncia. Tierra Viva le pregunta cuánta tierra quiere la empresa. Ramos precisa: “Quieren toda la tierra. Dicen que es de ellos. Con el abuelo (cacique anterior) habían ofrecido que nos quede solo cinco hectáreas. Ahora nos ofrecieron veinte metros más allá de las casas. Si solo tenemos eso, vamos a morir”.

El fuego que reinició la lucha

En el verano de 2022 la zona de Garuhapé fue una de localidades afectadas por los incendios. La comunidad Mbya estuvo rodeada, literalmente, de fuego. Incluso se incendiaron dos de sus viviendas y los mayores (abuelos y abuelas) tuvieron que refugiarse en un arroyo cercano. Recuerdan que, durante días, padecieron el humo que los asfixiaba, llamas de más de treinta metros de altura y el miedo a pérdidas humanas.

Ya conocían del accionar del monocultivo forestal, pero los incendios fueron el punto de quiebre. En asamblea, decidieron que no iban permitir más la entrada de empresas y muchos menos dejarlas sembrar nuevamente.

Se pueden ver los miles de troncos quemados de pie. Son más de 300 hectáreas. Arauco insiste en ingresar, cortar lo incendiado y volver con nuevos pinos.

Los Mbya se apoyan en el Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas, tratado de derechos humanos que en Argentina tiene rango supralegal, por encima de las leyes locales.

“No sabíamos que hacer ante tanto fuego. Algunos abuelos agarraron sus bolsitos y querían irse, pero no había dónde. Era todo muy triste. Se quemó nuestro poco monte que teníamos. Y ahí perdimos nuestras medicinas. Sufrimos mucho. Algunos anduvimos con baldecitos... como si pudiéramos hacer algo ante tantas llamas”, relata el cacique.

También recuerda que uno de los niños casi queda encerrado por el fuego, que los bomberos tardaron en llegar y, sobre todo, que fueron testigos en lo rápido que las llamas crecían y avanzaban sobre cada metro de la comunidad. Los pinos, especie foránea, propagan el fuego mucho más que los árboles autóctonos. Las llamas arrasaron cientos de hectáreas.

“Fueron días sin dormir. Con miedo. Con mucho humo que no dejaba respirar. Recién nos quedamos más tranquilos a los veinte días, porque llovió y ya apagó todo. Pero ahí vino la inundación. Y el agua ahora sube hasta lugares donde antes no llegaba”, resalta.

Las comunidades campesinas e indígenas lo dijeron antes que nadie. Cuando se arrasa el monte nativo, el suelo se impermeabiliza, el agua ya no penetra y, con la lluvia, sobreviene la inundación.

Foto: Emipa

“La empresa es responsable. Antes de los pinos acá no había ni venenos, ni fuego ni inundaciones. Es por los pinos todo este sufrimiento. Por eso decidimos, luego del incendio, que no queremos más pinos, no queremos más sufrimiento”, afirma el mburuvicha y detalla: “Nos hizo reflexionar que tenemos que luchar por nuestro derecho territorial, que la empresa no entre más porque el monocultivo de pinos es una tragedia y vamos a luchar para recuperar el monte".

La forestal Arauco

Arauco es una multinacional forestal que opera en treinta países. En Misiones controla más de 230.000 hectáreas, el diez por ciento de la provincia. Ninguna empresa ni persona física de Argentina concentra tanta tierra en una sola provincia. Y acumula denuncias de campesinos y pueblos originarios por usurpación de tierras, contaminación y vulneración de derechos. “La comunidad ya existía desde mucho antes que la empresa. Pero un día llegaron y se apropiaron de todo. Y nosotros no teníamos capacidad para enfrentarlos”, señala el cacique Ramos.

Ya es mediodía, hora de almuerzo. Alcanzan un guiso de arroz con pollo que las mujeres cocinaron en grandes ollas a fuego de leña. Todos comemos debajo del árbol. Se apaga el grabador y la charla deriva en fútbol, la visita que hizo el cacique a la ciudad de Buenos Aires (lo abrumó el ruido y tanta gente) y el calor que comienza a sentirse.

Cacique Santiago Ramos. Foto: Emipa

En la sobremesa, se retoma la entrevista. Santiago Ramos resume: “Nosotros estamos en nuestro territorio, y ellos no nos quieren respetar, nos presionan y amenazan para que los dejemos plantar, pero eso no va a pasar. Tenemos derechos y nos tienen que respetar”. Relata que Arauco les ofreció “un pedacito” de tierra para sembrar maíz y mandioca.

-¿Cuánta tierra les ofreció?

-Dos hectáreas para toda la comunidad.

-¿Y ellos cuántas se quedarían?

-Casi todo.

-La empresa dice que quiere tener buena relación con ustedes.

-La única buena relación de la empresa es con quien no reclama. Porque la empresa hace lo que quiere en todos lados. Se lleva bien con los mburuvicha (caciques) que no reclaman. Esa es la “buena relación” que quiere la empresa.

Territorio Mbya y futuro

Los Mbya Guaraní muestran sobre la mesa el mapa del relevamiento territorial que establece la Ley 26.160. Se trata de 657 hectáreas. Y dejan claro que es muy simple: “Nosotros vivimos así, dentro del monte, porque pertenecemos a la naturaleza. Es nuestro derecho el andar en el monte y seguir manteniendo nuestra costumbre y educación. Los ‘jurua’ (blancos) tienen que entenderlo y respetarlo. La empresa y el Gobierno tiene que entenderlo y respetarlo”.

Aclara que no están contra el gobierno provincial ni nacional. Solo quieren el territorio relevado. Se ríe al recordar que alguna vez un funcionario provincial los tildó de “invasores” de su propio territorio. Y más se sonrió cuando Arauco les dijo que las hectáreas sin pinos eran “improductivas”.

“No entienden lo importante que es el monte, todo el alimento y remedio que brinda. El monte es vida. Y si no fuera por los pueblos indígenas, ya estaría exterminado todo el monte nativo”, afirma.

Las sillas se van corriendo en busca de sombra. Aunque siempre están presentes, el resto de los Mbya no hablan. Asienten, sonríen y le dicen alguna palabra en guaraní al cacique.
“Nuestro sueño es lograr el título de propiedad comunitaria para que podamos estar en tranquilidad, que nadie nos moleste, poder trabajar libremente, sin que nadie amenace. Lo que sí estamos seguros que no vamos a dejar de pelear, vamos a sacar los pinos y vamos a sembrar nuestra comida”, advierte.

Aclara que esta época es ideal para mandioca, maíz y batata. Y afirma que ya están listos para cultivar, incluso cortando los pinos quemados.

El cacique dice unas palabras en guaraní ante la ronda de diez personas. Mira a los otros Mbya y le responden en gesto de aprobación. Con una sonrisa, extiende la mano para saludar, cerrar la entrevista e invitar a recorrer el territorio y conocer el arroyo (a unos 200 metros) que fue refugio ante el incendio. Los niños juegan fútbol con una pelota un poco desinflada. Mientras la bandera argentina, muy prolija, no deja de flamear en territorio Mbya Guaraní.

Una versión de este texto se publicó en Agencia Tierra Viva

Es urgente encontrar alternativas ante la falsa transición energética

En portada: Doña Lupe y su nieto recorren un área de su comunidad, El Bosque, donde yacían una escuela y casas. Ahora, solo quedan ruinas debido al avance del mar que amenaza con desaparecer totalmente al poblado pesquero ubicado en las costas de Tabasco. Foto: Aldo Santiago

Los objetivos que han asumido los países miembros de la Organización de las Naciones Unidas y corporaciones transnacionales, enmarcados en el Acuerdo de París como hoja de ruta a seguir para detener el aumento de la temperatura planetaria a 1.5 grados centígrados (°C) por encima de los niveles preindustriales, no se están cumpliendo advierte Naciones Unidas.

Con el Acuerdo de París se trazó como principal objetivo un proceso de descarbonización de la economía, entendido como la sustitución de los combustibles fósiles por nueva tecnología que emitiera menos gases de efecto invernadero, responsable del cambio climático, según la ONU.

Desde entonces, países y empresas han desarrollado acciones que las han llamado “transición energética” que, llevadas a cabo, deberían limitar, según el acuerdo, el calentamiento global a 1,5 °C, esto implica reducir las emisiones a casi la mitad en 2030 y alcanzar el cero neto en el año 2050.

El Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas advierte, en su informe 175 de Análisis Económico publicado este mes de septiembre, que no se están alcanzando los objetivos planeados. Incluso, ha proyectado sobre un escenario de temperaturas mundiales de 2 °C, 2,6 °C y hasta 3°C por encima de los niveles preindustriales. En este escenario se avisora una caída de hasta el 18% de la producción mundial de bienes y servicios reflejada en el Producto Interno Bruto munidal (PIB).

En entrevista para Avispa Mídia la ingeniera industrial Beatriz Olivera señala que esa advertencia es preocupante ya que supone que, “el mundo de alguna manera sigue anclado en los combustibles fósiles y es muy probable que no haya cambios en el corto plazo”, por tanto, no se estaría cumpliendo con el Acuerdo de París y tampoco con los llamados Objetivos de Desarrollo Sustentable enmarcados en la Agenda 2030 de la ONU.

Además de la posible caída en la producción mundial de bienes y servicios, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático estima que este contexto podría sumir en la pobreza a 100 millones de personas más de aquí a 2030, si no se adoptan medidas de adaptación al cambio climático y mitigación adecuadas. Aunque en 2019 las cifras ya destacaban un crecimiento de al menos 1300 millones de seres humanos en estas condiciones.

Gente en situación de calle, Sao Paulo Brasil. Foto por Santiago Navarro F.

La ingeniera mexicana, quien participó en una investigación llamada Minerales críticos para la transición energética, arremete diciendo que, “deberíamos estar muy preocupados porque países como el nuestro (México) serán de los más impactados”, advirtiendo que las comunidades más vulnerables de este país ya están sufriendo las consecuencias del aumento del nivel del mar, las sequías, las oleadas de calor y las inundaciones.

El costo de la “transición”

El Banco Mundial (BM) ha advertido que esta “transición” requiere al menos un aumento de casi 500% de más minerales hasta 2050, lo que implica mayor extractivismo en diversas geografías y, con ello, más impactos ambientales y sociales. Esta entidad financiera tiene clasificado al menos 24 tipos de minerales necesarios para el remplazo de la matriz tecnológica de combustibles fósiles a energías renovables, como los complejos de energía solar fotovoltaica y de concentración, eólica, geotérmica e hidroeléctrica.

Sin embargo, solamente los complejos eólicos, además de grandes cantidades de concreto, “1,200 toneladas por cada aerogenerador de 3 mega watts”, según la ingeniera Olivera, también requiere al menos 14 tipos de minerales como Aluminio, Bauxita, Bario, Boro, Cobalto, Tierras Raras, Cobre, Plomo, Níquel, Zinc, entre otros.

Bauxita es la materia prima para la producción de aluminio. Brasil es el cuarto mayor productor de bauxita del mundo y es en la Amazonía donde se encuentra el 75% de las reservas nacionales.

La tecnología solar ocupa casi los mismos minerales, además, del Cadmio, Estaño, Galio Germanio, Indio, Manganeso, Molibdeno, Plata, Selenio, Silicio y Telurio. Un total de 17 tipos de metales.

“Uno de los minerales que va a tener mayor demanda, a medida que se acelere la transición, será el cobre, el litio, grafito y cobalto. El litio es para las baterías de los automóviles. De manera que no se puede dejar de pensar en estos minerales cuando se habla de transición energética”, puntualiza la investigadora Olivera.

El BM estima que la demanda de estos minerales se disparará conforme avanza el cambio de matriz tecnología. La demanda del litio aumentará en un 488% y casi de forma similar el grafito ascenderá a 494%, mientras que el cobalto en 460%, según los datos de esta instancia financiera.

¿Quién pierde y quién gana?

Por su parte, a las grandes corporaciones y a las principales económicas del mundo, lo que más les preocupa es la disminución del crecimiento económico mundial. Se justifica acelerar la inversión en energías renovables para que se mantenga el ritmo de crecimiento de la economía. 

El pasado mes de junio, los integrantes de la Asamblea Parlamentaria de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN, alianza militar de países de Europa y Norteamérica), debatieron diversos temas, entre ellos, los llamados “minerales críticos y tierras raras” que requiere la “transición energética”. Certeramente pusieron especial atención en el cobre, litio, níquel y cobalto, resaltando que su demanda “ya es muy elevada y aumentará a medida que avance” el reemplazo tecnológico, advierten.

Bolivia posee reservas estratégicas de níquel en el cordón amazónico.

Además, la OTAN destaca que la demanda no necesariamente está cubierta, es decir, hay escasez, por eso son considerados críticos. En todo caso, “si no se produce un cambio sustancial en la oferta, los precios de estas materias primas preciosas se dispararán, y los países podrían tener que tomar decisiones difíciles sobre si destinar estos insumos al sector de la energía sostenible o al de la defensa”, reza el documento publicado en julio pasado.

Siguiendo estos mismos lineamientos, la ONU hace hincapié, “por encima de todo, la transición energética es esencial para la consecución de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, y que, con ello, se espera que “cambie la estructura del comercio internacional y los flujos de capital”.

El bloque de la OTAN tiene claro que los países que controlen estos suministros “adquirirán probablemente una enorme influencia en el mercado y, presumiblemente, también diplomática”, haciendo alusión que tienen un gran desafío por delante, que es China. Este país asiático, en 2022, figuró como el principal productor de tierras raras cubriendo el 70% del mercado, seguida de Estados Unidos, Australia, Myanmar y Tailandia, según datos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).

La investigadora Olivera argumenta que no hay que esperar que las soluciones provengan siempre de las élites, sino que debemos de tomar partido en el asunto y buscar soluciones desde abajo, como las cooperativas o redes de solidaridad.

Por eso es importante “que nosotros no hablemos de transición energética sino de transformación, porque tenemos que reinventar, reconfigurar la nueva manera de producir y de generar energía; es posible, pero nos falta creatividad”, dice la ingeniera.

Protesta contra la explotación de litio en la Comunidad Aborigen de Santuario de Tres Pozos, Argentina.

Olivera considera que esta llamada “transición” es lo más próximo a una mera sustitución tecnológica. “Quienes perdemos somos las poblaciones, los países, la gente que está en los territorios donde se van a extraer estos minerales. Gana un puñado de élites. Así como las personas que van a poder acceder a un auto eléctrico (…), y pues las empresas, las mismas de energía renovable”, que serán las que delimiten los márgenes del nuevo mercado.

Para los miembros de la OTAN, el objetivo es claro, “con el tiempo, las industrias energéticas sostenibles repartirán el mercado y el poder político de formas diferentes y a veces inesperadas. Los países productores de los minerales críticos necesarios para la producción de baterías y la generación eléctrica adquirirán nuevas fuentes de riqueza e influencia”, reza el documento derivado de la Asamblea Parlamentaria de la OTAN.

Tras esta reconfiguración de una nueva división internacional del trabajo definida a partir de esta “transición”, hay países y empresas que serán beneficiados y hay quienes seguirán sufriendo las externalidades negativas de esta nueva oleada. “Es un modelo injusto y muy poco democrático que va a apuntar a profundizar desigualdades que de por sí ya existen en los países. Creando incluso, lo que algunos están llamando como zonas de sacrificio, lugares donde se extraen tierras raras, cobalto, etc.”, resalta Olivera.

Para Olivera estas llamadas zonas de sacrificio, “se van a profundizar en aras de un desarrollo sustentable o más limpio, creando otras zonas que serán las beneficiadas, lo que es totalmente injusto”, por ello, arremete la investigadora, “es urgente pensar alternativas desde abajo”.

Orden judicial amenaza libertad de ex preso político mazateco

En portada: Manifestación para exigir la libertad de Miguel Peralta. Septiembre, 2019. Foto: Daliri Oropeza

La resolución de un amparo interpuesto por la defensa del ex preso político mazateco, Miguel Peralta, para revertir una sentencia condenatoria, coloca en riesgo su libertad. Integrante de la asamblea comunitaria de Eloxochitlán de Flores Magón, en Oaxaca, él es uno de los 35 miembros que han sido perseguidos, señalados por el homicidio de Manuel Zepeda Lagunas y tentativa de homicidio contra su hermana, Elisa Zepeda, ambos miembros de la misma comunidad mazateca.

La raíz de lo que la defensa de Peralta argumenta como criminalización, se encuentra en los hechos violentos ocurridos en diciembre del 2014, cuando la asamblea comunitaria fue atacada por un grupo armado, el cual pobladores acusan que opera bajo el mando del grupo caciquil de la familia Zepeda.

Miembros de la asamblea comunitaria sostienen que, desde 2010, cuando el padre de Elisa, Manuel Zepeda Cortés, arribó a la presidencia municipal, emprendió una campaña de represión contra la organización comunitaria para consolidar su poder en la comunidad mazateca.

Roberto López, miembro del colectivo Los Otros Abogadoz y defensor de Peralta cuenta que, mientras la asamblea se reunía en el centro del pueblo para la elección de autoridades municipales aquel invierno del 2014, se registraron disparos en su contra procedentes de la presidencia municipal, donde previamente Elisa y Manuel Zepeda se habían atrincherado.

Protesta por la liberacion de Miguel Peralta en 2019

Las agresiones dejaron heridos por arma de fuego, así como provocaron la muerte del hermano de Elisa, Manuel Zepeda Lagunas, quien en el momento en que fue detenido por los habitantes de Eloxochitlán para ponerlo a disposición del Ministerio Público (MP), portaba armas de uso exclusivo del ejército. “Desafortunadamente para ellos, él fallece y en ese momento, en lugar de ponerlo a disposición, los pasan a declarar ya como probables responsables de ese homicidio”, señala el abogado.

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Según su defensa, pese a que Peralta se encontraba en la ciudad de México en el momento de los hechos, fue acusado por homicidio, detenido arbitrariamente y trasladado a un penal de Oaxaca. Peralta permaneció más de cuatro años recluido hasta que, en octubre del 2019, fue liberado.

No obstante, su sentencia recibió un revés en marzo del 2022. Tras apelación de la parte acusadora, se giró una nueva orden de aprehensión en su contra para cumplir una condena de 50 años en prisión. Ante ello, la defensa legal del mazateco interpuso un amparo contra la sentencia por violaciones procesales y fabricación de pruebas.

El pasado 17 de agosto, un tribunal colegiado federal dictó sentencia al amparo, la cual, argumenta Roberto López, perjudica aún más la situación legal del ex preso político. “Nos regresa siete años en el tiempo”, aclara el abogado, quien especifica que se les envía de nuevo a reponer parte del proceso previo a la sentencia, para la presentación de pruebas.

“Nos regresa justo al momento en que están los otros presos (en referencia a otros presos políticos de Eloxochitlán), que no han recibido sentencia (...) porque no entraron al fondo del asunto, solo se fueron por una cuestión cosmética (reposición de careos), que ellos disfrazan como una violación al proceso, pero que, en realidad, pues es toda la intención de seguirle dando el control del proceso a Elisa”, sostiene el abogado de Peralta.

López asevera que, durante todo el proceso, una estrategia de dilación del proceso legal, ejecutada por Manuel y Elisa Zepeda, ha administrado el conflicto y mantiene “rehenes” a otros presos relacionados con los eventos de 2014.

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El peligro, acentúa el abogado, es que, para reponer dicha parte del proceso, Peralta tendría que enfrentarlo recluido. “Esto conlleva a una regresión de por lo menos siete años del trayecto jurídico de mi proceso y a la insistencia de la privación de mi libertad”, reclamó el mazateco mediante carta difundida la semana pasada. Por ello, la defensa legal interpuso un recurso de revisión, con la intención de que sea la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) quien resuelva el amparo, lo cual puede suceder en los próximos cuatro a cinco meses.

A continuación, compartimos extractos de la conversación con Roberto López, quien alerta, la persecución contra Peralta se intensifica.


Avispa Mídia (AM): Con la última resolución, ¿cuál es la etapa del proceso que se debe reponer?

Roberto López (RL): Nos regresaron a una etapa inmediatamente anterior que son los careos (…), una parte del proceso donde ellos se niegan a asistir. Donde al no comparecer, nos vamos a tener que esperar hasta que lo hagan para que se pueda llevar los careos, se presente las conclusiones, se lleve a cabo la audiencia final y se dicte de nuevo la sentencia. Yo no exagero cuando digo que nos regresan aproximadamente siete años en el tiempo. Siguen teniendo el control del conflicto. Con esta resolución el tribunal colegiado le da un espaldarazo a Elisa para seguir teniendo el control del proceso.

Los hechos ocurren el 14 de diciembre del 2014. Para empezar nosotros a presentar pruebas, una de las primeras audiencias fue hasta el 30 de enero del 2017. Ahí compareció Manuel Zepeda y Vicente Zepeda, porque este día ellos tenían una audiencia en calidad de procesados, por hechos que la asamblea comunitaria había denunciado, lesiones y tortura, que el Ministerio Público (MP) consignó.

Grupo armado liderado por Manuel Zepeda Cortés tomando el ayuntamiento de Eloxochitlán el 17 de noviembre de 2014.

Elisa estaba asesorada y sus abogados le recomendaban que no se presentara y el juzgado jamás fue capaz de multarlos, de arrestarlos por no asistir a declarar. El juzgado nunca lo hizo. Hasta que ella y tres de sus testigos se presentaron a declarar, el 30 de septiembre del 2017.

AM: ¿Cuáles son las principales contradicciones en los testimonios que no fueron retomadas en la resolución?

RL: Cuando nosotros presentamos el amparo en 2022, nos fuimos a esta parte esencial en el proceso, que son las declaraciones en contra de Miguel. La declaración de Elisa Zepeda, de su papá y de seis testigos que lo acusan. Esa es la parte fundamental que había que poner en duda, y de hecho se hizo durante el proceso. Ha sido fundamental para que hubiera otras libertades de otros co-procesados que, haciendo énfasis en estas contradicciones, pues habían obtenido libertad.

Hicimos un análisis de lo que dijo Elisa Zepeda en un primer momento en el Ministerio Público y los testigos, y lo que contestaron en las audiencias ante el juzgado. Fueron cuestiones distintas, contradictorias.

Hubo un testigo, Eleazar Hernández Ordaz, un señor ya grande que, en el Ministerio Público, señala y acusa a Miguel. Su declaración es una copia integral de la declaración de Manuel Zepeda, del papá de Elisa. En el juzgado, cuando le toca declarar, le leen la declaración y dice que él nunca declaro eso. Le enseñan la declaración. - ¿Está es su firma? “Sí es mi firma, pero yo no recuerdo”. Fernando Ramírez Carrera, otro testigo, dice que él nunca emitió ninguna declaración en ese sentido. Aparece su firma, pero dice que nunca declaró al MP.

El tío de Elisa, Vicente Zepeda, dice que, en todo momento, él estuvo con Elisa. Ella hace una declaración extensísima con muchos detalles que no da Vicente, que cuando ya se le fue interrogado en la audiencia, él, al ver que pues había muchas cosas que no había dicho, dice ‘Vi cuando entraron, pero me dieron un golpe en la cabeza, perdí el sentido, me desmayé y ya no supe nada’, para no contradecirse más con Elisa.

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Van a permanecer cada quien en su dicho y así nos vamos a ir a sentencia, eso en nada cambia el sentido de la resolución que viene. Al reiterar Elisa la acusación y sus testigos, evidentemente van a decir que lo reconocen (a Peralta), que lo ubican en el lugar de los hechos, y luego entonces eso va a ser una sentencia condenatoria. Y eso nos va a llevar otra vez a la apelación.

AM: ¿Cuáles elementos consideran fueron decisivos para la más reciente resolución del amparo?

RL: Los hechos ocurren en 2014. A partir de ahí, Elisa empieza a construir un discurso de víctima. Se acerca a algunas organizaciones de derechos humanos y la arropan como defensora de derechos de las mujeres y así llega a la presidencia municipal de Eloxochitlán. Está un año, renuncia, deja su suplente para postularse para diputada local a la 64 legislatura del Congreso del Estado. Gana por Morena, está tres años, es nombrada presidenta de la Comisión de Procuración y Administración de Justicia del Estado. Esto quiere decir que son los encargados de nombrar jueces, magistrados, al Ministerio Público. Empieza a tener relación con gente de la Procuraduría del Estado, quien acusa, y gente del Poder Judicial, quien sentencia, desde mi perspectiva teje esas redes y alianzas.

Y eso hace posible que, en 2022, la sentencia de Miguel fuera revocada. Había habido ya muchas resoluciones de libertad de los otros presos y pocas habían sido revertidas. La de Miguel se echa para atrás y, para mí, es producto de esa situación que ella logra, con simpatías de gente del Poder Judicial, favores.

Después, viene la campaña para gobernador de Salomón Jara. Ella se suma a su equipo y al final la nombran secretaria de la mujer, tiene una secretaría en el gobierno de Salomón Jara. Desde esa posición de funcionaria, pues sigue utilizando los recursos que tiene, sigue utilizando sus influencias para incidir.

Para nosotros incidió en la resolución del Tribunal Colegiado de Circuito que resolvió el amparo de Miguel. Hasta ese nivel ha llegado, porque ese amparo era para una libertad. Por todas las violaciones, por todos los antecedentes y no, al contrario, nos regresan siete años en el proceso. Por eso decimos nosotros, esto más que jurídico, es político, porque ella ha utilizado la muerte de su hermano para mantenerse en el poder, para encumbrarse e ir escalando posiciones políticas. A ella no le conviene que su discurso se venga abajo porque si se viene abajo, se va a demostrar que todo lo que ella construyó, su camino político, fue una mentira.

Desde esa posición de poder está enfrentando a los presos de Eloxochitlán. A los que todavía permanecen en prisión, y a los perseguidos como es el caso de Miguel (…), sigue en esta sed de venganza en contra de los presos, porque si todos obtienen la libertad, se le cae su discurso.

AM: ¿Cuál es su respuesta ante la reciente resolución?

RL: La analizamos y decimos no, esto es una trampa, porque quieren que Miguel regrese y encerrarlo con el pretexto de que reponen el proceso para que se caree con Elisa. Ese amparo no nos funciona. Por eso vamos al recurso de revisión del amparo, y que sea este que le dé entrada en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Que sean los ministros quienes determinen si ese amparo estuvo bien dictado, si la resolución es correcta.

Queremos que la Suprema Corte le dé entrada a esa revisión de la sentencia del amparo y realmente se pronuncie respecto a las violaciones de fondo fundamentales que hay en ese proceso. Entre ellas las falsas acusaciones de Elisa y sus testigos, que ya han sido cuestionadas, que han sido puestas en duda, que hay sentencias de libertad de los otros co-procesados, lo avalan, hay resoluciones, incluso de salas del propio Tribunal Superior de Justicia del Estado; de Juzgados de Distrito, donde dicen que las declaraciones de Elisa y de sus testigos no son creíbles, hay contradicciones, hay inconsistencias y nosotros queremos que la Corte no evada esa responsabilidad, que el asunto de los presos políticos es un asunto trascendente de vital importancia para la sociedad, pues no podemos permitir que a través del poder, una persona que esté desde ahí incidiendo en el Poder Judicial y teniendo en contra de su voluntad, acusados, falsamente, a personas que se opusieron al proyecto caciquil de su familia.

Entre las contradicciones de los testigos, la dilación del proceso para llegar a la sentencia de Miguel, tuvimos que enfrentar mucha parcialidad por parte del juzgado. Aunado a esas contradicciones, los jueces, el secretario de acuerdos, el Ministerio Público, que en nueve años que lleva el proceso, es el mismo. Han cambiado muchos jueces, han cambiado secretarios de acuerdos, pero el Ministerio Público, que empezó el proceso, sigue ahí porque es una ficha clave para Elisa Zepeda, para Manuel Zepeda.

Es trascendente para la sociedad y la SCJN tendría que atraer en revisión ese amparo. Si nos batea prácticamente ahí estaremos comprobando que el acceso a la justicia en este país sigue siendo nulo, porque al final, pues ya se agotaría ahí el camino. Que realmente asuman la responsabilidad que tienen y demuestren esa independencia que debe de existir entre el Poder Judicial y el poder de los gobernadores. Nos hemos enfrentado a una contienda desigual, con muchas irregularidades procesales, parcialidad a favor de ellos y muchas contradicciones en los testigos. Este conflicto, más que jurídico es político y lo está administrando Elisa Zepeda a su antojo. Nueve años y no hay sentencia ya para nadie. Miguel está igual que los otros presos. Casi nueve años de proceso y sin sentencia, eso yo creo que es trascendente, en este tipo de procesos, y cualquier juez honesto, imparcial, lo observaría y tendría que otorgar la libertad de fondo

Desborde de violencia en frontera sur de Chiapas expone población a escasez e inseguridad

La región de la sierra madre y la frontera sur, entre Chiapas y Guatemala, arde. La omisión de las autoridades incrementa el riesgo para la población ante los constantes enfrentamientos armados, las desapariciones, el reclutamiento y desplazamientos forzados, acusan organizaciones sociales chiapanecas y nacionales.

Extorsiones, amenazas y secuestros son parte de la cotidianidad. También la cooptación e integración forzada de organizaciones sociales, campesinas, comerciantes y transportistas para participar en actividades criminales; además de la desaparición de líderes y autoridades comunitarias.

A lo anterior se suma la repercusión negativa en la economía tras casi dos semanas de bloqueos carreteros que impiden el traslado de mercancías y alimentos básicos, que ya alcanzan precios estratosféricos por la escasez. Además, funcionarios educativos anunciaron la suspensión de clases desde esta semana, como una medida para preservar la seguridad de maestros y alumnos ante la violencia que azota la región.

“Ante el pánico e incertidumbre provocados a la sociedad, determinamos suspender temporalmente las actividades laborales en todos los planteles de la zona escolar para no exponer a alumnos, maestros, personal docente y padres de familia”, resalta el oficio de las autoridades escolares.

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Ante esta situación, organizaciones como la Mesa de Coordinación Transfronteriza Migraciones y Género Guatemala – México (MTMG), el Colectivo de Monitoreo Frontera Sur y la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), a través de la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos “Todos los Derechos para Todas y Todos” (Red TDT), difundieron un comunicado para alertar que, a más de tres meses del enfrentamiento armado entre grupos de la delincuencia organizada en la comunidad de Nueva Independencia, conocida también como Lajerío, y comunidades vecinas del municipio de Frontera Comalapa, “aún no existe un plan integral de atención por parte del Estado mexicano que garantice la vida y seguridad de la población civil de esa, y otras comunidades de la región”.

En medio de la guerra

Los testimonios del enfrentamiento en Nueva Independencia señalan que, en la mañana del 23 de mayo, grupos antagónicos del crimen organizado utilizaron armamento de guerra. “Detonaciones de armas de alto calibre, explosiones de granadas, drones artillados y otros artefactos explosivos, así como el uso de vehículos ‘monstruos’ blindados”, fueron utilizados en medio de la población civil.

Vehículos incendiados durante los enfrentamientos de mayo, 2023.

La violencia desbordó y provocó el desplazamiento forzoso de aproximadamente 3,500 personas. Por casi cuatro días no hubo presencia ni intervención alguna del Estado. Fue hasta el 30 de mayo cuando alrededor de 1,500 elementos de la Guardia Nacional (GN) y del Ejército arribaron al lugar.

“Hasta la fecha, no hay ninguna persona detenida; su presencia (militares y GN) tampoco ha implicado que los grupos de la delincuencia organizada paren sus actividades ilícitas, pues las extorsiones y las amenazas continúan”, sostienen las organizaciones sociales.

De acuerdo a un documento filtrado de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), con fecha de junio del 2022, el cártel de Sinaloa mantiene la hegemonía en Chiapas, pero desde el asesinato de Ramón Gilberto Rivera Beltrán, El Junior, sucedido en julio de 2021, se “provocó un vacío en el liderazgo en el grupo delictivo que encabezaba (cártel de Sinaloa), originando pugnas y diferencias entre las células que lo integran, considerando una fractura en el interior de la estructura del cártel.”

Las organizaciones sociales también identifican este evento como un parteaguas en el incremento de los enfrentamientos en distintas regiones de Chiapas. “Se tomó paulatinamente el control territorial de la región frontera, particularmente del corredor frontera-centro. Los municipios de Frontera Comalapa, Chicomuselo, La Trinitaria y Comitán de Domínguez son vías utilizadas para el trasiego de drogas, tráfico y trata de personas; robo de vehículos, comercio de armas y secuestro; además de ser rutas de tránsito y movilidad de personas migrantes provenientes de Centro y Sudamérica”, contextualizan.

Según la denuncia, tras la guerra de mayo, la violencia se expandió hacia comunidades y ejidos de municipios colindantes a Frontera Comalapa, como Chicomuselo y La Trinitaria, “en los que la delincuencia organizada llega a ofrecer proyectos y protección, para continuar creciendo su control territorial. También, es notorio que lejos de estarse resolviendo los conflictos y estableciéndose bases para la paz, se siguen permitiendo las condiciones para el crecimiento y expansión de estos grupos delictivos”.

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Cabe resaltar que durante las últimas semanas se registran bloqueos, retenes, agresiones y enfrentamientos entre grupos del crimen organizado en los municipios de Chicomuselo, Siltepec, Frontera Comalapa, Amatenango de la Frontera, Mazapa de Madero, Motozintla, Bella Vista, La Concordia, Villacorzo y El Parral; además de un aumento en la presencia de personas armadas en la región. “Todo esto no hace más que mantener vigente la agudeza de la violencia en la región, así como la responsabilidad del gobierno Federal y el de Chiapas en ser omiso en presentar rutas de atención duradera a las problemáticas”, acusan mediante comunicado.

Las organizaciones enfatizan que el cierre de comercios, escuelas, así como la falta de servicios de salud y transporte implica daños al patrimonio y medios de vida de las familias en la región.

Esto coloca en mayor riesgo su seguridad alimentaria, además de impactar negativamente en la salud física y mental de las personas que viven con temor de nuevas agresiones.

Medios nacionales han reportado que se han disparado los costos de alimentos básicos, las tortillerías no funcionan y escasea el combustible. En municipios de la región fronteriza y sierra, desde hace 10 días incrementaron los bloqueos sobre la carretera Panamericana. También aumentaron los asesinatos y secuestros, por lo que los comercios cerraron sus puertas y la población se resguarda en sus hogares.

Testimonios de los lugareños señalan que los bloqueos cerca del crucero de Chamic y la carretera que cruza a la sierra, a la altura del municipio de Motozintla, mantienen permanentemente incomunicado al municipio de Frontera Comalapa, y también afecta a los municipios de Mazapa de Madero y Amatenango de la Frontera. En la región habitan aproximadamente más de 130 mil personas.

Miles marcharon en Frontera Comalapa para exigir el retiro de los bloqueos que mantiene incomunicado al municipio.

Este lunes (18), alrededor de 8 mil personas marcharon en Frontera Comalapa para demandar el retiro de los bloqueos carreteros, que adjudican a integrantes del cártel de Sinaloa. Medios locales señalan que la manifestación fue promovida por la agrupación El Maíz, la cual vinculan al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Según testimonios de la población, estos fueron amenazados para participar en la protesta.

Autoridades omisas

Las organizaciones defensoras de derechos humanos sostienen que la región vive un total sometimiento y silenciamiento de la población, y señalan que esto acontece en medio de la complicidad de las autoridades municipales, las cuales carecen de confianza ante la población para atender denuncias y brindar apoyo para los habitantes.

A lo anterior, se suma la falta de certeza en la función que realizan los elementos del ejército que arribaron a la región desde mayo. “La población advierte de posibles enfrentamientos; además, se tienen noticias de que varias de las familias desplazadas fueron presionadas a regresar a sus hogares, aun cuando no existían las condiciones de seguridad para su retorno. Este alto grado de incertidumbre genera miedo, preocupación e inseguridad, lo que implica una constante revictimización de la población”, acusan.

Bloqueo carretero en el crucero de Chamic

En el municipio de Chicomuselo, mediante acuerdos de asamblea, se solicitó que la presencia de los cuerpos de seguridad y fuerzas armadas respetaran los derechos humanos de la población, ante el temor de que realizaran abusos contra los pobladores, como se reporta en otras partes del país.

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“Existe una violencia sistemática que sigue escalando bajo la impunidad con la que opera la delincuencia organizada de la región, con aquiescencia de los gobiernos municipal, estatal y federal. El abandono y las reiteradas omisiones del Estado en todos sus niveles para garantizar la integridad y seguridad de la población de la región y la minimización de la situación por parte de la administración Federal, colocan en una situación de mayor riesgo y vulnerabilidad a la población civil, periodistas y personas defensoras de derechos humanos”, sentencian las organizaciones.

Desde el pasado 9 de septiembre, la Sedena anunció la incorporación de 500 soldados, pertenecientes a la 39 zona militar, para la instalación de puntos de control entre los municipios de La Trinitaria, Frontera Comalapa, Chicomuselo, Mazapa de Madero y Motozintla. No obstante, lejos de que la violencia cese, se registra un aumento de las agresiones por parte del crimen organizado.

América Latina, la región más letal del mundo para defensores del territorio

En portada: Más del 70 % de los asesinatos de personas defensoras de la tierra y el medioambiente de 2022 ocurrieron en tan solo tres países: Colombia, Brasil y México. Felipe Luna/Global Witness

América Latina continúa siendo la región más letal para las personas defensoras de la tierra y el medio ambiente, alerta la organización de derechos humanos Global Witness. De acuerdo con documentación realizada por la organización en 18 países de todo el mundo, al menos 177 personas defensoras perdieron la vida en 2022, 88% de los asesinatos ocurrieron en América Latina.

Más de un tercio, el 36%, de las personas defensoras asesinadas eran indígenas, y el 7%, afrodescendientes. Más de una quinta parte, el 22%, se dedicaban a la agricultura a pequeña escala. Todas ellas dependían de sus tierras y recursos naturales para vivir.

Global Witness ha documentado la violencia y asesinatos contra defensores de la tierra desde 2012. “El mundo ha cambiado radicalmente desde que empezamos esta labor, en 2012. Lo que permanece inmutable es la persistencia de los asesinatos”, sostiene la organización en el informe que divulga el resultado de la documentación.

Desde 2012, registraron 1,910 asesinatos, siendo que el 70%, 1,335 asesinatos, ocurrieron en Latinoamérica. Además, la organización registró que, de los 1,910 asesinatos, 1,390 tuvieron lugar entre la aprobación del Acuerdo de París, el 12 de diciembre de 2015 y el 31 de diciembre de 2022.

Las cifras de 2022 son poco menores comparadas al 2021, cuando fueron asesinadas 200 personas. Sin embargo, la situación no ha mejorado sustancialmente, alerta la organización. “El agravamiento de la crisis climática y la creciente demanda de productos agrícolas, combustibles y minerales no harán sino intensificar la presión que se ejerce sobre el medioambiente y sobre quienes arriesgan su vida para defenderlo. Además, para silenciar a las personas defensoras cada vez es más frecuente el uso de estrategias no letales, como la criminalización, el acoso y los ataques digitales”.

Año tras año, la mayoría de los asesinatos se concentra en los mismos países. Más del 70% de los casos - 125 asesinatos de un total de 177 - ocurrieron en tres países: Colombia, Brasil y México.

Colombia encabeza la clasificación mundial con 60 asesinatos. Esta cifra supone casi el doble de asesinatos que, en 2021, cuando perdieron la vida 33 personas defensoras. Los pueblos indígenas y las comunidades afrodescendientes, quienes se dedican a la agricultura a pequeña escala y las personas que defienden el medioambiente, “han sido duramente golpeados”.

En Brasil perdieron la vida 34 personas defensoras, frente a las 26 de 2021. “Las personas defensoras brasileñas tuvieron que hacer frente a una hostilidad implacable por parte del gobierno del entonces presidente Jair Bolsonaro, cuyas políticas han expuesto la Amazonia a la explotación y la destrucción, han debilitado las instituciones ambientales y han incitado a invasiones ilegales de tierras indígenas”, dice el documento.

Explotación minera ilegal en el territorio indígena Yanomami (Brasil), 2023. Foto: Alan Chaves

México, el país con el mayor número de asesinatos en 2021, registró una caída, ya que pasó de 54 homicidios en 2021 a 31 en 2022. Al menos 16 de las personas asesinadas eran indígenas, mientras que cuatro eran abogados. “No obstante, la situación general en México no dejó de ser alarmante para las personas defensoras de la tierra y el medioambiente, y las agresiones sin consecuencias mortales (entre ellas, la intimidación, las amenazas, el desplazamiento forzoso, el acoso y la criminalización) siguieron dificultando en gran medida su trabajo”, señala la organización.

En Honduras fueron registrados 14 asesinatos en 2022, el mayor número de personas defensoras asesinadas per cápita del mundo. “Xiomara Castro, la primera presidenta de Honduras, se ha comprometido a proteger a las personas defensoras. Sin embargo, las primeras tendencias de 2023 apuntan a la persistencia de una violencia generalizada, ya que se han denunciado asesinatos y agresiones no mortales en todo el país”, sostiene la organización.

Julia Francisco Martínez, viuda del defensor de los derechos humanos Francisco Martínez Márquez, miembro del grupo en defensa de los derechos indígenas MILPAH que apareció asesinado en 2015. Giles Clarke/Global Witness

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La organización subraya que las cifras solo contabilizan los asesinatos de los que se tiene conocimiento, dado que la falta de denuncia es un problema generalizado. “Por desgracia, se habrán perdido muchas más vidas que no están incluidas en nuestros datos”.

La hipocresía de Joe Biden sobre la libertad de expresión y el caso Assange

En el mes de abril, el mandatario de los Estados Unidos, Joe Biden, durante una cena con medios de comunicación y diversos corresponsales, hizo un llamado urgente para la liberación de los periodistas que están presos, sobre todo estadounidenses, afirmando que “el periodismo no es un delito”.

Biden hizo hincapié, principalmente, sobre el caso de dos periodistas: Evan Gershkovich, reportero del Wall Street Journal, acusado de espionaje en Rusia, y Austin Tice, periodista supuestamente retenido por el gobierno sirio. “La prensa libre es un pilar de una sociedad libre, no el enemigo”, reafirmó el presidente de los EEUU ante diversos reporteros, editores, presentadores de televisión y locutores de radio. En ningún momento se mencionó el caso del periodista australiano Julián Assange.

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Assange fue detenido en Londres en 2019, aunque ya había pasado siete años en calidad de refugiado en la Embajada de Ecuador de la capital británica. Es acusado por el gobierno de Estados Unidos por 17 cargos de violación a la Ley de Espionaje y un cargo de conspiración por supuestamente cometer intrusión informática, es decir, acceso no autorizado a la red de datos clasificados.

Los documentos clasificados que expuso el periodista en 2010 y 2011 contienen pruebas de las atrocidades cometidas por el gobierno estadounidense en Irak y Afganistán.

Desde el momento en que se libera la orden de detención del periodista Assange, de origen australiano y fundador de Wikileaks, se ejerce una presión constante para que el periodista sea extraditado a Estados Unidos para ser juzgado con una posible pena de hasta 175 años de prisión.

Biden ha tenido la oportunidad de poner un alto a la persecución de Assange y darle un giro al caso. No obstante, el Departamento de Justicia en su periodo de gobierno ha insistido en la extradición, como lo hizo el ex presidente Donald Trump.

Solidaridad con Assange

A ello se suma que el Tribunal Supremo de Reino Unido rechazó, el pasado mes de junio, la apelación que interpuso la defensa del periodista contra su extradición a Estados Unidos.

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Entre las diversas expresiones de solidaridad que ha recibido el periodista, más de 60 legisladores australianos han emitido una misiva al gobierno de EEUU donde instan a retirar los cargos contra Assange. Incluso, una delegación de estos parlamentarios australianos ha decidido viajar a la Casa Blanca la próxima semana para ejercer presión por la libertad del periodista.

Actualmente Assange lleva cuatro años en la prisión londinense de Belmarsh, aún sin cargos. Si Assange es condenado, tendría graves consecuencias para la libertad de prensa en Estados Unidos y en todo el mundo, ya que la práctica que él ejerció sobre la ventilación de los documentos clasificados es común en el periodismo de investigación; en todo caso, cientos de periodistas podrían ir a prisión por ello.